15 julio 2021

Agujeros Azules

El Gran Agujero Azul en Lighthouse Reef Atoll, Belice, es uno de los más icónicos.

Los comúnmente denominados "agujeros azules" son un tipo concreto de cuevas submarinas que funcionan a modo de sumidero, se caracterizan por sus paredes prácticamente verticales y por su orificio de entrada en la parte superior de la caverna, generalmente con forma circular. Su nombre se debe al fuerte contraste entre las aguas costeras que lo rodean, poco profundas y ricas en matices, y el azul profundo dentro de la cueva. Su existencia fue descubierta por primera vez por pescadores locales volviéndose un destino muy atractivo para el buceo recreativo desde finales del siglo XX. 

Un agujero azul es básicamente una gran caverna submarina que ha sufrido un desplome en su parte superior (si no, no los veríamos), en ocasiones pueden proporcionar acceso a toda una red de galerías sumergidas o conectar con otros flujos de agua dulce. Normalmente se suelen desarrollar en bancos o lechos de roca carbonatada (piedra caliza o arrecifes de coral).

Formación:

La gran mayoría de los agujeros azules comienzan como un pequeño sumidero o grieta en suelos formados por rocas carbonatadas como la caliza; con el paso de los años, el agua se infiltra en el interior de la roca y forma una dolina, un tipo de cuevas características de los paisajes kársticos. Con el tiempo, el proceso de disolución agranda el hueco hasta que el techo, cada vez más estrecho, termina colapsando y formando la abertura circular que vemos desde el exterior. Todo este proceso sucede durante las eras glaciales, en estos periodos, el nivel del mar era entre 100 y 120 metros más bajo que en la actualidad por lo que estas zonas estaban emergidas y por lo tanto, sometidas a la lluvia y los procesos de meteorización química propios de la piedra caliza.

A diferencia de los cenotes, que se forman tierra adentro y contienen mayoritariamente agua dulce, los agujeros azules se forman muy cerca de las costas, por lo que el agua tampoco puede penetrar mucho en el sustrato antes de encontrarse con el nivel del mar. Por eso la gran mayoría de los agujeros tienen unos 100 metros de profundidad, el nivel del mar en épocas glaciales.

Muchos agujeros contienen agua dulce de la lluvia y salada del mar, esta franja en la que se produce la transición se denomina haloclina, y es muy común que de lugar a reacciones corrosivas que desgastan la roca. Con el tiempo, estas reacciones van formando pasajes laterales que se extienden horizontalmente desde la cueva original. Algunos de estos brazos pueden llegar a medir cientos de metros formando extensas galerías submarinas.

El agujero de Sawmill Sink, en las Bahamas, tiene galerías laterales de 600 metros.

¿Y por qué azul?:

Resumiendo mucho: por la absorción electromagnética del agua. El Sol nos ilumina con luz blanca (a parte de otras muchas otras longitudes de onda fuera del espectro visible), al incidir en un objeto, dicho objeto absorberá una longitudes de onda y reflejará otras (el color con el que vemos el objeto en cuestión). Con el agua del mar pasa lo mismo, a pesar de ser transparente, a medida que penetran los rayos, las longitudes de onda más cortas son absorbidas por el agua (rojo e infrarrojo) mientras que otras longitudes de onda logran penetrar más profundo.
A partir de cierta profundidad ya solo nos llegará luz azul o azul-verdosa, y en consecuencia las rocas, arena y demás elementos a estas profundidades tan solo podrán rebotar luz azul. En el caso concreto de un agujero azul, los bordes con poca profundidad conservan parte de sus matices, mientras que la zona central del agujero, mucho más profunda, tan solo puede rebotar luz azul. 

Localización:

Normalmente, los agujeros azules se forman en plataformas costeras poco profundas compuestas por carbonato, es el caso de los Bahama Banks, el Gran Agujero Azul en Lighthouse Reef Atoll, Belice, o de otras muchas otras formaciones de este tipo alrededor de la península de Yucatán.

Sin embargo, también podemos encontrar agujeros azules tierra adentro en manantiales profundos de origen cárstico, este sería el caso del Blue Hole en Castalia, Ohio.

Watling's Blue Hole en Isla San Salvador, Bahamas

Vida:

Si algo caracteriza a la mayoría de los agujeros azules es su ausencia de pobladores. La circulación del agua es muy deficiente en estas cavidades, esto acaba agotando el oxígeno disuelto en el agua y crea unas condiciones de anoxia en las que difícilmente pueden prosperar la mayoría de los organismos.

A lo largo de las expediciones realizadas en distintos agujeros, se han descubierto muchos fósiles de todo tipo que nos dan una idea de las formas de vida que habitaban estos lugares: fósiles marinos, cocodrilos, tortugas... Sin embargo, muy pocos agujeros azules están habitados en la actualidad, es frecuente encontrar  caracoles y cangrejos que caen por accidente en estas simas y quedan condenados a una muerte por asfixia. 

