23 septiembre 2023

Friendly Floatees, los amistosos flotadores del Pacífico

Los Friendly Floatees son los protagonistas de nuestra historia de hoy

El 10 de enero de 1992, el buque de carga "Ever Laurel" surcaba el Océano Pacífico a la altura de la línea internacional del cambio de fecha (44ºN, 178º E), un punto a miles de kilómetros de cualquier superficie emergida y aun más lejos de cualquier lugar habitado. El carguero estaba cubriendo la ruta entre Hong Kong y Tacoma (Washington), cuando una tempestad más violenta de lo habitual lo sorprendió. Olas de más diez metros de alto y vientos huracanados de 150 km/h zarandearon el enorme barco (de 330 metros de eslora y hasta 104.000 toneladas de peso). En un momento dado, la tormenta rompió las fijaciones que sujetaban dos columnas con seis contenedores de altura (algo más habitual de lo que nos gustaría creer) y así fue como doce contenedores se zambulleron en el Pacífico comenzando la historia que hoy nos ocupa...

El carguero Ever Laurel

Los contenedores contenían las típicas cosas "Made in China" que tanto nos gustan en Occidente; uno de ellos en concreto llevaba 28.800 animales de plástico para jugar en la bañera: castores rojos, ranas verdes, tortugas azules y... patitos amarillos de goma.

Este contenedor chocó con sus compañeros zarandeado por las olas, hasta que sus puertas se abrieron y su animalesco contenido quedó a la deriva en alta mar. A pesar de que los juguetes llevaban protecciones de cartón, el agua salada del océano las degradó rápidamente y pronto los patitos quedaron libres para emprender su odisea: un periplo de más de 15 años que nos ayudaría a comprender las dinámicas de las corrientes marinas y que daría lugar a uno de los experimentos más fascinantes de la oceanografía moderna.

Arrastrados por las corrientes marinas y a merced de brutales tormentas como las que habían provocado su fuga, diez meses después del incidente los patitos empezaron a llegar a las costas. Todo empezó con diez heroicos patitos que aparecieron en una playa de Sitka (Alaska) a 3.200 kilómetros de distancia del lugar en el que el 'Ever Laurel' había perdido los contenedores.

En las costas de Sitka, en Alaska, estaban acostumbrados a encontrar todo tipo de objetos vomitados por el mar, pero éste objeto en concreto era muy especial, podía tratarse del Santo Grial de los oceanógrafos...

La espectacular bahía de Sitka

Normalmente los oceanógrafos utilizan "botellas a la deriva" para estudiar las corrientes superficiales del mar. Debido a las enormes dimensiones de los océanos, estas botellas tienen una tasa de recuperación bastante baja, en torno al 2%. Teniendo en cuenta que en el mejor de los casos se suelen emplear entre 1000 y 1500 botellas, esto reduce a una treintena las botellas que llegan a recuperarse. Una muestra demasiado escasa que limita en gran medida las conclusiones de este tipo de experimentos.

La noticia del avistamiento de patitos de goma pronto llegó a oídos de Curtis Ebbesmeyer y James Ingraham, que trabajaban en la Universidad de Washington. Ebbesmeyer e Ingraham llevaban años estudiando las dinámicas oceánicas; unos años antes se habían enterado que Nike había perdido 61.000 zapatillas en mitad del océano y desde entonces habían propuesto perseguirlas. Sin embargo las deportivas se degradaban a gran velocidad, mucho más que las botellas, por lo que a pesar de su gran número, la búsqueda de zapatillas no había dado grandes resultados.

El oceanógrafo Curtis Ebbesmeyer posa orgulloso con los cuatro modelos de friendly floatees

Tras años buscando Nikes por las playas sin mucho éxito, la aparición de patitos navegantes en las costas de EEUU era una magnífica noticia. Rápidamente, Ebbesmeyer e Ingraham empezaron a tirar del hilo y llamaron a cientos de habitantes a lo largo de los 850 kilómetros de costa de esta región de Alaska. Los valientes patitos de goma que habían aparecido en Alaska eran el objeto perfecto para sus estudios: numerosos, imperecederos, hechos para flotar, fácilmente reconocibles y carismáticos... merecía la pena averiguar si había más. Y los había.

El 28 de noviembre, doce días después del primer avistamiento, se encontraron otros 20 patitos. Durante los siguientes meses aparecieron otros 400 más solo en las costas de Alaska. Pero la cosa no acabó ahí, los resilientes juguetes aparecieron en las Aleutianas, en Canadá, en Hawái...

Así empezó una carrera por ajustar y comprobar los modelos de corrientes oceánicas. Los investigadores celebraban cada nuevo avistamiento de patitos en las playas del Pacífico, al principio acertaron prediciendo que los patos llegarían a las costas de Washington en 1996, y efectivamente pronto empezaron a llegar a diversos puntos de la costa de este estado. Pero no se quedaron ahí, los modelos también pronosticaban que un buen número de patos logarían atravesar el estrecho de Bering (una empresa en la que han muerto numerosas tripulaciones) y que, entre julio y diciembre de 2003, llegarían al Atlántico norte. Efectivamente, los intrépidos patos aparecieron una vez más en el estado de Maine, al otro lado del continente, puntuales a su cita con la ciencia.

