22 mayo 2021

La Valla de Melilla - España/Marruecos

El domingo 18 de abril de 2021, un avión medicalizado procedente de Argel aterrizó en el aeropuerto de Zaragoza. En principio, a bordo viajaba Mohammed Benbatouche un argelino de 72 años gravemente enfermo de Covid. A su llegada, una ambulancia trasladó al paciente al hospital San Pedro de Logroño, donde fue ingresado en la Unidad de Cuidados Intensivos. Rápidamente, el revuelo suscitado, las conversaciones entre susurros y las órdenes desde las altas esferas, evidenciaron que no se trataba de un paciente más. En realidad era Brahim Ghali, el jefe del Frente Polisario saharaui, un grupo que desde los años 70 reclama la pertenencia del Sahara Occidental, un territorio actualmente ocupado por Marruecos.

Brahim Ghali sufre problemas respiratorios tras infectarse de coronavirus, y se habría registrado con un nombre y nacionalidad falsos para evitar problemas con la justicia española, que le acusa de violaciones de los derechos humanos. Según la ministra española de Asuntos Exteriores, Arancha González Laya, Gali fue admitido "por razones estrictamente humanitarias", sin embargo esta explicación no ha convencido a Mohamed VI quien ha querido ver un obstáculo en sus pretensiones de reclamar el Sahara.

La respuesta marroquí ante la actitud del Ejecutivo español ha sido la relajación de los controles fronterizos, lo que ha provocado en las últimas 48 horas la llegada de más de 8.000 personas que han cruzado la frontera, ya sea nadando en el límite marino de Ceuta o bien rebasando la valla de Melilla en sucesivos asaltos. España se ha visto obligada a desplegar al ejercito en la zona en una crisis migratoria, humanitaria, sanitaria y diplomática sin precedentes hasta la fecha. Tras pasar la noche a la intemperie vigilados por los soldados, la mitad de los recién llegados fueron devueltos a Marruecos, muchos volvieron por su propia voluntad al comprobar que aquello no era el paraíso prometido, mientras que otros muchos fueron custodiados por la policía hasta cruzar las numerosas puertas existentes en la valla. 1500 menores de edad siguen en los centros de acogida a la espera de que sus familias los reclamen o el estado español se haga cargo de ellos. 

No vamos a entrar a analizar la geo-estrategia que subyace en las complicadas relaciones entre España y Marruecos. Se trata de un conflicto en el que influyen en gran medida las pretensiones de Marruecos sobre el Sahara (respaldadas recientemente por EEUU), colonialismo mal resuelto (tanto por Francia, inestimable aliado de Marruecos, como por España), la presión migratoria de África y la externalización de sus fronteras llevada a cabo por Europa, que mantiene un frágil equilibrio a base de sobornar a países como Marruecos o Turquía para que controlen la inmigración fuera del suelo europeo.

La entrada masiva de inmigrantes marroquís y subsaharianos ha supuesto una nueva crisis diplomática entre Marruecos y España, pero esto no es nada nuevo en Ceuta y Melilla, donde desde hace años se vive un drama humanitario de enormes proporciones. Hoy vamos a hablar de la frontera más desigual del mundo: La valla entre Marruecos y España. 

Esto era la valla de Melilla en 1970

Melilla dibuja una media luna costera de siete kilómetros de largo por algo más de dos de ancho, y sería una mezcla de ciudad andaluza y barriada magrebí. Oficialmente, tiene algo más de 80.000 habitantes, pero probablemente sean muchos más... La ubicación de la ciudad, un enclave español en el norte de Marruecos a pocos kilómetros de la frontera con Argelia, la convierte en la puerta de entrada a Europa para miles de subsaharianos que cada año intentan alcanzar la tierra prometida.

Un perímetro cuasi militar rodea toda la ciudad. La frontera se plasma en una valla que separa dos mundos: si el PIB per cápita de Estados Unidos supera por seis el de México, la diferencia entre España y Marruecos es de 15 puntos. Esta frontera, la más desigual del mundo, inevitablemente marca una impronta en toda la ciudad.

El gobierno marroquí reclama Ceuta y Melilla desde hace años, dice que le pertenecen. España alega que la soberanía sobre ambas ciudades está fuera de toda duda, ya que le pertenecen desde mucho antes de la colonización europea en África. Paradójicamente, la convivencia entre marroquíes y españoles en la ciudad siempre ha sido y sigue siendo buena. 

A pocos metros de la valla de Melilla, en territorio español, se puede ver una maltrecha alambrada de apenas medio metro de altura. Sujeta por unas precarias estacas de madera, esta pequeña valla que cualquiera podría sortear tan solo levantando una pierna, era la antigua frontera. 

Muchos aun recuerdan con nostalgia los viejos tiempos, en que podían ir a jugar a la playa a Marruecos y volver a la tarde, no hacía falta vigilancia ni frontera, todo era lo mismo y los guardias fronterizos eran una especie de portero amable que conocía por su nombre a cada vecino.

A principios de los años noventa se registraron las primeras llegadas de inmigrantes subsaharianos a Melilla. Hasta ese momento España, no suponía ningún atractivo para los inmigrantes, tan solo se colaban algunos jóvenes marroquís que no suponían mayor problema. Los primeros conflictos surgieron hace no mucho; cuando Israel atacaba Palestina, aparecían pintadas y algunas amenazas. En los últimos años algunos barrios musulmanes aislados se han radicalizado cada vez más. Algunos de estos barrios, como Cañada de la Muerte, han sido el escenario de varias redadas contra células yihadistas. 

Porteadoras en el paso de Beni Enzar, en la frontera con Melilla

Sin embargo, todo esto cambió el 26 de marzo de 1995. Ese día entró en vigor el Acuerdo de Schengen, un tratado europeo por el cual se abolían las fronteras entre países de la UE y se aprobaba la libre circulación entre los estados miembros. De la noche a la mañana, Melilla se convirtió la puerta de entrada a Europa, y a España, aun acostumbrada a ser un país emigrante, este nuevo escenario le quedó grande. 

Unos 800 inmigrantes accedieron a Melilla en 1997, cifra que se disparó hasta los aproximadamente 3000 en 1998. Esta zona, que hasta hace poco había sido todo un ejemplo de convivencia cultural, se convirtió en un territorio en conflicto cuando a mediados de 1998, la Unión Europea comenzó la instalación de dos vallas de seis metros de altura, con cámaras, redes, sensores y cuchillas... una trampa mortal para quienes intentaran cruzar ilegalmente. 

La construcción de la valla fue financiada por Europa, que bajo el nombre “Fondos Europeos de Desarrollo Regional”, destinó 35 millones de dólares a este fin. Inicialmente era una sola cerca de tres metros de altura que rodeaba la ciudad y aislaba de los pueblos y montes marroquíes. En seguida, a esta primera valla se le añadió otra en paralelo. En el año 2005, ambas vallas se elevaron hasta los seis metros, y en 2007 se añadió una nueva cerca de tres metros entre ambas vallas. 

La barrera parte del extremo norte de la ciudad y llega hasta el sur, donde incluso se descuelga sobre el mar para evitar intrusiones. A partir de este punto, el mar actúa de barrera natural (la mayoría de los subsaharianos no saben nadar). Además de detectores de movimiento, cámaras de visión nocturna y constante presencia policial, las vallas contienen una malla antitrepa que impide introducir los dedos. En determinados puntos del recorrido hay cuchillas. Las comenzó a colocar el gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero en el año 2005, pero su instalación se detuvo cuando se hizo público. El siguiente Ejecutivo reanudó la colocación de las concertinas y el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, aseguró que se trataba de una medida “disuasoria y pasiva, porque no agrede, hieren levemente... hay métodos mucho peores”. El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, con su oratoria habitual dijo respecto a las concertinas que “habrá que ver si hacen daño a las personas”. Finalmente, la instalación de la alambrada acuchillada fue, una vez más, paralizada.

