13 febrero 2021

Domo Argus/Fuji - La Antártida


El lugar donde no existe nada que te distraiga del frío

El Domo Argus o Domo A, es el nombre que recibe el punto más elevado de la meseta Antártica; a medio camino entre el Polo Sur Geográfico y el colosal glaciar Lambert, este punto es la cumbre de toda la masa de hielo que constituye el casquete glaciar de la Antártida Oriental. 

En realidad el domo A no es una montaña, un domo de hielo es el componente principal de un casquete glacial y se desarrolla simétricamente sobre la superficie terrestre, con forma de curva parabólica.​ En consecuencia, este domo de hielo no tiene grandes pendiente, es más bien una planicie cuyo punto más alto se eleva hasta los 4093 metros.

Según un estudio reciente publicado en la revista Nature, el Domo A sería el mejor lugar del mundo para ver las estrellas, pero... ¿Por qué justo en este lugar tan inhóspito? La explicación se debe a varias peculiaridades:

  • Sabemos que las estrellas parpadean porque la luz que procede de ellas es distorsionada por la atmósfera del planeta antes de llegar a nosotros. En este punto, la capa límite planetaria es muy delgada, unos 14 metros según un radar sónico empleado en el estudio. La capa límite planetaria es la parte más baja de la troposfera, una región cuyo comportamiento está condicionado por el contacto y roce con la superficie planetaria, cuanto menor sea esta franja, menor distorsión local tendrá que atravesar la luz que nos llegue de las estrellas.
  • Esta gélida meseta antártica está situada a 1200 km de la costa más cercana; el clima es extraordinariamente seco por lo que la humedad no supone un problema. Además, su gran elevación (más de 4000 metros sobre el nivel del mar) permite que algunos astrónomos lo denominen "libre de atmósfera"
  • Cuando el viento sopla a través de terrenos irregulares, como montañas y valles, crea remolinos turbulentos en la atmósfera que pueden deformar la luz que llega a la Tierra. Domo A está sobre una extensa meseta, plana en todas las direcciones durante cientos de kilómetros, en consecuencia, los vientos locales crean muy poca turbulencia atmosférica.
  • Los inviernos antárticos tienen la ventaja añadida de las noches polares, con una duración de hasta 24 h, permitiendo que las estrellas sean observables durante periodos más largos que en otros puntos del planeta.


Los autores del estudio montaron un pequeño telescopio, elevado ocho metros sobre el suelo, para observar el cielo nocturno desde estas instalaciones en el Domo A (Shang Zhaohui)

Cerca de allí encontramos el Domo Fuji o Domo F, también conocido como Domo Valquiria, otro domo con forma de pequeña cresta montañosa en la que suelen quedar atrapadas las bolsas de aire frío. Las temperaturas rara vez se elevan por encima de -30° C en verano y pueden bajar hasta los -80° C en invierno. El clima es el de un desierto frío, con condiciones muy secas que lo convierten en uno de los lugares más áridos de la Tierra, la precipitación anual apenas llega a 25 milímetros en forma de cristales de hielo

Tradicionalmente, esta región es considerada "el lugar más frío de la Tierra" (por medios naturales), con temperaturas cercanas a los -90 °C. Sin embargo, contrariamente a la intuición, las temperaturas más bajas no se corresponden con los puntos más elevados, grandes bolsas de aire frío que quedan atrapadas en un pequeño valle al no poder rebasar los domos, dejando a su paso temperaturas insufribles hasta que por fin se disipan. Según las investigaciones del Centro Nacional de Datos sobre Nieve y Hielo de Estados Unidos, el lugar más frío de la superficie terrestre sería una cresta a medio camino entre los domos Argus y Fuji. El 10 de agosto de 2010, las mediciones por satélite registraron una temperatura récord de -93,2ºC en esta zona, la temperatura más baja de la historia.

En esta cadena montañosa de la Antártida, un ser humano sin un sitio en el que refugiarse, sólo podría sobrevivir durante unos segundos. Para hacernos una idea, las temperaturas registradas son 15 grados menores que el punto en el que el dióxido de carbono (CO2) deja su estado gaseoso para convertirse en hielo seco (por debajo de los -78,5 °C). A estas temperaturas, los ojos, nariz, boca, pulmones... de una persona se congelan en muy pocos minutos y respirar llega a ser imposible. 

Desgraciadamente, se trata de un lugar un tanto difuso a la hora de vender camisetas, lo cual no significa que existan dudas sobre sus registros, los propios investigadores admiten que los datos podrían ser más todavía más extremos ya que los satélites empleados sólo son capaces de determinar la temperatura promedio de un área de un kilómetro cuadrado.


Análisis por satélite de las temperaturas en la meseta antártica (NASA)

Este domo ya fue descubierto por una expedición Antártica Soviética en 1964, y en un principio fue bautizado como Domo Valquiria en homenaje a la mitología nórdica, sin embargo, actualmente es más conocido como Domo Fuji. Aquí opera una estación científica japonesa, ubicada 3786 metros por encima del nivel del mar, se trataría de la base más elevada de todas las existentes en la Antártida. 

La presencia de Japón en el interior de la Antártida se remonta a noviembre de 1910, cuando el primer explorador polar japonés, Nobu Shirase, salió de Tokio con un pequeño barco de pescadores. La primera base científica antártica japonesa no llegaría hasta 1956, ese año se construyó la estación de Syowa, en la isla Ongul (Bahía de Lüszow-Holm), con cuatro pequeñas cabañas y un generador de 20 kilovatios. Desde esta base partió la travesía hacia el Polo Sur dirigida por Masayoshi Murayama en 1968. Equipados con cuatro vehículos de nieve lograron adentrarse 5.182 kms en el interior tras 141 días de expedición. Animados por el éxito, en 1970 decidieron construir Mizuho, una estación interior situada a 300 km de la costa. En 1985 se sumaría Asuka, una segunda estación interior a 630 kms de la primera en Syowa. En 1995, construyeron su cuarta estación científica, la de Domo Fuji. 