Lo que si se ha detectado en algunos agujeros son colonias bacterianas extremófilas. Debido a las duras condiciones de un agujero azul, los organismos que logran adaptarse lo hacen alimentándose de compuestos de azufre como el sulfuro de hidrógeno, tóxicos para la mayoría de los organismos comunes. Estas bacterias aportan valiosos conocimientos sobre la química y la biología de la vida microbiana y suponen un rayo de esperanza en campos como la astrobiología, donde los organismos capaces de prosperar sin oxígeno ni luz solar acaparan un gran interés.


Estudios:

Explorar un agujero azul no resulta sencillo, requiere un equipo y unas habilidades de buceo muy exigentes. Hasta 2009 prácticamente no existían estudios concretos de estas formaciones, ese año un  equipo de científicos dirigidos por Keith Tinker se propuso estudiar siete agujeros azules en las Bahamas. El equipo realizó un total de 150 inmersiones centradas en el estudio de bacterias capaces de sobrevivir en estas aguas anóxicas.

En 2018, otro grupo de científicos estudió el Gran Agujero Azul de Belice utilizando dos submarinos de última tecnología. El estudio fue menos jugoso de lo esperado ya que resultó ser un lugar desolado y sin vida, pero por lo menos permitió cartografiar por primera vez el interior de un agujero azul y descubrir estalactitas y formaciones imposibles de ver a simple vista.

Un año más tarde, otro equipo empezó un estudio de tres años del Agujero de Amberjack, en la costa de Sarasota, Florida. La expedición recopiló información sobre la vida dentro y fuera del agujero, la composición del agua de mar y los sedimentos del fondo. En agosto de 2020, el mismo equipo comenzó a analizar un agujero azul aun más profundo llamado Green Banana frente a las costas de Florida.

Sansha Yongle Dragon Hole - China

El agujero azul más profundo descubierto hasta la fecha es el agujero azul de Sansha Yongle, un enorme pozo con más de 300 metros de profundidad situado en aguas de las Islas Paracel, en el Mar del Sur de China. Este agujero es localmente conocido como el “Hoyo del Dragón” (Longdong) y forma parte de los mitos regionales desde tiempos remotos. 

Según la Universidad Oceanográfica de China, este agujero azul sería, con mucha diferencia, el más grande del mundo. De hecho, el gobierno de la ciudad de Sansha, ya está estableciendo medidas de protección para poder estudiar el agujero en profundidad.

Científicos del Instituto de Investigación para la Protección del Coral de Sansha usaron un robot submarino con sensor de profundidad para poder determinar el tamaño y dimensiones de esta cueva. Sus primeras inmersiones encontraron más de 20 especies de peces en la parte superior del pozo; sin embargo, a medida que descendían por debajo de los 100 metros, la vida se vuelve cada vez más escasa. Algo lógico considerando que a estas profundidades la escasa circulación del agua propicia un entorno libre de oxígeno y muy difícil para la vida. 

En el interior del agujero, los robots midieron profundidades de hasta 300,98 metros. Si bien estas mediciones necesitan ser ajustadas para compensar otros factores como los niveles de la marea, la temperatura, la densidad o la salinidad del agua del mar, parece que son dimensiones más que suficientes para desbancar al anterior record: el Dean's Blue Hole en las Bahamas.

Dean's Blue Hole - Bahamas

Dean's Blue Hole , Long Island, Bahamas

El segundo agujero azul en tamaño está situado en una bahía al oeste de Clarence Town, en las costas turquesas de Long Island, una de las islas más pintorescas de las Bahamas. El Dean's Blue Hole (el agujero azul de Dean) se aproxima a un círculo en su superficie, con un diámetro entre los 25 y los 35 metros. Al descender a los 20 metros de profundidad, el agujero se ensancha formando una cámara de unos 100 metros de diámetro, si seguimos nuestro descenso, la gruta alcanza una profundidad de 202 metros.

Los agujeros azules más profundos después del agujero de Dean no llegan ni a la mitad de su profundidad, por lo general, es muy raro encontrar agujeros con más de 100 metros de profundidad.  Esto explica porqué éste lugar se ha convertido en un lugar casi de culto para los amantes del buceo y más concretamente, del buceo en apnea. En el año 2007, William Trubridge batió el récord mundial de descenso libre al bajar hasta los 84 metros de profundidad sin aletas. Un año más tarde, durante una competición denominada Vertical Blue 2008, se batirían 25 marcas nacionales y 5 récords mundiales en este mismo punto. Entre los nuevos récords, William Trubridge batió su propia marca en "Peso constante sin aletas" (CNF) al alcanzar los 86 metros de profundidad, también estableció un nuevo récord de inmersión libre (FIM) al descender hasta los 108 metros de profundidad. 

