Los valles secos de McMurdo o "Valles Secos" a secas, son un conjunto de valles que se encuentran en la tierra de Victoria, en la Antártida. El calificativo de "secos" se queda muy corto, esta zona es uno de los desiertos más secos del mundo, si no el que más; con regiones en las que no ha llovido en los últimos dos millones de años. Esta región está considerada el lugar más seco del mundo y su ausencia de nieve no se debe a que no haga frío; la temperatura media es de 20ºC bajo cero, aunque en invierno puede descender hasta los -50°C.
Cuando pensamos en la Antártida nos solemos imaginar un páramo de hielo y nieve, donde el color blanco domina el paisaje. Pero lo cierto es que no toda la Antártida es así. Los Valles Secos de McMurdo, al oeste del Mar de Ross, son un desierto de casi 5000 km cuadrados de tonos grises y marrones.
Los responsables de este singular paisaje sin nieve, ni hielo, ni precipitaciones son los vientos catabáticos. Un viento que se produce cuando el aire frío y denso desciende por las pendientes de las montañas a unos 100 km/h, con ráfagas que duplican o triplican ese valor.
| El único hielo que se encuentra en los valles es en forma de glaciares alpinos a lo largo de las escarpadas laderas del valle y el hielo permanente que cubre los lagos en el fondo del valle. |
Este viento catabático evapora a su paso cualquier vestigio de humedad en el ambiente. Cualquier precipitación que caiga en forma de nieve en el fondo del valle es arrastrada por los fuertes y secos vientos catabáticos, a través del proceso de sublimación. Las montañas que rodean los valles también favorecen este escenario, ya que propician estas rachas de viento a la vez que impiden que las precipitaciones de nieve alcancen el suelo.
Cuando el capitán Scott y su expedición polar descubrieron los Valles Secos en 1903, creían que no había vida en ellos, y sin embargo, si que la hay... Los Valles de McMurdo albergan una sorprendente biodiversidad adaptada al clima extremo y de la que la ciencia aún tiene mucho por descubrir.
A diferencia de otras regiones de la Antártida, aquí no suelen verse grandes mamíferos. Sin embargo, sí que hay otras formas de vida fascinantes para la ciencia. La mayoría consisten en microorganismos, como bacterias e invertebrados microscópicos, que prosperan en el suelo. Aquí, los científicos han encontrado unas bacterias fotosintéticas endolíticas que viven en el interior de las rocas, donde pueden resguardarse del aire extremadamente seco del ambiente.
Estas características hacen de los Valles de McMurdo un laboratorio ideal para comprender cómo la vida puede prosperar y adaptarse en las condiciones más extremas. De hecho, los científicos lo consideran un magnífico escenario para investigar cómo podría existir o haber existido la vida en Marte.
Además, esta región incluye numerosas características geológicas sumamente interesantes tales como el lago Vida o el río Onyx, el río más largo de la Antártida.
Lago Vida:
El lago Vida es un lago de cuenca cerrada endorreica (sin salida al mar) que constituye una cápsula temporal para ADN antiguo. Es uno de los lagos más grandes de la región de los valles secos de McMurdo. Al igual que muchos cuerpos de agua de la Antártida, posee una salinidad considerablemente superior a la del agua de mar (unas siete veces mayor que la del agua del océano).
La zona superior del lago Vida se encuentra congelada durante todo el año con una capa de hasta 19 m de hielo congelado. Esta cubierta de hielo es la más gruesa de la tierra (excluyendo glaciares) y forma un sello sobre las aguas salobres que aisla del exterior todo el interior del lago.
El alto contenido salino hace que la base del lago permanezca en estado líquido a pesar de que la temperatura del exterior nunca sobrepase los -10 °C. La cubierta de hielo ha sellado el agua del lago durante miles de años creando una especie de reserva inalterada. En 2002 un grupo de científicos encontraron varios microbios que llevaban congelados 2800 años en la cubierta de hielo, estos microbios fueron descongelados con éxito y reanimados (lo cual no suena muy tranquilizador).