Tras su llegada, los científicos japoneses iniciaron un proyecto de perforación de núcleos de hielo para analizar la historia registrada en las burbujas de aire. Cada capa de nieve caída desde que comenzó a formarse, atrapa pequeñas burbujas de aire que funcionan como cápsulas del tiempo. ¿Alguna vez te has preguntado como olía el aire antes de la Revolución industrial?... La perforación extrajo un núcleo de 2.503 metros en la campaña de 1995, un registro que se remonta a 320.000 años atrás. En 2006, una segunda perforación, llegó a más de tres kilómetros de profundidad, llegando a un hielo con 720,000 años de antigüedad. Inesperadamente, se comprobó que el fondo de hielo se derretía debido a la energía geotérmica del interior de la corteza terrestre, por lo que no pudo llegarse a las rocas más profundas. A pesar de ello, el análisis detallado llevado a cabo por los glaciólogos japoneses ha permitido identificar ciclos climáticos de varias decenas de miles de años así como eventos puntuales de solo un año, perfectamente conservados en este núcleo de hielo.  

En la actualidad, para abrir la base Domo Fuji cada temporada de verano austral, hay que llevar alrededor de 1.100 toneladas de carga y combustible, en una travesía que puede llevar hasta tres semanas de viaje. De momento, la estación cuenta con una base meteorológica y otra sobre glaciología, pero ya se está planteando otros proyectos como un futuro observatorio astronómico, nuevas perforaciones que nos permitan llegar al millón de años de la historia terrestre, observación de las auroras australes en 3D, estudios atmosféricos en el vórtice polar, análisis de lagos sub-glaciales en busca de microorganismos desconocidos o estudios de microbiología en condiciones extremas relacionadas con la circulación global de microbios… 


Mapa térmico de la Antártida. Las bolsas de aire frío se concentran en un valle que abarca cientos de kilómetros entre el Domo Argus y el Domo Fuji.  (BBC)

Para poder aprovechar todo el potencial de investigación de la Antártida, el primer paso será acostumbrarse a lidiar con unas temperaturas inhumanas. El récord de -93,2C fue registrado en un punto ubicado a 81,8 grados de latitud sur y a 59,3 grados de longitud este. En estos imperceptibles valles, el aire helado cerca de la superficie fluye cuesta abajo por ser más denso, la pendiente es muy suave y superficial, sin embargo es suficiente para atrapar este aire y precipitarlo en depresiones poco profundas. Una vez en estos pozos, el aire puede enfriarse aún más y llegar hasta estos tres o cuatro grados menos que el récord previo. El anterior récord de frío (-89,2 °C) se registró también en la Antártida y fue en el año 1983, cerca de esta misma zona, en la estación científica soviética Vostok... (continuará)

+ info: SciTechDaily - TierrasPolares - BBC


06 febrero 2021

Ryō-Un Maru

El Ryō Un Maru (漁運丸) fue un barco de arrastre japones atracado en Hachinohe pero que acabó a la deriva como consecuencia del Terremoto y posterior tsunami de Japón de 2011. El 20 de marzo de 2012, el barco fue avistado a la deriva por una patrulla del aire canadiense en el Océano Pacífico, aproximadamente a 280 kilómetros al oeste del archipiélago de Haida Gwaii, en Colombia Británica, cerca de la costa oeste de Canadá. Sin tripulación, maltrecho, herrumbroso, destilando óxido por la borda; un verdadero buque fantasma de 65 metros de eslora que en sus buenos tiempos se dedicaba a la captura del calamar hasta que la fuerza del maremoto lo arrancó del puerto del Hachinohoe. No llevaba carga porque, paradójicamente, estaba esperando el desguace...​ Dado el peligro que representaba para los otros barcos que transitaban por el sector, el navío, sin tripulación a bordo, fue hundido por la Guardia Costera de Estados Unidos el 5 de abril de 2012. Ahora reposa a 1850 metros de profundidad.

El Ryou-Un Maru comenzó su deriva cuando un terremoto de 9.0 grados de magnitud provocó un tsunami que devastó la costa japonesa. El barco quedó envuelto en la maraña de escombros y basura que arrastró el tsunami, más de 25 millones de toneladas. De ellas, entre cuatro y ocho millones de toneladas se han ido al fondo del océano, mientras que otras dos siguen flotando como fantasmas por los mares del mundo. Este barco fue el primer objeto medianamente grande avistado tras la tragedia. Tardó un año en recorrer medio planeta arrastrado por los vientos, con una velocidad media de un kilómetro por hora.

Cuando la guarda costera canadiense lo detectó se pensaba que era un barco de otra época por su avanzado deterioro. La sal se había comido buena parte de su estructura metálica y estaba desolado, como buen barco fantasmal. La embarcación, que se dedicaba a la pesca de camarón en la isla de Hokkaido, recordaba al vetusto barco de la película Forrest Gump con el que el personaje formó su fortuna.

Oxidado y perdido, el Ryou-Un Maru, deambuló por los mares durante un año, hasta que fue hundido a punta de cañonazos por la armada estadounidense. Más que a sus fantasmas le temían al espeso diésel que todavía lleva en su interior. La marina estadounidense tomo la decisión cuando el pesquero se acercó a la costa de Alaska.

Hasta ese momento el gobierno de Canadá, donde el barco fue avistado por primera vez, intentó recuperarlo pero descartó la operación por la posibilidad de que liberara el diésel y causara una contaminación mayor. El dueño del Ryou-Un Maru tampoco quiso saber nada del barco fantasma.
"Era demasiado caro tratar de salvar el barco y demasiado peligroso para poner a alguien a bordo. El barco llevaba más de 7.500 litros de diésel" detalló el oficial encargado del hundimiento.

Aunque el barco era un punto muerto en el océano, las fuerzas armadas de EE.UU. no sólo enviaron una fragata artillada sino un avión Hércules que sobrevoló la zona para despejar el tráfico marítimo y aéreo.

Finalmente, el guardacostas estadounidense Anacapa lo hundió a 180 kilómetros de Alaska con dos cargas explosivas, dado el peligro que su falta de control suponía para la navegación. Después de los disparos el barco se incendió, se llenó de agua y luego comenzó a hundirse. Ahora ya descansa en el fondo del océano a 1.850 metros de profundidad

+ info: Wikipedia - BBC


SS Ayrfield - Australia

SS Ayrfield (Foto: ISTOCK/National Geographic)

En el fondo de la Bahía de Sydney, Australia, reposan los restos de numerosos naufragios, sobre todo en una zona llamada Homebush Bay, muy cerca de la Villa Olímpica. Sin embargo, el más famoso de estos barcos varados es el SS Ayrfield, también conocido como “El bosque flotante” debido a la exuberante vegetación de los manglares que ahora cubre su casco oxidado.

