15 agosto 2022

Reino Plantae Vol. V: Raíces Sagradas

El Garoé fue el árbol sagrado de los bimbaches, antiguos habitantes de la isla de El Hierro, en Canarias. Probablemente se trataba de una especie Ocotea foetens.

Un árbol sagrado es aquel que tiene un significado especial, normalmente de carácter religioso, para una comunidad. Existen árboles más antiguos que algunas de nuestra religiones, en consecuencia no es de extrañar que muchos de ellos aparezcan en nuestros mitos y leyendas, ya sea en forma de árboles ficticios como Yggdrasil, el fresno de la mitología nórdica, o bien mediante el culto a especies o ejemplares concretos que aun viven entre nosotros.

Hay dos maneras de entender el árbol sagrado, como especie y como individuo. Algunos pueblos consideran sagrada a toda una especie, como los africanos con los baobabs o los celtas con los robles. En otros casos, podemos encontrar comunidades que eligen un ejemplar concreto, como el ahuehuete de Oaxaca, en México, o el espino de Glastonbury, en Inglaterra. 

En la actualidad, sólo unas pocas especies de árboles son consideradas sagradas, pero, en la Antigüedad, muchas especies, ya sea por su utilidad, escasez, tamaño o resistencia, se establecieron como sagradas para evitar su tala y deforestación.

    ÁFRICA:

    • Baobab: es considerado sagrado en numerosos lugares de África. En Madagascar es famosa la Avenida de los baobabs; en Namibia, los bosquimanos aseguran que son árboles del revés, castigados por una divinidad; en Senegal, los griots (guardianes de la memoria de los pueblos), son enterrados al pie de un baobab.

    Con una altura de aproximadamente 30 m y en algunos casos más de 800 años, estos baobabs son los últimos supervivientes del bosque que cubría esta zona

    La Avenida de los Baobabs o "Callejón de los Baobabs", es un grupo notable de baobabs de la especie Adansonia grandidieri que bordean un tramo de 250 metros en un camino de tierra entre Morondava y Belon'i Tsiribihina en la región de Menabe, al oeste de Madagascar. 

    Se trata de una "arboleda singular", es decir bosques con una gran concentración de ejemplares singulares o formaciones en las que árboles vulgares, individualmente hablando, forman un conjunto especialmente armonioso o singular. En este caso, se trata de un grupo de entre 20 y 25 Adansonia grandidieri, una especie endémica de Madagascar, que resisten como último vestigio del bosque seco que antaño cubría Madagascar occidental.

    Este sorprendente paisaje atrae a viajeros de todo el mundo, lo que lo convierte en uno de los destinos más visitados de todo el país. El bosque, dentro de un área protegida que abarca 3,2 km²,  ha sido objeto de numerosos esfuerzos locales de conservación; entre otros muchos, en julio de 2007, el Ministerio de Medio Ambiente, Agua y Bosques le otorgó el estado de protección temporal, un primer paso para convertirlo en el primer monumento natural de Madagascar.

    Otros dos baobab notables se encuentran a unos nueve km de la avenida, los llamados Baobabs Enamorados (baobab amoreux). Son dos árboles de la especie Adansonia za, también endémica de la isla, que han crecido entrelazados entre sí. Según la leyenda local, los dos baobabs personifican el amor imposible entre una joven pareja de dos aldeas próximas, que pidieron a su dios poder vivir juntos.

    ORIENTE MEDIO:

    • Cedro: Una especie muy valorada en Oriente Medio y muy especialmente en Líbano, donde podemos encontrarlo incluso en su bandera

    Los cedros de Dios (en árabe أرز الربّ) son los últimos supervivientes de los inmensos bosques que cubrían las laderas del monte Líbano. Aparecen mencionados en numerosas ocasiones en la Biblia y su imagen es el símbolo del país entero. 

    Su madera fue empleada por asirios, babilónicos, persas, fenicios y egipcios quienes la utilizaban para la construcción naval. Salomón usó estos mismos cedros en la construcción del primer templo de Jerusalén y el Imperio otomano también los aprovechó para construir su sistema de ferrocarril.

    Tras siglos de persistente tala el tamaño de los bosques quedó muy reducido y tan solo se conservan grandes bosques en áreas montañosas como la del monte Makemel que domina el el valle de Qadisha con una altitud de más de 2000 metros. La preocupación por los cedros bíblicos llevó a que en 1876 se construyera un muro de piedra, financiado por la reina Victoria de Gran Bretaña para proteger los brotes jóvenes de las voraces cabras.
    Actualmente el bosque está protegido y solo se puede visitar en compañía de un guía autorizado. Desde 1985 se están haciendo esfuerzos de repoblación que tardarán en apreciarse dado el lento crecimiento de esta especie. 