En octubre de 2020, el gobierno de España empezó a reemplazar algunos de estos tramos  de mayor vulnerabilidad por un nuevo modelo formado por barrotes y placas metálicas de más de diez metros de altura coronados por un cilindro antitrepado que hace prácticamente imposible rebasar la valla. La obra cuenta con un presupuesto de 18 millones de euros para "retener humanamente" a quienes huyen de su situación. Los inmigrantes dejaran de rasgarse y mutilarse al saltar, pero corren el riego de caer desde una altura de 10 metros. Tampoco importa mucho, en suelo marroquí, el vecino levantó hace años su propia valla con muchos menos reparos, más baja pero plagada de cuchillas.

La nueva valla pretende ser "más humana y segura"

Actualmente, la frontera sur del viejo continente mide entre seis y diez metros de altura y tiene doce kilómetros de perímetro. La componen tres vallas consecutivas, con sensores eléctricos de movimiento y ruido, cámaras, mallas que impiden meter los dedos para trepar y, en algunos tramos, una alambrada con cuchillas. A un lado vigila la gendarmería marroquí (cuando no obedecen otras ordenes superiores). Al otro, las autoridades españolas. No es fácil cruzar, la valla no perdona un solo rincón, no hace ni una concesión...

El proceso suele repetirse: los subsaharianos aparecen en grupos de 200 o 300 personas, suben la primera valla con ganchos y clavos en las suelas de los zapatos, saltan, se encaraman a la segunda, y solo los más rápidos logran descender al suelo de Melilla. El resto se queda sentado a medio camino mientras los agentes, debajo suyo, forman un cordón humano. A un lado los policías marroquíes, al otro los españoles y en medio, durante horas, decenas o cientos de subsaharianos encaramados en la valla. La Guardia Civil apoya escaleras en la cerca para que bajen; algunos caen desmayados, otros, ya sin fuerzas, son bajados por los agentes y devueltos a Marruecos por alguna de las puertas de la valla.

Asalto nocturno a la valla de Melilla en 2014

El 18 de marzo de 2014, un grupo masivo de casi 800 jóvenes se abalanzó en un intento desesperado de aprovechar su gran número para pasar. La imagen conmocionó a los televidentes españoles: la valla se llenó de subsaharianos escalando desesperados, amontonándose unos sobre otros, colgando de mala manera o atrapados en la concertina con cortes en brazos y piernas; mientras, la policía marroquí los golpeaba con palos para que retrocedieran. Unos 500 lograron llegar al otro lado; muchos de ellos con heridas que requerirían de cirugía. 

El 20 de octubre del mismo año, los inmigrantes demostraron su creciente organización al realizar cinco saltos simultáneos en puntos diferentes. Cada grupo estaba compuesto por 50 jóvenes, sólo uno consiguió cruzar.
Dos días más tarde, a las siete de la mañana, lo intentaron otros 80. Alcanzaron la valla, se subieron y se volvieron a quedar bloqueados por ambas policías a cada lado de la valla. De nuevo se repetía la misma escena: decenas de subsaharianos subidos sobre la cerca esperando un hueco, un despiste, un milagro... Ese día, la espera se alargó demasiado, varios inmigrantes sufrieron desmayos, mientras que otros aguantaron sobre la valla semiinconscientes. El último de ellos bajaría a las nueve de la noche tras 14 horas subido a la valla .

Demasiadas veces la cosa acaba en drama. Cuando pedimos que la policía marroquí "intervenga", debemos ser conscientes de lo que implica, sin eufemismos ni mentiras edulcoradas: 

  • En 2006, 70 inmigrantes intentaron el salto. Un destacamento del ejército marroquí los sorprendió y abrió fuego. Un chico camerunés murió y otros ocho fueron gravemente heridos. Dos más, interceptados por la policía marroquí, murieron a golpes. 
  • En julio de 2013, unos 125 inmigrantes asaltaron la cerca defendiéndose a pedradas de la persecución de la policía marroquí. Cuarenta pasaron. Tres se quedaron por el camino. 
  • En septiembre de 2014, dos jóvenes cameruneses murieron, tras ser interceptados por la policía marroquí, junto a otros 160 inmigrantes, cuando se dirigían a la valla. Uno de ellos, Roumián Tisse, de 26 años, fue visto en el depósito de cadáveres de Nador por miembros de una ONG española. El otro muerto nunca más apareció. 

El oscurantismo que rodea a cada asalto nos impide saber a ciencia cierta cuántas vidas se han quedado aquí (ayer mismo hubo una víctima mortal). Tampoco tenemos estadísticas fiables sobre cada intento; durante el año 2014 unos 20 000 subsaharianos intentaron saltar y 2 300 alcanzaron Melilla: un 10% de los que lo intentaron. 

Valla de Melilla: la peligrosa frontera que separa la UE de África (BBC News)

La población en tránsito de Melilla, unas 2000 personas, llega desde Argelia, el África subsahariana o desde países en conflicto. Siempre han estado ahí, forman parte del paisaje de la ciudad. La mayoría vienen desde el sur, más allá del desierto del Sahara, atraídos por el sueño europeo o espantados por la guerra en su país. Para ellos, Melilla solo es su puerta de entrada a una Unión Europea que, desde mediados de los 90, ya no tiene fronteras internas. Sare Abdallah, nacido hace 25 años en Costa de Marfil, relata su experiencia desde el Centro de Estancia Temporal para Inmigrantes (CETI) de Melilla, donde espera para ser trasladado a Madrid:

—"El primer intento éramos 30, llegamos de noche y empezamos todos a escalar, usando unos ganchos en las manos y con dos clavos en cada zapato para ir subiendo. La policía marroquí nos vio y empezó a lanzarnos piedras. Al chico que tenía al lado le dieron en un ojo y cayó al suelo como un muñeco. La Cruz Roja lo llevó luego al hospital y creo que perdió el ojo. Esa noche tuvimos que bajar y volver corriendo al monte. No lo conseguimos".

En su segundo intento, Abdallah llegó a superar la valla: 

—"Conseguí saltar a suelo español, pero estaba la Guardia Civil y me cogieron. Intenté esquivar a tres o cuatro, pero el último me agarró. Le supliqué pero nada... creo que ni hablaba inglés". 

Esa misma noche, Abdallah fue devuelto a Marruecos por una de las puertas que hay en la valla, sin explicaciones, sin papeleos. Necesitó un total de doce intentos hasta que logró pasar: 

—"El día que lo conseguí nos juntamos 300. Aparecimos todos corriendo, de noche, y empezamos a trepar. La Guardia Civil española tardó cinco minutos en llegar porque tenía el cambio de turno, y así pudimos pasar varios. Sólo 103 lo logramos, yo fui de los primeros. Estaba arriba de la última valla y vi cómo llegaban tres coches de la Guardia Civil. Venían muy rápido así que no me lo pensé: me solté de los ganchos y me dejé caer al suelo desde seis metros e altura. Luego empecé a correr y vi que nadie me perseguía. Vi que, por fin, estaba en España... después de tanto tiempo y sufrimiento."

—"¿Y ahora?"

—"Ahora me quiero ir a otro país. Aquí, en España, no hay trabajo."

