La carretera Panamericana es una legendaria ruta que permite recorrer todo el continente americano de Norte a Sur, desde el océano Ártico en Prudhoe Bay (Alaska) hasta Ushuaia en Tierra de Fuego, Argentina. Con más de 48.000 Km de longitud, la Carretera Panamerica es según el libro Guinness World Records la carretera más larga del mundo; una vía vital que atraviesa 14 países y que comunica el Círculo Polar Ártico con el Antártico.
En realidad más que una sola carretera, sería una red de carreteras en la que destacan tres vías que enlazan la práctica totalidad de los países en la costa oeste del continente americano: Canadá, Estados Unidos, México, Guatemala, El Salvador, Honduras, Nicaragua, Costa Rica, Panamá, Colombia, Ecuador, Perú, Chile y finalmente Argentina. En Sudamérica, el trazado de esta red de carreteras sigue la costa del Océano Pacífico, mientras que en Norteamérica se adentra en el interior.
Se trata sin duda de una ruta muy valorada por sus recónditos y solitarios paisajes que hacen de ella un escenario perfecto para un "road-trip" y el sueño de cualquier motero; sin embargo también tiene un lado oscuro ya que es una de las principales vías para la inmigración y el narcotráfico.
Trazado de la carretera Panamericana [Abel Gil Lobo] |
Esta región consiste en su mayor parte en una espesa selva tropical, de aproximadamente 26.000 kilómetros cuadrados, que cubre la zona más septentrional de Colombia (el norte del departamento de Chocó) y gran parte de la provincia más meridional de Panamá (Darién). Es conocida por ser el límite entre América Central y América del Sur.
El tapón del Darién es una región histórica que sirve de frontera natural entre Colombia y Panamá; un terreno selvático y pantanoso rodeado por las aguas del Océano Atlántico y del Océano Pacífico que no cuenta con ningún tipo de vía o carretera. Los pocos que se atreven a adentrarse en la espesura de esta selva deben improvisar su propio camino y buscar la mejor manera de atravesar esta frondosa región tropical en la que la humedad y la temperatura son insoportables durante la mayor parte del año.
Para hacerlo aun más desafiante, en esta región no solo no hay ninguna carretera que la atraviese, si no que tampoco hay puentes, servicio de telefonía móvil ni ninguna otra infraestructuras que facilite el tránsito. La región tiene algunas de las crestas montañosas más altas de Panamá, así como cientos de pantanos. ríos y valles fácilmente inundables. Esta complicada orografía, con pronunciadas pendientes y desniveles que se ocultan bajo la espesa vegetación, han impedido a la carretera Panamericana continuar en este punto.
En total son 575.000 hectáreas de selva tropical con una gran diversidad, en donde la naturaleza es la única protagonista y no existe ningún tipo de urbanización. Gran parte de la región está declarada como parque natural debido a su enorme diversidad y las únicas personas que habitan permanentemente este inhóspito lugar pertenecen a tribus nativas.
Las "Pangas", lanchas de transporte público con motores de hasta 200 caballos, conectan Turbo (en el golfo de Urabá) con Quibdó; un trayecto que suele llevar entre 14 y 16 horas. |
Conquistadores
Lo cierto es que para ser uno de los sitios más inaccesibles del mundo, esta zona fue de las primeras en ser colonizadas por los europeos. Algunas fuentes citan a Santa María la Antigua del Darién como la primera ciudad fundada por los españoles en "Tierra Firme" americana, convirtiéndose en el punto de partida para la conquista del continente.
En 1502, Colón llega a las costas del istmo de Panamá donde funda un asentamiento llamado Belén que sería inmediatamente arrasado por los nativos. Después llegarían otros intentos como Nombre de Dios en la gobernación de Veragua o Santa Cruz, en la efímera gobernación de Coquivacoa, que solo duró tres meses.
