28 noviembre 2025

Lalish - Irak


Lalish —también escrito Lalesh, Laliş o Lalişa Nûranî— es un pequeño valle montañoso situado en el norte de Irak, aproximadamente a 60 km al noroeste de Mosul y una ciudad sagrada de la que, probablemente, nunca hayas oído hablar. Este enclave, de profundo valor espiritual, alberga la tumba del jeque Adi ibn Musafir, un místico sufí que se estableció allí en el siglo XII y cuya influencia fue decisiva en la configuración del yazidismo.


Sociedad:

Los yazidíes son una minoría de lengua kurda que practican una religión monoteísta esotérica, el yazidismo. Viven en una sociedad jerárquica dirigida por un líder secular (el emir o príncipe) y un líder religioso (Baba Sheij). Esta sociedad se divide en un sistema de castas (jeques o sheijs, que se dedican a la política, pirs, la casta religiosa, y murid, la casta con más miembros, que está formada por trabajadores); a su vez, cada casta se divide en varios clanes o tribus. Son una sociedad endogámica y los miembros de las castas se casan únicamente entre ellos. Es más, los miembros de las subcastas de los sheijs (jeques) sólo pueden casarse con miembros de la misma subcasta. Está prohibido el matrimonio entre yazidíes y gente de otras religiones y únicamente los nacidos con esta fe pueden practicarla; si estás pensando en hacerte yazidí, lamento informarte que no es posible convertirse al yazidismo. 

Año nuevo en Lalish

Religión:

El yazidismo es una religión de carácter sincrético que integra elementos del zoroastrismo, maniqueísmo, judaísmo, cristianismo nestoriano y diversas corrientes sufíes y chiíes del islam. El origen de la religión yazidí se remonta al año 2000 A.C. Esta religión es una de las ramas del Yaznadismo, un término que define las religiones preislámicas de la región del Kurdistán: Yazidismo, Yarsanismo y Alevismo. Todas ellas tienen en común que provienen de las antiguas religiones de Mesopotamia y están influenciadas por el Zoroastrismo, con elementos del islam, el cristianismo y el judaísmo. A diferencia del Yarsanismo y el Alevismo, el Yazidismo es la única que practica la taqiyya (disimular la fe cuando está en juego tu propia vida).

En la actualidad cuenta con unos 300.000 practicantes, de los cuales la mitad residen en las montañas de Jebel Sinjar y en el distrito de Shaikhan, en el noroeste de Irak. Otros 50.000 viven en Armenia y distintos países del Cáucaso, y el resto se distribuye entre el sudeste de Turquía, el norte de Siria y Europa Occidental, principalmente Alemania.

Representación de Melek Taus, el Ángel Pavo Real

Hasta el siglo VII, el yazidismo fue la religión oficial de los kurdos pero, con la llegada del islam a la región, muchos kurdos se convirtieron, por lo que el número actual de yazidíes es bastante reducido. Creen en un Dios supremo que delega el gobierno del mundo en una jerarquía de siete ángeles encabezados por Melek Taus, el Ángel Pavo Real. Su nombre en árabe sería Shaitán y no se debe pronunciar en voz alta por su gran parecido con el diablo (Satán). Entre las particularidades de esta tradición destacan ciertas normas culturales:

  • En general las puertas son sagradas y los yazidíes que llegan peregrinando a Lalish las besan. Además, no pueden pisar el peldaño que da acceso a los templos
  • Abrazan a los árboles sagrados, ya que el yazidismo es una religión muy vinculada a la naturaleza
  • Las mujeres no pueden cortarse el pelo
  • La ropa interior debe ser siempre blanca
  • Aunque muchos yazidíes tienen el pelo y la piel oscura, algunos tienen el pelo más claro, incluso casi rubio, ya que no pertenecen a la misma etnia que los iraquíes.
  • Las bodas están prohibidas en abril, ya que es el mes sagrado para los yazidíes
  • El color azul oscuro está prohibido, ya que es el color sagrado con el que se representa a su dios Melek Taus
  • No comen cerdo, como los musulmanes, ni tampoco lechuga (el diablo se escondió una vez en una), calabaza, gacelas ni okra
  • Celebran el bautismo, como los cristianos, creen en la reencarnación, como los hindúes, y el sábado es su día de descanso, como los judíos. Además, sacrifican toros, como en el Mitraísmo, consideran el fuego como un elemento sagrado, como en el Zoroastrismo, y adoran al sol como en el Antiguo Egipto