El SS Ayrfield fue un buque de transporte botado en 1911 en Inglaterra con el nombre de SS Corrimal. Su cometido era el de transportar carbón, que todavía entonces era la sangre de la Revolución Industrial que movía el músculo del Imperio Británico. Décadas después, el carbonero pasó a cumplir las funciones de transporte militar en el área del Pacífico durante la Segunda Guerra Mundial, al servicio del ejército estadounidense. Después de la guerra, a pesar de ser ya un barco vetusto, todavía era útil, así que sirvió de nuevo como buque carbonero entre Newcastle y Sydney hasta su “jubilación” definitiva, en 1972. Como tantos otros barcos viejos fue abandonado en el cementerio marino de Homebush Bay, condenado al olvido y a una lenta descomposición...

Sin embargo, por una de esos giros del destino, el SS Ayrfield estaba llamado a tener una segunda vida después de sus años surcando los mares: Después de la limpieza y acondicionamiento de Homebush Bay de cara a la cita olímpica del año 2000, el casco oxidado del SS Ayrfield y su verde corona pasaron a convertirse en una imagen muy familiar para los vecinos de Sydney. Fueron ellos quienes lo bautizaron con el nombre de “el bosque flotante” y lo popularizaron entre los turistas.

Así el SS Ayrfield pasó a convertirse en una más de las atracciones más importantes de Australia, ajeno a todo, el viejo carbonero vive sus últimos momentos de gloria mientras se hunde lenta pero inexorablemente en el fondo del mar.


+ info: ElViajeroFeliz

El Valle de la Muerte - EEUU


Zabriskie Point en el parque nacional de Death Valley

El Valle de la Muerte es una terrible extensión de más de 13.500 Km, situada entre los estados de Nevada y California. Este erial es el segundo parque natural más grande de los Estados Unidos, tan solo por detrás de Yellowstone, y forma parte del famoso desierto de Mojave con una pequeña parte en el de Sonora. El paisaje aquí es seco, árido, con grandes extensiones cargadas de sal procedente de un mar prehistórico. No hay mucha vegetación, no hay árboles, apenas hay animales... sólo arbustos y plantas adaptados a las condiciones más extremas y una fauna escasa y peligrosa.

Tradicionalmente, el Valle de la Muerte ostenta el récord de la mayor temperatura registrada en la Tierra. El 10 de julio de 1913 se registraron 56,7º C en Fumace Creek; nueve años más tarde se registró una temperatura levemente superior en Libia, pero posteriormente se comprobó que fue debido a un error en la interpretación de los datos, por lo que el récord fue devuelto al Valle de la Muerte. Actualmente, y con los registros existentes, este lugar es el más caliente y seco del mundo. El 23 de julio de 2006 el tórrido aire que envuelve el Valle de la Muerte volvió a batir una plusmarca al alcanzar los 58,1º C en la zona de Badwater, un nuevo récord. Como ya vimos en la entrada de Dash-et-Lut, existen temperaturas aun mayores, sin embargo al no estar avaladas por una estación meteorológica no son consideradas a efectos de récords.

La temperatura no solo es extrema, si no que además existe una gran amplitud térmica diaria algo frecuente en climas continentales y desérticos, muchas noches la temperatura cae hasta los 0º C. Otra de las peculiaridades del desagradable clima de Death Valley es la constancia cuando aprieta: en 2001 se registró un nuevo récord de 100 días seguidos con temperaturas por encima de los 37,7º C

El motivo principal por el que se dan estas temperaturas es que el Valle de la Muerte se encuentra muy por debajo del nivel del mar. Además, por si fuera poco, está rodeado por las montañas de Sierra Nevada; estas formaciones impiden el acceso a las nubes, por lo que, durante la mayor parte del año, apenas llueve en esta región. En consecuencia, las precipitaciones tampoco ayudan a hacer este lugar más soportable. Curiosamente, el mismo año en que se registró la temperatura más alta (1913), fue también el año con mayores precipitaciones desde que se llevan registros, y apenas se alcanzaron los 114 milímetros (Madrid ronda los 450 mm anuales).

Debido a lo seco y árido de este desierto, todas las plantas que aún subsisten han tenido que adaptarse a lo largo de los años. Actualmente hay más de mil especies de plantas que han logrado prosperar en estas hostiles condiciones, ya sea modificando las hojas para reducir la evotranspiración o bien creando extensos sistemas de raíces que permiten aprovechar al máximo la humedad del suelo.
Por culpa de la falta de lluvia, apenas se pueden encontrar árboles (o sombra), tan solo algunos pinos en las zonas más altas. No obstante, si podremos encontrarnos algunos animales adaptados a las condiciones como coyotes, linces o pumas. Otro de los animales que podremos encontrar, con relativa facilidad, son las serpientes de cascabel, esta especie es la que más muertes causan entre humanos en los Estados Unidos. 


Badwater es la depresión más profunda de Estados Unidos y del Hemisferio Occidental

Su nombre no es del todo infundado. En este valle se encuentra la cuenca Badwater, la depresión más profunda (86 m. bajo el nivel del mar) de toda América del Norte. En su momento supuso uno de los principales obstáculos para la conquista del salvaje oeste, ya que la sequedad, la falta de agua y la elevada salinidad de la tierra, debida un prehistórico mar, hacen de este lugar un auténtico infierno.

El origen del nombre sin embargo no es tan dramático, según cuenta la leyenda, en 1849 un convoy de colonos, pioneros y buscadores de oro, se extravió con sus carruajes y con su ganado en esta inmensa llanura del Mojave. Tras varias semanas vagando por el desierto, las cosas comenzaron a complicarse: además de tener que soportar las altas temperaturas durante el día, tenían que hacer frente al frío de la noche. Los colonos quemaron sus carros para hacer fuego y poco a poco se fueron comiendo a todos sus animales para poder sobrevivir.  Antes de lograr reencontrar su camino, uno de los colonos murió en el valle; cuando por fin se alejaban de aquel horrible lugar, una de las mujeres de la expedición se despidió gritando: “¡Adiós, valle de la muerte!”, y el nombre quedó vinculado a la región hasta nuestros días.

