28 noviembre 2025

Lalish - Irak


Lalish —también escrito Lalesh, Laliş o Lalişa Nûranî— es un pequeño valle montañoso situado en el norte de Irak, aproximadamente a 60 km al noroeste de Mosul y una ciudad sagrada de la que, probablemente, nunca hayas oído hablar. Este enclave, de profundo valor espiritual, alberga la tumba del jeque Adi ibn Musafir, un místico sufí que se estableció allí en el siglo XII y cuya influencia fue decisiva en la configuración del yazidismo.


Sociedad:

Los yazidíes son una minoría de lengua kurda que practican una religión monoteísta esotérica, el yazidismo. Viven en una sociedad jerárquica dirigida por un líder secular (el emir o príncipe) y un líder religioso (Baba Sheij). Esta sociedad se divide en un sistema de castas (jeques o sheijs, que se dedican a la política, pirs, la casta religiosa, y murid, la casta con más miembros, que está formada por trabajadores); a su vez, cada casta se divide en varios clanes o tribus. Son una sociedad endogámica y los miembros de las castas se casan únicamente entre ellos. Es más, los miembros de las subcastas de los sheijs (jeques) sólo pueden casarse con miembros de la misma subcasta. Está prohibido el matrimonio entre yazidíes y gente de otras religiones y únicamente los nacidos con esta fe pueden practicarla; si estás pensando en hacerte yazidí, lamento informarte que no es posible convertirse al yazidismo. 

Año nuevo en Lalish

Religión:

El yazidismo es una religión de carácter sincrético que integra elementos del zoroastrismo, maniqueísmo, judaísmo, cristianismo nestoriano y diversas corrientes sufíes y chiíes del islam. El origen de la religión yazidí se remonta al año 2000 A.C. Esta religión es una de las ramas del Yaznadismo, un término que define las religiones preislámicas de la región del Kurdistán: Yazidismo, Yarsanismo y Alevismo. Todas ellas tienen en común que provienen de las antiguas religiones de Mesopotamia y están influenciadas por el Zoroastrismo, con elementos del islam, el cristianismo y el judaísmo. A diferencia del Yarsanismo y el Alevismo, el Yazidismo es la única que practica la taqiyya (disimular la fe cuando está en juego tu propia vida).

En la actualidad cuenta con unos 300.000 practicantes, de los cuales la mitad residen en las montañas de Jebel Sinjar y en el distrito de Shaikhan, en el noroeste de Irak. Otros 50.000 viven en Armenia y distintos países del Cáucaso, y el resto se distribuye entre el sudeste de Turquía, el norte de Siria y Europa Occidental, principalmente Alemania.

Representación de Melek Taus, el Ángel Pavo Real

Hasta el siglo VII, el yazidismo fue la religión oficial de los kurdos pero, con la llegada del islam a la región, muchos kurdos se convirtieron, por lo que el número actual de yazidíes es bastante reducido. Creen en un Dios supremo que delega el gobierno del mundo en una jerarquía de siete ángeles encabezados por Melek Taus, el Ángel Pavo Real. Su nombre en árabe sería Shaitán y no se debe pronunciar en voz alta por su gran parecido con el diablo (Satán). Entre las particularidades de esta tradición destacan ciertas normas culturales:

  • En general las puertas son sagradas y los yazidíes que llegan peregrinando a Lalish las besan. Además, no pueden pisar el peldaño que da acceso a los templos
  • Abrazan a los árboles sagrados, ya que el yazidismo es una religión muy vinculada a la naturaleza
  • Las mujeres no pueden cortarse el pelo
  • La ropa interior debe ser siempre blanca
  • Aunque muchos yazidíes tienen el pelo y la piel oscura, algunos tienen el pelo más claro, incluso casi rubio, ya que no pertenecen a la misma etnia que los iraquíes.
  • Las bodas están prohibidas en abril, ya que es el mes sagrado para los yazidíes
  • El color azul oscuro está prohibido, ya que es el color sagrado con el que se representa a su dios Melek Taus
  • No comen cerdo, como los musulmanes, ni tampoco lechuga (el diablo se escondió una vez en una), calabaza, gacelas ni okra
  • Celebran el bautismo, como los cristianos, creen en la reencarnación, como los hindúes, y el sábado es su día de descanso, como los judíos. Además, sacrifican toros, como en el Mitraísmo, consideran el fuego como un elemento sagrado, como en el Zoroastrismo, y adoran al sol como en el Antiguo Egipto

El fuego es un elemento sagrado en la celebración de Año Nuevo (herencia del Zoroastrismo)

Los yazidíes rezan cinco veces al día de manera individual y todas las oraciones se hacen orientadas hacia el sol, excepto la del mediodía, en la que se orientan hacia Lalish. Todo creyente debe realizar al menos una vez en su vida una peregrinación de seis días a Lalish, visitando la tumba del jeque Adi y otros lugares sagrados. Asimismo, los yazidíes de la región participan anualmente en la Fiesta de la Asamblea, que tiene lugar entre finales de agosto y principios de septiembre, coincidiendo con el fin de año hebreo: entre el 23 de Elul (último mes del calendario hebreo moderno) y el 1 de Tishrei (primer mes del calendario hebreo).

Historia:

Se estima que el santuario de Lalish tiene una antigüedad de unos 4.000 años, lo que refuerza su importancia histórica y simbólica. En el siglo XII, Adi ibn Mosāfer se trasladó a Lalish, donde murió en 1162. Fue enterrado allí mismo y el pueblo pasaría a ser un lugar sagrado de peregrinaje para el yazidismo, pero en 1414, la tumba fue completamente arrasada tras una cruenta batalla.

Las puertas son sagradas para el yazidismo

Los yazidíes se autodenominan dawasi, aunque tradicionalmente han sido objeto de incomprensión por parte de algunos de sus vecinos musulmanes suníes, quienes los han calificado erróneamente como “adoradores del diablo”, generando persecuciones prolongadas a lo largo de los siglos. En 1892, el valle fue ocupado por tribus musulmanas de los alrededores bajo dominio otomano, lo que derivó en el saqueo del mausoleo y en la conversión del templo en una escuela coránica. Esta situación provocó una amplia rebelión yazidí en las regiones de Shekhan y Shingal. No fue hasta 1904 cuando, bajo el liderazgo de Mîr Alî Beg, los yazidíes lograron recuperar el control del templo.

Genocidio:

Sin embargo el acoso a esta religión no ha cesado en los últimos años. Estado Islámico (Dáesh o ISIS) los considera herejes y en 2014 el grupo mató en pocos días a más de 5000 yazidíes, principalmente hombres, convirtió a los niños en soldados y secuestraron a más de 10.000 mujeres y niñas para ser vendidas como esclavas sexuales. Muchos yazidíes fueron obligados a convertirse al Islam para salvar sus vidas. 

Tras el avance del Estado Islámico y el asedio de Kocho y Sinjar, su bastión histórico a 300 kilómetros de distancia, miles de yazidíes huyeron buscando refugio en Lalish. Gracias a la apertura de un corredor terrestre por parte de las Unidades de Protección del Pueblo (YPG) y el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), unas 50.000 personas lograron escapar de la montaña de Sinjar y desplazarse hacia Lalish o Shekhan. Como respuesta a este ataque, se crearon las Fuerzas de Protección de Ezidkhan o HPE, una unidad militar formada por yazidíes y dedicada a luchar contra el Estado Islámico. 

El genocidio del pueblo yazidí ha sido expuesto en la ONU por Nadia Murad, premio Nobel de la paz en 2018, sin embargo a día de hoy quedan más de 2000 yazidíes desaparecidos y siguen siendo una comunidad perseguida y desplazada. Antes de 2014 había en Irak 550.000 yazidíes, pero desde entonces unos 100.000 se fueron al exilio y otros 360.000 siguen en campos de desplazados, en su mayoría en Kurdistán.

Los pocos yazidíes que han sobrevivido en Lalish viven en una relativa tranquilidad, protegidos por el HPE y los peshmergas, el ejército kurdo. De hecho, la ciudad es una visita muy recomendada (extremando las precauciones, claro está). Por cierto, si estás pensando visitarla, Lalish es una ciudad sagrada, por lo que está prohibido entrar con zapatos. A la entrada de la ciudad te indicarán que debes dejar tu calzado en el coche o la mochila y únicamente podrás entrar descalzo o con calcetines

+ info: Passenger

20 septiembre 2025

El Valle de la Muerte - Rusia


Cuando pensamos en el valle de la muerte, instintivamente nuestra mente se va al desierto del Mojave, en Estados Unidos, pero al otro lado del Océano Pacífico existe otro valle igualmente mortífero pero mucho menos conocido. Hoy vamos a hablar del Valle de la Muerte ruso, un valle perdido en la península de Kamchatka que sin duda se ha ganado su terrible fama.

La leyenda de este lugar empezó el 27 de julio de 1975. Vladimir Leonov, un vulcanólogo del Instituto de Vulcanología y Sismología de Rusia, y Deryagin, un ayudante del científico, estaban visitando la Reserva Natural Kronotsky, una región remota de la península de Kamchatka, cuando se encontraron con un extraño lugar...

El picudo volcán Kronotsky da nombre a la reserva

En la parte alta del río Geyser, junto a la base del volcán Kikhpinych, se encontraron un pequeño cañón ubicado en uno de los valles más pequeños de Kamchatka. Con una longitud de apenas 2 kilómetros de largo, y entre 300 y 500 metros de ancho, en este pequeño valle yacían numerosos animales muertos en el suelo. 

El fenómeno se repetía cada año, al derretirse la nieve tras el invierno, aparecían numerosos cadáveres de liebres, pájaros, carroñeros, linces, zorros, águilas, osos... Da igual el tamaño o la especie, los animales que se adentraban en este valle no lograban salir y morían sin huellas de lesiones o enfermedades externas que pudieran explicar su muerte.