En 2010 el francés Guillaume Nery grabó un "salto BASE" en este Agujero Azul.

Las finas arenas de esta región de las Bahamas propician un fenómeno bastante curioso: cascadas submarinas de arena. Los días con mar agitada (o con concursos de apnea en la superficie) es frecuente que se desprendan grandes cantidades de arena del borde del agujero, esta arena desciende formando torrentes y cascadas de tierra en un mundo acuático, una especie de antagonista de las cascadas que conocemos en la superficie. La arena que cae al fondo debe escapar de algún modo que aun desconocemos, de lo contrario el agujero se habría llenado hace mucho tiempo. 

El buceador Adam Stern se sumerge junto a una cascada de arena en Dean's Blue Hole (Foto:RedBull)

El resto de los agujeros azules conocidos son bastante menos profundos, rara vez superan los 120 metros, pero eso no impide que algunos de ellos sean aun más grandes. El Gran Agujero Azul de Belice, por ejemplo, tiene 300 metros de ancho y 125 metros de profundidad. A pesar de ser menos profundo que el agujero de Dean, su diámetro es 10 veces mayor por lo que es considerado el mayor agujero azul en términos generales. 

The Great Blue Hole - Belice:

El Gran Agujero Azul , ubicado cerca de Cayo Ambergris , Belice

El Gran Agujero Azul (The Great Blue Hole, en inglés) es un enorme sumidero en el centro del arrecife Lighthouse, una pequeña isla coralina (o atolón) situada a 100 kilómetros de la costa de Belice. Se trata de un agujero circular con más de 300 metros de ancho y 125 metros de profundidad, siendo considerado el más grande del mundo. Forma parte de la reserva natural de la barrera de arrecife de Belice y está considerado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.

Al igual que otras cuevas y cenotes frecuentes en esta región, se formó al final de la última Edad de Hielo, hace unos 12.000 años. Durante el deshielo, el nivel del mar subió unos 100 metros, las cavernas por debajo de esa cota se inundaron, la cubierta de esta cueva se derrumbó y se formó esta sima que enamora a buceadores de todo el mundo. Hoy en día es un destino muy popular entre los buceadores recreativos, ya que combina unas aguas cristalinas con una enorme variedad de peces y tiburones: meros gigantes, tiburones nodriza, el tiburón de arrecife del Caribe, el tiburón de punta negra, tiburones toro o tiburones martillo.

Este lugar se hizo famoso gracias a Jacques-Yves Cousteau, quien realizó una primera inmersión en 1960 y declaró este lugar uno de los diez mejores sitios de buceo del mundo. En 1971, Cousteau y su barco, el Calypso, volvieron al agujero con la intención de sondear su profundidad y descubrir algo más sobre sus orígenes.​ Las investigaciones de esta expedición confirmaron la composición de la cueva (piedra caliza cárstica) así como las sucesivas etapas en las que se formó. Podemos encontrar marcas a 21, 49 y 91 metros de profundidad que reflejarían por lo menos cuatro etapas distintas con su respectivo nivel del mar. También se encontraron estalactitas que se formaron cuando el nivel del mar era 150 metros inferior al actual y el Gran Agujero Azul todavía no estaba sumergido. Algunas de estas estalactitas tienen más de 10°-13° de desviación respecto a la vertical, lo que indica que debió existir algún movimiento geológico que inclinó la plataforma.

El interés por descubrir las características exactas de esta misteriosa caverna submarina ha atraído la atención de los investigadores desde su descubrimiento. Hace tres años, la expedición 'Blue Hole Belize 2018' logró crear el primer mapa batimétrico tridimensional del interior de un agujero azul. La expedición la integraron Richard Branson (fundador de Virgin), el oceanógrafo francés Fabien Cousteau (nieto del explorador Jacques-Yves Cousteau), y un equipo de cineastas y oceanógrafos. Utilizando submarinos provistos de escáneres sónar, los investigadores lograron analizar las estalactitas y la capa de sulfuro de hidrógeno del interior del agujero. A pesar de las expectativas, no se hallaron especies misteriosas ni nuevas formas de vida, de hecho el agujero destacaba por su ausencia de organismos vivos. En el fondo de la cueva se encontró todo un "cementerio de caracoles", compuesto por numerosos cadáveres de moluscos que murieron tras caer en el agujero y quedarse sin oxígeno. Sin embargo, lo más preocupante fue el descubrimiento de numerosas bolsas y botellas de plástico. Esto ya pasó en la Fosa de las Marianas, y parece un indicativo de que ya no existe un solo rincón ni en la tierra ni en el mar, libre de la huella humana. 