    • Ciprés: Su madera sirvió para construir el arca de Noé y parte del templo de Salomón. En Grecia, se convirtió en el árbol de la muerte, consagrado a Saturno y más tarde a Plutón; hoy en día sigue siendo un clásico en cementerios. Las puertas de todos los templos griegos y romanos (y las de la basílica de San Pedro del Vaticano) se hacían de ciprés. También era adorado en el reino de Saba y en el zoroastrismo está consagrado a Ormuz. El ciprés de Kashmar es un árbol mítico de legendaria belleza y gigantescas dimensiones mencionado en el Shahnameh o Libro de los reyes persas.
    Sarv-e Abarkuh -  Abarkuh, Yazd, Irán

    El Ciprés de Abarkuh o Ciprés de Zoroastro (en persa Sarv-e Abarkuh), es un ciprés (Cupressus sempervirens) ubicado en Abarkuh, provincia de Yazd, Irán. Tiene una altura de 25 metros y con un perímetro de 11,5 metros en su tronco y 18 en lo más alto, muy lejos de los titanes que hemos visto, sin embargo hay algo que lo hace especial. 

    Gracias a las condiciones favorables de su ubicación, es uno de los seres vivos más antiguos de la Tierra. En un principio, los investigadores de Japón y Rusia llegaron a la conclusión de que tenía unos 8000 años de edad, pero posteriormente, estudios más acertados del científico ruso Alexander Rouf redujeron la edad a entre 4000 y 4500 años. Con todo, es probable que sea la forma de vida más antigua de Asia y una de las más antigua del mundo.

    La palabra sarv significa "ciprés" en el idioma persa, y como es lógico en un árbol anterior a las pirámides, existen un buen puñado de leyendas sobre su origen. Una de ellas afirma que fue plantado por Jafet, uno de los hijos de Noé; en otras fue Vishtaspa quien plantó un ciprés en memoria de Zoroastro, este árbol, llamado Ciprés de Kashmar, duró dos milenios hasta que los árabes invadieron Persia en el siglo VII y lo destruyeron. Sin embargo, uno de sus esquejes fue plantado por el mismísimo Zoroastro en Abarkuh y sobrevivió hasta nuestros días. También hay otros mitos que sostienen que Sarv-e Abarkuh tiene un alma propia que lo mantiene en pie a lo largo de los siglos.

    Este árbol es nombrado por primera vez en el siglo XIV, por el historiador y geógrafo persa Hamdallah Ghazvini, ya entonces aparece descrito como una atracción turística y religiosa. Hoy en día está protegido por la Organización del Patrimonio Cultural de Irán como monumento natural nacional y sigue siendo una importante atracción turística del país.

    • Prosopis cineraria: Es una especie de planta con flor de la familia Fabaceae, es nativa de las regiones áridas de Asia Occidental y del Subcontinente indio. Es el árbol de los estados de Rayastán y Telangana en la India y su ejemplar más famoso es el árbol de la vida en Baréin.

    El Árbol de la vida (en árabe شجرة الحياة Shajarat-al-Hayat), en Baréin, es un árbol de aproximadamente 400 años de edad y 9.75 metros de altura de la especie Prosopis cineraria ubicado a unos 2 kilómetros de la Montaña de humo. El árbol se encuentra en una colina en el desierto árabe rodeado de kilómetros de arena y es el único rastro de vegetación en un radio de 2 km. Un análisis de la base realizado hace más de 20 años concluyó que era una acacia plantada en 1582.

    Todo Baréin es un país desértico con poca o ninguna lluvia durante todo el año, la temperatura promedio en esta región es de unos 41 °C (aunque a menudo se superan los 49 °C) y las tormentas de arena son frecuentes, por lo que nadie se explica cómo ha logrado sobrevivir este árbol en unas condiciones tan hostiles. Aparentemente, no existe un suministro de agua cercano y nunca ha sido regado.
    Algunos científicos han especulado que la fuente de agua más cercana sería un arroyo subterráneo a tres kilómetros de distancia y que de alguna manera las raíces del árbol logran sacar agua de esta corriente. Otros afirman que el árbol es capaz de captar la humedad de las brisas que soplan desde el Golfo Pérsico o de extraer la humedad de los granos de arena del desierto. 