Mientras tanto, "The First Years ICC", la empresa que producía los Floatees (así era como se llamaban los famosos patos), vio clara la oportunidad de convertir este accidente en una estupenda campaña de marketing. Así empezaron a ofrecer una recompensa de 100$ (en forma de bonos de ahorro) a quien lograse encontrar algún pato fugitivo. Durante el año 2004, se reportaron numerosos casos por todo el Atlántico, desde la costa este de Canadá y EEUU hasta las playas de Islandia y de otros países de Europa. 

Rutas y avistamientos de patitos entre 1992 y 2007

Tras viajar miles de kilómetros por mar abierto, diez después de haber empezado su periplo, los patitos cambiaron la vida de Donovan Hohn. Donovan era un profesor de instituto sin gran experiencia en el mar. Un día uno de sus alumnos le contó la historia de los animalitos de plástico durante un trabajo escolar. Por lo visto Hohn quedó fascinado, llevado por la curiosidad se puso a investigar el suceso y acabó obsesionado con esta historia.

Descubrió que existía un colectivo que se autodenominaban los "rastreadores de playas", como su nombre indica eran una especie de chatarreros seapunk que se dedican a ir de playa en playa buscando los tesoros que arrastraba el océano hasta la orilla. Después investigaban estos restos y trataban de averiguar su origen.

Curtis Ebbesmeyer con algunos de los tesoros que encontró como rastreador de playas.

Donovan Hohn siguió sumergiéndose en la espiral y decidió viajar hasta Sitka, el lugar donde habían aparecido los primeros patitos. Este viaje iniciático acabó de trastocar su vida. Hohn dejó su trabajo y a su mujer parturienta y se dedicó durante los siguientes años a descubrir todo cuanto fuese posible sobre los patos de plástico. ¿Cómo y cuándo se convirtieron en el rey de las bañeras infantiles? ¿por qué el pato es el juguete de baño por excelencia en el imaginario colectivo? ¿Cómo y dónde se fabrican los patitos? ¿Cómo se distribuyen y transportan? ¿Qué clase de tormenta pone en peligro a un coloso de 330 metros de largo? ¿Qué fue de los patos que no aparecieron? ¿Por qué si cayeron juntos unos llegaron a EEUU y otros a Rusia?

Las respuestas a muchas (pero no todas) de estas preguntas las encontró en oscuras fábricas chinas, barcos portacontenedores con banderas de conveniencia, rompehielos árticos, barcos oceanográficos, playas remotas cubiertas de basura traida por el mar y como gran colofón: la gran isla de plástico del Pacífico. Toda esta búsqueda quedó plasmada en 2011 en un libro llamado Moby-Duck, una divertida epopeya entre la investigación científica y la novela de aventuras.

El resultado de todo este viaje fueron unos sistemas de simulación de corrientes oceánicas superficiales mucho más afinados que utilizaban la presión atmosférica así como otros factores para predecir las dinámicas del mar. Sistemas que desde entonces han ayudado a los barcos pesqueros a elegir caladeros, han permitido diseñar viajes largos más eficientes, pero también han permitido encontrar restos de naufragios y objetos perdidos en alta mar. Sin embargo, los últimos estudios en fluidos turbulentos demuestran que a pesar del empeño de los científicos era imposible predecir el viaje de ninguno de estos flotadores amistosos.

+ info: Fronteras - Xataka - Wikipedia

17 septiembre 2023

Torre de David - Venezuela

La Torre A con su helipuerto en la cúspide

Hoy hablaremos de chabolismo en las alturas y del que ha sido durante muchos años el edificio ocupado más alto del mundo. El Centro Financiero Confinanzas, más conocido como la Torre de David, es un cuasi-rascacielos a medio terminar en la ciudad de Caracas, Venezuela. 

Origenes:

Su construcción empezó en 1990, cuando el banquero y empresario Jorge David Brillembourg Ortega, Presidente del Grupo Financiero Confinanzas, decidió construir este enorme complejo en pleno centro de Caracas. Brillembourg había logrado una gran fortuna durante la década de los 80s gracias al mercado bursátil de Caracas, así que se puso de acuerdo con otros banqueros e invirtió gran parte de su capital en transformar este barrio en un pequeño Wall Street venezolano.

Dentro del proyecto destacaba la Torre A, que con sus 190 metros de altura iba a ser la tercera edificación más alta del país. Por aquel entonces, Brillembourg era conocido como "el Rey David" de las finanzas venezolanas (¿No sería más lógico el "Rey Midas"?), por lo que esta majestuosa torre pasó a ser denominada la «Torre de David», en referencia al banquero. 

Los responsables del diseño original eran Enrique Gómez Arquitectos Asociados, Brewer Ingenieros S.C. y el arquitecto Jorge Landi.

Las obras comenzaron en 1990 con lo que iba a ser la sede del Banco Metropolitano y el Grupo Financiero Confinanzas. El complejo estaría compuesto de 6 edificaciones: 

  • Atrio Comercial (lobby y salas de reuniones) 
  • Torre A (o Torre David) un rascacielos de 171,30 metros de altura que incluiría un helipuerto en su techo
  • Torre B (inicialmente, un apartotel) 
  • Edificio K
  • Edificio Z
  • Un edificio de aparcamientos con catorce niveles conectados por rampas. 

En su planificación original se preveían unos 45 pisos que albergarían oficinas, apartoteles, comercios... pero poco después el proyecto se modificaría para albergar un hotel y varios comercios en una superficie total de 12 hectáreas.