En el Valle de la Muerte se encuentran algunos de los registros más antiguos de la presencia de seres humanos en América; algunos de estos petroglifos (dibujos en piedra) fueron realizados por los Saratoga Spring, un grupo que vivía en esta región hace 2.000 años. Sin embargo, mucho antes, hace 3.000 y 9.000 años, ya hubo otros pueblos que habitaron el Valle de la Muerte, cuando aun contenía lagos y el clima era más benigno.

Hoy en día la zona ya no es tan apetecible, hay más de 100 pueblos fantasmas y minas abandonadas en el Valle de la Muerte, éste era un paso regular de pioneros y buscadores de oro a mediados del siglo XIX. Sin embargo, la falta de agua y las condiciones extremadamente hostiles hicieron que los mineros continuaran la búsqueda de fortuna en otros lugares de California. Hoy en día todavía siguen en pie de muchos de estos poblados abandonados.


Baker Ranch, uno de los ranchos abandonados que Charles Manson y su "Familia" ocuparon

Otros en cambio, encontraron en este infierno su casa; en 1968, Charles Manson se estableció en esta región junto a "La Familia", ocupando dos ranchos abandonados. En noviembre de 1968, Charles Manson descubrió el Rancho Myers gracias a Catherine Gillies, nieta de Barbara Myers; a partir de noviembre de 1968, Manson y sus seguidores comenzaron a habitar el rancho y descubrieron el cercano Rancho Barker. Al estar en mejores condiciones, la Familia se comenzó a mudar allí y finalmente obtuvieron el permiso de Arlene Barker para usar la propiedad de forma temporal.

El departamento del sheriff del condado de Inyo, la Patrulla de Caminos de California y los Guardabosques del Servicio de Parques Nacionales detuvieron al grupo durante dos redadas el 10 y el 12 de octubre de 1969. Manson fue sorprendido escondido debajo del fregadero de la cocina. En el momento del arresto se desconocía la magnitud del hallazgo, tan solo buscaban atrapar a los responsables de varios actos de vandalismo del Parque Nacional de Death Valley.

En 1971, Arlene Barker dejó de presentar informes al Bureau of Land Management (BLM) sobre la actividad minera de la familia con lo que la propiedad (y sus instalaciones) volvieron al control del gobierno. En 1976, el rancho se convirtió en parte del Área de Conservación del Desierto de California, y en 1994, se incorporó al Parque Nacional Death Valley. Hoy en día, los restos del rancho (que quedó arrasado por un incendio en 2004) pertenecen al Servicio de Parques Nacionales.

A principios de 2008, tras décadas de rumores persistentes sobre víctimas adicionales de asesinatos de la familia Manson, investigadores forenses realizaron pruebas en el rancho en busca de posibles restos humanos enterrados. Los investigadores utilizando tecnología de punta que no estaba disponible en los años 70 para localizar varias zonas que podían corresponderse con fosas comunes, sin embargo, la búsqueda fue cancelada debido a que no se encontraron pruebas o restos de víctimas durante los registros iniciales.


Descenso al "Agujero del Diablo"

Otro de los peculiares sitios de este parque es el hoyo o pozo del Diablo (Devil's Hole), un hábitat único en el mundo situado en el Refugio nacional de Vida silvestre de Ash Meadows, en el condado de Nye, Nevada. El pozo y su entorno es administrado por el Parque Nacional del Valle de la Muerte.

El hoyo del diablo es un acuífero geotérmico (33º C) formado por una pequeña piscina contenida dentro de una caverna caliza en el desierto de Amargosa. Este pozo es accesible mediante una ventana exterior que nos permite bajar a un lago subterraneo tremendamente sensible a los movimientos de Tierra, hasta el punto de producirse pequeños "tsunamis" cuando ha habido terremotos en lugares tan distantes como Japón, Indonesia y Chile.

El agujero del diablo es el único hábitat natural del pez pupfish (Cyprinodon diabolis), una rarísima especia que logra prosperar en este hábitat a pesar del agua caliente y de la escasez de oxígeno. Devil's Hole puede ser considerado "el hábitat más pequeño del mundo que contiene toda la población de una especie de vertebrados". Además el pez pupfish está considerado en peligro crítico de extinción, con una población que no llega a los 200 ejemplares desde 2005, ha sido descrito como el pez más raro del mundo.

La información genética nos indica que esta especie es tan antigua como el Agujero mismo, el cual se formó hace unos 60.000 años. Sin embargo, a pesar de que fue declarado especie en peligro de extinción en 1967, los conflictos de propiedad y los litigios por el uso de las aguas subterráneas alrededor de Devils Hole no han ayudado a su conservación. Desde finales de la década de los 90, la población de pupfish ha disminuido sustancialmente, no se conocen las causas exactas, pero se sospecha que una especie invasora, un pequeño escarabajo microscópico, puede estar comiendose las huevas del pupfish.


Sailing Stones en Racetrack Playa

Otro de los misterios de Death Valley son las "Sailing Stones" o piedras navegantes, un fenómeno geológico por el cual determinadas rocas se mueven, sin intervención humana o animal, dejando largos surcos en superficies llanas. Se han observado y estudiado este tipo de huellas en varios sitios, pero las trazas que más se han estudiado, debido a su elevado número y longitud, son las de Racetrack Playa, en el Valle de la Muerte de California, Estados Unidos. Las piedras se mueven solo cada dos o tres años y la mayoría de sus huellas se conservan durante tres o cuatro años. Las piedras con base angulosa dejan trazas estriadas y rectas, mientras las que tienen base lisa dejan marcas divagantes. A veces, las piedras se vuelcan, y ponen en contacto con el suelo otra de sus caras, cambiando el rastro que dejan a su paso.

Las trazas comúnmente tienen orientaciones y longitudes que difieren unas de otras. Las piedras que empiezan su trayecto juntas, pueden viajar en paralelo hasta que algunas de ellas se desvía siguiendo cualquier otra dirección o, incluso, retrocediendo. Por otro lado, piedras del mismo tamaño pueden dejar trazas de distinta longitud.