+ info: GatoPardo

19 mayo 2021

Edimburgo de los Siete Mares - Reino Unido

Edimburgo de los siete mares... suena más fascinante de lo que es en realidad

La isla de Tristán de Acuña (Tristan da Cunha) es un archipiélago situado en el Atlántico Sur, pertenece al Territorio Británico de Ultramar de Santa Elena, Ascensión y Tristán de Acuña. Situada a 2.816 kilómetros de África y a 3.360 de Sudamérica, es la isla más remota del planeta habitada por el ser humano. 

Tristán de Acuña es en realidad un archipiélago formado por una isla principal y varias islas menores deshabitadas: Inaccesible y Nightingale. También depende de Tristán de Acuña, una pequeña isla adicional llamada Gough, habitada únicamente por 12 miembros del Programa Antártico Sudafricano.

Este grupo de islas fueron descubiertas por el navegante portugués Tristão da Cunha, en 1506, pero no estuvo habitada de forma estable y continuada hasta 300 años después, cuando la Corona Británica se las anexionó para impedir que los franceses organizasen una expedición para liberar a Napoleón Bonaparte, que se encontraba exiliado en Santa Elena, 2.000 km al norte de este archipiélago.

En realidad, se trata de una isla muy pequeña, no tiene aeropuerto y sólo cuenta con 272 habitantes, que comparten un total de 8 apellidos: Glass, Green, Hagan, Laverello, Repetto, Rogers, Swain y Patterson, repartidos en ochenta familias. Debido al aislamiento y la endogamia, los habitantes de la isla presentan un perfil genético muy interesante, con especial frecuencia de determinadas patologías, como el asma y glaucoma, en contraste con la ausencia de otras, como los resfriados.

El Pico de la Reina María, un volcán de 2062 m de altura, es la montaña más alta del Atlántico Sur. 

Llegar a Tristán de Acuña no es sencillo: en primer lugar tendríamos que escribir al Consejo Insular y especificar cuándo planeamos ir, dónde pretendemos quedarnos (no existen hoteles en la isla) y el propósito de nuestra visita. Previamente, deberíamos contactar con alguno de los 270 habitantes de la isla para buscar alojamiento, la única manera de dormir allí es que alguno de los habitantes nos invite a quedarnos en su casa.

Una vez hemos logrado el permiso para viajar, podemos buscar un vuelo a Ciudad del Cabo, dirigirnos al puerto de la Bahía de la Mesa y consultar las salidas de algún barco pesquero de la compañía Ovenstones, estos barcos pueden transportar hasta 12 pasajeros siempre y cuando su ruta pase por las islas. Después deberemos pagar unos 1.000 $ para asegurarnos una plaza en el barco, que el viaje sea un suplicio no significa que sea barato. 

Mientras esperamos el comienzo del viaje, tendremos que confiar en que no se agoten las plazas, si en tu mismo barco viaja algún residente, médico, militar, o cualquier otra persona con prioridad... lo más probable es que te quedes en tierra. Llegado el día, podemos rezar todo cuanto sepamos para que la meteorología sea favorable y no se produzca la cancelación del viaje, el siguiente barco puede tardar en zarpar un mes.

Pongamos que hemos tenido suerte, el siguiente paso en nuestro periplo serán cinco o seis días de navegación en un barco con un solo baño compartido, una sala para ver la televisión y un par de sillas en cubierta desde las que ver el mar y nada más. Tristán de Acuña no cuenta con un puerto con un tamaño suficiente, por lo que los barcos tienen que atracar a varias millas de distancia. El siguiente tramo de nuestro viaje será en pequeñas lanchas o embarcaciones de poco calado que nos acercarán hasta los acantilados de la isla, sorteando por el camino los peligrosos vaivenes de un mar que casi siempre está agitado.

Si todo ha ido bien, ya habremos llegado a la población más remota del planeta, un lugar inhóspito en donde: 

  • Casi toda la economía se basa en la pesca de la langosta y en la venta de sellos para coleccionistas. 
  • La mayor parte de su geografía se compone de un volcán de unos de 2.000 metros de altura. 
  • Solo existe una carretera pavimentada. Traer un coche en la isla se antoja tan complicado como innecesario.
  • Toda la población de la isla se concentra en su capital, Edimburgo de los Siete Mares. 
  • Hay un café (The Cafe of Tristan) y un único pub (The Albatros Bar) que abre unas pocas horas al día. 
  • A pesar de ello, aquí se bebe como si no hubiera otra cosa mejor que hacer; en 1993 cada habitante consumió una media de cincuenta litros de whisky al año.
  • Solo existe una tienda de ultramarinos con bienes muy básicos y precios muy brutos. Una vez al año, el buque RMS Saint Helena trae consigo nuevos productos, como medicinas, libros, vídeos, revistas y correo.
  • Actualmente existe una emisora local de radio, un videoclub, un campo de fútbol, otro de golf, una piscina, una pista de tenis y un centro comunitario para reuniones. Lo que no hay son hospitales, las urgencias médicas se atienden en Ciudad del Cabo.
  • El acceso a internet es vía satélite a través de una conexión de teléfono/fax situada en la oficina del administrador, velocidades propias de 1995. 
  • A pesar de que los habitantes pueden hacer sus compras en Internet y cuentan con su propio código postal para ello, lo más probable es que los productos que solicitemos no nos lleguen jamás. 
  • De tanto vivir aislados, los residentes de la isla han desarrollado su propia lengua, una amalgama sonora del inglés del siglo XIX, italiano y "jerga afrikaans"
  • No hay playas de arena, la mayor parte de la isla son acantilados… 

Aquí, las actividades de ocio se reducen a disfrutar de la soledad y de la sensación de aislamiento, aburrirse como antaño...

Langostas y resiliencia protagonizan el escudo de Tristán

+info: Wikipedia


16 mayo 2021

Miramshah - Pakistán

Los habitantes de Miramshah, en Waziristán del Norte, no miran al cielo para ver que tiempo hace; viven en la ciudad más castigada por los UAV de todo el mundo. Allí llaman "ángeles de la muerte" a los drones que frecuentemente sobrevuelan la ciudad para acabar con sus objetivos y con todos los que les rodean.

¿Cómo se llega a esta situación? Pues es complicado, Miramshah es la sede administrativa del distrito de Waziristán del Norte , en las antiguas áreas tribales administradas por el gobierno federal de Pakistán (FATA). Esta pequeña ciudad se encuentra a orillas del río Tochi en un gran valle rodeado por las montañas Hindu Kush. Se encuentra a 17 kilómetros de la frontera entre Pakistán y Afganistán y esa es la causa de gran parte de sus males. La ciudad es extremadamente pequeña, unos  356 hogares, con una población cada vez menor que apenas llega a los 4.000 habitantes. Es la única zona urbanizada en toda la región de Waziristán, una zona montañosa que tiene el 99% de sus 1,22 millones de residentes viviendo en zonas rurales de montaña.

Tras el 11S, las miradas de todo el mundo se volvieron hacia Afganistán y su área de influencia (en este caso la frontera con Pakistán, a donde muchos talibanes huían expandiendo su reinado de terror). En 2008, el presidente George W. Bush emitió una orden clasificada autorizando redadas estadounidenses contra militantes en Pakistán sin la aprobación previa de Islamabad. La medida se aprobó en un momento en que las tropas estadounidenses e internacionales luchaban contra militantes talibanes y de Al Qaeda en el vecino Afganistán. El aumento de los ataques alarmó a los militares paquistaníes y a los funcionarios del gobierno, quienes dijeron que socavaban seriamente sus operaciones de contrainsurgencia.

Soldados vigilan un bazar vacío en Miramshah durante las operaciones desplegadas en 2014

Diez años de ataques con aviones no tripulados han causado la muerte de 3.646 personas, según el Buró de Periodismo de Investigación, de ellos, entre 416 y 951 eran civiles según esta organización periodística británica.