Quiebra:

Sin embargo, pocos años después el proyecto quedaría abortado. En 1993 fallece Brillembourg, el rey David, y sus hijos se hacen cargo del Grupo Confinanzas. Sacudidos por la crisis bancaria de 1994, los hijos no logran superar las adversidades y la organización financiera entra en quiebra. El banco es intervenido por el estado y pasa a formar parte de la organización estatal FOGADE que posteriormente lo cede al Banco Metropolitano. 

Ese mismo año se paralizan las obras y el complejo queda abandonado con un 70% del proyecto terminado; todo queda inconcluso a excepción de la Torre A, que logró terminarse antes de la intervención del Banco Metropolitano.

En el momento en que se para la construcción, el Centro Financiero Confinanzas ya era el octavo rascacielos más alto de América Latina.​ Con 45 pisos, 190 metros de altura y una superficie construida de 121.741 m² no faltan proyectos e ideas para reciclar al gigantesco edificio.

En 2001, el FOGADE presentó la Torre a subasta, con un precio inicial de 60 millones de dólares. Pero la desaceleración económica en Venezuela ya era una realidad imposible de ignorar y el complejo no logró captar la atención de inversores privados, tampoco el Estado quiso saber nada. Pronto la torre abandonada empezó a ser saqueada; todo el vidrio que revestía la fachada fue extraído para obtener el marco metálico de aluminio que sujetaba las ventanas, este aluminio era muy codiciado ya que podía ser reciclado y vendido como chatarra.

Una vez sin ventanas, los bordes del edificio se convirtieron en zonas de enorme riesgo; han sido numerosos los casos de personas que han caído al vacío desde alguna de sus plantas.

Ocupación:

A partir de aquí la cosa se pone divertida, la escasez de viviendas en Venezuela y las políticas de expropiación de edificios por todo Caracas propician la progresiva ocupación de todo el edificio a partir de octubre de 2007.

Los invasores, una heterogénea mezcla e familias sin recursos y ex-presidiarios, forman una comunidad que se autogestiona y de algún modo logran llevar servicios básicos como el agua hasta la planta 22. Ante la ausencia de ascensores, para subir los primeros 10 pisos se emplean motocicletas, pero el resto de niveles deben subirse por las escaleras.

Los ocupantes ilegales se hicieron cargo de la torre inacabada, creando una gran comunidad dentro del edificio que incluso llegó a tener electricidad. Dentro del edificio, algunas familias crean pequeños comercios como bodegas, barberías, dentistas o guarderías.​ 

Algunos residentes incluso estacionaban sus automóviles en el interior del edificio y en la planta de aparcamientos proliferan pequeños talleres mecánicos clandestinos que se dedican a reparar los coches de Caracas.

La comunidad de la torre acabaría formando la cooperativa "Caciques de Venezuela" que pone turnos de vigilancia en el estacionamiento durante la mayor parte del día; en parte para evitar los robos y en parte para controlar que las personas "ajenas a la torre" no entren y salgan a sus anchas.

Un mecánico repara un coche en el edificio del parking

Sin embargo vivir en esta ruina dista mucho de ser una utopía. Los apartamentos que se encuentran en el interior del edificio carecen de ventanas por lo que tienen que colgar la ropa recién lavada en el interior de sus habitaciones. Sin servicios básicos como la recogida de basuras, calefacción, agua o electricidad, en muchos casos, vivir aquí se parece más a una prueba de resistencia que a una vida en comuna. La convivencia entre delincuentes y niños pequeños tampoco es algo que de mucha seguridad a las familias que viven aquí.

Desocupación:

Para junio de 2014 el edificio se encontraba en un estado de completo abandono y su interior estaba invadido por unas 1.156 familias sin techo que vivían en condiciones precarias convirtiendo este lugar en "el edificio ocupado más alto del mundo"

Este título no era algo que llenase de orgullo a la ciudad de Caracas, por lo que el 21 de julio de 2014, el gobierno venezolano comenzó la "Operación Zamora", que básicamente consistía en el traslado de las familias ocupas, a Ciudad Zamora, en el estado de Miranda, un asentamiento que formaba parte del proyecto la Gran Misión Vivienda Venezuela.​

Un inquilino hace pesas en la azotea del edificio

El traslado fue consensuado y se realizó en autobuses facilitados por el Metro de Caracas. Para Abril de 2015 ya se habían traslado al 72% de las familias que habitaban en la torre y se cerraron todas las plantas por encima del piso 15.

Las últimas 300 familias que quedaban en el edificio fueron finalmente desalojadas el 27 de mayo del 2015, dándose por concluida la operación.

Grandes planes:

El 8 de julio de 2014, surgió una información según la cual varios bancos chinos estarían interesados en la compra de la Torre y su reacondicionamiento para su uso original, no cuajó.​ 

El 23 de julio de 2014, el presidente venezolano Nicolás Maduro anunció que el gobierno aún no tenía claro qué hacer con la estructura, pero que estaban barajando tres opciones: la demolición, la reconversión en un centro financiero y la construcción de apartamentos. En principio se iba a iniciar un debate al respecto, no cuajó.

El 20 de abril de 2015, Ernesto Villegas, el jefe de Gobierno de Distrito Capital, afirmó que en esa infraestructura se instalaría la Guardia Nacional Bolivariana, el cuerpo de Bomberos del Distrito Capital y funcionarios de la Dirección de Protección Civil, no cuajó.

El 28 de mayo de 2015, una vez trasladados los últimos habitantes de la torre, el presidente Nicolás Maduro anunció que el espacio se iba a acondicionar para instalar un gran centro cultural, tampoco cuajó.


Paradójicamente, la torre A que llegó a estar terminada, cada vez parece más incompleta.