En 1510, Alonso de Ojeda escapa de los ataques de los indígenas en Coquivacoa y funda el fuerte de San Sebastián de Urabá, pero rápidamente se tiene que trasladar a otro lugar más seguro y amigable. La zona definida como "belicosa y malsana" había mermado el número de exploradores y soldados españoles desde los 300 iniciales hasta que solo quedaron 42 supervivientes.
Un grupo de inmigrantes cruza uno de los muchos ríos del Darién |
Uno de estos supervivientes era Vasco Núñez de Balboa, quien sugirió a la población del fuerte trasladarse hacia el golfo de Urabá, unas tierras que conocía desde 1501 y que consideraba más fértiles y menos peligrosas. Según relata Bartolomé de las Casas, los pocos españoles que quedaban abandonaron el fuerte y ese mismo año fundarían Santa María la Antigua del Darién.
Al llegar a esa nueva región los españoles se encontraron con la resistencia del cacique Cémaco, tras una batalla en la que salen victoriosos, los españoles nombran a Martín Fernández de Enciso como el primer alcalde de la nueva ciudad. Enciso resulta ser un déspota y no acaba de convencer como alcalde (una de sus ideas obsesivas es volver al fuerte de San Sebastián de Urabá, que estaba arrasado y borrado del mapa) así que Núñez de Balboa aprovecha el descontento de los colonos y le destituye.
Comienza entonces un gobierno amigable en el que Núñez de Balboa mejora las relaciones con los indios y prohíbe esclavizarlos o saquearlos; a diferencia de otros conquistadores no impone tributos a los caciques ni se reparte sus tierras. También siembra cultivos de maíz y yuca e introduce el cerdo en América.
La tarea no era sencilla, además de a la selva, Balboa y sus hombres se enfrentaban a tribus muy violentas que premiaban con tierras y mujeres a los heridos en combate, que no concedían ninguna tregua, se comían a los enemigos cuando se rendían y esclavizaban a los prisioneros marcándolos con fuego en la frente.
Liz Taylor con la perla "Peregrina", una joya que haciendo honor a su nombre vivió numerosas aventuras |
Balboa cruzó hasta en tres ocasiones el istmo del Panamá, en su última incursión pretendía explorar el nuevo mar por lo que llevó tres bergantines desmontados por toda la selva de Darién para volver a armarlos al llegar a su destino.
Todo estos progresos suscitaron la envidia y el recelo de Pedrarias Dávila (también conocido como la "ira de Dios") que había sido nombrado gobernador de Castilla de Oro, una región que abarca territorios de Nicaragua, Costa Rica, Panamá y Colombia... Pedrarias llegaría a la región con 2000 soldados y al ver que Balboa iba a llegar a Perú decidió acabar con su vertiginoso ascenso.
Decapitación de Núñez de Balboa |
Así era Pedrarias, un perfecto villano que lograría destruir la paz y el progreso de la región en un tempo récord. Tras una pésima gestión, los cultivos no dan para alimentar la nueva población de la ciudad, los indios se niegan a trabajar para los nuevos gobernadores y aparecen el hambre y las epidemias. Pedrarias decide entonces esclavizar a los nativos pero ya nada puede frenar la decadencia de la ciudad. En 1519 Pedrarias huye en busca de tierras menos hostiles y funda la actual ciudad de Panamá.
Los españoles no fueron los únicos que intentaron recorrer el Tapón del Darién y asentarse en el lugar, también hay un registro de que un grupo de colonizadores escoceses que intentaron lo mismo en 1698. Los escoceses fundaron un asentamiento comercial costero, pero al cabo de unos años, la mayoría habían fallecido por culpa de las enfermedades o de los ataques españoles. La breve aventura colonial le hizo perder tanto dinero a Escocia que lejos de expandir sus territorios, acabó comprometiendo su propia independencia. Tan solo una década después Escocia firmaba el Tratado de unión con Inglaterra.
Exploradores
Ya en el siglo XIX, Estados Unidos fantaseaba con la idea de un canal que comunicara el Caribe con el Pacífico, una idea que se acabó materializando con el Canal de Panamá. Con esa idea en mente, en 1854 mandaron al teniente Isaac Strain con 27 hombres para estudiasen un posible trazado para un canal que atravesaría el Darién y toda Centroamérica.