Vista aérea del Valle de la Muerte

Pocos días después, Vladimir compartió su descubrimiento con un periódico local, el científico describía el lugar como tenebroso, misterioso y escribía que allí “parecía que la naturaleza había pronunciado su maldición”. Concluía su artículo explicando que “toda la vida se extingue en un lugar que respira exterminio y devastación”. El periódico catalogó el lugar como el "Valle de la Muerte", un sobrenombre que ha perdurado hasta hoy en día. 

A diferencia de su homólogo estadounidense, este valle no era un amenazador desierto caluroso, aquí el asesino era tan invisible como implacable. De hecho, en la actualidad, 50 años después de su descubrimiento, el acceso al valle sigue estando prohibido.

El Valle de la Muerte con el volcán Kikhpinych al fondo.

El valle, se encuentra en una región con gran actividad geotérmica y rodeado por una cadena de montañas eruptivas bañadas por lava, un lugar hermoso, biodiverso y hostil. Este origen volcánico podría explicar las extrañas muertes, Vladimir Leonov fue el primero en plantear la posibilidad de que un gas de origen volcánico quedase atrapado en el fondo del valle por su mayor densidad asfixiando a todos los animales que pasasen por esta zona.

Lo que empezó como una hipótesis, acabó siendo un hecho verídico contrastado por decenas de científicos que se acercaron hasta la zona: los animales acudían hasta esta zona atraídos por el calor del suelo y morían envenenados por gases tóxicos invisibles como el sulfuro de hidrógeno o el dióxido de carbono. Cualquier animal que permaneciese suficiente tiempo en el fondo del valle estaba condenado a una "muerte dulce" sin apenas darse cuenta... Sin embargo hay un detalle que no lograron resolver, muchos de los animales muertos aparecen en las afueras del valle, sin que sepamos todavía qué o quién los transporta hasta allí.

Fumarolas en la región de Kamchatka

Por supuesto, un lugar así no podía estar exento de leyendas: Los itelmenos y otras tribus de Kamchatka creen que espíritus malignos habitan el valle, atribuyendo a ellos la muerte de animales y exploradores. A lo largo del siglo XX, algunas expediciones registraron desapariciones misteriosas en la zona y supuestamente han muerto más de cien personas en los últimos 80 años, aunque se desconoce la causa exacta... A pesar de que todos los indicios atribuyen las muertes a los gases tóxicos, esta teoría no es concluyente, ya que también hay animales que viven en este valle sin aparentes problemas.

Actualmente, el Valle de la Muerte es un punto clave para la investigación científica y ha sido declarado Patrimonio Mundial por la UNESCO, asegurando que su riqueza científica y ecológica permanezca intacta para futuras investigaciones. Además de su inusual actividad geológica, los estudios en este entorno ayudan a entender el impacto de los gases volcánicos en los ecosistemas y su relación con el ciclo del carbono y el cambio climático.

Por otro lado, los científicos están particularmente interesados en los microorganismos que habitan este valle. Estos extremófilos sobreviven en condiciones realmente adversas, y su estudio podría darnos pistas sobre la posibilidad de encontrar vida en otros planetas con atmósferas hostiles, como Marte o Venus.

+ info: BeonLoop

18 agosto 2025

Atolón Bikini - Islas Marshall

Ahora en verano apetece leer historias fresquitas sobre playas paradisiacas de arenas finas, palmeras bañadas por aguas turquesas y cocos que flotan a la deriva. Atolón Bikini reúne todos estos ingredientes, pero seguramente nunca será tu próximo destino vacacional.

Como su nombre indica, el atolón Bikini es un atolón (o lo que es lo mismo, una isla con forma anular). Tiene unos 6 km² de superficie y consta de 36 pequeñas islas que rodean una gran laguna de casi 600 km². La isla fue descubierta en 1529 por una expedición española que decidió llamarla "Buenos Jardines".

Se trata de uno de los muchos atolones que forman las Islas Marshall, un archipiélago de más de mil islas en el Pacífico, a medio camino entre Hawái y Australia. Islas Marshall es un país insular en Oceanía que durante años fue un fideicomiso norteamericano, hasta que, en 1979, pasó a ser un país independiente, compuesto por cinco grandes islas y 29 atolones.

Bombas, bombas!!

Este atolón es tristemente famoso por la pruebas nucleares que se llevaron a cabo entre Julio de 1946 y 1958; durante este periodo, el gobierno de EEUU detonó decenas de bombas atómicas y de hidrógeno hasta dejar el lugar arrasado e inhabitable. Actualmente toda esta zona se encuentra deshabitada debido a los altísimos índices de radiación, pero no siempre ha sido así. Antaño, estas islas eran el hogar de una pequeña población que hizo de atolón Bikini su hogar... hasta que empezaron a caer las bombas

La historia de este remoto rincón del Pacífico se empieza a torcer tras el fin de la II GM. En plena Guerra Fría, las grandes potencias entraron en una carrera armamentística que requería numerosas pruebas nucleares. La URSS se decantó por Semipalátinsk como ya vimos en este post, mientras que Estados Unidos necesitaba un lugar mucho más aislado que Nuevo México, donde se habían realizado las primeras pruebas nucleares (también lo vimos en este post). 

En este contexto, Bikini parecía el lugar idóneo: alejado de las rutas aéreas y marítimas habituales, este pequeño atolón era propiedad de EEUU que lo incluyó en los "Territorios de Prueba del Océano Pacífico", el principal campo de pruebas nucleares del gobierno de Estados Unidos.

Antes del comienzo de las pruebas, toda la población indígena fue trasladada al atolón Rongerik, a unos 200 kilómetros al sur... nunca más regresarían a su hogar. A finales de los años 60 hubo tímidos intentos de algunos de los pobladores originales de volver a su atolón pero pronto serían evacuados de vuelta a las islas Kili por los altos niveles de radiactividad que todavía hay en Bikini.

Castle Bravo

La más famosa de estas pruebas sucedió el domingo 28 de febrero de 1954, cuando en el atolón Bikini estalló la bomba Castle Bravo, la mayor explosión nuclear jamás realizada por Estados Unidos.

Esta bomba fue 1000 veces más potente que la de Hiroshima, y sería la mayor de las 67 explosiones realizadas en esta zona. La potencia, de 15 megatones, fue tres veces mayor de lo previsto, en consecuencia el área de evacuación también fue menor de lo necesario. Los habitantes de los atolones cercanos, que se habían librado del desalojo, también acabaron sufrieron las consecuencias de la explosión.

Uno de los lugares afectados fue Rongelap, un conjunto de 61 islotes con un total de 8 km², que, en teoría, se encontraba fuera del área afectada por la bomba. Sin embargo no fue así. Según los testigos presenciales, a las seis de la mañana una explosión brutal sacudió todo el atolón de Rongelap, a 150 kilómetros de distancia de Bikini. El cielo se tiñó de color rojo sangre e inmediatamente comenzó a caer "un polvo parecido a la nieve" (en realidad se trataba del "fallout",una  lluvia radiactiva nuclear). Los niños del atolón Rongerik se emocionaron al ver esta extraña ‘nieve’ acumulándose sobre los alimentos y el suelo. Se trataba de un espectáculo bastante inusual en esta región, por lo que algunos niños se vinieron arriba y decidieron comer la ’nieve’ (todavía no se conocían muy bien los efectos de la radiación). Como es lógico todos estos niños cayeron enfermos.

El "Agujero Azul" de Atolón Bikini es en realidad el cráter dejado por la bomba Castle Bravo

Tres días después de la “nevada” llegaron a Rongelap unos hombres vestidos con trajes protectores, les ordenaron a todos los habitantes que recogieran sus pertenencias y se subieran a unos botes. Sin más explicaciones, toda la población fue traslada al atolón Ejit, donde ya habitaban algunos de los desplazados del atolón Bikini. Durante los próximos años gran parte de la población desarrolló úlceras, llagas, enfermedades y distintos tipos de cáncer. Las mujeres tenían problemas de fertilidad y en algunos casos dieron a luz "bebés gelatinosos y sin huesos que nacían muertos"

A fines de los años 70, el gobierno de Estados Unidos trasladó al atolón Enewetak los residuos radiactivos de sus ensayos y los enterró bajo una frágil estructura de cemento Portland. Desde entonces los residuos no han dejado de contaminar (ni lo harán en los próximos 24.000 años) y el propio gobierno de EEUU ha reconocido fugas y fisuras en el sistema de contención.

Los restos radiactivos de las pruebas se enterraron en un cráter en la isla Runit, en el atolón de Enewetak. El cráter, conocido como "la tumba", fue sellado con cemento en 1980.

En 1986, cuando las Islas Marshall buscaban su independencia, aceptaron presionadas por Estados Unidos el llamado “acuerdo completo y definitivo”, una ridícula compensación de 150 millones de dólares con la que EEUU zanjaba su responsabilidad en el deterioro ambiental de esta región. 

Un acuerdo entre Estados Unidos y las Islas Marshall estableció un tribunal de arbitraje (Marshall Islands Nuclear Claims Tribunal), para decidir las indemnizaciones relacionadas con las pruebas ncleares. Si bien es cierto que el tribunal falló a favor de los lugareños en muchos casos, al final muchas indemnizaciones no se llegaron a pagar porque se agotaron los (escasos) fondos aportados por Estados Unidos.

La "operación Crossroads" fue una serie de pruebas nucleares llevadas a cabo en Atolón Bikini en 1946.

Sin embargo la población nunca ha dejado de luchar para que Estados Unidos se haga cargo de su legado nuclear. En la actualidad los marshaleses siguen padeciendo cáncer (de hecho, las Islas Marshall tienen el mayor índice de cáncer cervical del mundo) y otras enfermedades intergeneracionales directamente relacionadas con la radiación, tienen todas sus  tierras contaminadas por los ensayos nucleares y necesitan importar todos los alimentos del exterior para subsistir.

El bikini como prenda

Sería lógico pensar que este atolón se llama "bikini" en honor al bañador, al fin y al cabo era un paraíso con playas vírgenes donde resulta tentador vestir esta prenda. Sin embargo fue justo al revés, este atolón fue quien inspiró al creador de la popular prenda para bautizarla con el mismo nombre.

