03 diciembre 2022

San Gimignano - Italia

San Gimignano es un pequeño pueblo medieval situado en las colinas de la Toscana, en Italia. A medio camino entre Siena y Florencia, este pueblito es muy conocido por su arquitectura medieval, y muy especialmente por sus torres que parecen rascacielos medievales. El centro histórico de San Gimignano fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1990.

Este pintoresco asentamiento fue fundado en el siglo III A.C. por los etruscos. En torno al siglo X cambia su nombre por el del obispo San Geminiano, quien por lo visto había defendido la villa de los hunos de Atila. Durante la Edad Media y el Renacimiento, el pueblo crece y progresa gracias al comercio de productos agrícolas procedentes de las fértiles colinas que lo rodean. Al estar situado junto a la vía medieval de Francínega, el lugar también se convierte en una importante escala para los peregrinos católicos que acuden a Roma.

En 1199, vive su periodo de mayor esplendor, logrando independizarse de los obispos de Volterra. Aquí nació Santa Fina (o Serafina) una santa italiana de la que aun se conserva su santuario y la casa en la que vivió. Santa Fina murió el 12 de marzo de 1253 y desde entonces todos los 12 de Marzo se celebra una fiesta local en su honor.

No todo eran santos, aquí también vivió Dante Alighieri, el creador de La Divina Comedia, que fue destinado a este pueblo el 8 de mayo de 1300 en calidad de embajador de la Liga güelfa en Toscana. La ciudad siguió progresando hasta 1348, cuando la Peste Negra asoló toda Europa. San Gimignano sufrió los devastadores efectos de la plaga y tuvo que someterse al control de Florencia para sobrevivir.

No fue hasta el siglo XIX cuando el pueblo volvió a recuperar cierta importancia como centro turístico y artístico. Actualmente es una de las atracciones turísticas más visitadas de Italia, y durante el verano todo el pueblo se llena de turistas, souvenirs (destaca la cerámica toscana), restaurantes, pizzerías, hoteles rurales...

El corazón de la ciudad tiene cuatro plazas: Piazza della Cisterna, Piazza del Duomo, donde está la colegiata, Piazza Pecori, y Piazza delle Erbe. Las calles principales son Via San Matteo y Via San Giovanni, a la que se accede a través de una puerta amurallada. Ambas calles están repletas de tiendas de recuerdos y cruzan la ciudad de norte a sur. El casco antiguo es peatonal lo cual no impide que se abarrote de visitantes durante el verano.

Pero sin duda, lo más famoso de este pueblo son sus torres medievales. En los pueblos medievales toscanos era frecuente que las familias pudientes compitiesen por ver quen la tenía más larga (la torre). Estas torres eran un símbolo de poderío y riqueza, además servían como hostales o como fortalezas cuando venían mal dadas. Además el pueblo está situado en lo alto de una colina por lo que se puede ver muy bien el horizonte a varios kilómetros de distancia desde lo alto de las torres.

San Gimignano llegó a tener 72 torres de las que hoy en día se conservan 15, toda una Manhattan del medievo. A diferencia de otras ciudades como Bolonia o Florencia, que perdieron sus torres por guerras, catástrofes naturales o procesos de renovación urbana, San Gimignano ha logrado conservar en buen estado muchos de estos rascacielos que hoy en día constituyen su sello más distintivo. Cada año miles de turistas suben a ellas para admirar las fantásticas vistas de la campiña toscana.

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