Otra expedición británica lo intentó en esa misma época con idéntico resultado. A duras penas lograron recorrer menos de 42 kilómetros en 19 días. Regresaron con cuatro hombres muertos por los indígenas y otro por agotamiento.
En años posteriores numerosos equipos de aventureros intentaron cruzar esta hostil franja de selva con distintos vehículos, hasta cinco afirman haberlo conseguido, pero la realidad es que solo se han podido verificar dos expediciones:
La primera expedición que logró atravesar el Tapón de Darién con su vehículo fue la Trans-Darién Expedition en 1960. Liderados por un matrimonio panameño, la prestigiosa antropóloga Reina Aráuza y su marido, el cartógrafo Amado Aráuz, esta expedición logró cruzar la frontera terrestre entre Panamá y Colombia usando un Land Rover apodado la "Cucaracha Cariñosa" y un Jeep modificado para la aventura extrema. Les acompañaban el oficial británico Richard E. Bevir y el ingeniero australiano Terence John Whitfield.
Su investigación posteriormente ayudó a proclamar al Parque Nacional Darién como lugar de Patrimonio Mundial de la Humanidad de la UNESCO. Una reserva natural que se extiende entre 100 y 160 km de longitud, desde el norte hasta la costa sur de Panamá, desde el Atlántico hasta el Pacífico.
La expedición Trans-Darién arrastra a duras penas a la "Cucaracha Cariñosa" |
El segundo cruce confirmado del Darién fue doce años después del matrimonio Aráuza. La British Trans-Americas Expedition, organizada por la Armada Británica, cruzó el Tapón del Darién como parte de una ambiciosa ruta terrestre de 33.000 Km que pretendía conectar el círculo polar ártico con el antártico. En 1972 un reconocido explorador británico, el coronel John Blashford-Snell, lideró un equipo de 60 personas que usando Range Rovers lograron completar el recorrido por carretera desde Alaska hasta Cabo de Hornos. En este inmenso viaje, el grupo tuvo que atravesar el Tapón del Darién, una experiencia que fue descrita por Blashford-Snell como "el desafío más grande de su carrera".
Más tarde, los vehículos tuvieron que ser transportados en balsas inflables hechas a la medida para poder cruzar la complicada región del vasto pantanal de Atrato. Finalmente, lo lograron, aunque la mitad del equipo tuvo que desistir a casusa de las heridas, infecciones, fiebres y otros males.
La British Trans-Americas Expedition arrastra sus Range Rover por el lodo del Darién |
Migrantes
En una región sin ley, entre 1996 y 2005, las Farc y los paramilitares del bloque Élmer Cárdenas del Alemán sembraron el río Atrato de cadáveres. Después llegó el narcotráfico, ante el aumento de los controles marítimos, los narcotraficantes colombianos y panameños optaron por sobornar a los indígenas locales para crear rutas terrestres que cruzasen el Tapón de Darién, una región que debido a sus condiciones a penas cuenta con controles policiales.
Hasta 2021, el número de personas que cruzaban la selva era relativamente pequeño en comparación con otras vías migratorias, sin embargo ese año más de 130.000 migrantes lograron cruzar la selva a pie, frente a una media de menos de 11.000 durante años anteriores. En 2022, las llegadas se dispararon hasta las 250.000 personas. En 2023 la cifra se duplicó hasta superar las 500.000 personas.
Muchos de los migrantes vienen desde países cercanos que sufren graves crisis económicas y de seguridad (en particular Venezuela, Ecuador y Haití), pero también hay personas llegadas desde cualquier punto del planeta atraídos por la porosidad de esta frontera y la ausencia de controles fronterizos.
En los últimos años por ejemplo es común encontrar inmigrantes llegados desde Yemen que huyen de la guerra en su país de origen. Estos migrantes no necesitan visado para entrar en Ecuador, y desde allí prosiguen su camino hacia EEUU con la esperanza de lograr asilo político.