El secretismo que rodea este tipo de operaciones impide tener datos fiables y contrastados sobre el número de víctimas en los cerca de 400 bombardeos efectuados entre 2004 y 2014. Según la organización estadounidense New America Foundation, los 'drones' han causado en Pakistán entre 2.000 y 3.500 muertos, un 10% de los cuales eran civiles. 

Los ataques con misiles han provocado tradicionalmente un torrente de resentimiento público que los opositores políticos de Musharraf utilizaron para ayudarlo a salir del poder. Muchos de esos opositores ahora están sentados en el nuevo gobierno, prestando su apoyo político a estos ataques.

El modelo más habitual es el General Atomics MQ-9 Reaper (también llamado Predator B o Segador)

Ya en marzo de 2011, la Fuerza Aérea de EEUU. Estaba entrenando a más pilotos para vehículos aéreos no tripulados avanzados que para cualquier otro sistema de armas individuales. El modelo más habitual es el General Atomics MQ-9 Reaper (también llamado Predator B o Segador). El Reaper también es utilizado por la Marina de los Estados Unidos, la CIA, aduanas y protección de fronteras, la NASA y los ejércitos de varios países.

En 2015 el ejército de Pakistán anunció que había tomado el control del 80% de Miramshah, tras una ofensiva militar contra grupos proscritos de un área tribal del noroeste, llamada Zarb-i-Azb. Sin embargo, la presencia de los talibanes nunca logró ser erradicada completamente. En 2019 el grupo Tehreek-i-Taliban Pakistan prohibió a las mujeres salir a la calle sin un acompañante, oír música o vacunarse contra la polio entre otras sandeces. El resultado es una población doblemente castigada, por los talibanes y por quienes los combaten. 

Desde sus comienzos, Miramshah siempre ha estado marcada por los conflictos bélicos. En 1905, los británicos construyeron el Fuerte Miramshah para controlar Waziristán del Norte. Desde la independencia de Pakistán el 14 de agosto de 1947, el fuerte ha sido utilizado como guarnición por los "Tochi Scouts" del Frontier Corps de Pakistán. A principios de la década de 1950, la Fuerza Aérea de Pakistán (PAF) y los "Tochi Scouts" del paramilitar Frontier Corps de Pakistán llevaron a cabo operaciones de contrainsurgencia desde el fuerte y  el aeródromo de Miramshah contra la insurgencia liderada por los generales rebeldes Shudikhel Dawar y Mirzali Khan (Faqir de Ipi).

Dos niños pakistanís deambulan entre los restos de un ataque con dron

Sin llegar a conocer un periodo prolongado de estabilidad, tras los atentados del 11 de septiembre , Miramshah ganó relevancia en la Guerra contra el Terrorismo liderada por Estados Unidos y empezó a ser testigo de numerosos ataques con aviones no tripulados por parte de la Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos contra supuestos militantes que se escondían en la ciudad y en las colinas circundantes. En octubre de 2009, el ejército paquistaní lanzó la operación Rah-e-Nejat (Camino de liberación) en el distrito de Waziristán del Sur para luchar contra los talibanes.

Desde entonces, Miramshah y sus alrededores han sido el escenario de combates entre militantes y fuerzas militares y paramilitares paquistaníes. En 2016, Manzoor Pashteen, un activista de derechos civiles, creó el Movimiento Mahsud Tahafuz (PTM), un movimiento para defender los derechos humanos de las tribus y pedir la eliminación de las minas terrestres que los militantes y militares dejaron en el distrito de Waziristán del Sur tras sus operaciones militares. En enero de 2018, la policía mató a un miembro de la tribu Mahsud, Naqeebullah en Karachi, en lo que muchos creen que fue un "encuentro falso", una ejecución extrajudicial de presuntos terroristas en los que la policía alega legítima defensa. El asesinato de Naqeebullah provocó una ira generalizada.

Protesta del PTM en Miramshah en 2019

Pashteen y otros miembros del Movimiento Mahsud Tahafuz organizaron una marcha hacia Islamabad para protestar por el asesinato, cuando llegaron a la capital, la protesta se convirtió en una sentada que duró 10 días hasta que el gobierno aseguró por escrito que atendería las demandas de los manifestantes: el arresto del oficial que mató a Naqeebullah, la remoción de minas terrestres, la liberación de las personas implicadas en casos de desaparición forzada y la formación de una comisión para investigar los casos de ejecuciones extrajudiciales y otras violaciones de derechos humanos contra pashtunes.

Sin embargo, sin llegar a cumplir lo prometido, en febrero de 2020 una redada policial detuvo a Manzoor Pashteen, así como a otros activistas del Movimiento Pashtun Tahafauz en distintas ciudades. El arresto de Pashteen es el último de una amplia historia de represión gubernamental contra el PTM; un gobierno que parece más preocupado por aniquilar cualquier protesta u oposición, que en colaborar con Afganistán para lograr la estabilidad tan necesaria en toda la región.

+info: Dawn - RabbitHole

La Colina de las Cruces - Lituania

La Colina de las Cruces (Kryziu Kalnas en lituano), es un santuario que se encuentra a unos 12 kilómetros de la ciudad de Siauliai, en la carretera que va de Kaliningrado a Riga, en Lituania. Se trata de una colina plagada con miles de cruces que han sido colocadas a lo largo casi 200 años por católicos lituanos. En el año 2006 se estimaba que el número de cruces podía llegar a las 400.000.

Actualmente se pueden encontrar todo tipo de crucifijos, desde enormes cruces de madera de varios metros a escala real, hasta pequeños crucifijos colgantes, así como numerosas estampas, efigies de la Virgen María o imágenes de santos.

A día de hoy todavía no conocemos el origen de esta tradición, pero hay dos teorías muy extendidas:

  • Antes de la cristianización de Lituania (en torno al siglo XIV) esta colina era lugar de culto pagano. Tras la conversión de Lituania al catolicismo, los vestigios del paganismo continuaron durante muchos años en la cultura local, a menudo sincretizándose con conceptos católicos. Si esta versión es cierta, la Colina de las Cruces es tan antigua como el catolicismo lituano; los habitantes de la zona siguieron visitando este lugar de culto donde antaño realizaban sus rituales paganos y poco a poco la nueva religión terminaría por cubrir toda la colina con simbología cristiana.
  • Existe otra versión más extendida según la cual la cruces se empezaron a poner como homenaje a los lituanos muertos durante la represión de las autoridades zaristas tras la insurrección de 1831 contra el Imperio Ruso. Los familiares de los compatriotas caídos, al no poder recuperar su cuerpo, colocaban una cruz en la colina para tener un sitio en el que rezar por ellos.

Si hacemos caso a esta última versión, las cruces fueron colocadas espontáneamente por los habitantes de la región tras dos revueltas fallidas contra la Rusia zarista, la primera en 1831 y la segunda en 1863. Lo que inicialmente empezó siendo una discreta colina con 20 escasas cruces, vio como su número se multiplicaba por 10 antes de acabar el siglo. Con el tiempo, la zona pasó de ser un lugar  de culto católico, a convertirse en todo un símbolo de la resistencia contra el invasor.

Durante los próximos años, Lituania pasó a estar bajo la ocupación soviética, y los lituanos continuaron rebelándose y colocando cruces en la colina pese a las continuas prohibiciones y los numerosos destrozos llevados a cabo por las autoridades soviéticas. A la represión del nacionalismo lituano se sumó la persecución a la religión católica, con lo que este emplazamiento se convirtió en un símbolo de resistencia cada vez más popular. 

