04 abril 2021

Laguna de Huacachina - Perú

La Laguna de Huacachina es un oasis ubicado a cinco kilómetros al oeste de la ciudad peruana de Ica, en medio del desierto costero del Pacífico. La laguna se formó debido al afloramiento de corrientes subterráneas; sus aguas de color verde esmeralda antaño tenían una elevada concentración de sales y sulfuros, lo cual propició que se le atribuyesen místicas propiedades terapéuticas. 

Su gran atractivo como paraíso natural, el cálido clima imperante todo el año y el supuesto poder curativo de sus aguas permitieron que desde 1960, la laguna se haya convertido en uno de los más importantes y exclusivos balnearios peruanos. 

Alrededor de la laguna hay una abundante vegetación compuesta de palmeras, eucaliptos (especie invasora) y la especie de algarrobo conocida como huarango, que sirve de descanso para las aves migratorias que pasan por esta región. En 2014 se creó el área de conservación regional Laguna de Huacachina con la intención de  velar por la diversidad biológica, cultural y paisajística de la zona, así como dar un uso sostenible de los recursos naturales de las casi 2500 Has que protege el parque.

Huacachina es un nombre compuesto que en quechua significa "la mujer que llora" (Huacca- "llorar" + -China "mujer"). Una de las leyendas sobre la laguna de Huacachina trata sobre una joven doncella llamada Huacay China. Se trataba de una mujer muy bella, pretendida por casi todos los hombres de la región, hasta que un buen día, se enamoró de un joven guerrero. Tras casarse el guerrero tuvo que ir a una guerra lejana en la que murió. Al enterarse de la noticia, la joven se vio desbordada por la tristeza y se fue a llorar a un apartado campo de girasoles donde se habían visto por primera vez. La joven lloró día tras día, hasta que las lágrimas de su llanto formaron una pequeña laguna.

Huacay solía acudir a esta remota laguna que casi nadie conocía, hasta que un día, cuando ya oscurecía un guerrero foráneo pasó por la laguna, vio a la joven y decidió acercarse. Al darse cuenta de que la observaban, la chica empezó a correr hasta que su vestimenta se quedó enredada en un árbol y se convirtió en dunas... cuando el guerrero ya la iba a alcanzar, Huacay China se sumergió en la laguna. Esperó durante horas a que el guerrero se fuera, pero cuando por fin se quedó a solas, intentó salir y se dio cuenta que ya no tenía piernas, era una hermosa sirena que terminó dando nombre a la laguna. La misma leyenda dice que cada noche de luna nueva, la joven sale de la laguna para llorar por su amado. 

Otra variante de la leyenda, quizás más fiel a las sirenas originales, afirma que en represalia por su mala fortuna, Huacay sale durante la noche a encandilar a extranjeros para después ahogarlos en las aguas de la laguna. Esta leyenda se ve reforzada por el hecho de que varios extranjeros hayan fallecido en las tranquilas aguas de este oasis durante los últimos años, algo que puede ser atribuible a la sirena de Huacay o a la combinación de alcohol y turistas.

+info: Área de conservación regional Laguna de Huacachina