En 1946, Louis Reard, un ingeniero automovilístico francés, diseñó un traje de baño femenino compuesto por un sujetador y una braguita ceñida. No era una idea tan innovadora, de hecho hay modelos bastante parecidos en la Antigua Grecia, pero en su momento supuso toda una revolución.

Louis Reard había heredado un negocio de lencería de su madre en la década de 1940 y veraneando en las playas de Saint Tropez, se fijó en que las mujeres enrollaban los bordes de sus trajes de baño para broncearse mejor. Louis pensó que sería útil crear una prenda de baño que permitiese broncearse el vientre, así que diseñó el "traje de baño más pequeño del mundo", lo llamó "Atome", ya que en ese momento era la partícula más pequeña conocida.

Cuando Reard quiso presentar su nuevo invento se encontró con que ninguna modelo profesional quería posar con él, así que tuvo que recurrir a Micheline Bernardini, una stripper del Casino de París. Micheline le advirtió de que el desfile previsto para el 5 de julio de 1946 iba a ser una bomba más potente que la que, cinco días antes, había detonado el Gobierno de Estados Unidos en el atolón de Bikini.

La bailarina Micheline Bernardini presentó el 5 de julio de 1946 el primer bikini

De algún modo esta idea le gustó a Reard que renombró su prenda como el atolón, según algunas fuentes como protesta por las pruebas nucleares de EEUU. Lo cierto es que la palabra Bikini viene del marshalés, donde "Pik" significa "Superficie" y "Ni" que significa "Coco". Un nombre que antaño debía hacer justicia a la belleza del atolón.

Él vive en la piña debajo del mar

En teoría la serie de animación "Bob Esponja" está ambientada en fondo de Bikini, un pueblo submarino situado en el Atolón Bikini. Algunos fans han llegado a especular que Bob Esponja podría ser el resultado de la radiación en esta zona, una teoría que sin embargo ha sido desmentida por su creador.

Lo cierto es que en el fondo del Atolón Bikini no hay piñas, hay barcos hundidos. Antes de convertirse en el blanco de las bombas, la laguna del atolón era usada como cementerio de naves por los Estados Unidos. En 1972, el biólogo estadounidense Eric Freehsee organizó una expedición de buceo en la zona y descubrieron varios navíos hundidos, como el portaaviones estadounidense Saratoga, el acorazado japonés Nagato o el crucero alemán Prinz Eugen. La laguna de 55 km había sido la sepultura de setenta y ocho navíos, todo un tesoro para los amantes del buceo.

Uno de los muchos navíos que descansan en el fondo de Bikini

Por desgracia, la zona no está exenta de riesgos, los niveles de radiación son altísimos, prácticamente no hay servicios, la laguna alberga distintas especies de tiburones y entre 2008 y 2009 un vertido de petróleo impidió la práctica del buceo en uno de los sitios con mayor potencial de todo el Pacífico.

Según varios estudios de la Universidad de Columbia, actualmente los niveles de radiación en algunos puntos de las Islas Marshall son más altos que en las centrales de Chernobyl o Fukushima. Las concentraciones de plutonio en el suelo llegan a ser entre 15 y 1000 veces más altas que en las muestras actuales de Ucrania y Japón. El lado bueno es que esta altísima radiactividad mantiene alejados del lugar a los barcos pesqueros y a los humanos en general. De este modo, los atolones de la zona se han convertido en un santuario de vida marina. El 31 de julio de 2010, la UNESCO inscribió al atolón de Bikini como el primer lugar Patrimonio de la Humanidad de las Islas Marshall

La bandera

Atolón Bikini tiene bandera oficial, y es bastante curiosa... Fue adoptada en 1987 como un recordatorio al gobierno estadounidense sobre sus obligaciones (y promesas incumplidas) con los nativos. 

Las 23 estrellas blancas en el rectángulo azul no son estados, representan las islas del Atolón. Las tres estrellas negras en la esquina superior derecha representan las tres islas que fueron destruidas en marzo de 1954 durante las pruebas nucleares. 

Las dos estrellas negras en la parte inferior derecha, representan las islas Kili y Ejit del Atolón Majuro, el lugar donde los nativos fueron reubicados antes de que se iniciaran las pruebas. Estas islas están unos 683 km más al sur, la distancia entre estas estrellas simboliza el éxodo que sufrió la población del atolón.

Las palabras "MEN OTEMJEJ REJ ILO BEIN ANIJ" ("Todo está en las manos de Dios") fueron la respuesta del líder bikiniano, Judas, cuando le informaron de que tenían que ceder sus islas por 'el bien de toda la humanidad'.

+ info: LaNacion - BBC

15 junio 2025

Valles Secos de McMurdo - La Antártida


Los valles secos de McMurdo o "Valles Secos" a secas, son un conjunto de valles que se encuentran en la tierra de Victoria, en la Antártida.​ El calificativo de "secos" se queda muy corto, esta zona es uno de los desiertos más secos del mundo, si no el que más; con regiones en las que no ha llovido en los últimos dos millones de años. Esta región está considerada el lugar más seco del mundo y su ausencia de nieve no se debe a que no haga frío; la temperatura media es de 20ºC bajo cero, aunque en invierno puede descender hasta los -50°C.

Cuando pensamos en la Antártida nos solemos imaginar un páramo de hielo y nieve, donde el color blanco domina el paisaje. Pero lo cierto es que no toda la Antártida es así. Los Valles Secos de McMurdo, al oeste del Mar de Ross, son un desierto de casi 5000 km cuadrados de tonos grises y marrones. 

Los responsables de este singular paisaje sin nieve, ni hielo, ni precipitaciones son los vientos catabáticos. Un viento que se produce cuando el aire frío y denso desciende por las pendientes de las montañas a unos 100 km/h, con ráfagas que duplican o triplican ese valor.

El único hielo que se encuentra en los valles es en forma de glaciares alpinos a lo largo de las escarpadas laderas del valle y el hielo permanente que cubre los lagos en el fondo del valle.

Este viento catabático evapora a su paso cualquier vestigio de humedad en el ambiente. Cualquier precipitación que caiga en forma de nieve en el fondo del valle es arrastrada por los fuertes y secos vientos catabáticos, a través del proceso de sublimación. Las montañas que rodean los valles también favorecen este escenario, ya que propician estas rachas de viento a la vez que impiden que las precipitaciones de nieve alcancen el suelo. 

Cuando el capitán Scott y su expedición polar descubrieron los Valles Secos en 1903, creían que no había vida en ellos, y sin embargo, si que la hay... Los Valles de McMurdo albergan una sorprendente biodiversidad adaptada al clima extremo y de la que la ciencia aún tiene mucho por descubrir.

A diferencia de otras regiones de la Antártida, aquí no suelen verse grandes mamíferos. Sin embargo, sí que hay otras formas de vida fascinantes para la ciencia. La mayoría consisten en microorganismos, como bacterias e invertebrados microscópicos, que prosperan en el suelo. Aquí, los científicos han encontrado unas bacterias fotosintéticas endolíticas que viven en el interior de las rocas, donde pueden resguardarse del aire extremadamente seco del ambiente.

Estas características hacen de los Valles de McMurdo un laboratorio ideal para comprender cómo la vida puede prosperar y adaptarse en las condiciones más extremas. De hecho, los científicos lo consideran un magnífico escenario para investigar cómo podría existir o haber existido la vida en Marte.

Además, esta región incluye numerosas características geológicas sumamente interesantes tales como el lago Vida o el río Onyx, el río más largo de la Antártida. 

Lago Vida:


El lago Vida es un lago de cuenca cerrada endorreica (sin salida al mar) que constituye una cápsula temporal para ADN antiguo. Es uno de los lagos más grandes de la región de los valles secos de McMurdo. Al igual que muchos cuerpos de agua de la Antártida, posee una salinidad considerablemente superior a la del agua de mar (unas siete veces mayor que la del agua del océano).

La zona superior del lago Vida se encuentra congelada durante todo el año con una capa de hasta 19 m de hielo congelado. Esta cubierta de hielo es la más gruesa de la tierra (excluyendo glaciares) y forma un sello sobre las aguas salobres que aisla del exterior todo el interior del lago.

El alto contenido salino hace que la base del lago permanezca en estado líquido a pesar de que la temperatura del exterior nunca sobrepase los -10 °C. La cubierta de hielo ha sellado el agua del lago durante miles de años creando una especie de reserva inalterada. En 2002 un grupo de científicos encontraron varios microbios que llevaban congelados 2800 años en la cubierta de hielo, estos microbios fueron descongelados con éxito y reanimados (lo cual no suena muy tranquilizador).

Lago Don Juan:

En la misma región de Tierra de Victoria se encuentra un lago aun más salino. En 1961, dos pilotos de helicóptero, el teniente Don Roe y el teniente John (Juan) Hickey, avistaron un lago que permanecía en estado líquido a pesar de las gélidas temperaturas del exterior (unos -30 °C). El lago fue nombrado Don Juan en honor a sus descubridores y pronto atrajo la atención de los científicos.

Se trata de un lago hipersalino pequeño y muy poco profundo localizado en el extremo oeste del valle Wright, entre la cordillera Asgard, en el sur, y la Dais, en el norte. Don Juan ha sido descrito como una zona de descarga de aguas subterráneas con una alta concentración de iones de calcio y cloruro; además se encuentra en una cuenca cerrada, por lo que el agua y la sal no pueden salir.

Las investigaciones posteriores demostraron porqué no se congelaba este lago, a diferencia de otros lagos y estanques en los valles secos antárticos, Don Juan no tiene una capa de hielo en su superficie y es el único cuerpo de agua en la Antártida que nunca se congela. Las mediciones en el lago revelaron que se trata del cuerpo de agua más salado de la Tierra con un nivel de salinidad superior al 40 %, unas 18 veces más elevada que la del océano y muy superior a la de otros lugares como el Mar Muerto o el Lago Assal.