Recientes estudios con imágenes timelapse y dispositivos GPS de los investigadores, Richard Norris y James Norris han resuelto momentáneamente el misterio: Las piedras hidroplanean a través del barro húmedo formado por delgadas placas de hielo. Estas placas son irregulares y se asemejan a cristales rotos, combinadas con rachas de viento suave dan lugar a este misterioso fenómeno.

Debido a su aspecto y su geografía, el Valle de la Muerte ha sido el escenario escogido por numerosos directores de cine y televisión. Este paraje ha aparecido en un sinfín de películas y series de televisión, desde westerns hasta grandes superproducciones como Star Wars V: El imperio contraataca o Star Wars VI: El retorno del Jedi.

Lo peor que te puede pasar en el Parque Nacional de Death Valley, California, es quedarte sin gasolina. La carretera que atraviesa el parque es infinita y no hay gasolineras en medio del desierto. Incluso la persona más resistente del mundo se agota rápido en estas condiciones. Un ser humano sin agua solo podría sobrevivir aquí durante unas 14 horas. El 12 de julio de 2014, Dave Legeno, el actor inglés interpretó a Fenrir Greyback en las películas de Harry Potter, fue encontrado muerto en el Valle de la Muerte debido a un golpe de calor.


+ info: Wikipedia - Supercurioso

La Bóveda del fin del mundo - Noruega


Una vidriera sobre la puerta, refleja las luces árticas y las frecuentes auroras boreales de esta región

El Banco Mundial de Semillas de Svalbard (cuyo nombre oficial en noruego es Svalbard Globale Frøhvelv) es una enorme despensa con semillas de miles de plantas de cultivo de todo el mundo. Se trata de unas instalaciones subterráneas excavadas a 130 metros de profundidad en una montaña de piedra arenisca de la isla de Spitsbergen, en el archipiélago noruego de Svalbard, cerca de su capital Longyearbyen.​ 

El Gobierno noruego, el Fondo Mundial para la Diversidad de Cultivos (Global Crop Diversity Trust) y el Banco Genético Nórdico (NordGen) impulsaron este proyecto de más de 9 millones de dólares, que culminó en febrero de 2008 con la apertura del almacén de semillas más grande del mundo. Ese mismo año fue calificado por la revista Time como el sexto mejor invento del año. 

Este refugio fue creado para salvaguardar la biodiversidad de las distintas especies de cultivos que sirven como alimento a la humanidad. La cripta, también conocida como la bóveda del fin del mundo, está diseñada para ayudar a la humanidad a reiniciar la agricultura tras una eventual catástrofe mundial. Esta suerte de arca de Noé del siglo XXI, pueden funcionar durante siglos independientemente de lo que ocurra en el exterior, aun cuando se agote el petróleo, se produzca una guerra nuclear o una catástrofe climática arrase con toda la humanidad... el tesoro que aquí se almacenan permanecerá a salvo. 


Longyearbyen es la ciudad más septentrional del mundo y es conocida por su sol de medianoche.

Al igual que Superman tenía su fortaleza en una montaña del Círculo Polar Ártico, los humanos hemos recurrido a Spitsbergen, una remota e inhóspita isla cercana al Polo Norte, para poner a salvo nuestro mayor tesoro: el alimento.

La isla de Spitsbergen forma parte del archipiélago de Svalbard, una peculiar región acostumbrada a los récord Guinness. Para empezar, se trata del lugar más septentrional del planeta habitado por población civil, todo cuanto existe en este archipiélago se convierte automáticamente en récord: la iglesia más al norte del mundo, la oficina de correos más al norte del mundo, el museo más al norte del mundo… También tienen el cementerio más al norte del mundo, un lugar absurdamente inútil en el que no se entierra a nadie desde mediados del siglo XX, las autoridades locales descubrieron que los cadáveres no se descomponían, tan solo se congelaban, por lo que establecieron una ley por la que, literalmente, se prohíbe morir en Svalbard, obligando a todo moribundo a trasladarse al continente.

Su capital, Longyearbyen, tiene cerca de 2000 habitantes y es el último rastro de civilización, más allá solo existen pequeñas aldeas y bases científicas dispersas en un territorio violento, inhóspito y salvaje. Sus habitantes deben pasar casi cuatro meses de luz constante y otros tantos de noche eterna; tan solo durante 2 o 3 semanas, los días son equivalentes a las noches. El sol no se pone desde el 19 de Abril hasta el 23 de Agosto debido a su ubicación en el círculo polar ártico; por otro lado, el sol se pone el 25 de octubre y no vuelve a salir hasta pasados unos cuatro meses.

En este archipiélago, la especie predominante no son los humanos, sino los osos polares: con más de 3000 individuos, Svalbard es el lugar con mayor concentración de osos blancos del planeta. Aquí los osos campan a sus anchas, surcan la isla, cazan, observan... son dueños y señores del lugar mientras los humanos se acurrucan en sus refugios y tiemblan de terror al verlos llegar. Los ataques de osos son muy frecuentes, por lo que resulta casi imposible moverse por libre. Todas las actividades son guiadas y los habitantes repiten de forma insistente y machacona que jamás hay que salir de la ciudad sin un arma.


Como un iceberg, el refugio solo muestra al exterior una pequeña parte de su compleja estructura.

Perdida entre la nieve eterna, emerge una pequeña entrada rectangular con estética futurista que muy pocos han cruzado. Oculto a 150 metros bajo tierra, encontramos un bunker dividido en tres grandes salas con miles de cajas de semillas de casi todo el mundo conservadas a 18 ºC bajo cero. La idea básica que justifica esta obra es conservar la menguante biodiversidad agrícola; si en un país o en una región se produce un desastre irreparable, como una guerra que aniquile la agricultura del país, una catástrofe ecológica brutal, la destrucción de otro banco de semillas, actos terroristas, etc... estas semillas permitirían una segunda oportunidad. 