Lago Don Juan:
En la misma región de Tierra de Victoria se encuentra un lago aun más salino. En 1961, dos pilotos de helicóptero, el teniente Don Roe y el teniente John (Juan) Hickey, avistaron un lago que permanecía en estado líquido a pesar de las gélidas temperaturas del exterior (unos -30 °C). El lago fue nombrado Don Juan en honor a sus descubridores y pronto atrajo la atención de los científicos.
Se trata de un lago hipersalino pequeño y muy poco profundo localizado en el extremo oeste del valle Wright, entre la cordillera Asgard, en el sur, y la Dais, en el norte. Don Juan ha sido descrito como una zona de descarga de aguas subterráneas con una alta concentración de iones de calcio y cloruro; además se encuentra en una cuenca cerrada, por lo que el agua y la sal no pueden salir.
Las investigaciones posteriores demostraron porqué no se congelaba este lago, a diferencia de otros lagos y estanques en los valles secos antárticos, Don Juan no tiene una capa de hielo en su superficie y es el único cuerpo de agua en la Antártida que nunca se congela. Las mediciones en el lago revelaron que se trata del cuerpo de agua más salado de la Tierra con un nivel de salinidad superior al 40 %, unas 18 veces más elevada que la del océano y muy superior a la de otros lugares como el Mar Muerto o el Lago Assal.
Durante mucho tiempo los científicos pensaron que el agua del lago proviene de las descargas de los glaciares cercanos. Pero recientemente, un grupo de geólogos propuso la hipótesis de que el agua proviene de la atmósfera, un proceso llamado delicuescencia por el que la sal absorbe la humedad disponible en el aire. Por desgracia, su superficie ha ido decreciendo con el tiempo pasando de 30 cm de profundidad a apenas 15-10 cm en la actualidad.
Río Onyx
El río Onyx no es un río. Se trata más bien de una corriente de agua de deshielo que, durante los pocos meses del verano antártico, fluye desde el Este hacia el Oeste a través del valle de Wright, el valle central de los valles secos de McMurdo. Este curso de agua se origina en el glaciar Wright Lower, concretamente en el lago Brownworth situado a sus pies, y muere en el lago Vanda.
Se trata de otro ejemplo de cuenca endorreica, ya que ni el río ni el lago tienen salida al mar. Esto hace que el lago Vanda, al igual que otros lagos antárticos, tenga una gran salinidad. Toda la sal que transporta el río Onyx se concentra en el lago indefinidamente.
En la orilla de este lago Nueva Zelanda estableció una estación que permitía a sus visitantes sumergirse en las aguas hipersalinas del lago cuando la capa de hielo de su superficie se derretía en verano. Incluso existía un club llamado "Royal Lake Vanda Swim Club", cuyos miembros tenían bañarse desnudos en el lago para ser admitidos.
A pesar de tener solo 32 kilómetros de longitud, el río Onyx sería el más largo de la Antártida. En el continente antártico, no existen ríos propiamente dichos, por lo que estas corrientes de agua de deshielo serían su equivalente. Existen un total de nueve corrientes semipermanentes de agua de deshielo en la Antártida; todas ellas aparecen solo durante los pocos meses de la temporada de verano antártica. De entre todas estas corrientes, el río Onyx sería la más grande e importante (ecológicamente hablando). A pesar de que ningún pez vive en sus aguas, si que alberga vida microscópica, y las floraciones de algas en sus aguas a veces pueden ser muy extensas.
El caudal de las aguas del río Onyx presenta una gran fluctuación, tanto diaria como estacional. En algunas épocas del año, el río Onyx no llega hasta el lago Vanda, mientras que en otras ocasiones se forman riadas o inundaciones que han causado una gran erosión en su cauce. De hecho, una de las inundaciones más peculiares fue la del año 1984, cuando algunos investigadores neozelandeses que estaban en la base del lago Vanda, aprovecharon el aumento en la profundidad del río para practicar rafting en el río.
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