Lo que si cuajó fue un gran terremoto en Venezuela el 21 de Agosto de 2018. Desde entonces la torre sufrió graves daños y si se mira desde el oeste, se puede apreciar que los últimos 5 pisos de la estructura se han inclinado con riesgo de derrumbe.

+ info: Fotos - País

14 septiembre 2023

Gonur Depe - Turkmenistán


Los alrededores de la ciudad de Mary, en Turkmenistán, esconden numerosos tesoros arqueológicos como ya vimos en la entrada sobre Merv. Sin embargo uno de los sitios más fascinantes sigue siendo un completo desconocido para los pocos turistas que logran acceder a este peculiar país. A unos 130 kilómetros al norte de Mary, al final de una insufrible pista que cruza el desierto del Karakorum, se encuentra Gonur Depe, la misteriosa capital de una de las civilizaciones más antiguas del mundo. 

Lo poco que conocemos de esta ciudad se lo debemos al arqueólogo ruso Viktor Sarianidi. Tras leer varios textos antiguos chinos, Viktor se convenció de la existencia de una civilización muy antigua en el corazón de Asia Central. Tras años de búsqueda, en 1972 logró descubrir los restos de Gonur Depe, una ciudad que sirvió de capital para la civilización margush.

El propio Sarianidi lideró las excavaciones en esta zona hasta su muerte en 2013, unas excavaciones que continúan hoy en día y que aun deben dar respuesta a muchas incógnitas. Por lo poco que sabemos hasta la fecha, los margush se remontan a la Edad de Bronce (se han encontrado objetos del 2300 antes de Cristo) adoraban al Fuego (lo que cual anticipa un zoroastrismo que años más tarde se extendería por toda la región) y parecían muy avanzados en tareas como la alfarería o la confección de mosaicos, más incluso que sus contemporáneos de Egipto o Mesopotamia. 

Como la gran mayoría de las ciudades de Turkmenistán, estaba ubicada a la vera de un río, el Murgab, un gran río que nacía en la cordillera del Hindu Kush y fluía hacia el norte hasta perderse en el desierto de Karakum. Como ya vimos al hablar de Turkmenistán, esta región tiene muy poco desnivel, por lo que es frecuente que los ríos cambien de curso, de desembocadura e incluso de sentido. Teniendo esto en cuenta, no se puede descartar que en aquella época el cauce formase parte de lo que actualmente es la cuenca del río Amu Daria, el más importante del país.

Lo que si parece seguro es que el delta interior del Murgab era bastante cambiante, y en un momento dado el río se alejó demasiado de la ciudad por lo que todo el asentamiento fue abandonado. Años más tarde, en las cercanías de Gonur Tepe y más cerca del actual cauce del río, se fundaría la ciudad de Merv.

Hoy prácticamente no queda nada que nos permita reconstruir el pasado de esta importante ciudad, tan solo un enorme cuadrilátero formado por un muro de ladrillo sin cocer en cuyo interior se excavan más muros, monolitos cuyo uso aún se desconoce, y tumbas, muchas tumbas. De humanos y de caballos, a los que aparentemente veneraban los margush.

Las instalaciones descubiertas por Sarianidi se componen de varias zonas:

  • En la zona norte se conservan los restos de un recinto fortificado de adobe, un palacio y varios templos. Según su descubridor, estos templos estaban organizados en torno a altares de fuego, lo que convertiría a esta cultura en la primera conocida en adorar al fuego, un culto que posteriormente sería continuado por el zoroastrismo. 
  • En la zona sur se encontró un templo que según se cree estaría dedicado al culto al agua, un elemento indispensable en esta zona desértica. 
  • En el oeste se encontró un gran cementerio en el que se han realizado excavaciones durante diez años permitiendo identificar más de 3000 tumbas.
  • Por último, en el este se han localizado ocho tumbas reales con forma de casas subterráneas, dentro había pozos de agua independiente en donde al parecer fueron sacrificados animales y sirvientes para acompañar a los reyes difuntos en su viaje.
A pesar del incesante saqueo de las tumbas desde tiempos antiguos, aún se han podido hallar algunos ejemplos de arte, pequeñas piezas de oro y restos de mosaicos con composiciones narrativas. También se han encontrado recipientes de arcilla cruda y de cerámica, e incluso algunos objetos importados que atestiguan el comercio de esta ciudad con otras culturas milenarias (principalmente sellos cilíndricos de origen mesopotámico y un sello cuadrado procedente de la cultura Harappa, en el valle del Indo).

Pero sin duda uno de los hallazgos que más han llamado la atención de los arqueólogos son varios calderos y platos ceremoniales con restos de marihuana, amapola y efedrina, que habrían sido empleados para preparar una bebida ritual llamada soma.

El soma es un narcótico divino de la antigua India; a diferencia de la mayoría de los alucinógenos que se consideraban simples mediadores con lo divino, era reconocido como un dios en sí mismo. 

El Soma védico

Este alucinógeno ya tenía un rol muy importante en las ceremonias mágico-religiosas de los arios, una cultura que hace 3500 años emigró desde el norte hacia el Valle del Indo, donde propagaron su culto y sus costumbres. La fascinación de los habitantes del Valle del Indo por estos extranjeros a los que consideraban seres superiores llevó a Hitler a definir la "raza aria" muchos siglos después.