    Según leyendas locales, el árbol está en lo que alguna vez fue el Jardín del Edén, y por lo tanto tiene una fuente de agua mística, otra leyenda afirma que el árbol existe desde tiempos preislámicos y está protegido por el antiguo dios sumerio Enki.
    Es muy probable que alrededor del árbol se practicaran ritos ancestrales, de hecho un estudio arqueológico realizado en 2010 desenterró cerámicas y utensilios con 500 años de antigüedad en las proximidades del árbol. Lo cierto es que, en la actualidad, el árbol se ha convertido en una atracción turística local, cada año unos 50.000 turistas lo visitan y en 2013 el gobierno tuvo que rodear el árbol con un muro de hormigón y una valla para evitar ataques o actos de vandalismo.

    EGIPTO:

    • Acacia: en el Antiguo Egipto, fue el árbol sagrado de Hathor, diosa del amor, de Horus y más tarde de Isis, diosa madre y de la magia. También se cree que el Arca de la Alianza y el Tabernáculo de los hebreos estaban hechos de madera de acacia. Los masones lo consideran símbolo de pureza y entereza del alma, y plantaron una en el lugar donde fue asesinado Hiram, arquitecto del templo de Salomón.
      Las acacias son árboles espinosos de tamaño mediano que se pueden encontrar en las regiones áridas de África y Asia. No es de extrañar su importancia para muchas culturas dadas sus características: Su madera es muy dura y se usaba en la construcción de barcos (incluyendo parte del barco de Ra); sus dulces flores amarillas parece pequeños soles y se usan como remedio para problemas de piel; la resina del árbol (conocida como goma arábica) es muy nutritiva y tiene aplicaciones hasta como anticonceptivo (al disolverse produce ácido láctico, un espermicida); las vainas alimentan al ganado y la corteza triturada se usa para tratar quemaduras.
    La Acacia nilotica, ampliamente representada en la mitología egipcia, era considerado el árbol de la vida, donde nacieron los primeros dioses de Egipto. 

    Por si todas estas funcionalidades no fuesen suficientes, algunas variedades producen DMT, un potente alucinógeno relacionado con experiencias espirituales. Desde tiempos ancestrales se lo considera un árbol de la vida... y la muerte. La acacia ha desarrollado un sistema de defensa casi milagroso: el árbol "siente" cuando sus hojas están siendo rozadas y libera un tanino venenoso que en grandes cantidades llega a ser mortal. Además, cuando se siente amenazado, el árbol emite etileno, una sustancia química que viaja por el aire alertando a otras acacias cercanas.

    • Palmera datilera: ha sido venerada en el Antiguo Egipto por sus dátiles y como símbolo de renacimiento. Su importancia era tan grande que hasta el cristianismo sincretizó este símbolo de renacimiento. 

      La Palmera de Doum (Hyphaene thebaica), representaba al dios Thot y su semilla se ha encontrado en numerosas tumbas de los faraones.

    MEDITERRÁNEO:

    • Álamo: en Mesopotamia y Grecia se le relacionaba con los muertos; el álamo negro estaba consagrada a Hécate, diosa griega de la muerte. En la Edad Media surgió un mito según el cual la cruz de Cristo estaba hecha de madera de álamo. En la mitología celta en cambio se le conoce como aeda, “el que evita la muerte”.  

    El Álamo negro de Babisnau es un impresionante árbol en la localidad de Babisnau (Kreischa), en el distrito de Suiza-Osterzgebirge, Sajonia. Según la leyenda, solo florece en tiempos de guerra cuando está cercana la paz

    • Encina: fue un árbol sagrado en todo el Mediterráneo. En el santuario de Dodona, el murmullo de las hojas de una encina ayudaba al oráculo y el mismísimo Zeus descansó bajo este árbol. 
    Teatro de Dodona, donde se encontraba el oráculo de Zeus
    • Laurel: es el árbol del amor en la antigua Grecia. Según esta mitología, Dafne fue convertida en laurel para escapar de Apolo quien lo declara árbol sagrado cuando se entera.
    Dafne se convierte en laurel ante un frustrado Apolo

    • Manzano: en la antigua Grecia, era el símbolo de Afrodita, y en jardín de las Hespérides había un bosquecillo de manzanos que concedían el don de la inmortalidad; además, estaba consagrado a Ceres, diosa de la agricultura. Muchas interpretaciones de la Biblia lo consideraban el árbol prohibido, pero también podría haber sido una higuera.

    Teniendo en cuenta donde se escribió la Biblia, es poco probable que el árbol prohibido fuese un manzano.
    • Mirto: Aparece en numerosas ocasiones en la Biblia; en hebreo, su nombre significa "dulzura"; para los persas, era símbolo de alegría. Su nombre en griego significa "perfume" y estaba asociado a Afrodita. En Roma incluso había una Venus diosa del mirto.
    En la Primavera de Boticelli, detrás de Venus aparece un mirto, símbolo del amor.