Durante mucho tiempo los científicos pensaron que el agua del lago proviene de las descargas de los glaciares cercanos. Pero recientemente, un grupo de geólogos propuso la hipótesis de que el agua proviene de la atmósfera, un proceso llamado delicuescencia por el que la sal absorbe la humedad disponible en el aire. Por desgracia, su superficie ha ido decreciendo con el tiempo pasando de 30 cm de profundidad a apenas 15-10 cm en la actualidad.

Río Onyx

El río Onyx no es un río. Se trata más bien de una corriente de agua de deshielo que, durante los pocos meses del verano antártico, fluye desde el Este hacia el Oeste a través del valle de Wright, el valle central de los valles secos de McMurdo. Este curso de agua se origina en el glaciar Wright Lower, concretamente en el lago Brownworth situado a sus pies, y muere en el lago Vanda.

Se trata de otro ejemplo de cuenca endorreica, ya que ni el río ni el lago tienen salida al mar. Esto hace que el lago Vanda, al igual que otros lagos antárticos, tenga una gran salinidad. Toda la sal que transporta el río Onyx se concentra en el lago indefinidamente. 

En la orilla de este lago Nueva Zelanda estableció una estación que permitía a sus visitantes sumergirse en las aguas hipersalinas del lago cuando la capa de hielo de su superficie se derretía en verano. Incluso existía un club llamado "Royal Lake Vanda Swim Club", cuyos miembros tenían bañarse desnudos en el lago para ser admitidos.

A pesar de tener solo 32 kilómetros de longitud, el río Onyx sería el más largo de la Antártida. En el continente antártico, no existen ríos propiamente dichos, por lo que estas corrientes de agua de deshielo serían su equivalente. Existen un total de nueve corrientes semipermanentes de agua de deshielo en la Antártida; todas ellas aparecen solo durante los pocos meses de la temporada de verano antártica. De entre todas estas corrientes, el río Onyx sería la más grande e importante (ecológicamente hablando). A pesar de que ningún pez vive en sus aguas, si que alberga vida microscópica, y las floraciones de algas en sus aguas a veces pueden ser muy extensas.

El caudal de las aguas del río Onyx presenta una gran fluctuación, tanto diaria como estacional. En algunas épocas del año, el río Onyx no llega hasta el lago Vanda, mientras que en otras ocasiones se forman riadas o inundaciones que han causado una gran erosión en su cauce. De hecho, una de las inundaciones más peculiares fue la del año 1984, cuando algunos investigadores neozelandeses que estaban en la base del lago Vanda, aprovecharon el aumento en la profundidad del río para practicar rafting en el río.

+ info: ElTiempo - Fundacionaquae

17 mayo 2025

Catedral de Justo - España

Muy cerca de la ciudad de Madrid, en el municipio de Mejorada del Campo, se encuentra uno de los edificios más curiosos y singulares de la región: La basílica de Nuestra Señora del Pilar, más conocida como, la Catedral de Justo. 

La historia de este monumento a la cabezonería es única en el mundo; todo el templo es el resultado de 60 años de trabajo por parte de un solo hombre, de hecho, se la conoce como "One Man Cathedral" en el extranjero. Su creador, Justo Gallego Martínez, dedicó 60 años de su (larga) vida para levantar este impresionante edificio usando únicamente materiales reciclados y de forma completamente autodidacta. Por desgracia, en 2021, Justo falleció a los 96 años de edad dejando su obra inacabada y muchas dudas sobre su futuro en el aire.

El autor de esta inspiradora obra (o este engendro arquitectónico, según se mire) fue un aspirante a monje y agricultor, Justo Gallego, que comenzó la construcción de este peculiar templo religioso en 1961, usando sus propias manos y sin ningún tipo de recurso externo. Justo utilizaba materiales reciclados que se iba encontrando por los alrededores para hacer realidad un diseño en el que la improvisación y la genialidad se dividen por partes iguales. 

Sin ningún plano, Justo fue construyendo arcos, bóvedas, pilares y fachadas con ladrillos defectuosos y argamasa. Los materiales empleados siempre han sido donados y reciclados, la mayoría procedentes de fábricas cercanas y algunos, incluso, desde China. Así podemos encontrar cubos de pintura rellenos de cemento para las columnas, hierros oxidados formando la estructura principal o ruedas de bicicletas que sirven de poleas en grúas... 

El resultado, tras años de trabajo, es una colosal estructura de 4.700 metros cuadrados y 35 metros de altura, con una planta central de 50 metros, una cripta subterránea, dos claustros, un baptisterio, 12 torreones de 60 metros, 28 cúpulas y más de 2.000 vidrieras. Según contaba Justo Gallego, se inspiró en la Basílica de San Pedro de Roma y se formó de manera autodidacta leyendo libros antiguos sobre catedrales y castillos. Así durante todos los días de su vida, hasta que, en 2021, falleció en la habitación en la que vivía, adjunta a la catedral que él mismo construyó.

Justo

Pero para entender la historia de esta hazaña, primero hay que conocer la historia de su creador. Justo Gallego Martínez nació en Mejorada del Campo, el 20 de septiembre de 1925 y murió en su catedral, en este mismo pueblo, el 28 de noviembre de 2021.

Justo Gallego en su catedral [Fuente: El Confidencial]

La vida de Justo no fue sencilla: a los 12 años su padre fallece, por lo que tiene que abandonar sus estudios y ayudar a su madre en el campo. Durante la Guerra Civil se dedica a leer “libros de castillos”, como él contaría más adelante, y a trabajar como agricultor.

A los 27 años, Justo Gallego ingresa en el monasterio soriano de Santa María de Huerta con el objetivo de convertirse en monje. Sin embargo, ocho años más tarde, es expulsado del centro tras contraer tuberculosis sin llegar a prometer los votos. Según Justo, fue en ese momento cuando prometió que, si se curaba, construiría una catedral para dar gracias a Dios.

Y aquí es cuando empiezan los milagros... Justo se curó de forma sorprendente, de modo que, en agradecimiento a Dios y a la Virgen del Pilar, decidió dedicar el resto de su vida a construir un templo en su honor. 

En 1961, Justo regresó a Mejorada, su pueblo natal, después de que le echaran del monasterio en el que vivía. Allí valiéndose del patrimonio familiar del que disponía, empezó a levantar su catedral por su propia cuenta y riesgo, y sin ningún respaldo de la Iglesia católica. La idea inicial era construir una "capillita a la Virgen del Pilar", pero con el tiempo el proyecto se fue de madre.

La catedral está dedicada a la patrona de la Guardia Civil, la Virgen del Pilar. A la entrada podemos ver un pequeño pilar con una representación de la Virgen.

Justo comenzó a construir su catedral en unos terrenos que había heredado de sus padres. Vendió tierras heredadas y, gracias a la recaudación y a las donaciones privadas de los peregrinos, financió la catedral de Justo o, como se la conoce también en el pueblo, "la catedral del loco".

Justo Gallego se levantaba de madrugada, cogía el tractor y el remolque y se iba a buscar ladrillos rotos o todo tipo de desperdicios que le pudieran valer para la construcción. Sin embargo no todos en el pueblo compartían su fervor, entre los sesenta y los ochenta hubo mucha agresividad contra Justo. Tachado de loco por medio pueblo, muchos vecinos le tiraban piedras y hubo épocas en las que incluso necesitó escolta informal para que la cosa no fuera a mayores.

A finales de los años setenta empiezan a llegar los primeros turistas para ver y admirar la obra de este labriego autodidacta. Televisiones japonesas o alemanas venían hasta este pequeño pueblo para entrevistar a Justo. Si embargo, durante la década de los 80, con la llegada de la Transición se acrecentaron los enfrentamientos.

Pero Justo siguió a lo suyo, justificó su catedral en la fe que poseía en Cristo y se la dedicó a la "Nuestra Señora del Pilar, Madre de Dios". Su lema era «servir primero a Dios, luego al prójimo y por último a mí mismo» y esta fe inquebrantable le permitió seguir adelante incluso en estos tiempos adversos.

Todo cambia cuando, en la década de los noventa, Justo conoce al padre Ángel López. En el pueblo el ambiente ya es más distendido y poco a poco se empiezan a olvidar los rifirrafes. El padre Ángel, presidente de la ONG Mensajeros de la Paz, llegó como muchos otros a visitar la catedral motivado por la curiosidad, pero quedó prendado y decidió quedarse a ayudar a Justo durante los próximos 25 años.

Fama:

La historia de la catedral comenzó a ser conocida en 2004, cuando desde el MOMA invitaron a Justo Gallego a participar en la exposición Real Royal Trip. El Museo de Arte Moderno de Nueva York mostró fotos de esta original obra arquitectónica en una de sus exposiciones de la temporada 2003-2004.

Un año después, en 2005, la catedral alcanzó la fama mundial tras aparecer en la campaña publicitaria de Aquarius (Coca-Cola). Gracias a esta campaña, Justo consiguió muchos fondos para continuar su trabajo (30.000 euros de la empresa y numerosas donaciones de quienes vieron el anuncio)

Actualmente, los habitantes de Mejorada del Campo conocen la obra como «la catedral de Justo», siendo la construcción por la que es más conocida esta localidad situada a 20 kilómetros de Madrid. En 2011, la alcaldesa de Mejorada le entregó el título de Hijo Predilecto y en 2014 se nombró un parque municipal en su honor gracias a una plataforma popular que le apoya. En abril de 2021, a la edad de 95 años, Justo recibió la medalla de Hijo Predilecto de Mejorada del Campo.

Pero, pese a que Justo Gallego ha conseguido poner en el mapa a Mejorada del Campo y ahora es difícil encontrar a alguien que ponga en duda su obra, apenas unas pocas decenas de personas acudieron a despedirle tras su fallecimiento. Algunos vecinos critican la hipocresía de un pueblo que nunca apoyó a su arquitecto amateur más famoso: “Justo siempre ha luchado contra las adversidades y contra el mundo, durante mucho tiempo lo pasó fatal porque no tenía la ayuda de nadie y medio pueblo estaba en su contra”.