El Soma Ras y su uso aparecen mencionados en el Rig-veda (el texto más antiguo de la tradición hindú, una escritura indoiraní de mediados del segundo milenio A.C), donde muchos himnos alaban sus cualidades energizantes y embriagadoras a la vez que advierten de su capacidad enajenante. De los diez libros que constituyen el Rig Veda, uno completo está dedicado a esta sustancia.

El noveno mandala (capítulo) del Rig-veda se conoce como el "Soma mandala" y consiste en una serie de himnos dedicados al dios Soma Pavamana ("el soma purificado"). Según este texto, la bebida soma era cultivada y distribuida por los semidioses gandharvas (que podrían ser remotas tribus del Himalaya). En cierto modo se asocia con las regiones de Sushoma, Aryikíia y con Sharyanavat, un lago en cuyas orillas se podía encontrar el preciado soma.

El soma también aparece con el nombre de Haoma en el Avesta, una colección de textos sagrados de la antigua Persia, donde hay un capítulo entero dedicado a esta sustancia. Los zoroastrianos del antiguo Irán bebían esta sustancia y en su tradición irania, el dios Haoma (que es el equivalente al dios védico Soma) le cuenta a Zaratustra como Viuanjant, el dios del sol, fue el primer ser que filtro esta bebida.

Se trataba por lo tanto de una importante bebida ritual para los antiguos indoiranios, para las culturas de la civilización védica anteriores al hinduismo y para las grandes culturas persas. Tanto en la tradición zoroástrica como en la tradición védica, la bebida se identifica con la planta que la produce, y también en ambas se personifica como una divinidad; los tres juntos formarían una unidad religiosa. Algunos consideran que sería la representación simbólica de la "Verdad Suprema".

El Soma como planta

En devanagarí soma se escribe सोम. En idioma avéstico se llamaba "haoma" que proviene del protoindoiranio "sauma". Parece que la palabra deriva de la raíz indoirania "sav-" (que en sánscrito significaría "presionar". Así "saw-ma" sería la bebida preparada presionando una misteriosa planta, más concretamente, extrayendo la savia de los tallos de cierta planta montañosa.

La planta se encontraba en las montañas, con tallos largos color hari (amarillento, pardo o castaño claro), probablemente se trataba de Somlata o Planta de la Luna, el nombre nepalí de la Ephedra gerardiana, una planta conocida por sus efectos estimulantes. Solo los sacerdotes hinduistas podían preparar la embriagante bebida: golpeaban los tallos con piedras, una ocupación que equivalía al tapas (una penitencia que quema el karma negativo pasado). El jugo así exprimido se mezclaba con otros ingredientes (como leche y otros), antes de beberse.

Ephedra gerardiana

El médico aiurvédico Sushruta escribió que el mejor soma se conseguía en el curso superior del río Indo y en la región de Cachemira. Algunos autores creen que los arios hinduistas vivieron durante muchas generaciones en el norte de la India (en los Himalayas) donde crecía esta planta (quizá en el Hindukush). Pero más tarde los arios migraron a la región del Panyab, donde ya no existía la planta y se vieron obligados a importarla a través de mercaderes viajeros. Con el paso de los años se perdió la conexión con los vendedores de soma, y los rituales hinduistas reflejan esto, en oraciones expiatorias donde se pide perdón a los dioses por tener que utilizar una planta sustituta, como el ruibarbo o la gansha (marihuana), debido a que el soma se había vuelto imposible de obtener.

El Soma en el hinduismo

En el hinduismo, el Soma es tanto el nombre de un dios como de una sustancia. El dios Soma y la bebida soma están interrelacionados el uno con el otro, siendo el primero la personificación de la segunda.

Como deidad, Soma es uno de los dioses más importantes del Rig-veda que evolucionó hasta convertirse en una deidad lunar relacionada con el inframundo. La Luna es el vaso donde los dioses beberían el soma, que con el tiempo terminó relacionándose con el dios de la luna Chandra. De hecho, el lunes (‘día de la Luna’) se llama soma var en sánscrito y en los idiomas derivados.

En el hinduismo, Chandra ("brillo") ​es el dios de la Luna, un graha que se identifica con la deidad lunar védica Soma ("jugo")

En cuanto a la sustancia, cuenta la leyenda que el soma era una bebida que consumían en el principio de los tiempos los dioses hindúes, y que más tarde fue robada y entregada a los humanos por Agni, dios del fuego. En agradecimiento, los oficiantes bráhmanas empleaban el soma durante los sacrificios en honor a Agní (dios del fuego) y Chandra (dios de la luna).

"Hemos bebido soma y nos hemos vuelto inmortales; hemos alcanzado la luz y descubierto a los dioses. Ahora qué puede hacer la malicia de nuestros enemigos para hacernos daño. ¿Qué, oh inmortal, engaño mortal del hombre?"  [Rig-veda (8.48.3]

En cierto modo el soma es similar a la ambrosía, el néctar de la inmortalidad de la mitología griega: es la bebida que los dioses beben, y al mismo tiempo lo que los hace dioses. Hay relatos de Indra (el Rey de los Dioses) y Agni (el Dios del Fuego) consumiendo soma en grandes cantidades. Por ejemplo, antes de su batalla con el gran dragón Vritra, el dios Indra había bebido ríos de soma para adquirir la fuerza necesaria para vencer a su rival.

Indra se hincha a soma ante la mirada atenta de otros dioses

Los seres humanos también consumían soma en el transcurso de rituales realizados por la clase sacerdotal, probablemente con la esperanza de que les otorgase cualidades divinas. De algún modo, se creía que el soma acercaba a los humanos a los dioses; tras la ingestión, se decía que el soma "rugía" y creaba un puente entre los mortales y los seres divinos. 