    • Pino: en el Antiguo Egipto, estaba relacionado con Osiris. En Grecia y Roma estaba consagrado a Dioniso. En la mitología celta, es un árbol benévolo, que ayuda a descansar al viajero.
    • Olivo: Es símbolo de inmortalidad, de resurrección y esperanza. Según el mito, cuando los persas cortaron el olivo sagrado del Erecteion, en Atenas, en una noche creció un palmo, para demostrar la fuerza de los atenienses. Fue el emblema de las Olimpiadas de 2004 en Atenas, para representar su importancia en la Antigüedad.
    El "Olivo de la Bruja" en la Toscana italiana es toda una eminencia local gracias a su forma retorcida y sus muchas leyendas
    • Olmo: estaba asociado a la muerte y al renacimiento. Era el árbol de Hermes, y en Europa del Norte, el árbol de los duendes que vigilaban los túmulos de los muertos.

    • Sauce: en la mitología griega, Perséfone tenía un bosquecillo de sauces en el infierno, y la bruja Circe tenía un cementerio de sauces dedicado a Hécate. En la mitología sumeria, Bel era el dios del sauce, convertido en Belenos en la mitología celta, donde el sauce sigue asociado a la muerte.

    NORTE DE EUROPA:

    • Abedul: venerado en la mitología nórdica y celta, donde es uno de los árboles sagrados y un símbolo de renovación
    Bosque de Abedul

    • Abeto: En Europa, se asocia a la Navidad desde el siglo XVI. Según el mito, reemplazó al fresno Yggdrasil de la mitología nórdica que fue derribado por san Bonifacio, quien plantó un abeto en su lugar como símbolo del amor eterno de Dios.

      La característica forma triangular de los abetos, en teoría representaría la santísima Trinidad.

    • Acebo: Sagrado para los druidas, se suele colocar en las casas como protección contra hadas y duentes. En la mitología celta, el Leprechaun pudo ser una evolución de un personaje aun más antiguo, el Rey del Acebo. Los romanos lo asociaban a Saturno durante las saturnales, fiesta que sería sustituida por la Navidad cristiana.
    El Rey Acebo es una figura recurrente en algunas creencias neopaganas en las que compite con el Rey Roble a lo largo del año
    • Avellano: era el árbol del conocimiento y la justicia para los celtas, que castigaban a quienes cortaban avellanos o manzanos por considerarlos árboles sagrados.
    En el horóscopo celta, el avellano representa lo extraordinario y protege a los nacidos entre el 22 y el 31 de marzo y entre el 23 de septiembre y el 3 de octubre.
    • Fresno: en la antigua Grecia se consideraba símbolo de la justicia divina, pero donde más relevancia alcanza es en la mitología escandinava, ya que el árbol del mundo, Yggdrasil, era un fresno. Sus raíces y ramas mantienen unidos los diferentes mundos: Helheim, Niflheim, Svartalfheim, Muspellheim, Jötunheim, Midgard, Alfheim, Vanaheim y Asgard.
      Se dice que es el único árbol al que no se acercan las serpientes y que san Patricio las expulsó de Irlanda con una vara de fresno.
    • En la mitología nórdica, Yggdrasil es un fresno perenne: el árbol de la vida o fresno del universo. 
    • Roble: Muchas culturas lo han considerado un árbol divino. En Roma estaba consagrado a Júpiter; en la mitología báltica, al dios Perkunas; en la mitología eslava a Perun. En la Galia celta, Esus era el dios de los robles. Era un árbol muy apreciado entre los druidas, que buscaban los ejemplares más antiguos para sus rituales. 
    El árbol de Abraham sobrevive a duras penas

    Entre los robles sagrados existentes en la actualidad, podemos destacar el Roble de Mamre, en Hirbet es-Sibte, a 2 km al sudoeste de Mamre, en Cisjordania, Palestina, también conocido como "Árbol de Abraham", ya que según la tradición fue donde el profeta se encontró con tres ángeles.

    Cruz grabada en la corteza de un Zapis

    Un Zapis (en serbio "inscripción") es un árbol sagrado en la tradición serbia que protege al pueblo cercano. La mayoría de estos árboles son grandes robles, pero también olmos, cenizas, hayas, perales o avellanos . . El árbol seleccionado se convierte en zapis mediante un rito de consagración realizado por un sacerdote ortodoxo serbio; durante este rito, se talla una cruz en su corteza y se ofrecen oraciones a Dios bajo la copa del árbol.