Construcción

Hasta su fallecimiento, Gallego vivió con su hermana en unas dependencias junto a su catedral.​ La construcción la hizo en su gran mayoría solo pero con ayuda de sus 6 sobrinos y de voluntarios eventuales. En ocasiones contrató los servicios de especialistas con su propio dinero. Financió la mayor parte de su trabajo alquilando o vendiendo terrenos heredados y con donaciones que recibía de las visitas. En verano, cerca de 2000 personas acudían a visitar la catedral, y muchos estudiantes, sobre todo extranjeros, le ayudaban durante esta época.

Las barandillas y algunas uniones están hechas con hierros de obra que parecen haber sido desdoblados al recogerlos de vertederos, unidos con hormigón, y rodeados de trozos de cable de electricidad o trozos de goma.

Justo no tenía ningún conocimiento especializado en albañilería, arquitectura o soldadura; tuvo incluso que abandonar sus estudios primarios debido a la guerra civil española. Según contaba el propio Justo, obtuvo todos los conocimientos necesarios para construir su templo a través de libros antiguos sobre catedrales y castillos, muchos de ellos en latín.

A pesar de no tener ninguno de los conocimientos necesarios, Justo se las apañó para levantar esta imponente construcción con elementos como torreones, un claustro, cúpulas, pilares, una cripta subterránea, bóvedas, un pórtico, vidrieras o una escalinata, utilizando únicamente materiales reciclados, ladrillos o argamasa, y sin necesidad de usar maquinaria.

Actualmente, la catedral cuenta con todos los elementos de una catedral clásica: cripta, claustro, escalinata, arcadas, pórticos, escaleras de caracol, etcétera..

Toda la catedral es un gigantesco collage de objetos reciclados de la vida diaria y está enteramente construida con materiales donados por empresas y particulares y/o reciclados. Así podemos encontrar materiales desechados por las constructoras y por una fábrica de ladrillos cercana, bidones de gasolina viejos rellenos de cemento, botes de plástico rellenos de hormigón o ruedas de bicicleta que hacen las veces de poleas...

Muchas columnas están realizadas de forma totalmente artesanal. Usando grandes cubos cilíndricos de pintura como moldes, Justo los llenaba con hormigón y los dejaba secar. Después sacaba los bloques y los unía mediante hierros y cables para darles la forma deseada.

El templo tiene una planta basilical clásica con tres naves.​ De todas ellas, la central es la más ancha, siguiendo el esquema tradicional de las catedrales católicas. Todas ellas están cubiertas por bóvedas de medio cañón a medio construir, por lo que se puede ver su estructura, con alambres curvos y hormigón. Para realizar los techos, Justo Gallego utilizó un material ligero, similar a la grava, que se usa junto con el hormigón en muchas construcciones contemporáneas para dar más ligereza a los edificios. 

En la parte central de la catedral, se alza una gran cúpula, uno de los elementos más llamativos de la construcción debido a la complejidad para erigirla. La cubierta de esta cúpula está formada por chapas superpuestas. En la parte superior de la catedral, al lado de la cúpula, hay una gran cantidad de bustos que recuerdan a las esculturas que se ponían en los edificios renacentistas.

El patio interior una de las cosas que más destacan son los ladrillos: en toda la catedral se puede apreciar que los ladrillos más antiguos están más abajo, y tienen forma irregular uniéndose unos con otros en un complicado encaje. Estos ladrillos, defectuosos, los recogía Justo en una fábrica cercana que los desechaba.

Las paredes están agujereadas y en muchos casos tienen distintas vidrieras para que penetre la luz, esto podría estar inspirado por la idea medieval de relacionar a Cristo con la luz.

Los murales de la catedral de Mejorada del Campo están hechos con pintura plástica y son obra del pintor Carlos Romano Silveira. En un principio iban a ser pasajes del Antiguo Testamento, pero el pintor le sugirió a Justo que fuesen escenas de la vida de la Virgen María. Carlos comenzó los murales del edificio con 19 años y los abandonó a los 20 ya que Justo Gallego no le permitió seguir. 

Como muchas de las catedrales de España, la catedral de Justo dispone de una cripta en la que Justo aspiraba a reposar tras su muerte, pero debido a la situación irregular del edificio, finalmente tuvo que ser enterrado en un cementerio convencional.

Futuro:

El 9 de noviembre de 2021 Justo cedió su catedral a la ONG Mensajeros de la Paz para que el Padre Ángel terminase el proyecto al que había dedicado su vida. Finalmente, falleció 19 días más tarde en su catedral, a los 96 años de edad.​ Aunque su deseo era ser enterrado en la cripta de su catedral, las autoridades no lo permitieron por motivos sanitarios, por lo que su cuerpo fue enterrado en el cementerio del pueblo.

En la catedral había una tumba esperando a Justo, pero por motivos sanitarios obvios (véase la foto) tuvo que ser enterrado en el cementerio municipal.

A su fallecimiento, no existía ningún plano ni proyecto de la obra, ya que Justo Gallego afirmaba tenerlo "todo en su cabeza". Esto planteaba varias incógnitas respecto al futuro de la catedral, sin planos ni referencias, el legado de Justo quedaba en manos del padre Ángel, quien había sido su amigo y ayudante durante los últimos años. 

Cuando la salud de Justo comenzó a decaer, ocho meses antes de su fallecimiento, Justo y Ángel tomaron la decisión de donar el proyecto a la ONG Mensajeros de la Paz de la que Ángel era presidente. Ángel se comprometió a terminar el proyecto en dos años, una vez que obtuviesen los permisos municipales. Pero el objetivo no era solo acabarla, sino también lograr que la legalicen, ya que la obra no contaba con ningún permiso ni licencia, ni está sujeta a la normativa municipal. Tampoco está aceptada como iglesia oficialmente.

Como primera medida, el padre Ángel decidió contratar a una empresa de ingeniería estructural para rehabilitar el edificio y realizar un plan de viabilidad para terminar la obra. La empresa seleccionada fue Calter, un estudio de arquitectura  especializado en rehabilitación y edificación, que ha trabajado en obras como el Bernabéu y las Torres de Colón. Los arquitectos de Calter derribaron cuatro cúpulas por exceso de peso y tras un detallado análisis declararon que el resto del edificio se encontraba en perfectas condiciones y con una estructura sólida. 

Los arquitectos certificaron que "sorprendentemente" el edificio estaba bien y que su estructura de forjados, pilares, escaleras y muros es muy sólida. Contra todo pronóstico, la construcción, dispone de un sistema estructural rígido que ha demostrado ser resistente al paso del tiempo, incluso, con fenómenos adversos como la gran nevada de Filomena. El suelo de la nave central, como cuentan los arquitectos de Calter, también ha demostrado una gran resistencia al sostener camiones y contenedores. 

Por otra parte, el propio ayuntamiento de Mejorada del Campo, anunció que abriría un expediente para tramitar que el edificio sea declarado Bien de Interés Cultural (BIC) por la Comunidad de Madrid. Si este proceso sigue adelante y prolifera, la Catedral quedaría protegida. 

Así las cosas, el futuro del "Centro Social Catedral de Justo-Mensajeros de la Paz" parece asegurado. Sigue sin terminar, sigue sin ser declarada Bien de Interés Cultural, pero ahora, por lo menos tiene máquinas de vending y colaboraciones con empresas de reciclaje. Situada en la calle Antonio Gaudí 198 (oh ironía), la ONG Mensajeros de la Paz, fundada por el padre Ángel, se ha hecho cargo de su mantenimiento y avanza lento pero seguro en su finalización.

+ info: WebOficial

22 marzo 2025

Valaquia - Rumanía

Mapa de Valaquia en 1789

Hoy vamos a hablar del principado de Valaquia, un voivodato de Europa oriental que existió desde la Baja Edad Media hasta mediados del siglo XIX, cuando se integró en la actual Rumanía. Valaquia se sitúa al norte del Danubio (que la separa de Bulgaria) y al sur de los montes Cárpatos (que la separan de Transilvania). Su ciudad más importante sería Bucarest, la actual capital de Rumanía. Durante siglos ha sido un territorio disputado por todas las potencias cercanas (húngaros, rusos, otomanos, moldavos...) ya que se trata de una de las puertas que comunican Asia y Europa.

En la Antigüedad, la región estaba poblada por tribus tracias de Dacia, que llamaron a esta región con su mismo nombre: la Dacia. Después de ser atravesado por innumerables pueblos durante las invasiones bárbaras, finalmente se establecieron allí los búlgaros y formaron, en el año 681, un poderoso estado que se extendía a ambos lados del Danubio. Al igual que muchas otras regiones de Europa, en años sucesivos fue invadida por el Imperio Bizantino, arrasada por los Tártaros, disputada por voivodas (gobernantes militares) y kniaz (príncipes), reconquistada por los zares búlgaros y un montón de aventuras más que no vienen a cuento...

A partir de 1330, Valaquia volvía a unificarse y se convertía en un principado independiente. No duraría mucho, cien años después, "decidió" convertirse en un estado vasallo del Imperio turco (pero sin llegar a ser plenamente una provincia otomana). Durante estos años, conservó su autonomía, sus leyes, su ejército, su flota, sus embajadores y sus príncipes, siendo el más conocido de ellos Vlad III (1431-1476), el motivo real de este post.

Escudo de Valaquia

Desde 1716, los sultanes turcos comenzaron a nombrar ellos mismos los príncipes (previamente aprobados por la nobleza rumana). Todos los candidatos eran griegos otomanos conocidos como los "phanariotes". Esto, como es lógico, provocó el descontento creciente en la población autóctona hasta que, en 1821, el gobierno de los fanariotas llegó a su fin tras una revolución liderada por Tudor Vladimirescu. 

En 1831 se aprobó un "reglamento orgánico" para Valaquia, que, en 1859, se unió a Moldavia, para formar los "Principados Unidos de Moldavia y Valaquia". De este modo, ambas regiones quedaban unidas de facto al ser gobernadas por un mismo príncipe, Alexandru Ioan Cuza.