Cuando algún mortal lo bebía fuera de un contexto ritual, a menudo el soma tenía efectos positivos, como potenciar la energía y la percepción de quien lo había ingerido.

El Soma en la actualidad.

Numerosos textos advierten de los efectos embriagadores y enajenantes de esta bebida. Quizás influenciado estas referencias, Aldous Huxley en su novela "Un mundo feliz", utiliza la palabra "soma" para referirse a un alucinógeno recreativo que sume a la mayoría de la población en un confortable letargo, el opio del pueblo de una sociedad futurista y distópica.

"Soma, a gramme is better than a damn"

Desde entonces el soma ha pasado al imaginario popular como una droga fantástica, sin efectos secundarios, que sume en un estado de bienestar a quienes la toman. Pero esta felicidad artificial también tiene un precio ya que anula la voluntad y la iniciativa de quienes la toman. En la actualidad podemos encontrar al soma dando nombre a videojuegos, grupos de música, cortometrajes o personajes de comics y mangas.

Receta para un buen Soma

Lo cierto es que la composición del soma ha sido un secreto oculto durante miles de años. Aunque el soma está considerado en las escrituras hindúes como un importante elemento de la devoción a los dioses, parece que nadie sabe con certeza en qué consistía exactamente

Figura hallada en el Complejo Arqueológico Bactria-Margiana, un yacimiento creado a raíz del descubrimiento de Gonur Depe

Mucho se ha especulado sobre la composición del soma, algunas de los ingredientes posibles serían una (o varias) de las siguientes sustancias:

  • Asclepia ácida: una planta medicinal conocida como "quiebra muelas" en México por su uso como calmante del dolor
  • Cánnabis: Sobran las explicaciones
  • Efedra: Omnipresente a lo largo del Himalaya, se trata de un género de arbustos muy conocido en la medicina tradicional china. Tiene efectos estimulantes al aumentar la adrenalina. Tiene efectos vasoconstrictores y su abuso puede provocar convulsiones, accidentes cerebrovasculares, ataques al corazón e incluso la muerte.
  • Granada: Simboliza la fertilidad y la buena suerte en muchas zonas de Oriente Medio, tiene efectos antiinflamatorios y reduce la presión arterial.
  • Miel: Algunos expertos apuntan que no todos los componentes tenían porque ser psicoactivos, algunos podrían endulzar la bebida. Incluso cabe la posibilidad de que se tratase de un brebaje con elementos inocuos que provocasen una reacción "somática"
  • Loto azul: La flor de loto azul (Nymphaea Caerulea) se empleaba como droga desde el Antiguo Egipto debido a su componente activo principal, la aporfina, que en grandes cantidades puede producir alucinaciones
  • Peganum harmala: Una planta cuyo alcaloide (la harmalina) tiene un principio activo similar al de la ayahuasca (la planta usada por los nativos sudamericanos para producir alucinaciones).
  • Ruibarbo salvaje: Algunas variedades son ricas en ácido oxálico que puede resultar tóxico.
  • Opio: A día de hoy, la India es el mayor productor legal de opio a nivel mundial.
  • Vino o Alcohol: El Atharva Veda se detalla la forma de preparar alcohol, al que se refieren como 'sura' por lo que parece poco probable que se trate de la misma sustancia. 
  • Hongos psicodélicos como la Psilocybe cubensis o la Amanita muscaria
Restos de un mosaico en Gonur Depe

Volviendo a las ruinas de Gonur Depe (o Tepe), los restos de estos pueblos indoiraníes del año 2000 A.C. sugieren que tal vez no exista una sola planta de la que se extraiga el soma. Los investigadores encontraron evidencia de una caldera utilizada para preparar una bebida con cannabis, amapola y efedra. Sea como sea, sus habitantes desaparecieron con la receta mágica y nos dejaron los restos de una civilización increíblemente adelantada a su tiempo.

+ info: Soma - NatGeo




03 septiembre 2023

Viganella - Italia

Un rayo de luz ilumina Viganella

Hoy viajamos hasta un pequeño pueblo llamado Viganella, en el corazón de los Alpes italianos. Se trata de una pequeña villa cuya población ha ido descendiendo en los últimos años, actualmente solo quedan unos 185 habitantes, de los que solo 50 viven aquí de forma permanente. 

Situado a unos 120 Km al norte de Turín, este asentamiento se encuentra en una ladera del valle de Antrona, en la región de Piamonte. Esta ubicación en el fondo del valle es precisamente lo que ha hecho famosa a esta pequeña población. Cada año cuando llega el invierno, Viganella se sumerge en una noche sin fin. Al estar situada en el fondo de un profundo valle, las montañas cercanas le tapan el sol... 83 días al año. Desde el 11 de noviembre hasta el 2 de febrero aproximadamente, los escasos habitantes de Viganella quedaban sumidos en las penumbras.

Sin embargo, en 2006, un vecino de una localidad cercana encontró la solución a sus problemas. Giacomo Bonzani era un arquitecto y diseñador de relojes de sol que, quizás inspirado por los famosos "espejos de Arquímedes", decidió diseñar un gran espejo de unos 40 metros cuadrados que reflejase la luz del esquivo sol hasta el sombrío pueblo.

