La calle principal de Norilsk, Leninsky Prospekt, mide 2,25 kilómetros de largo. |
Norilsk es el núcleo urbano más grande del norte de Siberia (cerca de 230.000 habitantes) y uno de los últimos territorios en donde habitaron los mamuts. Situada 400 Km en el interior del Círculo Polar Ártico, sería la ciudad más septentrional del mundo de este tamaño (mayor de 100.000 habitantes) y, según los propios medios rusos, también ostentaría el título de "la ciudad más deprimente del mundo".
Para entender el aura de infelicidad que desprende esta ciudad primero hay que remontarse a sus orígenes: El plan urbanístico de Norilsk fue concebido en 1940 por arquitectos de Leningrado, toda la ciudad fue creada por prisioneros de los gulags, los campos de trabajo soviéticos. Cerca de 16.000 prisioneros perdieron aquí su vida debido a los trabajos forzados, el frío o las sucesivas hambrunas (entre 1941 y 1944, todo el país estaba inmerso en la guerra y apenas llegaba comida hasta esta remota región).
Pero... ¿por qué venir a morir a este remoto rincón? Esta ciudad no tendría ningún sentido de no ser porque a un kilómetro de profundidad bajo tierra se esconde un inmenso tesoro en forma de níquel, cobre, cobalto, platino, paladio... La riqueza minera de esta zona es el único motivo para aguantar donde nadie más querría estar.
La industria extractiva de Norilsk es su bendición y su condena |
La región de Norisk es la mayor productora a nivel mundial de níquel y paladio, pero también cuenta con importantes reservas de cobre y cobalto; todos ellos minerales escasos y difíciles de encontrar que sin embargo son imprescindibles para smartphones, ordenadores portátiles, tablets, etc... Paradójicamente, hace relativamente poco que Norisk ha logrado un servicio de internet aceptable con el que poder usar todos estos dispositivos.
Actualmente, Norilsk es famosa por su clima extremo, sus duras condiciones de vida y su incesante actividad minera. Los prisioneros de los gulag levantaron una industria minera que hoy en día es el orgullo de Rusia: de Norilsk sale el 20% del níquel mundial... pero también el 1% de las emisiones de óxido de sulfuro. Aquí se localiza la mayor planta metalúrgica y el mayor complejo minero del planeta, unas instalaciones que suponen el 2% del PIB de Rusia, pero esto también implica que durante años haya sido considerada la ciudad más contaminada del mundo.
La serie fotográfica "Block 17" de Christophe Jacrot refleja el ambiente deprimente de la ciudad |
La leyenda negra de Norilsk mezcla mito con realidad, pero sin duda hay algunos datos escalofriantes:
- Debido a la baja calidad de vida, poca gente llega a vieja... La esperanza de vida es de 50 años, 10 años menos que el resto de Rusia.
- La mortalidad infantil de Norilsk es la más alta de Rusia: casi un 16% de las muertes de niños del país se producen aquí.
- Sus habitantes tienen el doble de posibilidades de tener cáncer, asma, alergias y enfermedades cardíacas, pulmonares o digestivas.
- No tiene un sólo árbol vivo en un radio de 48 kilómetros debido a la constante lluvia ácida.
- La tundra que rodea Norilsk es un yermo contaminado, la concentración de metales pesados en el suelo es tan elevada que está prohibido recoger setas y bayas en un radio de 30 kilómetros
- Algunos días, la nieve cae con un extraño color oscuro que se aproxima al negro.
- El aire huele a azufre porque está contaminado por partículas de metales pesados como níquel, cobre, cobalto, plomo o selenio. Para completar esta aterradora mezcla química, también hay óxidos de carbono y nitrógeno, fenoles y sulfuro de hidrógeno. Cuentan que una mañana apareció la estatua de Lenin que hay en la plaza del pueblo adornada con una máscara de gas
Leyenda negra o realidad, lo cierto es que la empresa "MMC Norilsk Nickel" levantó la ciudad en torno a una gran planta de procesamiento que durante siete décadas operó en esta zona. La enorme planta generó empleo para todos los ciudadanos de Norilsk, pero a cambio de un elevado precio: la salud de sus habitantes. La explotación descontrolada de los yacimientos de cobre y níquel durante décadas contaminaron la región hasta límites insospechados; si nos atenemos a criterios medioambientales, Norilsk llegó a ser considerada la peor ciudad del mundo para vivir.
Finalmente, la planta fue cerrada y trasladada a las afueras de la ciudad por la propia empresa para librar de la polución las zonas residenciales y lograr una ciudad más limpia. Hoy en día el problema parece controlado salvo por vertidos como el de 2016, que tiñó el río Daldikan de color rojo.
El río Daldykan se ha teñido de color rojo sangre en varias ocasiones sin que se esclarezcan los motivos |
Más allá del mito, lo cierto es que Norilsk ya no es la ciudad más contaminada del mundo (ha bajado hasta la séptima posición) pero sigue siendo la más contaminada de Rusia. Al margen de la contaminación y sus causas, a Norilsk le sobran los motivos para ser considerada la ciudad más deprimente del mundo: Su localización al norte del círculo polar ártico tiene como consecuencia que Norislk pase 45 días al año sin ver el sol, sumidos en una noche permanente.