El fuego es un elemento sagrado en la celebración de Año Nuevo (herencia del Zoroastrismo)

Los yazidíes rezan cinco veces al día de manera individual y todas las oraciones se hacen orientadas hacia el sol, excepto la del mediodía, en la que se orientan hacia Lalish. Todo creyente debe realizar al menos una vez en su vida una peregrinación de seis días a Lalish, visitando la tumba del jeque Adi y otros lugares sagrados. Asimismo, los yazidíes de la región participan anualmente en la Fiesta de la Asamblea, que tiene lugar entre finales de agosto y principios de septiembre, coincidiendo con el fin de año hebreo: entre el 23 de Elul (último mes del calendario hebreo moderno) y el 1 de Tishrei (primer mes del calendario hebreo).

Historia:

Se estima que el santuario de Lalish tiene una antigüedad de unos 4.000 años, lo que refuerza su importancia histórica y simbólica. En el siglo XII, Adi ibn Mosāfer se trasladó a Lalish, donde murió en 1162. Fue enterrado allí mismo y el pueblo pasaría a ser un lugar sagrado de peregrinaje para el yazidismo, pero en 1414, la tumba fue completamente arrasada tras una cruenta batalla.

Las puertas son sagradas para el yazidismo

Los yazidíes se autodenominan dawasi, aunque tradicionalmente han sido objeto de incomprensión por parte de algunos de sus vecinos musulmanes suníes, quienes los han calificado erróneamente como “adoradores del diablo”, generando persecuciones prolongadas a lo largo de los siglos. En 1892, el valle fue ocupado por tribus musulmanas de los alrededores bajo dominio otomano, lo que derivó en el saqueo del mausoleo y en la conversión del templo en una escuela coránica. Esta situación provocó una amplia rebelión yazidí en las regiones de Shekhan y Shingal. No fue hasta 1904 cuando, bajo el liderazgo de Mîr Alî Beg, los yazidíes lograron recuperar el control del templo.

Genocidio:

Sin embargo el acoso a esta religión no ha cesado en los últimos años. Estado Islámico (Dáesh o ISIS) los considera herejes y en 2014 el grupo mató en pocos días a más de 5000 yazidíes, principalmente hombres, convirtió a los niños en soldados y secuestraron a más de 10.000 mujeres y niñas para ser vendidas como esclavas sexuales. Muchos yazidíes fueron obligados a convertirse al Islam para salvar sus vidas. 

Tras el avance del Estado Islámico y el asedio de Kocho y Sinjar, su bastión histórico a 300 kilómetros de distancia, miles de yazidíes huyeron buscando refugio en Lalish. Gracias a la apertura de un corredor terrestre por parte de las Unidades de Protección del Pueblo (YPG) y el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), unas 50.000 personas lograron escapar de la montaña de Sinjar y desplazarse hacia Lalish o Shekhan. Como respuesta a este ataque, se crearon las Fuerzas de Protección de Ezidkhan o HPE, una unidad militar formada por yazidíes y dedicada a luchar contra el Estado Islámico. 

El genocidio del pueblo yazidí ha sido expuesto en la ONU por Nadia Murad, premio Nobel de la paz en 2018, sin embargo a día de hoy quedan más de 2000 yazidíes desaparecidos y siguen siendo una comunidad perseguida y desplazada. Antes de 2014 había en Irak 550.000 yazidíes, pero desde entonces unos 100.000 se fueron al exilio y otros 360.000 siguen en campos de desplazados, en su mayoría en Kurdistán.

Los pocos yazidíes que han sobrevivido en Lalish viven en una relativa tranquilidad, protegidos por el HPE y los peshmergas, el ejército kurdo. De hecho, la ciudad es una visita muy recomendada (extremando las precauciones, claro está). Por cierto, si estás pensando visitarla, Lalish es una ciudad sagrada, por lo que está prohibido entrar con zapatos. A la entrada de la ciudad te indicarán que debes dejar tu calzado en el coche o la mochila y únicamente podrás entrar descalzo o con calcetines

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