Dos operarios trabajan en el espejo de Viganella

La idea no era nueva, el uso de espejos para concentrar el calor solar en un punto se remonta a la antigüedad. En “Óptica” de Euclides, escrito alrededor del 300 A.C., el matemático y geómetra griego expone por primera vez la teoría de los reflectores esféricos. Los espejos ustorios o "espejos ardientes" son superficies reflectantes cóncavas que concentra los rayos solares en un punto fijo generando gran calor que puede llegar a prender fuego al objetivo. De hecho, el término "ustor" significa “el que quema” en latín.

Dice la leyenda que Arquímedes usó estos espejos ustorios para incendiar la flota de Marcelo en el puerto de Siracusa, aunque hay muchos autores que ponen en duda la veracidad de este suceso. Según estos autores, el simple bamboleo de las naves en el mar impediría que el rayo se concentrase en un punto fijo por lo que harían falta varios espejos muy bien coordinados.

Pintura de Giulio Parigi representando un ataque con un espejo ustorio contra una nave romana durante el sitio de Siracusa.

Realidad o leyenda, el caso es que, según un artículo de la revista Life del 23 de julio de 1945, los nazis volvieron a apostar por este tipo de armas ustorias durante la Segunda Guerra Mundial. La idea original fue de Hermann Oberth, un famoso científico especializado en cohetes espaciales, que en 1929 planteó un espejo orbital cuyo propósito inicial sería proporcionar luz solar bajo demanda, a cualquier punto de la Tierra. Con el tiempo, los buenos propósitos iniciales se torcieron, y Orbeth empezó a sopesar la idea de usar el espejo como un arma definitiva capaz de "incendiar una ciudad enemiga o hervir parte de un océano".

A pesar de que el proyecto parecía el plan maligno de un villano trasnochado, los nazis retomaron esta idea años después. El "Cañón Solar" fue un proyecto secreto consistente en un espejo de 1600 metros de diámetro que los alemanes pretendían poner en órbita. Con un coste de unos 3 millones de marcos, el espejo tardaría unos 15 años en construirse y ponerse en órbita. Una vez en el espacio, el espejo ustorio se situaría en una órbita geosíncrona a 35.785 kilómetros sobre la tierra, desde donde podría enfocar su rayo contra sus enemigos. Pronto los alemanes llegaron a la conclusión de que había maneras más sencillas y económicas de incendiar una ciudad enemiga y que hervir los mares no resultaba muy útil a decir verdad.

Ilustraciones del Espejo Solar en la revista Life.

El proyecto fue olvidado durante medio siglo, hasta que a finales de los años 80, un ingeniero soviético volvió a recuperar la idea de los espejos espaciales. Vladimir Sergeevich Syromyatnikov era un brillante ingeniero que diseñó el sistema de acoplamiento entre las cápsulas espaciales soviéticas y americanas, sus diseños todavía se usan en los transbordadores que se acoplan en la Estación Espacial Internacional. También ayudó a diseñar y desarrollar Vostok, la primera nave espacial tripulada del mundo, que mandó a Yuri Gagarin al espacio exterior en 1961. 

Syromyatnikov estaba especialmente interesado en las velas solares, un método de propulsión de naves espaciales que utiliza la presión de la radiación del sol y de las estrellas para viajar por el espacio, del mismo modo que los veleros aprovechan el empuje del viento. Sin embargo las inquietudes de los líderes soviéticos de la época iban por otro lado, su gran preocupación era aumentar la productividad de los trabajadores. De hecho, Stalin llegó a abolir los fines de semana para aumentar la producción industrial.

Con el fin de despertar el interés por las velas solares, Syromyatnikov propuso que se usasen grandes velas reflectantes para redirigir la luz solar hacia la Tierra, de este modo se podrían iluminar las ciudades y las tierras de cultivo en las regiones polares, perpetuamente oscuras. Syromyatnikov argumentaba que esto podría reducir el coste de energía para la iluminación eléctrica, y extender las horas de trabajo durante las temporadas de siembra y cosecha. También podría ayudar en las tareas de rescate en desastres naturales como terremotos y huracanes.

La vela solar LightSail-2 desarrollada por la Sociedad Planetaria

En octubre de 1992, el cohete espacial Progress M-15 despegó con el satélite Znamya 2 (que significa bandera o estandarte en ruso). Después de permanecer unido a la estación Mir durante tres meses, el 4 de febrero de 1993, Znamya 2 se desacopló y desplegó un reflector de 20 metros de diámetro. 

Durante unas horas justo antes del amanecer de la noche del 4 de febrero de 1993, un punto de luz gigante, de unos 5 kilómetros de diámetro, recorrió Europa de oeste a este a una velocidad de 8 Km por segundo. Comenzó en el sur de Francia y siguió a través de Suiza, Alemania, República Checa, Polonia para finalmente desaparer en la temprana luz matinal de Bielorrusia. Aquellos que estaban en la trayectoria del rayo informaron haber visto un destello momentáneo de luz plateada pálida similar a una noche de luna llena. Desafortunadamente, el tiempo estaba nublado ese día y no hubo muchos testigos en tierra.

El experimento duró sólo unas pocas horas, tras las cuales el satélite se desorientó y se quemó en la atmósfera. A pesar de lo efímero del experimento, se consideró todo un éxito y los científicos soviéticos comenzaron a planear algo mucho más grande. Empezarían con un Znamya 2.5 que brillaría como 10 lunas llenas, con un rayo de luz más grande (7 kilómetros de diámetro), y que permitiría mantener el foco de luz fijo en un punto de la Tierra. Después vendría Znamya 3 y toda una cadena de satélites colocados en órbitas sincronizadas con el sol, estos satélites iluminarían un área de 25 kilómetros cuadrados con un brillo 100 veces superior al de la luna llena. La idea era, básicamente, acabar con la noche en la Gran Madre Rusia. Desafortunadamente, Znamya 2.5 falló y las finanzas rusas, en la ruina tras la ruptura de la Unión Soviética, no pudieron permitirse continuar con el proyecto.