Desafortunadamente, solo nos acordamos de Santa Bárbara cuando truena, y necesitamos casos como la pandemia de coronavirus para darnos cuenta de la importancia de instituciones como el Banco Mundial de Semillas; pero lo cierto es que hay muchos otros ejemplos, desastres como inundaciones, incendios, terremotos, problemas técnicos, económicos y políticos pueden causar graves pérdidas de cultivos en bancos de genes de todo el mundo, por lo que es muy importante tener una instalación que sirva como respaldo. Los desastres naturales son una constante, y no hace falta irse a un futuro distópico o a una catástrofe de escala mundial para comprobar la utilidad de este backup:

En el año 2015, el Centro Internacional de Investigaciones Agrícolas en Zonas Secas (ICARDA) perdió el control de su banco de genes en Alepo como consecuencia de la guerra civil en Siria. Afortunadamente, muchas de sus semillas tenían un duplicado en este banco, ICARDA retiró varias muestras entre 2015 y 2019 y reconstruyó su colección en los bancos de genes de Marruecos y Líbano.

Ese mismo año se organizó una misión de rescate tras el gran terremoto de Nepal para recolectar semillas de cultivos nativos de tres grandes distritos: Sindhuplanchowk, Dolakha y Ramechhap. Estas semillas son únicas en el mundo y afortunadamente ya están a salvo. 

Cada vez que se abre la fabulosa bóveda del Banco Mundial de Semillas para que salgan semillas, una mala noticia o un desastre natural ha sucedido en algún lugar del mundo: Un buen ejemplo de ello es lo que sucedió en Filipinas en 2006 y 2012, con dos inundaciones desastrosas que casi acaban con todo el material genético del Laboratorio Nacional de Recursos Fitogenéticos (NPGRL) de la Universidad de Filipinas en Los Baños (UPLB).


Como reza su web: "Esta es una instalación de almacenamiento de semillas a largo plazo, construida para resistir el paso del tiempo y el desafío de los desastres naturales o provocados por el hombre"

Todo lo contrario ocurre cuando entran nuevas semillas en el recinto, ya que esto significa que otro tesoro vegetal está a salvo. Idealmente, los bancos de diversidad genética de las especies vegetales silvestres (germoplasma) deberían enviar copias de seguridad de sus semillas con regularidad en los buenos tiempos, no solo en los malos, ya que suele ser demasiado tarde. 

En Febrero de 2020, el banco llegó al millón de muestras con una ceremonia en la que 33 países participaron con un nuevo cargamento de semillas. Este año vence el plazo para que cualquier país proteja su rango genético de cultivos, por lo que a lo largo de 2020 hemos visto a llegar miles de muestras procedentes de instituciones de Colombia (guisante de mariposa, trébol, sorgo y frijoles), México (maíz y trigo), Perú (patatas), Brasil (cebolla, melón y guindilla) o Costa Rica (con distintas variedades de arroz nativo y salvaje). Entre los donantes también figuran otros bancos de semillas, así como muestras de los jardines botánicos del príncipe de Gales o semillas del pueblo Cherokee, la primera tribu estadounidense nativa en almacenar sus semillas tradicionales. Entre las muestras enviadas había tres tipos de frijoles y cuatro tipos de maíz arcoiris, entre ellos el Cherokee White Eagle Corn. Pase lo que pase, el maíz sagrado del pueblo cherokee ya está a salvo.

En este momento, se estiman unos 2,1 millones de especies de plantas únicas a nivel mundial, el Banco Mundial de Semillas actualmente almacena más de 1 millón de estas (1,057,151) enviadas desde 86 donantes de todo el mundo. Por lo que todavía queda casi un millón de muestras de semillas únicas que no están almacenadas en la Bóveda, poner a salvo estas especies es la prioridad principal de este banco para los próximos años.


Svalbard es uno de los mejores lugares del mundo para observar las auroras boreales

Llegados a este punto, es lógico preguntarse quienes son The Global Corp Diversity Trust (GCDT), los administradores de la bóveda. La Fundación, que se describe a sí misma como "una organización independiente regida bajo el derecho internacional", fue fundada en Roma en 2004, por la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) y Biodiversity International, el representante de CGIAR, un gigantesco consorcio internacional de investigación agrícola. Entre sus patrocinadores encontramos la Fundación de Bill & Melinda Gates, el gigante de la agroindustria estadounidense DuPont/Pioneer Hi-Bred (uno de los mayores propietarios del mundo de semillas transgénicas patentadas), Syngenta (la principal empresa suiza de semillas transgénicas y agroquímicos), la Fundación Rockefeller y el CGIAR (la red global creada por la propia Fundación Rockefeller para promover la «revolución verde» invirtiendo más de 100 millones de dólares en semillas y promoviendo los cambios en las costumbres agrícolas). El GCDT fue presidido hasta 2012 por Margaret Catley-Carlson, ex presidenta del Population Council (antes conocido como la American Eugenics Society), fundado a su vez por John D. Rockefeller III.

Aparentemente, y sin querer entrar en la conspiranoia, parece que muchas de estas instituciones están tomando medidas contra un posible colapso biológico causado por ellos mismos. Afortunadamente, esta iniciativa no es la única de su tipo. El Proyecto de Banco de Semillas del Milenio (Millennium Seed Bank Project), es un proyecto de conservación a nivel internacional coordinado por el Real Jardín Botánico de Kew. Iniciado en el año 2000​ y alojado en el Millennium Building en los terrenos de Wakehurst Place Garden en West Sussex, su propósito es proporcionar una "seguro" contra la extinción de plantas en su medio silvestre, almacenando las semillas para su uso futuro. Las instalaciones del almacenaje consisten en grandes cámaras acorazadas subterráneas que preservan congelada la colección de semillas más grande del mundo. En abril del 2007, se alcanzaron los mil millones de semillas almacenadas,​ con la incorporación del Oxytenanthera abyssinica, un tipo de bambú de África.

En la colaboración con otros proyectos de biodiversidad se envían expediciones alrededor del mundo para recoger las semillas de las plantas de tierras áridas. En la medida de lo posible, las colecciones se mantienen en el país de origen, enviando duplicados al «Millennium Seed Bank Project» para su almacenaje. Existen instituciones colaboradoras en Australia, China, Jordania, Líbano, América y África. Australia es particularmente significativa pues su flora constituye el 15% del total de las especies del mundo, con el 22% de ellas en peligro de extinción. Todas las semillas están proporcionadas por instituciones altruistas sobre la base del mutuo beneficio.