    En los asentamientos sin iglesia, las ceremonias como bodas y bautizos se llevaban a cabo bajo estos arboles y es muy común que la gente acuda a ellos a rezar o a pedir buenas cosechas. Según el erudito serbio Veselin Čajkanović, el zapis procede de la religión precristiana de los serbios, en la que se utilizaba como templo. Sea como sea, en la actualidad son inviolables, está prohibido trepar, dormir debajo y recoger sus frutos y ramitas.

    • Espino: árbol de duendes y druidas, marca la entrada al otro mundo en la mitología celta. En Glastonbury hay un espino que se dice que procede del cayado de José de Arimatea y tradicionalmente, cuando florece, una de sus ramas se regala a la reina de Inglaterra. 
    El espino sagrado de Glastonbury

    Hace casi 2000 años, en la Colina de la Ballena, Wearyall Hill, desembarcó José de Arimatea; para muchos portador del Santo Grial, ya sea en forma de copa o de mujer. En esta colina, José de Arimatea plantó su cayado en el que llevaba colgando la corona de espinas que afligió a Jesús. Al despertar al día siguiente, en el lugar donde fue plantado el bastón había nacido un Espino; un espino ciertamente peculiar que solo florece en dos momentos del año: en Navidad y en Semana Santa. Desde entonces es conocido como el Espino Sagrado de Glastonbury

    Glastonbury vio nacer la primera Iglesia o comunidad Cristiana en las Islas Británicas. Con el tiempo, este pequeño árbol se convirtió en portador de los deseos de muchos peregrinos. Una tradición de esta zona, consiste en dejar un lazo en el árbol para agradecer o pedir un deseo, lo cual llenó las ramas del árbol con miles de lazos. 

    Sin embargo, no todos comparten esta devoción y en Diciembre de 2010 algún salvaje cortó las ramas del árbol, tampoco es la primera vez que sucede... Ya en la guerra de civil inglesa otro chalado cortó las ramas del espino por lo que hubo que recuperar un esqueje del árbol original para plantar el espino actual. En previsión, muchos esquejes del árbol original se encuentran repartidos por toda la ciudad, y los vecinos confían en poder recuperar una vez más a este espino sagrado, todo un símbolo de renacimiento.

    Dentro de los espinos, existe una variedad denominada Ziziphus spina-christi especialmente venerada por cristianos, judíos y musulmanes. Como su nombre científico indica, se cree que la corona de espinas de Jesucristo en realidad fue elaborada con este tipo de espino.

    • Tejo: árbol sagrado para los antiguos cántabros. Se trata de un árbol venenoso (hojas, fruto, savia...) y los antiguos guerreros cántabros llevaban siempre consigo un preparado de tejo en sus guerras contra el Imperio Romano para cometer suicidio si caían en manos del enemigo. Hoy se encuentran tejos milenarios en el centro de algunos pueblos de Cantabria, que eran lugares de reunión donde se celebraban las reuniones y concejos.

    El Tejo de Llangernyw es un árbol centenario (Taxus baccata) situado en el cementerio de la Iglesia de San Digain en el pueblo de Llangernyw, región de Conwy, Gales. Según la tradición local, la iglesia de Llangernyw está habitada por un antiguo espíritu conocido como Angelystor.​ Esta tradición sostiene que cada año en Halloween, una voz predice los nombres de los feligreses que morirán al año siguiente. Esa misma leyenda nos habla de un lugareño incrédulo, Shôn Ap Robert, que desafió la existencia del espíritu una noche de Halloween. Como era de esperar, Shôn escuchó su propio nombre y murió ese mismo año.​

    El árbol está fragmentado y su parte central ha desaparecido dejando varias ramificaciones enormes. A mediados de la década de 1990, el tanque de aceite de la iglesia se encontraba en el hueco central del tronco; durante la construcción del tanque, gran parte de la madera muerta del árbol se vació, lo cual hace que en la actualidad los dendrocronólogos tengan muy difícil para datar la edad exacta del árbol.
    Teniendo la dificultad para determinar la edad de los tejos y que en este caso han desaparecido la madera más antigua, podemos encontrar una enorme horquilla que va de los 1000 a los 4000 años. En la puerta de la iglesia existe un certificado que afirma que "el árbol data de entre 4000 a 5000 años de antigüedad" mientras que otros prefieren ser más prudentes y sitúan la edad del tejo en unos 1500 años, la antigüedad del campo santo adyacente. 