A lo largo de las últimas décadas, la Colina de la Cruces ha sido un lugar de devoción para la fe católica, pero sobre todo, ha sido un símbolo indestructible del independentismo lituano. Finalmente, en 1991, Lituania logró su independencia y desde entonces el lugar fascina por igual a creyentes cristianos y críticos de la URSS. En 1993, el Papa Juan Pablo II (una persona que combina ambas facetas en grado sumo), ofició una misa masiva con miles de asistentes. Hoy en día, este peculiar y tétrico lugar atrae a multitud de curiosos y turistas cada año, siendo uno de los sitios más icónicos de Lituania.

09 mayo 2021

Isla Migingo - Kenia

La isla Migingo también es conocida como Bugingo, Ugingo o "La Tortuga de Hierro" por motivos obvios

Esta pequeña isla con forma de tortuga, conocida como Migingo (Kisiwa cha Migingo, en suajili) ha llegado ser el hogar de 500 sufridos habitantes que sobrevivían como podían en una superficie similar a la de medio campo de fútbol.

La isla Migingo es una pequeña y rocosa isla de unos 2000 m², está ubicada en medio del Lago Victoria, un lago compartido entre tres países: Kenia, Uganda y Tanzania. Según los últimos informes, actualmente vivirían unas 400 personas en la isla, lo que equivale a una impresionante densidad de población de 65.500 hab./km²  

Migingo era poco más que una roca que sobresalía del agua antes de que el lago comenzara a retroceder a principios de la década de 1990; la isla está poblada desde hace relativamente poco, dos pescadores kenianos, Dalmas Tembo y George Kibebe, afirman ser los primeros habitantes de la isla. Otro pescador ugandés, Joseph Nsubuga, cuenta que se instaló en Migingo en 2004, cuando todo lo que había en la isla era una casa abandonada. Posteriormente, otros pescadores de Kenia, Uganda y Tanzania llegaron a la isla atraídos por su proximidad a zonas de pesca donde abunda la perca del Nilo.

Por desgracia, la pobreza impera en la zona, algo propio de un pueblo que se compone principalmente de pescadores, y que depende completamente del lago para extraer sus recursos. Toda la economía de la isla gira en torno a la pesca de la perca del Nilo, una especie invasora introducida en la década de 1940 que nada más llegar al lago, lo primero que hizo fue depredar a todas las especies locales. A pesar de su hostilidad y los daños que pueda causar a este hábitat, se trata de un enorme pez muy codiciado por los pescadores.

En el puerto de Migingo se suele montar un mercado en cuanto salen a pescar los botes, no hay ninguna sombra y a media tarde puede ser un auténtico infierno [Jesco Denzel]

La perca del Nilo (Lates niloticus) es un pez carnívoro que puede llegar a medir 2 metros, un voraz depredador que se alimenta de otros peces, crustáceos, insectos... lo devora todo. Los juveniles tampoco lo hacen mal ya que se alimentan de zooplancton y de peces menores.
Este pez tiene un rápido crecimiento que lo hace apetecible para la industria pesquera mundial, sin embargo su capacidad para destrozar ecosistemas ha llevado a que lo incluyan  en la lista de las 100 Especies exóticas invasoras más dañinas del mundo.

Durante la Gran Depresión, Gran Bretaña buscó nuevas fuentes de ingresos y estudió la posibilidad de explotar y rentabilizar las colonias que poseía en África. En el año 1950 se saca adelante la Ley de Pesquerías del Lago Victoria, donde se autoriza la introducción de especies foráneas para rentabilizar su explotación. La idea es introducir la perca del Nilo en éste y otros lagos de África, su carne comestible sin demasiadas espinas lo convierten en una excelente fuente de alimento, además gracias a su tamaño es un pez sencillo de pescar y muy popular entre los pescadores deportivos.

Así fue como los británicos, introdujeron esta especie en el lago Victoria a la vez que construían un ferrocarril para realizar el transporte y venta del pescado fuera de la región. Originariamente, el lago estaba habitado por cíclidos haplocrominos y peces gato, estos peces aunque pequeños y poco atractivos, bastaban para alimentar a la población local. En cuanto se introdujo la Perca del Nilo, todo esto cambió; el nuevo invasor comenzó a depredar la mayoría de los cíclidos del lago, así como peces devoradores de moluscos, insectívoros o planctívoros que mantenían el delicado equilibrio de este ecosistema acuático.

Dos niños juegan con una Perca del Nilo

En tan solo 30 años, la perca destrozó la cadena trófica del lago: mientras que en 1960, las especies autóctonas ocupaban el 83% de las capturas con solo un 0,5% de percas del Nilo, para mediados de los años 80, la perca del Nilo ya era la especie dominante del Lago, con un 80% de las capturas.

Al destruir el ecosistema, el medio de vida tradicional de las muchas personas que vivían en este lago se complicó y la mayoría tuvieron que optar por la pesca de este pez para subsistir. Durante los años 70 y 80 la perca sirvió de alimento para la población local al tratarse de un pescado barato que nadie quería. La pesca deportiva, como era previsible, tampoco fue el motor económico que se esperaba...

Sin embargo, a partir de los 80 la pesca se profesionaliza con barcos de arrastre y la creación de numerosas fábricas dedicadas al congelado y fileteado. El número de capturas aumentó drásticamente y la perca del Nilo comenzó a ponerse de moda en Europa, Norteamérica, Israel o Asia Oriental. De la noche a la mañana, la vejiga natatoria de este pez, también conocida como buche de pescado, se convirtió en un exótico manjar y la perca pasó a ser  en una exportación multimillonaria y un lujo prohibitivo para la población local.
Todo el pescado se procesaba para su exportación y las mujeres pasaron, de fijar los precios en los mercados locales, a tener que conformarse con los restos que habían sido desechados por las plantas de procesado, es decir, las cabezas y las espinas de la perca. Paradójicamente, tras la introducción de la perca al lago Victoria, la mitad de los casi 25 millones de personas que viven alrededor del lago, sufren desnutrición grave.

Los Jacintos de Agua con su incontrolable expansión han complicado en gran medida navegar o pescar en el lago Victoria

Como hemos visto, la perca destruyó numerosos organismos y peces que se alimentaban de algas y detritos. El aumento de materia orgánica y la disminución de oxígeno causada por la desaparición de estas especies tuvo otra consecuencia catastrófica: el Jacinto de agua (Water Hyacinth), una planta de agua dulce de crecimiento incontrolado que fue introducida en África como planta ornamental a principios del siglo XX, convirtiéndose en la principal planta invasora del Lago Victoria.

La liberación de grandes cantidades de aguas residuales no tratadas y residuos agrícolas e industriales al lago aumentaron los niveles de nutrientes de nitrógeno y fósforo, provocando un crecimiento masivo de la planta, que colonizó todo el lago para finales de los 90.

A partir del año 2000 se han incrementado los problemas con el agua, el aumento de la temperatura ha favorecido un crecimiento aun mayor de las algas en el Lago Victoria. Sin las especies autóctonas de peces que mantenían estas algas bajo control, muchas han crecido más de lo normal, acaparando el oxigeno del agua y creando condiciones de anoxia en todo el lago que inhibe la descomposición del material vegetal.
Las algas terminan descomponiéndose en en fondo del lago. desprendiendo sulfuro de hidrógeno que envenena las aguas y las costas, produciendo olores repugnantes y causando enfermedades en los peces y personas que viven en el lago. A medida que aumenta la toxicidad del agua cada vez es más difícil pescar percas no envenenadas.

 Algunas mujeres acompañan a sus maridos a la isla para trabajar en los pequeños restaurantes o cocinas de Migingo. En la foto varias mujeres preparan comidas frente a la Isla Usingo, a solo 200 metros de Migingo, deshabitada, mucho más grande y bajo el control de Kenia [Jesco Denzel].