El Espejo Solar Znamya

Pero volvamos a la Tierra... en 2006 los vecinos de Viganella volvieron a recuperar la idea de los espejos solares para iluminar su pueblo. El sistema utiliza un programa informático que rastrea la posición del sol para desviar su luz a las calles de la pequeña población (siempre que no esté nublado, claro está).

El espejo, ubicado en el cercano Monte Scagiola a 870 metros de altura, fue fabricado en una empresa de Huelva. De hecho, una niña de Huelva y un niño de Viganella fueron los encargados de pulsar el botón de encendido durante su inauguración. Un momento que fue bautizado como el “Encuentro de la luz” y que pretendía hermanar la sombría villa alpina con la Costa de la Luz en España.

Para el proyecto se tuvieron en cuenta la acción del viento, las posibles vibraciones, las descargas atmosféricas, la solidez del conjunto y los posibles reflejos del sol sobre las inmediaciones (por su peligro de incendio) así como el suministro de energía eléctrica. Desde entonces la vida en este municipio del Piamonte es un poco más alegre y un rayo de sol ilumina a los vecinos en los días de invierno. Numerosos turistas y curiosos acuden cada año a visitar esta pionera villa que pronto empezó a inspirar a otros pueblos con el mismo problema...

Viganella entre las sombras de las montañas

Mucho más al norte, a casi 2000 Km de distancia, se encuentra Rjukan, una pequeña localidad noruega en la provincia de Telemark. Rjukan es un pueblecito situado a unos 170 Km al este de Oslo, ubicado en medio de las montañas en un paraje natural espectacular, su mayor virtud es también su condena. Al igual que pasaba con Viganella, desde los meses de Septiembre hasta Marzo sus habitantes no reciben ni un triste rayo de luz solar directa.

Todo comenzó hace más de un siglo, cuando Sam Eyde, un empresario noruego, construyó una central hidroeléctrica en la zona llamada Norsk Hydro. También mandó construir una serie de casas para sus empleados que con el tiempo darían lugar al pueblo de Rjukan; pero lo que era un buen emplazamiento para la central no lo era tanto para vivir. Ya en 1913 la idea de poner espejos en la montaña sedujo a Sam Eyde, que obserbaba como sus trabajadores se pasaban la mitad del año a oscuras. Sin embargo la tecnología de la época no permitía orientarlos con precisión, por lo que finalmente se optó por un teleférico llamado Krossobanen. Desde 1928 los habitantes de Rjukan se resignaron a usar el teleférico para recordar cómo era sentir la tenue caricia del sol en invierno, un viaje que pasó a formar parte de su rutina. 

Los vecinos de Rjukan acuden la plaza a tomar su ración de sol

En 2013, un artista llamado Martin Andersen pensó que los espejos ustorios podían ser la respuesta a los problemas de Rjukan. Siete años antes se había puesto en marcha el espejo de Viganella con magníficos resultados, por lo que Andersen comenzó una recaudación de fondos para replicar el proyecto en su pueblo. Numerosos patrocinadores se sumaron a la iniciativa, aunque la que la mayor parte del dinero llegó de Norsk Hydro, la central hidroeléctrica en torno a la que se había creado todo el pueblo. 

Estas donaciones hicieron posible "Soslpeil", un sistema de 3 espejos, de 17 metros cuadrados cada uno, que se transportaron en helicóptero hasta lo alto de las montañas, a unos 450 metros sobre el pueblo. Como si de girasoles se trataran, estos tres espejos se alimentan de luz solar para corregir su inclinación y seguir siempre el recorrido del sol en el cielo noruego. 

Los tres espejos de Rjukan iluminan la plaza

Al principio la idea tenía sus detractores, cuando comenzaron las obras se inició un petición para evitar que los espejos se instalasen en la montaña. De los 6000 residentes del pueblo, 1300 apoyaron esta petición, pero al ser minoría su petición fue desestimada.

Una de sus principales quejas era el alto coste del proyecto, unos 840.000$. Sin embargo si hay algo que no se les puede reprochar a los noruegos es su mimo por la naturaleza. Los tres espejos funcionan mediante heliostatos alimentados por luz solar, un dispositivo que utiliza un sistema de motores para girar un espejo, siguiendo al sol, y reflejar su luz hacia un objetivo concreto (en futuros capítulos veremos otros ejemplos de heliostatos en The Solar Project).

Los vecinos de Rjukan saludan al astro rey

A pesar de las reticencias, pronto el teleférico dejó de ser una necesidad vital (aunque sigue funcionando y es todo un símbolo para el pueblo). Actualmente, los vecinos de Rjukan ya no se encierran en sus casas, si no que quedan en la plaza del pueblo para aprovechar los preciados rayos de sol y socializar, incluso algunos años se han animado a organizar torneos de voley-playa en pleno invierno.

Los espejos también son un reclamo para el turismo y numerosos viajeros se acercan hasta este pueblo perdido en los bosques noruegos para conocer la peculiar localidad; de hecho, en 2015 Rjukan pasó a formar parte de la lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO.

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