Alexandru declaró la independencia de este nuevo estado (Rumania) veinte años después, el 24 de diciembre de 1861, pero esta independencia no sería reconocida oficialmente hasta el final de la guerra ruso-turca (1877-1878) y la redacción de los tratados de San Stefano y de Berlín. Tras la Primera Guerra Mundial, Transilvania se uniría a estos dos territorios formando lo que actualmente conocemos como Rumanía.

La muy sosa bandera de Valaquia

Para explicar la turbulenta historia de este territorio es necesario remontarse al siglo XV y al que sin duda ha sido su gobernante más famoso, Vlad III de Valaquia, más conocido como "Drácula".

En aquella época, Valaquia, junto con Moldavia y Transilvania, formaba la Tara Romaneasca, es decir, Rumania, un territorio muy disputado donde los soberanos católicos de Hungría se enfrentaban a los turcos, que amenazaban a Europa. Unos y otros presionaban a los voivodas locales para que se decantasen por su bando, lo cual no era difícil: tanto los hijos legítimos como los bastardos tenían los mismos derechos al trono, por lo que siempre había un pretendiente disponible al que tentar o amenazar.

En la Valaquia de comienzos del siglo XV reinaba el caos y la violencia: el actual voivoda (Alexander) y su hermano (Vlad) se enfrentaban a muerte por el poder. Mientras tanto, los otomanos lanzaban sus ejércitos sobre esta codiciada región, que en aquel momento formaba parte del reino húngaro....

Mapa del Principado de Valaquia en 1707

Vlad II

Vlad II, un distinguido noble, hijo de un poderoso voivoda anterior, esperaba ocupar el trono cuando quedara vacante, pero fue su hermanastro Alexander Aldea quien se impuso. En 1431, Vlad II fue admitido en la orden del Dragón, fundada por Segismundo de Luxemburgo, emperador y rey de Hungría. Esta orden estaba formada por 24 nobles del más alto rango, consagrados a "detener la expansión otomana en Europa, luchar contra la herejía y defender la familia imperial". Desde entonces, Vlad pasaría a ser conocido como Vlad Dracul (Dragón), y su hijo, nacido en ese mismo año, heredaría el nombre de Vlad Draculea o Drácula (El hijo del dragón).

Al admitirle en la Orden del Dragón, Segismundo había encargado a Vlad II la defensa de la frontera con Transilvania. Sin embargo este asunto no era ni de lejos la prioridad de Vlad Dracul, que se pasó los siguientes cinco años guerreando e intrigando contra su hermanastro Alexander, incluso con la colaboración de los otomanos a los que había jurado combatir. Todo valía con tal de adueñarse del poder, pero Vlad II no se hizo con el trono hasta que su hermanastro falleció de muerte natural en 1436.

Una vez en el poder, Vlad II cambió de bando cada vez que lo juzgó conveniente. El (lógico) resultado de todos estos bandazos y traiciones fue que Juan Hunyadi, regente de Hungría, invadió Valaquia en el año 1442 para poner en el trono a cualquier otra persona que resultase más fiable. Dos años más tarde, el sultán Murad II le tendió una emboscada a Vlad II mientras vagaba por Valaquia y lo forzó a entregar como rehenes a sus dos hijos menores: Vlad Draculea y Radu el Hermoso. A cambio, le proporcionaría tropas para recuperar el poder en Valaquia.

El castillo de Bran marcaba la frontera entre Valaquia y Transilvania. Este castillo se ha vinculado frecuentemente con Vlad III Drăculea, pero parece ser que él jamás vivió aquí y que su verdadera fortaleza fue el Castillo de Poenari.

Mientras tanto, su padre no dudó en cambiar nuevamente de bando aunque al hacerlo arriesgase las vidas de sus propios hijos. Hartos de tanta tontería, en 1447, los boyardos (unos aristócratas valacos) se sublevaron contra Vlad Dracul y lo mataron a golpes; también cegaron y enterraron vivo a su hijo mayor, Mircea. Juan Hunyadi, quien había instigado el asesinato de Dracul, puso como voivoda a Vladislaus, otro noble valaco.

Vlad III

Y aquí es donde empieza la historia de nuestro protagonista: Vlad III de Valaquia, también conocido como Vlad Tepes ("el empalador", en rumano) o Vladislaus III Drăculea. Vlad III fue voivoda (o príncipe) de Valaquia entre los años 1456 y 1462. Está considerado como uno de los gobernantes más importantes (y crueles) de la historia de Valaquia y un héroe nacional de Rumanía.

Vlad nació en la ciudad rumana de Sighişoara (Transilvania), el 8 de noviembre de 1431 y murió en batalla el 14 de diciembre de 1476 en las cercanías de Bucarest. Vlad se hizo famoso por tres cosas: su increíble arrojo y valentía, su implacable sentido de la justicia y su extraordinaria crueldad, capaz de llamar la atención incluso en aquellos tiempos sangrientos. 

Su traumática infancia pudo ser muy determinante a la hora de formar su carácter como príncipe. A los 13 años, en 1444, Vlad y su hermano menor Radu, fueron entregados como rehenes al Imperio otomano para asegurar la lealtad de su padre. Durante tres años, Vlad fue criado por el sultán Murat II y convivió con su hijo Mehmet II, el futuro conquistador de Constantinopla, a quien consideraba un hermano. Durante los años que permaneció en la corte otomana, Drácula siempre fue tratado bien por el sultán y su hijo, pero aun así, Drácula les guardaría rencor el resto de su vida. 

Retrato de Vlad III, el empalador

Al volver a su país tras el exilio, su padre Vlad Dracul había muerto apaleado por orden de los Boyardos; mientras que a su hermano mayor, Mircea, le quemaron los ojos con un hierro al rojo vivo antes de enterrarlo aún con vida. Así las cosas, Vlad no se caracterizaría por su compasión con los boyardos. En 1448, un joven Vlad de 16 años logró expulsar al nuevo voivoda de Valaquia con la ayuda de los otomanos, pero los húngaros lograron reponer a Vladislaus en el trono pocos meses después. 

Durante ocho años Vlad estuvo viajando por Valaquia buscando apoyos y aprendiendo varias tácticas político-militares. Durante este tiempo contactó y trabó amistad con Esteban de Moldavia, quien le ayudaría en el futuro contra sus eternos enemigos: los turcos.

Entonces, Vladislaus cometió un error de cálculo: viendo que los pujantes turcos habían invadido Constantinopla en 1453, decidió cambiar de bando, lo cual enfureció a los húngaros, que decidieron retirarle su apoyo. Drácula supo aprovechar la oportunidad y en 1456 derrotó a Vladislaus matándolo en un combate personal.

En cuanto a los boyardos... en la Pascua de 1459 invitó a doscientos de ellos (y a sus familias) para celebrar una gran cena de reconciliación. Las mujeres y los ancianos fueron ejecutados, y los demás se convirtieron en mano de obra esclava para construir un castillo junto al río Arges; muchos murieron de agotamiento.

Política Interior

Para reemplazar a los boyardos, Drácula fue creando nuevas élites: los armas, administradores de la justicia; los viteji, una élite militar formada por pequeños propietarios campesinos que se habían distinguido en el campo de batalla, y los sluji, mezcla de policía política y guardia personal. Al mismo tiempo favoreció a los campesinos y artesanos, liberándoles de los tributos en dinero e hijos que habían tenido que pagar al Imperio otomano.

Para afianzar su poder, Vlad III Drácula empezó a nombrar a dedo a plebeyos e incluso a extranjeros para todos los cargos públicos. No se trataba de una política progresista de ascenso de las clases bajas, sino más bien de reforzar su poder personal creando marionetas dependientes por completo de la voluntad arbitraria del voivoda, quien podía nombrarlos, destituirlos o, incluso, ejecutarlos a voluntad.

El Castillo de Poenari fue probablemente la residencia real de Vlad

La siniestra fama que iba a convertir a Vlad III Drácula en "el terror de los Balcanes" surgió del trato brutal que dio a las minorías. En una región donde el título de genocida se vende caro, Drácula supo destacar por su crueldad. Para librarse de vagabundos y mendigos, los invitó a un banquete, cerró las puertas del castillo y los quemó a todos vivos. Los gitanos, otro grupo tradicionalmente perseguido, fueron exterminados o alistados a la fuerza en su ejército.

Uno de sus problemas de Valaquia era la población alemana, sajona en su mayoría, que se concentraba en unas pocas ciudades en las que disponían de gobiernos autónomos e importantes privilegios comerciales y fiscales. En su momento, los asentamientos sajones habían servido para repoblar zonas estratégicas e impulsar la economía local, pero ahora suponían un estamento privilegiado que, a los ojos de Drácula, perjudicaban a la población rumana local.

Drácula les impuso duras cargas fiscales y bloqueó su comercio cuando se resistían a pagar. El resultado fue que húngaros y sajones empezaron a ofrecer su apoyo a nuevos pretendientes al trono. No faltaban los candidatos: Dan III, Vlad el Monje (hermanastro de Drácula) o Basarab Laiota. La respuesta de Vlad no se hizo esperar. Cuando la ciudad sajona de Brasov apoyó a Dan III, Vlad decidió empalar a 30.000 personas, cenar entre los empalados moribundos y luego quemar Brasov entera. Desde entonces dejaron de llamarle por el honroso apelativo de Drácula y empezaron a llamarle tse’pesh o Tepes, "El Empalador". 

Vlad siempre firmaba como Wladislaus Dragwlya.

Otras ciudades rebeldes como Sibiu, Tara Bârsei, Amlas y Fagara sufrieron igualmente sangrientas represalias hasta que se sometieron en 1460. Más allá de la crueldad personal, la actuación de Vlad Tepes respondía a una política global de aplastamiento y sometimiento de una minoría privilegiada de origen extranjero.