La mayoría de la isla está cubierta por chozas cochambrosas elaboradas con laminas de aluminio, madera y zinc; estas chabolas tienen la ventaja de que pueden ser ampliadas si el espacio disponible lo permite. Entre las desventajas, habría que mencionar que el sol africano de mediodía puede convertir estas casas en auténticos hornos. Sin embargo, esto no parece desalentar a sus pobladores, quienes se sienten cómodos en su hogar; ya cuentan con un puerto diminuto, cinco bares donde venden bebidas alcohólicas, un salón de belleza, una farmacia, tres hostales para turistas y cuatro prostíbulos, donde incluso es frecuente que trabajen las esposas de los pescadores mientras ellos faenan.

Muchos de los habitantes de aquí son alcohólicos y apenas pueden sobrevivir con la pesca. A esta falta de recursos se suma la total ausencia de zonas de procesamiento de agua y de residuos, la isla es un auténtico estercolero que expulsa toda su basura al lago Victoria. En toda la isla sólo existen dos retretes para toda la población, por lo que todo apesta a orina, heces y pescados muertos. Entre la contaminación extrema, la superpoblación y los problemas de abastecimiento, la vida en Migingo dista mucho de ser sencilla.

Los habitantes pasan las noches en los bares, en los prostíbulos o alrededor de fogatas tomando licor barato. Las ganancias de los pescadores atrajeron a numerosas prostitutas y hoy en día las enfermedades de transmisión sexual están muy extendidas ya que lo normal allí es tener sexo sin ningún tipo de protección.  La tasa de prevalencia del VIH es tres veces mayor a la media nacional.

La población de Migingo se compone de pescadores y prostitutas principalmente, algunos llaman a la isla "Sodoma y Gomorra" [Jesco Denzel]

Las poblaciones de peces han disminuido drásticamente en gran parte del lago Victoria a lo largo de los últimos años debido a la sobrepesca y a la invasión del jacinto de agua que bloquea el transporte en el lago y el acceso a los puertos. Sin embargo, en las aguas profundas que rodean Migingo, todavía se encuentran grandes percas adultas del Nilo que convierten "esta tierra de nadie" en un disputado centro de pesca.

Los precios de la perca del Nilo han aumentado en un 50% en los últimos cinco años; se trata de un pez que puede llegar a los 200 Kg y algunos ejemplares grandes de buena calidad pueden alcanzar los 300 $/Kg en los mercados internacionales. En Migingo las embarcaciones pesqueras parten cada mañana en busca de percas alrededor de la isla, después venden sus capturas a las empresas pesqueras de las costas de Tanzania, Kenia y Uganda a unos 15 $/Kg. 

La mayoría de los pescadores no tienen barco, por lo que deben pagar el 80 por ciento de sus capturas a los propietarios de los barcos en el continente. En la mayor reserva pesquera de agua dulce del planeta, los pescadores ganan entre 2 a 3,5 euros por día. A pesar de que los pescadores solo reciben un 5% del precio final de este pez y de que solo logran conservar una pequeña parte de lo que pescan, cada año hay más gente buscando fortuna como pescadores ya que los trabajos en otras zonas tienen un sueldo todavía menor.

Daniel Obadha regenta una tienda de carga de teléfonos [Jeroen van Loon/Al Jazeera]

El incremento en el precio de la perca también llamo la atención de los piratas; pronto la pesca empezó a ser una actividad de riesgo. En 2004, cuando la isla apenas estaba habitada, Uganda comenzó a enviar policías armados e infantes de marina a Migingo para cobrar impuestos a los pescadores y ofrecerles "protección" contra los piratas.

Los agentes de gobierno no ayudaron en absoluto a quienes residen aquí, forzándolos a pagar “vacunas” (sobornos) de hasta 300 dólares; una cifra astronómica para un pescador de Kenia o Uganda. La protección tampoco arregló la situación de los piratas, desde entonces los pescadores se quejan de que los oficiales ugandeses los acosan y confiscan el pescado durante el día; mientras que pescar de noche sigue siendo extremadamente arriesgado debido a los piratas tanzanos. 

Entre los piratas, la policía corrupta, los conflictos fronterizos, la violencia y las deplorables condiciones de vida, Migingo es uno de los peores lugares en los que vivir de todo el mundo.

La isla tiene un casino al aire libre donde los pescadores prueban suerte [Jeroen van Loon/Al Jazeera]

Existen registros y documentos oficiales desde el año 1926 en los que la isla figura como parte de Kenia, sin embargo se encuentra muy cerca de la frontera con Uganda, lo cual ha dado pie a varios conflictos. Entre 2008 y 2009, la misma isla fue reclamada tanto por Kenia como por Uganda, lo que dio comienzo a una tensión tan grande que casi lleva a la guerra a ambos países. 

Las protestas de Uganda giran en torno a los derechos de pesca; más que la isla como tal, lo que anhelan los pescadores de Uganda es lo bien posicionada que está para la pesca de la codiciada perca de Nilo. La pesca es uno de los mayores medios de ingreso para gran parte de la población africana, por lo que es comprensible que haya tanta presión sobre estas aguas.

Por otro lado, los pescadores de Kenia comenzaron a quejarse de que estaban siendo acosados ​​por las fuerzas de Uganda, en lo que dicen que son aguas de Kenia. Los policías ugandeses decomisaban su pesca, sus cebos, sus aparejos y hasta el combustible de las lanchas si no pagaban 35 dólares mensuales a los soldados ugandeses. En respuesta, el gobierno de Kenia envió 12 infantes de marina tremendamente armados a Migingo en una medida que puso a ambas naciones en pie de guerra.

Mientras que un viaje en bote desde la parte continental de Kenia a Migingo toma dos horas, llegar de Migingo a Jinja, en Uganda, lleva unas 18 horas. Muchos kenianos regresan a casa durante el fin de semana, en cambio la mayoría de los ugandeses visitan a sus familias solo una o dos veces al año [Jesco Denzel]

El 11 de mayo de 2009, el presidente de Uganda Yoweri Museveni reconoció que la isla se encuentra en Kenia, pero acusó a los pescadores de Kenia de practicar la pesca ilegal en aguas de Uganda, unos pocos cientos de metros al oeste de Migingo. Mientras que las aguas poco profundas donde se reproducen los peces están en el lado de Kenia, las aguas profundas donde los pescadores pescan están mayoritariamente en el lado de Uganda. A partir de julio de 2009, el gobierno de Uganda cambia su postura oficial, afirmando que Migingo pertenece a Kenia, pero que la mayor parte de las aguas cercanas son de Uganda.​ 

A medida que los asentamientos humanos crecían en la isla rocosa, la demanda de percas del Nilo adultas genera cada vez más tensiones alrededor de la isla Migingo. En 2016, los políticos locales de Kenia solicitaron a la Corte Internacional de Justicia que intervenga y tome una decisión sobre la frontera, pero la corte aun no se ha pronunciado. Mientras tanto, la isla es administrada conjuntamente por Kenia y Uganda, pero las tensiones ocasionalmente aumentan en lo que algunos pescadores locales llaman la "guerra más pequeña" de África.


+info: Jescodenzel - Aljazeera - Perca del Nilo 


07 mayo 2021

La Carretera del Atlántico - Noruega

La carretera del Atlántico (Atlanterhavsveien) es un tramo de 8,3 kilómetros de longitud en la Carretera Nacional 64 (VD 64) que conecta un archipiélago de islas al norte de Hustadvika. La carretera conecta las poblaciones de Averøy y Eide, situadas en el condado de Møre og Romsdal, y tiene fama de ser una de las carreteras más bellas y espectaculares del planeta.

