Los centinelas vigilan una casita (Foto: Pierre Destribats) |
Al norte de Finlandia, en el interior de la región de Laponia, existe un bosque donde el invierno cubre todo de hielo y nieve, donde las temperaturas bajan hasta los -40ºC y donde la blancura infinita domina todo el paisaje...
Laponia es una de las regiones más septentrionales de Europa, situada al Norte del Círculo Polar Ártico, abarca territorios de Noruega, Suecia, Finlandia y Rusia. Su clima se podría considerar continental, aunque la proximidad del Océano Ártico también garantiza abundantes precipitaciones de nieve.
Allí, gigantescos árboles cubiertos de hielo y nieve son los únicos seres vivos visibles durante el invierno; mientras los peces sobreviven bajo el hielo y muchos mamíferos optan por invernar, los denominados "Centinelas del Ártico" permanecen en guardia, inmóviles en un escenario que parece detenido en el tiempo.
Se trata de árboles con cientos de años a sus espaldas que se han adaptado perfectamente a su medio y que sobresalen como enormes torres de hielo en la monotonía del paisaje. Atrapados entre nieve y hielo, estas fantasmagóricas figuras acaban con una coraza helada que los vuelve irreconocibles.
Según una antigua leyenda nórdica, estas estructuras son los guardianes de las tierras del norte: Los Centinelas del Ártico. Los cuentos y las tradiciones populares laponas, hablan de estos arboles como criaturas mágicas que vigilan los bosques durante el invierno, protegiendo y ayudando a los seres que los habitan; se dice que cada invierno, ancestrales seres gigantes toman vida en cada uno de estos enormes árboles.
Esta extraña estampa se repite cada invierno en esta región de Laponia. Cuando las temperaturas descienden entre los -15 y los -40 grados centígrados, estos enormes árboles centenarios quedan cubiertos de nieve hasta convertirse en gigantes de hielo cabizbajos que vigilan este fascinante rincón del mundo.