    ASIA:

    • Higuera: Existen hasta tres higueras sagradas, la que prestó la hoja para cubrir las partes pudentas de Adán y Eva, la que protegió a Buda mientras meditaba y la que utilizaba Hathor para alimentar a los peregrinos en el Antiguo Egipto (aunque este último era un Ficus sycomorus o falsa higuera). En la tumba de Tutmosis III, por ejemplo, el rey se alimenta del árbol sagrado del sicómoro. De todas ellas, la única que sigue conservando su carácter sagrado es la higuera sagrada de la India (Ficus religiosa) o Akshayavat, bajo cuyas ramas alcanzó la iluminación Buda.

    El Árbol de Bodhi es el ejemplar plantado más antiguo del que tenemos constancia.

    El Árbol de Bodhi  es un árbol Bo sagrado, o Ficus religiosa, bajo la cual Siddhartha Gautama se sentó a meditar durante una semana, alcanzando la iluminación espiritual. Este árbol, se estima que fue plantado en el año 288 A.C. por lo que además de ser venerado como uno de los árboles más sagrados del mundo, también sería el árbol más antiguo plantado por un ser humano (por lo menos de todos cuantos tenemos datos precisos).

    Pero empecemos por el principio, hace unos 2.600 años, Siddhārtha Gautama, príncipe de Kapilavastu, se sentó con la espalda apoyada en un árbol Esathu a orillas del río Neranjana, en Bodhgaya, India. Siddhartha se quedó meditando junto al árbol durante toda una semana hasta que en un momento dado, alcanzó el añorado nirvana. Al hacerlo, el príncipe Siddhartha pasó a ser conocido como Buda, mientras que el árbol también empezaría a ser venerado. En años sucesivos el ficus empezaría a ser conocido como el "árbol Bodhi" y peregrinos de todo el mundo comenzaron a visitar este lugar incluso durante la vida de Buda.

    Más tarde, en el año 236 A.C. el emperador Asoka envió a su hija, la monja budista Sanghamitta Maha Theri, a la India con el objetivo de lograr una rama del preciado árbol. Sangamitta Theri, fundadora de una orden de monjas budistas en Sri Lanka, logró la preciada rama y se la entregó ceremoniosamente a Devanampiya Tissa, uno de los primeros reyes de Sri Lanka cuyo reinado se destacó por la difusión del budismo.

    En el año 288 A.C, el rey Devanampiya Tissa plantó la rama del árbol Bodhi en una terraza alta de los Jardines Mahamevnāwa, en Anuradhapura. Desde entonces, el Jaya Sri Maha Bodhi, que es como se conoce a este descendiente del árbol original, ha sido cuidado y protegido por monjes budistas y reyes devotos. A lo largo de los siglos, se han construido estatuas, canales de agua, vallas doradas y muros alrededor del árbol, y budistas de todo el mundo han hecho miles de votos y ofrendas al pie de la higuera sagrada.

    Entrada al templo Mahabodhi, donde se encuentra plantado Sri Maha Bodhi

    Actualmente, la sagrada higuera se encuentra plantada en el templo Mahabodhi en la ciudad de Bodh Gaya, a unos 100 km de la ciudad de Patna, en el estado de Bijar (India). Este árbol se considera el único descendiente directo del árbol Bodhi original. No solo es el vínculo vivo más cercano con Gautama Buddha, sino que además es el árbol plantado por humanos más antiguo del mundo, por lo menos de todos cuantos tienen una fecha de plantación conocida y una historia registrada.

    Los budistas de la isla visitan y rinden homenaje al árbol Bodhi desde hace siglos o milenios. Hay una costumbre anual consistente en que los peregrinos de pueblos lejanos visiten la ciudad de Anuradhapura y rindan homenaje al Jaya Sri Maha Bodhi. Muchos budistas de la zona tienen la costumbre de hacer ofrendas ante la higuera para pedir un parto seguro para sus bebés o lograr la cura para distintas enfermedades. Los agricultores de Anuradhapura en cambio, suelen ofrecer al árbol un plato preparado a partir de su primera cosecha de arroz en señal de gratitud.

    Sin embargo no todo han sido regalos en la vida de este árbol, a las permanentes amenazas de las tormentas y los animales (monos, murciélagos, elefantes salvajes...) se suman otros ataques como consecuencia de su fama mundial. Dos tormentas en 1907 y 1911 rompieron sendas ramas. Un vándalo atacó el árbol en 1929 y cortó otra rama. En 1985, el grupo separatista "Los Tigres de Liberación de Tamil Eelam" irrumpieron en el templo y masacraron a 146 cingaleses-budistas en la terraza superior, un incidente que pasó a ser recordado como "la masacre de Anuradhapura".