Agujero Azul de Dahab - Egipto 

En contraste con los agujeros azules que hemos visto, hay otros agujeros que no son tan bonitos, ni seguros, ni amigables... El Agujero Azul de Dahab, ubicado en el Mar Rojo, en Egipto, es tristemente conocido como el "cementerio de buzos" debido a los numerosos exploradores que han perdido la vida intentando recorrer esta gruta.

Como su nombre indica, el agujero azul de Dahab se encuentra a unos pocos kilómetros de la ciudad Dahab, en la gobernación de Sinaí del Sur. Al igual que muchos otros agujeros azules, se trata de una dolina de origen kárstico que se formó en el lecho de roca caliza que bordea la península del Sinaí, en el golfo de Aqaba. La cavidad se formó durante la última glaciación, cuando el nivel del mar estaba muy por debajo del nivel actual, aunque el posterior deshielo lo inundó de agua marina.

El Blue Hole de Dahab es un desafío muy popular entre los buceadores por varios motivos: Se trata de una formación espectacular con un arco submarino de unos 30 m de longitud que conecta el agujero azul con el mar abierto, tiene una considerable profundidad (más de 50 metros), es fácilmente accesible al estar junto a la costa y, sobre todo, supone un gran reto debido a la dificultad técnica de la inmersión. Son muchos los que han muerto en sus aguas al quedar desorientados, las autoridades egipcias cifran en torno a 40 los buceadores muertos en este Blue Hole, sin embargo, se estima que el número total de muertes podría superar el centenar.

"Sencillo" gráfico del recorrido con más opciones de supervivencia

El punto más conflictivo es el llamado "Arch", donde se concentra gran parte de los accidentes de buceo. Esta formación requiere una ruta y una técnica muy concretas para poder atravesarlo sin morir en el intento:

  • Su profundidad (más de 50 metros) hace que la inmersión requiera una gran cantidad de gas y a menudo botellas suplementarias,
  • Su extraña orientación que hace que a veces el buceador se desoriente y comience una caída sin retorno más allá de los 80 m de profundidad. De hecho, no se conoce su profundidad real ni existen datos batimétricos fiables.
  • Las longitudes son muy engañosas, la luz del mar abierto puede dar la sensación de que el arco solo mide una decena de metros, pero en realidad está más cercano a los 30.

En la nutrida lista de buceadores que han perdido la vida aquí, destacan dos casos:

Yuri Lipski (1977-2000): Lipski era un buceador israelí de origen ruso, su accidente es uno de los mejores documentados. Durante la inmersión en la que perdió la vida, Lipski filmóen todo momento lo que sucedía. Tras su muerte, el vídeo fue recuperado y difundido, permitiendo numerosos análisis y especulaciones por parte de buceadores e aficionados de todo el mundo. A pesar de ello, hoy en día siguen sin estar claras las causas de su muerte, algunas de las que se barajan son la narcosis de nitrógeno, una intoxicación aguda de oxígeno (denominada también HAP, hiperoxia de altas presiones), falta de aire, desorientación, fallo del equipo de buceo (no era el adecuado para esta profundidad)...

Barbara Dillinger (1974-1998): Bárbara era una buceadora argentina, en este caso no está claro si la mató el Blue Hole o el servicio de emergencias egipcio. Durante la inmersión, Dillinger cometió un error bastante frecuente: sufrió un ataque de pánico, salió hacia la superficie tan rápido como fue capaz sufriendo un accidente por descompresión, probablemente acompañado de una sobrepresión pulmonar. En estos casos se suele estabilizar al buceador con una cámara hiperbárica, pero en el caso de Bárbara todo salió mal:

  • la botella de oxígeno del centro de buceo estaba a media carga y se acabó durante el trayecto en ambulancia,
  • las botellas de oxígeno que llevaba la ambulancia estaban todas vacías,
  • a medio traslado hacia la cámara hiperbárica, la ambulancia se quedó sin gasolina,
  • los instructores de buceo que acompañaban a Bárbara, regresaron en coche hasta Dahab y volvieron una hora más tarde con el combustible necesario. Cuando por fin lograron llegar a la cámara hiperbárica de Sharm el Sheij, Dillinger ya llevaba un buen rato muerta.

Santa Rosa Blue Hole - Nuevo México, EEUU


Por último, destacar el agujero azul de Santa Rosa, una cueva submarina en Nuevo México que está conectada a un lago profundo de uso recreativo. Este agujero azul es famoso por sus profundidades insondables. En 2013, un equipo de buzos e ingenieros de la Advanced Diver Magazine Exploration Foundation pasó una semana intentando delimitar la extensión del Agujero Azul de Santa Rosa... Descubrieron de todo, desde reliquias mayas hasta el cráneo de una especie de mono extinta, pero seguimos sin conocer su profundidad o extensión. 

+ info: Fundación Blue Holes - Fundación de Investigación de las Cuevas de las Bahamas