Política exterior

En cuanto a su política exterior, Vlad III se distinguió claramente de su padre y de otros muchos caudillos de la época, pues una vez en el poder jamás cedió en su oposición irreductible contra los turcos. Para ello contó con el apoyo de Matías Corvino, hijo de Juan Hunyadi y soberano de Hungría. Nunca cambió de bando, le fueran bien o mal las cosas. Por el contrario, su hermanastro Radu el Hermoso se convirtió al Islam y, según las crónicas bizantinas, incluso llegó a ser amante del sultán Mehmet II.

Las campañas de Vlad III contra los turcos fueron de una extraordinaria brutalidad, aunque, a decir verdad, éstos tampoco eran clementes con quienes se les resistían. En 1459, Mehmet II envió una embajada para reclamar un tributo de 10.000 ducados y 300 muchachitos. La respuesta del Vlad fue mandar de vuelta a los embajadores con los turbantes clavados en sus cabezas, alegando que le habían faltado al respeto al no descubrirse para saludarle.

Antonio Bonfini, historiador de la corte húngara, registró ésta y otras anécdotas sobre Vlad en su Historia Pannonica de 1495. Bonfini describió a Vlad como "un hombre de crueldad y justicia inauditas":

"...los mensajeros turcos vinieron para presentar sus respetos, pero se negaron a quitarse los turbantes, de acuerdo a su tradición. Vlad fortaleció sus costumbres clavándoles los turbantes en la cabeza para que no pudieran quitárselos." 

Esta pintura de Theodor Aman muestra a Tepes recibiendo a los enviados turcos. 

En 1461, los turcos le ofrecieron conversaciones de paz, pero en realidad pretendían tenderle una emboscada. Vlad respondió con una incursión devastadora en los dominios turcos al sur del Danubio. En enero de 1462 escribió a Matías Corvino explicándole que había cortado 24.000 cabezas (sin contar a quienes habían muerto en el incendio de sus casas). Para demostrar la veracidad de sus palabras aportaba sacos enteros llenos de narices y orejas cortadas. En realidad, y como reconocía el propio Vlad, la mayoría de las víctimas eran simples campesinos: cristianos serbios y búlgaros que habían sido sometidos por los turcos.

En la primavera de 1462, Mehmet II reunió un ejército de 90.000 hombres y avanzó sobre Valaquia. Vlad disponía de solo 30.000 guerreros, por lo que optó por acosar a los turcos con ataques nocturnos, guerra de guerrillas o tácticas de tierra quemada (desde infectar pozos de agua hasta mandar enfermos de tuberculosis a los campamentos turcos). El propio Vlad se infiltraba en los campamentos otomanos aprovechando que había aprendido el idioma turco cuando fue rehén de Murad II.

Hasta su trágico final, Vlad hizo y deshizo alianzas en función de los intereses de su patria, Valaquia. Durante todo su reinado se caracterizó por ser un auténtico patriota y defender un territorio que tanto húngaros como turcos veían como una región a conquistar. Casi siempre contaba con un ejército reducido y muy inferior al de sus rivales, por lo que una de sus tácticas más recurrentes fue el terror.

Retrato de Mehmet II, hermanastro y archi-enemigo de Vlad 

Durante otra incursión otomana, Vlad empaló a 23.000 prisioneros con sus familias en la ruta del enemigo. Según cuenta la leyenda, el sultán vomitó asqueado y se dio la vuelta horrorizado, probablemente preguntándose si el autor de aquellas atrocidades era realmente el mismo Vlad con el que jugaba cuando eran niños.

Derrota

La victoria final de Vlad no se debió al empuje de los turcos, sino al descontento de los boyardos valacos. Radu, el hermanastro de Vlad, les garantizó que les devolvería sus privilegios. Además, Radu supo ganarse a otras minorías e incluso a parte de la población rumana, asqueada por los métodos sanguinarios de Vlad.

Por otro lado, Matías Corvino (Hungría) estaba aburrido de tanta guerra y deseaba una tregua con el sultán. Vlad ofreció una encarnizada resistencia contra los turcos y los nobles congregados en torno a Radu, pero terminó acorralado y sin un céntimo. El 26 de noviembre de 1462 fue traicionado y apresado por Matías Corvino mientras negociaba con él para conseguir dinero y tropas.

Estatua de Matías Corvino

Vlad permaneció poco tiempo en el calabozo, ya que su influyente primo, Esteban III de Moldavia, intercedió en su favor. Matías Corvino, preocupado por su posible venganza, lo casó con su prima Ilona Szilágyi hacia 1466, y lo retuvo en su corte durante doce años. Mientras tanto, intrigas y traiciones continuaban siendo la moneda de cambio en Valaquia.

Esteban de Moldavia expulsó de este territorio a Radu, pero no devolvió el trono a Vlad, sino que colocó en el poder a un nuevo voivoda, Basarab Laiota. Éste, escasamente agradecido a su protector, negoció enseguida con los turcos para sacudirse el vasallaje moldavo. Así las cosas, Matías Corvino, decidió liberar a la bestia y mandó a Vlad a que recuperase Valaquia para Hungría.

En noviembre de 1476, Vlad derrotó a Basarab y recuperó el poder. Pero por muy poco tiempo, pues Basarab regresó con tropas otomanas y Vlad murió en combate contra los turcos en diciembre de 1476. Fiel a sus grandes y gordos cojones, Vlad murió luchando con un ejército de tan solo 200 hombres contra un ejército de 120.000 turcos. Su cabeza fue enviada a Constantinopla para exhibirla y disipar así el terror que inspiraba su nombre. Terminaba la historia de Vlad III Tepes y comenzaba la leyenda de Drácula.

Durante mucho tiempo se ha afirmado que Drácula estaba enterrado bajo el Monasterio de Snagov, pero los análisis no han mostrado evidencias de ningún resto que coincida

La leyenda

Las historias sobre los actos brutales de Vlad comenzaron a circular mientras éste aun vivía y casi siempre en países considerados sus rivales por lo que no cabe esperar mucha objetividad ni rigor histórico. 

El maestro cantor Miguel Beheim escribió un extenso poema basado en una conversación con un monje católico que había logrado escapar de la prisión de Vlad.​ El poema, llamado "Historia de un loco sanguinario llamado Drácula de Valaquia", fue interpretado en la corte de Federico III de Habsburgo y narra como Vlad hizo empalar a dos monjes para ayudarlos a ir al cielo, y después mandó empalar a su burro porque había comenzado a rebuznar tras la muerte de sus amos. La historia vendría a decir:

"Este era Vlad que andaba de visita por un pueblo de Valaquia, cuando vio como dos monjes le pedían limosna. El príncipe les preguntó por qué pedían limosna si podían vivir sin penurias en cualquier iglesia y éstos le respondieron que mendigando podrían saber si entrarían o no en el reino de los cielos. Vlad decidió resolver sus dudas de inmediato y les mandó empalar para que subieran a su paraíso lo antes posible."

Grabado alemán de Vlad Tepes

No sería el primer ni el último altercado de Vlad con la Iglesia Católica, lo cual le valdría aun más fama de demoniaco y maldito. Durante su reinado, Vlad impuso su autoridad sobre el clero católico y no le importó castigar a sus miembros, algo que no preocupó mucho a la mayoría de los rumanos, cuya fe ortodoxa era perseguida en Transilvania por húngaros y sajones católicos. 

Esto llamó la atención del papa Pío IV, quien además recibió un informe en 1462 en el que se aseguraba que Drácula había asesinado a unas 40.000 personas en sus purgas. Otra relato de la época nos ejemplifica la tormentosa relación de Vlad con los monjes católicos que se atrevían a vivir en su Principado:

"Otro día, Vlad paseaba por un bosque de empalados junto a un monje, en un momento dado el monje le dijo en tono de broma que el hedor era insoportable, algo bastante creíble dado el avanzado estado de putrefacción de los cadáveres. Vlad le miró con ojos incendiarios y ordenó que empalaran al monje en el palo más alto que hubiera. Cuando el monje ya estaba empalado en lo más alto, el príncipe le preguntó si allí arriba olía mejor." 

Grabado coloreado de Vlad Tepes comiendo en un bosque de empalados

En 1475, Gabriele Rangoni, obispo de Eger entendió que Vlad había sido encarcelado debido a su desproporcionada crueldad (lo cual no era cierto, en realidad fue traicionado) y se hizo eco de un rumor según el cual, mientras estaba en prisión, "Vlad se entretenía atrapando ratas para cortarlas en pedazos y crucificarlas en pequeños pedazos de madera"... porque si, porque no podía dejar de ser malvado ni siquiera en prisión.

Las obras que contienen las historias sobre su crueldad fueron publicadas en bajo alemán en el Sacro Imperio Romano Germánico antes de 1480. Estas historias sobre sus incursiones en Transilvania se basaron claramente relatos de testigos directos y no parece escritas desde el cariño, ya que lo describen como un "psicópata demente, un sádico, un asesino horrible, un masoquista, peor que Calígula y Nerón".

A finales del siglo XV, la invención de la imprenta contribuyó en gran medida a la popularidad de las historias sobre Vlad, así los libros que relataban sus actos de crueldad adquirieron gran popularidad, convirtiéndose en algunos de los primeros superventas de Europa:

... [Vlad] construyó un gran caldero de cobre y colocó una tapa de madera con agujeros en la parte superior. Puso a la gente en el caldero y metió la cabeza en los agujeros y los ató allí; luego lo llenó con agua y prendió fuego debajo de él y dejó que la gente llorara hasta que se hirviera hasta morir. Y luego inventó las torturas espantosas, terribles e inauditas. Ordenó que las mujeres fueran empaladas junto con sus bebés lactantes en la misma estaca. Los bebés lucharon por sus vidas en los senos de su madre hasta que murieron. Luego les cortaron los senos a las mujeres y pusieron a los bebés dentro de cabeza; así los hizo empalar juntos.