    Sin embargo, no todos los budistas comparten este "árbol de la vida", otro candidato sería el King Cypress (el Rey Ciprés, en español), un ciprés gigante situado cerca del pueblo tibetano de Bajie, a unos 7 kilómetros de la ciudad de Bayi, en Nyingchi (China). También es conocido como "Gran Ciprés", o "el Dios del árbol" por los tibetanos, se trata de un ciprés gigante (Cupressus gigantea), de unos 50 metros de altura, 5,8 metros de diámetro y una edad estimada de 2.600 años. 

    El árbol está rodeado de antiguos cipreses, que superan con facilidad los 45 metros, pero este ejemplar en concreto es muy especial para la tradición Bön, una creencia local similar al budismo tibetano.
    El bon es una rama autóctona del budismo que fue difundida en esta región por varios Budas, siendo el primero y más importante de ellos Tonpa Shenrab (cuyo nombre sería "Hombre Santo Supremo"). Según las historias bon, Tonpa Shenrab recibió las enseñanzas bon de una deidad trascendente (Shenlha Okar) para después renacer  en torno al año 1917 A.C. en el mundo humano con el propósito de difundir este credo y liberar así a los hombres del ciclo de reencarnaciones. 

    Al llegar a la edad adulta, Tonpa Shenrab alcanza la budeidad en Olmo Lungring y Tazig, un país legendario al oeste del Tíbet difícil de identificar y que serviría de tierra sagrada a los seguidores de la tradición Bön (una especie de Shambhala, el mítico reino oculto más allá de las montañas nevadas del Himalaya).
    Se dice que Tonpa Sherab nació en el seno de la familia real de Tazig y que acabó convirtiéndose en el rey del reino. También se dice que es el principal Buda de nuestra era, que tuvo numerosas esposas e hijos, construyó un montón de templos, celebró multitud de rituales para difundir el bon, derrotó y subyugó a legiones de demonios gracias a sus poderes mágicos, lideró campañas contra las fuerzas del mal, se convirtió en un asceta célibe, derrotó al príncipe de los demonios y... señaló este ciprés en concreto como "el árbol de la vida", símbolo de sabiduría y revelación para los budistas (tibetanos)

    El bon sigue siendo una religión minoritaria relativamente importante en el Tíbet oriental y en las regiones del Himalaya. A diferencia del budismo tradicional, para sus creyentes, el árbol más sagrado del mundo es este Rey Ciprés, no el árbol de Bodhi.

    • Sándalo: es un árbol sagrado en Oriente, donde se asocia a Buda Amitābha, el de la luz infinita. Los rosarios budistas tibetanos se hacen de cuentas de sándalo, así como muchas estatuas. En China y Japón se quema en los templos, y en India en los de Shiva y Visnú. 
    Famoso desde tiempos inmemoriales por su fragancia, el escritor hindú Rabrindanath Tagore aconsejaba ser como el sándalo, que “perfuma el hacha del leñador que lo hiere”.
    • Ashoka: es un árbol de bosque tropical lluvioso (Saraca asoca), importante en las tradiciones culturales de la India y Sri Lanka. En los textos clásicos del sánscrito este árbol se menciona tanto en la poesía amorosa, como en la religiosa (Vedas) y la épica (Ramayana), y se han usado para denominarlo hasta dieciséis nombres diferentes. El árbol Ashoka está estrechamente asociado con las yakshini, divinidades femeninas del hinduismo, el budismo y el jainismo. En los templos de estas religiones, es frecuente encontrar ejemplares vivos en sus jardines.

    Una estatua de una yakshini sujetando las ramas en flor de un árbol Ashoka a la entrada del templo de Sanchi
    • Kadam: el Neolamarckia cadamba es un árbol tropical sagrado para los hindúes. En el norte de la India está asociado a Krishna, mientras que en el sur lo está a Parvati, también se asocia a una deidad llamada Kadambariyamman. En el mes de Bhaadra (entre el 23 de agosto y el 22 de septiembre) se celebra el festival del Karam-Kadamba, donde se sirven ramitas del árbol y se recuerda el viejo reino de Kadamba.
    Un grupo de mujeres realizan ofrendas durante el festival Karam-Kadamba
    • Kalpavriksha: también conocido como kalpataru, kalpadruma o kalpapādapa, es un árbol mitológico, citado en la literatura sánscrita como árbol divino, fuente de todos los deseos. Se ha asociado con numerosos ejemplares y especies: en Mangaliyawas, Rajastán, hay dos árboles de más de ochocientos años reverenciados como kalpavrikshas. En el Padma Purana se dice que es un parijat, otro árbol sagrado. En Joshimath hay un kalpavriksha que es una morera, en otros lugares se identifica con un baniano (Ficus benghalensis), otro tipo de higuera, e incluso en zonas costeras con el cocotero, debido a su capacidad para satisfacer las necesidades humanas.
    El Kalpavriksha de Rajastán es feucho pero concede deseos
    • Pārijāta: Otro árbol celestial en la mitología hindú es el Pārijāta, que comúnmente se asocia al árbol del coral (Nyctanthes arbor-tristis). Aparece mencionado en el paraíso del dios Indra.
    La peculiar flor del árbol coral parece un molinillo