La presencia de familias con niños también es cada vez más frecuente, el 22% del flujo migratorio son niños y adolescentes. La mayoría de los migrantes se dirigen hacia EE. UU, en muchos casos no tienen pasaporte y lo peor que les puede pasar (a parte de perder la vida en la selva) es ser interceptados y recluidos en alguno de los centros de detención del Darién, un limbo del que nunca saben cuando saldrán.
Los gobiernos de ambos lados de la frontera, presionados por EEUU, han hecho tibios esfuerzos por abordar el cuello de botella migratorio que supone el Tapón del Darién. Sin embargo la tendencia al alza parece imparable:
El uso del Tapón del Darién como paso migratorio, comenzó a finales de la década de los 90, cuando numerosos colombianos recurrieron a esta vía para huir del conflicto interno y la violencia en su país de origen. Panamá no empezó a registrar oficialmente los cruces de migrantes hasta 2010, en los cuatro años siguientes las autoridades registraron una media de aproximadamente 2.400 cruces al año.
El primer repunte real tuvo lugar en 2015 y 2016, cuando se registraron más de 30.000 llegadas anuales. Tras un descenso temporal, la cifra casi se ha duplicado anualmente desde 2021, cuando numerosos haitianos usaron esta vía para huir de su país. Desde entonces la cifra no ha parado de crecer, en Agosto de 2023 se registraron más de 81.000 personas cruzando el Tapón del Darién, la cifra más alta de la que se tiene constancia.
En 2021, unos 19.000 haitianos intentaron cruzar el Tapón de Darién para huir de su país. |
Como es lógico, el tránsito de cientos de miles de personas a través de un entorno tropical inhóspito sin presencia estatal ni policial genera numerosos dramas. Los migrantes pagan a los traficantes locales altas sumas de dinero para desplazarse por mar o tierra (la alternativa más barata). La posibilidad de desplazarse depende del dinero que poseas, lo que obliga a muchas mujeres sin dinero a recurrir al trabajo sexual.
En los últimos años, ante la falta de empleo en la región, multitud de lugareños están dispuestos a ofrecer sus servicios como guías y anfitriones. Una vez que los migrantes logran atravesar el tapón, autobuses operados por compañías privadas están disponibles para llevarlos hasta la frontera con Costa Rica, la siguiente etapa de su viaje.
El recorrido a través de la selva dura varios días en los que los migrantes enfrentan calor, cansancio y la amenaza de enfermedades. A todo esto se suman depredadores, fauna venenosa, ataques de grupos criminales y frecuentes inundaciones que suponen un gran número de muertes al año. Paradójicamente, la mayoría de los inmigrantes que mueren en la ruta "terrestre" del Tapón del Darién lo hacen ahogados.
Las rutas en el lado colombiano son algo más seguras, básicamente gracias a la supervisión de los Gaitanistas, una prospera banda criminal que controla el tráfico de cocaína a lo largo del Pacífico.
Sin embargo, la presencia del crimen organizado es mucho menor en el lado panameño de la frontera, lo cual se traduce en que los riesgos de violencia física son mucho mayores. Bandas locales hostigan y atacan a los grupos de migrantes que caen en sus manos, y se cree que son responsables de un gran número de asesinatos, violaciones y otros tipos de violencia. En los primeros 6 meses de 2023, los organismos humanitarios en el Darién panameño registraron cerca de 200 incidentes de violencia sexual.
En los centros estatales de recepción de migrantes la cosa no mejora; funcionarios fronterizos han abusado de mujeres vulnerables conscientes de que un inmigrante sin papeles tiene muy difícil denunciar este tipo de delitos en Panamá o Colombia. Como resultado, funcionarios corruptos y grupos violentos operan con total impunidad en toda esta región: según una encuesta reciente, el 97% por ciento de los migrantes que se dirigen a EE. UU. consideran el Tapón del Darién la parte más peligrosa de su viaje.
+ info: BBC - La Nación - Migration - OpenDemocracy