La carretera está construida sobre varias islas pequeñas e islotes, conectados por varias calzadas, viaductos y ocho puentes, siendo el más destacado de ellos el Puente Storseisundet. Gran parte del recorrido tiene una vista directa al mar abierto, algo que no es común en las carreteras de la costa noruega. A lo largo de sus 8,274 kilómetros, este recorrido permite disfrutar de unas magníficas vistas de los fiordos occidentales y de las montañas cercanas a la carretera. En determinadas épocas del año pueden llegar a avistarse focas e incluso ballenas.

Esta espectacular ruta se convirtió rápidamente en una atracción turística (el segundo destino turístico más visitado en Noruega), y fue elegida como “la construcción noruega del siglo XX” por los propios noruegos. El diario inglés The Guardian la seleccionó como "el mejor viaje por carretera del mundo". 

La idea de crear esta vía de comunicación terrestre data del siglo XIX; inicialmente se pensó en construir un ferrocarril, pero esta idea perdió fuerza y pasó a convertirse en una carretera convencional a partir de 1970. Su construcción empezó en 1983 y supuso una lucha continua contra los elementos; durante los seis años que duraron las obras se registraron hasta 12 tormentas con categoría de huracán. Finalmente, el 7 de julio de 1989 pudo ser inaugurada. Al principio era una carretera de peaje, pero en junio de 1999 pasó a ser de uso gratuito.

Desde entonces, la carretera del Atlántico salta de isla en isla hasta llegar a Averøy, un recorrido que se retuerce sobre el océano con giros imposibles y que incluye hasta ocho puentes en poco más de ocho kilómetros. El punto más emblemático de toda la ruta es, precisamente, un puente:

El puente Storseisundet tiene un mal día

El puente Storseisundet (Storseisundetbrua en noruego) es el mayor de los ocho puentes que conforman la carretera del Atlántico. Permite la conexión vía terrestre entre la península de Romsdal y la isla de Averøya, en el condado de Møre og Romsdal, Noruega. Mide unos 260 metros y tiene un gálibo de navegación de 23 metros con respecto al mar lo cual permite que los barcos puedan hacerse a la mar independientemente del nivel de la marea.

La característica más distintiva del puente es su curvatura y su pronunciada pendiente que hacen que parezca un salto al vacío. Cuando hace buen tiempo, el puente ofrece unas vistas impresionantes y la conducción es muy cómoda y segura. Cuando hay tormentas en cambio, los coches son azotados por fuertes ráfagas de viento mientras enormes olas golpean el puente amenazadoramente. También son muy conocidas las fotos de coches que parecen engullidos por la tempestad en este tramo. Sin embargo, aunque parezca muy peligroso, si se mantienen las precauciones y la velocidad correcta, se trata de un puente muy seguro. La pesca es uno de los mayores atractivos de esta zona por lo que el mayor riesgo suele ser encontrarse de golpe con algún lugareño que está pescando en lo alto del puente.

Esta magnífica obra de arte/ingeniería desafía a los elementos en una región en la que eso es mucho decir; durante años, el puente ha afrontado tormentas implacables, huracanes, vientos gélidos... sin inmutarse, por lo que su fiabilidad parece fuera de toda duda. 

El puente de Storseisundet fue construido en 1989 y durante 10 años fue de pago. En 2011,The Daily Mail describió al puente como la "carretera a ninguna parte", aunque los lugareños prefieren llamarlo "el puente borracho". Si nos ponemos estrictos, el puente no conduce a "ninguna parte"; más bien al contrario, conecta los municipios de Eide y Averøy dentro de una de las rutas turísticas más transitadas y visitadas del país.

El puente Storseisundet tiene un buen día

La Carretera Atlántica (Atlanterhavsveien) surgió inicialmente para conectar Noruega continental con la isla de Averøy, en el condado de Møre og Romsdal, sin embargo desde 2009 la carretera prosigue más allá de Averøy. Actualmente la carretera Nacional 64 continua hacia el norte hasta conectar con Kristiansund mediante un túnel de peaje bautizado como Atlanterhavstunnelen (Túnel del Atlántico). Esta obra es otro prodigio de la ingeniería; un recorrido de 5.727 metros bajo el mar por uno de los túneles más profundos del planeta (hasta 250 metros por debajo del nivel del mar).

Atlanterhavsveien no es la única carretera famosa e impronunciable de Noruega. En un país eminentemente montañoso y costero es lógico esperar otras carreteras espectaculares. Una de las más famosas y visitadas es la escalera del Troll:

Trollstigen (la Escalera del Troll) es un conocido tramo de carretera en un puerto de montaña de Rauma, Noruega. Esta pequeña carretera de montaña forma parte de la Nacional 63 que conecta Åndalsnes (Rauma) con Valldal (Norddal), una de las carreteras de montaña más altas del mundo. 

En este tramo, la carretera salva un gran desnivel, lo cual se traduce en pendientes que superan el 9% de inclinación y un trazado sinuoso en el que podemos encontrar once curvas seguidas de hasta 180º.

Esta sección de carretera se ha hecho bastante popular entre los amantes del motor debido a su aspecto desafiante y entre los amantes del wingsuit, por ser un valle encajado que permite sobrevolar la carretera. En lo más alto del puerto hay un gran aparcamiento desde donde se llega a un mirador con estupendas vistas de la carretera y de la cascada Stigfossen, con una caída de unos 320 metros.

La carretera de Trollstigen se inauguró el 31 de julio de 1936 tras ocho años de construcción. Como es lógico para su época y relevancia, se trata de una carretera de montaña estrecha y con pocos lugares en los que dos coches se pueden cruzar. Parte de la calzada se ha ido ensanchado durante los últimos años. En verano del 2005 se reparó la mayor parte del trazado y se destinaron 1,4 millones de euros a distintas medidas de protección contra los desprendimientos de rocas.

A pesar de todas estas mejoras las escaleras de Troll son para el verano. La carretera permanece cerrada por la nieve durante los meses de otoño y de invierno para volver a abrir tras el deshielo. Un año normal suele reabrir desde mediados de mayo hasta octubre, pero esto puede variar mucho dependiendo de las condiciones meteorológicas.

+ info: Diario del viajero - Trollstigen

La Tierra de los Fiordos - Noruega

La costa oeste de Noruega es conocida como “la tierra de los fiordos”. Esta región es famosa por sus paisajes espectaculares, un entorno duro en donde los fiordos están tallados en roca entre imponentes montañas. Hace aproximadamente 10.000 años, la masa continental de Escandinavia empezó a expandirse y los glaciares que la cubrían fueron cediendo terreno. 
Durante millones de años, el agua y el hielo de los glaciares han erosionado profundamente la superficie de esta región, el resultado es un laberinto de valles que posteriormente fueron invadidos por el mar. Las partes del valle que se inundaron durante este proceso formaron lo que hoy conocemos como los fiordos. Hoy en día, este paisaje salvaje e indómito se ha convertido en el mayor reclamo turístico de Noruega.

Geirangerfjord, también conocido como la “Joya de los fiordos”, es la imagen más clásica de los fiordos noruegos. Fue incluido en la lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO debido a su combinación de desfiladeros y granjas, aguas azul turquesa y prados verde brillante

Los fiordos son valles estrechos y hundidos por debajo del nivel del mar que se forman por el peso y la erosión de los glaciares durante miles de millones de años. A lo largo de sucesivas edades de hielo, los glaciares penetran en los valles existentes, y el agua y el hielo desgastan gradualmente las masas montañosas. Frecuentemente tienen forma de U y solo aparecen en regiones por encima de cierta latitud (50 en el hemisferio norte, 40 en el hemisferio sur). 