A su alta contaminación hay que añadir un clima extremo, con inviernos a -30º C de media, no es la ciudad más fría del mundo (eso será otro post) pero se le parece demasiado. En Norilsk suele nevar... 270 días al año más concretamente. Con frecuencia se forman fuertes tormentas de nieve con vientos que superan los 70 Km/h. En ocasiones las temperaturas han bajado hasta los 62 grados bajo cero, excesivo hasta para los rusos...
El suelo es una inestable capa de hielo, perenne pero traicionera, con un subsuelo de permafrost que con el paso de las décadas y los cambios de volumen, agrieta y tambalea las viviendas prefabricadas. Los derrumbes son frecuentes en Norilsk y el mantenimiento de los edificios plantea enormes problemas debido al deshielo del permafrost.
Los edificios abandonados quedan irrecuperables (Foto: Elena Chernyshova) |
No existe ninguna carretera o vía férrea que enlace con alguna otra ciudad. La única salida de esta inhóspita ciudad es un aeropuerto donde los vuelos sufren frecuentes cancelaciones por los temporales de nieve y donde aterrizar supone toda una odisea. La otra alternativa es el río Yenisei, que puede llevarte al interior de Siberia o a su desembocadura en el mar; como es previsible el río está completamente helado durante gran parte del año.
Norilsk es una fortaleza, sobre todo para los extranjeros, que tienen prohibido visitarla sin un permiso del Servicio Federal de Seguridad de Rusia (el sucesor del KGB).
La cotidianidad es un lujo en Norilsk: cada coche, baldosa, tubería, ropa, fruta o verdura ha llegado hasta aquí en rompehielos o en avión. Las provisiones llegan en rompehielos hasta el puerto de Dudinka, mientras que otros bienes más delicados lo hacen en avión. Mientras que la mayoría de los países preservan la cadena de frío para que la comida no se pudra, en Norilsk se utilizan cámaras especiales para que la verdura no se congele... los tomates, por ejemplo, solo pueden viajar en avión.
El urbanismo de Norilsk es tan feo como adaptado a su entorno: los edificios se agrupan formando patios cerrados comunicados por estrechos callejones al abrigo de los fuertes vientos. |
Hoy en día los habitantes de Norilsk son una mezcla de indígenas, descendientes de presos, nuevos colonos y buscavidas. La ciudad es famosa en toda Rusia por el frío y las duras condiciones de vida, pero para muchos ofrece mejores oportunidades que otras regiones del país. En la fundición, las condiciones laborales son especialmente duras, la concentración de gases tóxicos es tan elevada que muchos operarios trabajan protegidos con mascarillas y respiran mediante tubos conectados a botellas de oxígeno.
Más allá de la recurrente minería tradicional recientemente han surgido nuevas y contaminantes alternativas: la empresa rusa BitCluster, dedicada al minado de criptomonedas, se acaba de instalar en la ciudad bajo el paraguas del gigante minero Norilsk Nickel. El lugar supone varias ventajas para la minería criptográfica ya que su frío extremo reduce la necesidad de refrigeración (y el consumo eléctrico), además la empresa Norilsk Nickel proporciona un suministro de energía relativamente barato y que no está conectado a ninguna de las redes eléctricas de Rusia.
Uno de los pasatiempos preferidos en Norilsk es hacer un agujero en el hielo y bañarse en el agua helada... cosas de rusos (Foto: Elena Chernyshova) |
El día a día en Norilsk no concede muchas alegrías. En invierno, la ciudad se sume en la larga noche que va desde finales de noviembre hasta finales de enero. Los colegios y guarderías tienen sensores para calcular la sensación térmica en función del viento y la temperatura, durante esta época suele estar prohibido realizar actividades al aire libre por lo que prácticamente toda la vida se desarrolla entre cuatro paredes. Para compensar que los niños no pueden jugar en el patio, las escuelas disponen de grandes espacios cerrados donde practicar deporte.
Desde finales de mayo hasta finales de julio, el sol nunca se pone tras el horizonte; los sufridos habitantes de Norilsk celebran el "día polar" con un festival en la tundra en el que aprovechan los días de sol ininterrumpido del verano ártico y sus amables temperaturas, que pueden llegar a los 30º C. No existen zonas verdes, por lo que el único lugar de recreo sería el lago Dólgoye, situado entre la ciudad y la zona industrial.
Las plazas de Norilsk se refugian al abrigo de los bloques de pisos (Foto: Rusia Beyond) |
A pesar de las inclemencias, sus ciudadanos parecen felices, cobran mejores salarios que en otras regiones mineras del país (unos 1200 euros), disfrutan de 90 días de vacaciones al año, se jubilan anticipadamente a los 45 y suelen contar con un piso gratis en zonas más templadas y acogedoras cuando se retiran.