About a mischievous tyrant called Dracula vodă (núm. 12-13)

También hay más de veinte manuscritos de origen eslavo escritos entre los siglos siglo XV y siglo XVIII conocidos como el Skazanie o Drakulea voievode (El cuento sobre el Vaivoda Drácula). Estos escritos mezclan realidad y ficción; y al igual que las historias alemanas, enfatizan la brutalidad de Vlad, pero también subrayan que su crueldad le permitió fortalecer el gobierno central de Valaquia. De hecho, algunas de las anécdotas de estos relatos se agregaron más tarde a las historias rusas sobre Iván el Terrible. Una de esas historias nos habla de la copa de oro: 

"En una fuente de una plaza de Tirgoviste, la capital de Valaquia, Vlad colocó una copa de oro para que todo el mundo bebiera en ella. Sin embargo había una condición, aquel que la robara se sometería a la justicia del príncipe. Durante los años de su reinado nadie osó robar la copa de oro. Incluso tras su muerte la copa siguió durante un largo período en la fuente debido al temor que había infundado Vlad en los habitantes."

Aunque el empalamiento era, evidentemente, la diversión favorita de Vlad, también disfrutaba con otras actividades y torturas tales como: la amputación de miembros, narices y orejas; la extracción y el vaciado de ojos con ganchos; el estrangulamiento, la hoguera, la castración, el desollamiento, la exposición a los elementos o a las fieras salvajes, el asado a la parrilla o la lenta destrucción de pechos y genitales, principalmente de mujeres. Algunas de sus "anécdotas" más famosas serían:

Vlad y los comerciantes

Un buen día, un comerciante florentino se presentó en su castillo para denunciar que le habían robado una bolsa de monedas de oro. Vlad le pidió que volviera al día siguiente. Cuando el mercader regresó, varios ladrones y los miembros de sus familias estaban empalados en el patio de castillo. Sentado frente a ellos, Vlad le dio al comerciante la bolsa robada y le pidió que contase las monedas para comprobar que no faltase ninguna. El aterrorizado comerciante las contó cuidadosamente, y finalmente musitó: "Sobra una". A lo que Vlad le contestó: "Tu honradez te ha salvado. Si hubieses intentado quedártela, habrías acabado empalado en la estaca más alta..."

Así las cosas, otra caravana de comerciantes alemanes esquivó Valaquia en su ruta desde Serbia hacia Hungría. Vlad se enteró de que no habían querido disfrutar de su hospitalidad ni comercial con él y ante tamaña falta de respeto los mandó apresar. Los 600 comerciantes que componían la caravana fueron brutalmente asesinados, exceptuando a dos: a uno de ellos le sacó los ojos y al otro le cortó la lengua, y les hizo volver a Serbia con las cabezas de sus compañeros para que avisaran a futuras caravanas.

Grabado coloreado de Vlad merendando en otro bosque de empalados

Vlad y las mujeres

Vlad tuvo muchas amantes a lo largo de su vida, probablemente debido al hecho de que le duraban muy poco. A pesar de sus efímeras amantes, Vlad castigó duramente el adulterio y no dudó en empalar a todas aquellas mujeres que fueran acusadas de ello.

Según una de tantas leyendas, un día que Vlad estaba de mal humor una de sus amantes le dijo para complacerle que estaba embarazada de él. Vlad le envió una matrona para que la examinase y cuando ésta le dijo que no existía tal embarazo le rajó literalmente el vientre a su amante gritando que quería ver el fruto de sus entrañas.

En otra ocasión, Vlad se encontró con un hombre trabajando en el campo que parecía "falto de esposa" por el aspecto descuidado de sus ropas. Al preguntarle si no estaba casado éste le dijo que sí. Vlad hizo traer a la mujer y le preguntó a qué dedicaba su tiempo, y ésta le dijo que a lavar, hacer el pan y coser. Señalando a las ropas de su marido, Vlad no le creyó y decidió empalarla a pesar de que el marido afirmaba quererla y estar satisfecho con ella. Luego obligó a otra mujer a casarse con este hombre no sin antes amenazarla con el mismo destino si no cuidaba bien del campesino.

¿Héroe o Villano?

A pesar de las crónicas alemanas, eslavas y otomanas sobre Vlad el empalador, las fuentes históricas rumanas anteriores al siglo XIX apenas lo mencionan. Este vacío fue compensado con una rica tradición folclórica que lo retrataba como un líder justo y fuerte que restableció el orden en su país y defendió su independencia del Imperio otomano. Muchos de los campesinos que transmitieron estas historias mencionaban que solamente esos actos "aparentemente crueles" podían garantizar el orden público en la Valaquia de esa época.

Busto de Vlad Tepes en la corte principesca de la vieja, Curtea Veche, en Bucarest, Rumania.

Hoy en día los brutales asesinatos indiscriminados que Vlad llevó a cabo serían considerados genocidio y crímenes de guerra. Sin embargo, desde mediados del siglo XIX, los historiadores rumanos lo han visto como uno de los más grandes líderes y hacen hincapié en su lucha por la independencia de lo que hoy es Rumanía. Su figura se idealizó y romantizó en muchos casos, se alineó con los ideales de la URSS durante la ocupación soviética y en 1976, el gobierno comunista de Nicolae Ceauşescu lo declaró Héroe de la nación al cumplirse el V Centenario de su muerte.

Los historiadores que defienden a Vlad III el Empalador como un héroe romántico y nacionalista destacan que, en aquel contexto (los Balcanes del siglo XV), el uso de la violencia y el terror era la única manera de mantener a raya a las fuerzas abrumadoramente superiores que, desde un lado u otro, se disputaban Valaquia, una de las puertas de Europa y Asia. Desde esta perspectiva, Vlad Tepes habría sido simplemente un hombre de su tiempo, con la moral de su tiempo e incluso dotado de un sentido de la justicia y el patriotismo poco usual para una época tan convulsa y traicionera. Según esta relectura, Vlad hizo lo estrictamente necesario para acobardar a los masivos ejércitos exteriores y a los desestabilizadores del interior.

Vlad ¿el vampiro vegano?

Esta sádica personalidad inspiró al escritor irlandés Bram Stoker como personaje principal para su obra "Drácula", escrita en 1897. Desde entonces, el príncipe Draculea pasaría a ser un referente del vampirismo en la literatura y el cine. 

Gran parte de esta fama se debe a leyendas según las cuales Vlad se bebía la sangre de sus víctimas en copas de oro mientras comía rodeado de personas empaladas. Aunque, una vez más, esta leyenda no parece corresponderse con la realidad:

Un estudio publicado en la revista Analytical Chemistry nos muestra datos bastante desconcertantes sobre Vlad. Los autores analizaron químicamente los restos de saliva, sudor y huellas dactilares presentes en tres cartas escritas por el príncipe, y no encontraron ningún resto de proteínas animales. La conclusión es que Vlad “el empalador” el gran referente de todos los vampiros literarios en realidad llevaba una dieta estrictamente vegetariana.

Una de las cartas de Vlad analizadas: en la imagen de la derecha (b) se ve la fluorescencia de fenilalanina, tirosina y triptófano bajo iluminación ultravioleta.

Además de ser vegano, Vlad sufría una dolencia conocida como hemolacria, que provoca que las lágrimas broten mezcladas con sangre. Esto puede deberse a varias enfermedades, desde conjuntivitis o heridas en el lacrimal hasta tumores. En la Edad Media, sin embargo, esto solo podía deberse a una causa: una manifestación diabólica. Esto unido a su merecida fama seguramente hizo que muchos de los que le vieron llorar (tampoco parece algo habitual) lo considerasen un auténtico diablo.

Según este mismo estudio, el príncipe también padecía inflamaciones del aparato respiratorio y de la piel. Las muestras tomadas contienen bacterias y virus transmitidos a través de picaduras de insectos, lo cual revela que la Valaquia de Vlad Drácula era un sitio tétrico, peligroso y bastante insalubre para vivir.

Reino de Valaquia

Actualmente ya no existe el Principado de Valaquia, pero recientemente ha aparecido un indigno sucesor: El Reino de Valaquia (en checo: Valašské Kralovství), en la región de Valaquia morava, en la República Checa. Se trata de una "micronación irónica" fundada en 1997 por el fotógrafo Tomáš Harabiš como una "elaborada broma práctica". Está región está situada en la zona noreste de la República Checa, y desde su fundación, unos 80.000 ciudadanos checos han adquirido el "pasaporte de Valaquia".

Tras la proclamación oficial del Reino de Valaquia en 1997, el actor Bolek Polívka fue coronado como el rey Boleslav I "el Gracioso" en una fastuosa ceremonia en el año 2000. El gobierno, dirigido por Tomáš Harabiš, estableció instituciones estatales y emitió pasaportes para todos los ciudadanos checos que quisieran abrazar la nueva nacionalidad. También se lanzó una nueva moneda, el Jurovalsar, que estaba vinculada al euro con una tasa de cambio 1 a 1. Sin embargo, sus entusiastas intentos de forjar vínculos oficiales con otros países resultaron un fracaso y, actualmente, el Reino de Valaquia no cuenta con reconocimiento diplomático oficial por parte de ningún país.

Bandera del Reino de Valaquia

Como si de una maldición se tratase, el nuevo reino de Valaquia ha heredado la inestabilidad de su predecesor. En 2001, el "gobierno" de Valaquia dio un golpe de Estado y depuso al rey Boleslav, acusando al monarca de comportarse inconstitucionalmente al exigir un millón de coronas checas por sus servicios. Imperturbable, el rey depuesto viajó por todo el reino reuniendo apoyos para su restauración. Bolek Polívka afirmaba que había ascendido al trono en 1993, unos cuatro años antes de la formación del Reino de Valaquia por Harabiš. El exrey también afirmaba que la idea del reino fue suya. Incapaces de resolver la disputa como antaño, en un duelo, el caso fue llevado ante los tribunales checos en 2007. Un tribunal de Ostrava falló a favor del "gobierno" de Tomáš Harabiš, quien buscó un nuevo candidato para el trono y finalmente coronó a Vladimír Zháněl como el rey Vladimir II. Desde entonces el rey caído ha recurrido su caso en los tribunales sin ningún éxito. Una disputa patética para una micronación irónica que sin duda haría llorar sangre en su tumba a Vlad Tepes.

+ info: AnalyticalChemistry - NatGeo