    AMÉRICA:

    • Ahuehuete: es una especie de ciprés de río que vive miles de años en México, donde se considera árbol nacional. Hay varios famosos, aunque el más importante es el que se conoce como árbol del Tule, en Oaxaca, de unos dos mil años de edad y que ya vimos en el capítulo de los árboles más grandes.
    El impresionante tronco del Árbol de Tule, en Oxaca
    • Ceiba: Para los mayas, el ceiba era responsable de sostener el universo y unía el inframundo subterráneo de Xibalba con el mundo de los vivos. También es una especie sagrada para la santería y para los abakuás, una cofradía cubana de tradición yoruba.
      Los mayas lo denominaban Yaxché; que en idioma maya significa “árbol verde”. En el Popol Vuh encontramos la referencia más clara sobre este árbol, según este texto, los dioses plantaron 4 enormes ceibas en cada uno de los puntos cardinales del universo: una ceiba blanca para el norte, una amarilla para el sur, otra roja para el este y finalmente, la ceiba negra para el oeste.
    Las peculiares raíces del ceiba parecen crecer en las cuatro direcciones

    OCEANÍA:
    • Kauri: El Agathis australis es una especie de conífera endémica de la isla Norte de Nueva Zelanda; es la mayor especie de árbol de Nueva Zelanda rivalizando en el diámetro de su tronco con las secuoyas de Estados Unidos. Como es lógico en árboles de este tamaño, ha sido venerado desde tiempos ancestrales por los aborígenes de la isla.

    Tāne Mahuta es un árbol kauri (Agathis australis), que sobrevive en la selva de Waipoua en la isla Norte de Nueva Zelanda. Su edad es desconocida pero se estima entre los 1.250 y los 2.500 años. Es enorme, de hecho, es el kauri más grande que se conoce en la actualidad.

    En idioma Maorí su nombre significaría "Señor del Bosque", de hecho Tāne es el nombre del dios de los bosques y las aves en el panteón maorí. Según su mito de la creación del mundo, Tāne es hijo de Ranginui (el padre del cielo) y de Papatuanuku (la madre tierra). Se ve que un día, Tāne sorprendió a sus padres haciendo cosas de padres y decidió separarlos de su abrazo marital situando la bóveda celeste bien separada de su madre, la tierra. Después cubrió a su impudorosa madre con su vestimenta vegetal, desde entonces tanto los pájaros como los árboles del bosque son considerados hijos de Tāne 

    Este kauri es un superviviente de la selva subtropical húmeda que antaño cubría la Península de Auckland del Norte. Se considera que el tremendo árbol fue descubierto e identificado a principios de 1924 durante las labores de construcción de la carretera estatal Nº 12 que atraviesa el bosque, sin embargo es más que probable que ya fuese toda una eminencia entre la población aborigen. 

    Durante la sequía de Nueva Zelanda de 2013, se tuvieron que desviar 10.000 litros de agua de un arroyo cercano para regar a Tāne Mahuta, que mostraba signos de deshidratación. Cinco años más tarde, el árbol se vio expuesto a una enfermedad mortal llamada "la muerte regresiva del kauri", una infección causada por un hongo que ya había acabado con muchos árboles kauri cercanos. Desde entonces el Departamento de Conservación de Nueva Zelanda ha iniciado un plan para proteger y salvar al árbol de una muerte segura.

    Te Matua Ngahere, el padre del bosque

    Actualmente, Tāne Mahuta es el árbol más famoso de Nueva Zelanda, junto a Te Matua Ngahere, otro kauri cercano también de enormes dimensiones. Te Matua Ngahere es otro Agathis australis en la misma selva de Waipoua, en Northland. Su nombre en maorí significa "padre del bosque" y aunque no es tan alto como su vecino Tāne Mahuta, el tronco es más voluminoso con un perímetro de más de 16 metros. Con una edad que oscila entre los 1.500 y los 4.000 años, está considerado el segundo kauri más viejo del mundo y el más gordito (de tronco) de Nueva Zelanda.