A diferencia del banco de Svalbard centrado en especies con fines alimentarios, este banco aspira a mantener la biodiversidad global, con especial énfasis en la investigación de la flora de las zonas áridas del mundo (quizás por ser la que más vamos a necesitar). Cuando llegan las semillas, se limpian y se confirma su identificación. Posteriormente se secan, empaquetándolas de nuevo y almacenándolas en condiciones de criogenia. Las semillas se germinan periódicamente cuando son requeridas para la investigación, para comprobar las condiciones de viabilidad y almacenaje o cuando la viabilidad en estado silvestre ha caído a niveles bajos, en este último caso, las semillas obtenidas se distribuyen allí donde se necesiten. 


La entrada a la cripta durante la ola de calor de Julio de 2020

La bóveda está construida para ser una instalación de almacenamiento de semillas de respaldo para los bancos de semillas de todo mundo, actúa como una especie de “caja negra", es decir, no es un banco de genes activo. Al igual que otros bancos, tiene sus medidas de seguridad, y aquí uno de los mayores riesgos es el propio hombre, sobre todo en tiempos de pandemia: mientras las semillas se almacenan, sólo el personal puede manipular las cajas, y nunca jamás se expone el material del interior de las cajas al contacto humano. Gran parte de la vigilancia se realiza de forma remota, no hay personal de forma permanente en las instalaciones. NordGen tiene su oficina central en Alnarp (Suecia) y envía trabajadores cuando hace falta abrir los depósitos, minimizando en la medida de lo posible la presencia física de personas en la Bóveda o sus alrededores.

A esta instalación se la conoce en el mundo anglosajón como Doomsday Vault (la cripta del día del Juicio Final), ya que es capaz de resistir los peores supuestos apocalípticos: erupciones volcánicas, terremotos de hasta grado 10 en la escala de Richter, radiación solar, impactos de bombas nucleares... Su ubicación a 130 metros de altura, garantiza que estará a salvo de la subida del nivel del mar si se derriten los casquetes polares. En caso de fallo eléctrico, el interior está excavado en unas rocas que llevan miles de años enfriándose, mientras que en el exterior, el permafrost (una capa de hielo permanentemente congelada) actuaría como refrigerante natural. Todo esto debería propiciar unas condiciones suficientemente frías para mantener seguras las semillas durante al menos 200 años, incluso sin energía eléctrica.​.. o eso creíamos hasta hace poco. 

La temperatura óptima en el interior de estas instalaciones es de -18º C, algo relativamente sencillo de lograr si te encuentras a tan solo 1300 Km del Círculo Polar Ártico. Sin embargo, a la hora de la verdad, la catástrofe más inminente para la humanidad es el cambio climático (con permiso del Covid-19) y es precisamente este calentamiento global el que ha disparado las alarmas este verano. Durante la última semana de Julio de 2020, una ola de calor sin precedentes, elevó las temperaturas en la región de Svalbard hasta superar los 20 ºC, permitiendo ver la entrada del refugio totalmente libre de hielo. En la pequeña ciudad de Longyearbyen, el asentamiento más cercano a la bóveda, se han llegado a registrar 21,7 ºC, superando así el anterior récord histórico de 1979 (21,3 ºC)

Un estudio publicado en 2019 muestra un aumento de la temperatura media en este archipiélago de unos 5 grados entre 1971 y 2017, el mismo estudio pronostica temperaturas aun mayores para el año 2100, hasta 10 grados más que la media durante el siglo XX. Las instalaciones están preparadas para mantener la temperatura del interior, pero no cabe duda que este aumento de la temperatura exterior lo complica todo. En 2016 el deshielo empezó a afectar a la integridad de las rocas en las que están esculpidas las galerías, produciendo filtraciones de agua e inundando algunas zonas. Este deshielo, mayor cada año, acabó requiriendo varios trabajos de reparación y refuerzo del almacén durante los cuales se invirtieron más de 20 millones de euros para impermeabilizar el túnel de acceso y garantizar la integridad de las instalaciones... la seguridad alimentaria de todo el planeta depende de ello.


+ info: Wikipedia - Traveler


El Salar de Uyuni - Bolivia

El Salar de Uyuni, en el departamento de Potosí, al sur de Bolivia, es el lugar más plano del mundo, una inmensa llanura de sal de gran espesor con más de 10.582 kilómetros cuadrados de superficie. El Salar se formó cuando varios lagos prehistóricos se unieron en uno solo, el lago Tauca, que terminó por secarse dejando como vestigios varios lagos menores y salares.

El 70% del litio mundial que luego se empleará en las baterías de todo tipo de dispositivos, se extrae de este lugar. Además de ser la mayor reserva de litio mundial, también cuenta con potasio, boro y magnesio. Exceptuando los sufridos trabajadores locales y un hotel (el primer hotel de sal del mundo), el lugar está prácticamente deshabitado. 

Esta región del altiplano andino solo conoce dos estaciones: entre Diciembre y Abril es la estación lluviosa, la zona se llena de flamencos rosados que acuden atraídos por las lluvias del verano, los lagos se desbordan y toda la llanura queda inundada por una fina capa de agua que la convierte en el espejo más grande y liso de la Tierra. Debido a su tamaño y su gran reflectividad, el salar se usa con frecuencia para calibrar satélites. Durante la estación seca (Mayo a Noviembre) el Salar de Uyuni vuelve a ser el mayor desierto de sal del mundo, una corteza de sal se extiende hasta el horizonte jalonada por formas cristalinas poligonales. La mayoría del turismo escoge estas fechas ya que muchas zonas del salar vuelven a ser transitables tras meses inundadas.


Ubicado al suroeste de Bolivia y a poco más de 200 kilómetros de Potosí 
se encuentra el salar de Uyuni, el desierto salino más grande y alto 
del mundo, tan amplio que puede verse desde el espacio (Manutravel)

+ info: Wikipedia - National Geographic

Museo de Arte Subacuático - México


Museo de Arte Subacuático, Cancún, México

El Museo Subacuático de Arte o MUSA es un museo submarino situado entre Cancún, Isla Mujeres y Punta Nizuc, en el Caribe Mexicano. El museo fue fundado en 2009 por Jaime González Cano, el director del Parque Nacional Costa Occidental de Isla Mujeres, Punta Cancún y Punta Nizuc (el área natural protegida en la que se ubica el museo), Roberto Díaz Abraham, presidente de Asociados Náuticos de Cancún y el artista británico Jason deCaires Taylor, autor de la mayoría de las obras.

Inicialmente, MUSA surgió como una organización sin ánimo de lucro que buscaba reorientar parte del turismo que viajaba a esta zona para visitar los corales naturales; con más de 750.000 visitantes anuales, este parque natural es una de las zonas marinas más visitadas del mundo con el consecuente deterioro de sus arrecifes. El museo consiste en una compleja estructura de arrecifes artificiales que trata de disuadir al turismo de visitar los arrecifes naturales a la vez que sensibiliza sobre la necesidad de proteger este entorno.


Inertia, Cancún, México

Todo empezó con una decepción... a principios de 2008, Jaime González Cano (director del parque) invitó a Roberto Díaz Abraham (en aquel entonces presidente de Asociados Náuticos de Cancún) para que visitara los Reef Balls, unos arrecifes artificiales instalados 4 años antes en los que ya empezaban a crecer corales. A Roberto todo aquello le pareción una basura y amenazó con no llevar más turismo a un sitio sin ningún interés ni valor estético. Jaime, preocupado, se puso en contacto con el creador del arrecife, quien le sugirió que contactase con el artista Jason deCaires Taylor. La idea era crear una instalación escultórica submarina que aunase cierta calidad estética y artística y al mismo tiempo fuese eficiente a la hora de repoblar el coral, todo ello bajo el lema “El arte de la conservación”

Jason Decaires Taylor (Dover, 1974) es el artista principal del museo; este escultor y fotógrafo británico ya era conocido por su llamativos trabajos de fotografía submarina. Graduado con honores en escultura por el Instituto de Artes de Londres, Jason ya contaba con 17 años de experiencia en buceo y varios proyectos previos bajo el mar. En el año 2006, Taylor creó el primer parque subacuático en la Bahía Molinere (Grenada, Las Antillas) en una zona que había resultado dañada por el Huracán Iván dos años antes. Actualmente, su colección en MUSA suma 484 esculturas a las que se han ido sumando las creaciones de otros artistas mexicanos.

Las esculturas se encuentra repartidas en 3 salones a lo largo de 420 metros cuadrados de sustrato marino estéril. Solamente un 10-15% del lecho marino tiene el sustrato necesario para que el arrecife se regenere de forma natural, por eso, todo se tuvo que diseñar al milímetro para facilitar la vida coralina: un grupo de biólogos marinos se encargó de investigar materiales ecológicos con PH neutro que fueran capaces de resistir cientos de años bajo el mar. Una vez realizadas, las esculturas se distribuyeron de forma que no resultasen invasivas con las poblaciones ya existentes; en muchas de ellas se realizaron orificios de distintos tamaños para poder acoger distintos tipos de flora y fauna.


La transformación que la vida marina ejerce sobre las esculturas, las convierte en una obra viva, a medio camino entre lo natural y lo antrópico. A medida que pasa el tiempo, las esculturas evolucionan borrando las referencias humanas iniciales y dejando paso a espectaculares arrecifes coralinos.

El museo está diseñado para ser visitado desde desde el fondo del mar, mediante buceo, o bien desde la superficie, con snorkel o barcos con fondo de cristal. Dentro del mar, el visitante puede contemplar las esculturas en su verdadero entorno y disfrutar de los frecuentes cambios de color, luz y sonido. "Ver la luz del sol avivando los colores de las esponjas que crecen en las estatuas es algo absolutamente maravilloso" en palabras de su autor. Taylor va más allá y recomienda aprender buceo para disfrutar de la sensación de ingravidez: "lo bonito de bucear es que entras en un mundo 3D, al no estar sometido a la gravedad, no estas obligado a ver todo al mismo nivel como en otros museos"

En el año 2013 Jason abandonó el proyecto debido a la retirada del apoyo económico del Gobierno Federal. A pesar de esta crisis, en la actualidad es una de las mayores atracciones submarinas del mundo, con una media de 400000 visitantes al año, y se estima que aporta más de 36 millones de dólares anuales al turismo de la zona. Hoy en día MUSA continúa cumpliendo con su misión: facilita la colonización de la vida marina, aumenta la biomasa a gran escala y alivia la presión ejercida por los turistas sobre los arrecifes naturales, ofreciéndoles un lugar alternativo tremendamente popular y dentro del mismo entorno natural. 


Ocean Atlas, Nassau, Bahamas

¿Y qué fue de Taylor? Pues lo cierto es que no le va nada mal... A finales de 2013 ya contaba con unas 700 esculturas sumergidas por todo el mundo. En 2014 culminó su "Ocean Atlas" en la costa oeste de New Providence (Nassau, Bahamas), la escultura más grande jamás sumergida bajo el mar, con 5 metros de altura y 60 toneladas de peso. En esta escultura evoca el mito griego con una gigantesca niña que sostiene sobre sus espaldas el "cielo" del océano Atlántico.


Portal, Lanzarote, España

Actualmente Taylor reside en la isla de Lanzarote donde se encuentra desarrollando el primer Museo Submarino del Océano Atlántico. En una isla ya acostumbrada a fusionar arte y naturaleza gracias a la genial obra de César Manrique, Taylor a vuelto a aplicar su enfoque conservacionista para generar un gran arrecife artificial que sirve de morada a tiburones, barracudas, sardinas, pulpos, esponjas e incluso rayas. El museo contiene más de 300 estatuas repartidas por 10 instalaciones en un área de 250 m2. Desde su creación se ha convertido en un destino recurrente para buceadores de todos el mundo. Una vez más sus esculturas se han ubicado en lugares estratégicos del fondo del mar, evitando fuertes corrientes y mareas; su instalación se realiza en el momento idóneo para el desove coral, de este modo se maximiza su influencia en la reavivación del ecosistemas local lográndose un mayor incremento en la biomasa marina. 


The Raft of Lampedusa, Lanzarote, España

Las cualidades restauradoras de la obra de Taylor, unido a su enfoque educativo le han hecho merecedor de numerosos premios y reconocimientos de National Geographic, Forbes o Greenpeace. Su obra no está exenta de crítica social, entre sus esculturas podemos encontrar parejas haciéndose un selfie junto a una patera hundida, gente que se amontona para cruzar una frontera submarina o campos de ejecutivos que esconden la cabeza bajo la arena...


+ info: Jason deCaires Taylor -  MUSA (Museo SubAcuático) - Museo Atlántico Lanzarote