Las lenguas glaciares van modelando el paisaje de muy distintas maneras: ya sea erosionando y cavando profundos surcos en su camino hacia la costa, o bien desprendiendo grandes rocas angulares de los acantilados por procesos de gelifracción. Debajo de la lengua glaciar, un conglomerado de agua, hielo, grava y piedras ejerce fricción sobre la superficie del terreno de modo similar a una lija. A diferencia de las corrientes superficiales, los glaciares pueden provocar erosión por debajo del nivel del mar. Sin límite a su actividad erosiva, estas masas de hielo terminan excavando valles muy profundos y encajados que en algunos casos, como el de Sognefjord, pueden llegar hasta los 1308 metros de profundidad.

Posteriormente, el glaciar retrocede arrastrando restos de sedimentos y rocas desprendidas por los efectos del hielo, estos restos se mezclan con la nieve y se depositan en el fondo del fiordo disimulando su verdadera profundidad. Los fiordos noruegos se formaron cuando el nivel del mar era mucho más bajo de lo que es en la actualidad, tras el deshielo, el agua del mar se elevó en más de 100 metros inundando muchos de estos los valles glaciares.

El término fiordo procede de la palabra ‘fjord’ (fjǫrðr), una palabra escandinava que significa “cuerpo de agua navegable" o "lugar que cruzas para ir más lejos”; para los vikingos, estas entradas de mar conectaban sus aldeas con el resto del mundo y les permitían navegar en busca de nuevas tierras.


Preikestolen ofrece una vista privilegiada del Fiordo de Lyse, en Noruega.

El fiordo de Lyse o Lysefjord es un fiordo del Mar del Norte que se extiende más de 40 km. en el distrito de Ryfylke, en el condado de Rogaland, al suroeste de Noruega. Su nombre significaría "fiordo claro", probablemente debido al tono claro de las rocas de granito que lo rodean. 

Lysefjord fue tallado por la acción de los glaciares durante la última Edad del Hielo; en cuanto los últimos glaciares se retiraron gran parte del terreno quedó inundado por el mar. De extremo a extremo, el fiordo mide 42 km. de los que gran parte son imponentes paredes verticales que se elevan hasta 1000 metros sobre el nivel del mar.

Debido a lo inhóspito del terreno, esta zona está muy poco poblada y sólo existen dos pueblos (Forsand y Lysebotn), situados en extremos opuestos del fiordo. La poca gente que vive o ha vivido aquí, debe trasladarse en barco como único medio de transporte, las colinas son demasiado inclinadas para hacer viable una carretera. 

Por otro lado, debido a la indudable belleza del terreno, Lysefjord es una atracción turística extremadamente popular. La práctica del  Salto BASE es legal en esta región, por lo que se ha convertido en un destino recurrente para los amantes del wingsuit. Desde Stavangery salen continuos cruceros que recorren el fiordo. Dos puntos son especialmente populares en su recorrido:

  • La roca de Preikestolen, un mirador de fácil acceso con impresionantes vistas del fiordo y una caída vertical de 600 metros.

Preikestolen, más conocida como "El Púlpito", es un saliente con una caída de 604 metros situado en el Fiordo de Lyse, en Noruega. Los turistas que visitan el Púlpito, suelen mantenerse a cierta distancia del borde y algunos, los más atrevidos, optan por asomarse al abismo avanzando sentados o reptando por el suelo, hasta llegar al borde del precipicio. Las vistas realmente son espectaculares, pero no están exentas de riesgo... no hay ninguna medida de protección como vallas o redes, el viento en este punto es muy fuerte y un mal paso o una tontería de más, pueden resultar fatales. A pesar del riesgo latente, no son frecuentes los accidentes

En 2013 un turista español se convirtió en la primera víctima mortal de este monumento. Diego, estaba visitando el mirador y se disponía ya a abandonarlo. Se había detenido un momento para tomar algunas fotos más, cuando de repente desapareció en el vacío de los más de 600 metros de caída. Este suceso reabrió el debate sobre la necesidad de instalar algún tipo de barrera de seguridad en este monumento natural.

  • Al final del fiordo se encuentra otro popular destino de senderismo, el monte Kjerag con caídas todavía más espectaculares.  

Kjeragbolten cuelga a 984 metros de altura sobre el fiordo de Lyse

Kjeragbolten "el Tornillo de Kjerag" es una roca que se encuentra al sur de Lysefjord encajada en una grieta de la montaña Kjerag, el pico más alto del fiordo. La roca se encuentra al suroeste de la localidad de Lysebotn, en el municipio de Sandnes, condado de Rogaland, Noruega. Se trata de un till glacial de 5 metros cúbicos que quedó suspendido a 1084 metros de altura sobre el nivel del mar, tras el último deshielo. 

Durante las numerosas edades de hielo que se conocen en los países escandinavos (entre 20 y 40), Noruega siempre estuvo completamente cubierta de glaciares. En cada una de estas edades, el hielo, el agua de deshielo y la grava han desgastado la roca de las montañas. El resultado tras cada edad de hielo son valles cada vez más profundos. Después de la última edad de hielo, el calentamiento global fundió el hielo y causó un aumento en el nivel del mar. La famosa roca de Kjerag se depositó durante el período glacial, en torno al 50.000 A.C, antes de que el nivel del mar subiese inundando los fiordos. El derretimiento de este glaciar noruego fue acompañado por un repunte de las formaciones de roca a medida que el hielo se retiraba. En el caso de Kjeragbolten, el repunte fue más rápido que el aumento del nivel del mar, encajando la roca en su posición actual.


Encajada entre dos paredes totalmente verticales, la Kjeragbolten, o Roca de Kjerag, se ha convertido en un destino turístico muy popular, sobre todo entre senderistas y aficionados al salto base o al Wingsuit. La roca es accesible sin equipo de escalar y la caminata hasta Kjeragbolten es una de las más espectaculares del mundo según cuentan los expertos en senderismo. 

Sin embargo, antes de hacer las maletas es bueno saber un par de cosas: el sendero hasta Kjeragbolten solo está abierto entre mediados de mayo y octubre o noviembre, la mayoría recomienda hacerlo en septiembre. Se trata de una caminata exigente, tiene algunos tramos complicados que requieren escalar y el terreno puede ser peligroso o resbaladizo, sobre todo si acaba de llover, algo relativamente frecuente. Si hay lluvia o niebla en la cima es aconsejable no subir, por lo tanto no está demás reservar dos días para esta excursión por si el primero falla. La población más cercana es Lysebotn, a unos 15 minutos en coche. El sendero tiene unos 11 kilómetros de longitud, y suele llevar entre 6 y 10 horas para ir y volver. Una vez arriba te sentirás en la cima del mundo... rodeado de gente que hace cola para sacarse una foto. 

A pesar de que el camino para llegar hasta aquí es bastante complicado, la Roca de Kjerag se ha convertido en un suerte de "photocall" muy demandado en las rutas de senderismo. Cada vez es más fácil encontrar colas de hasta una hora con excursionistas esperando para hacerse una foto sobre la roca: saltando, bailando, besándose o haciendo el idiota en pelotas sobre un abismo de 984 metros de altura.

Por lo que comentan quienes han estado, la superficie de la roca es mayor de lo que aparenta en las fotos, sin embargo hay quien tras subir no se atreve a posar en la roca, un vistazo a los casi 1000 metros de caída puede derretir al más valiente. Aunque no nos saquemos la foto de rigor, la subida merece la pena, las vistas son incomparables y desde la cima se pueden apreciar cascadas cercanas difíciles de creer. 

El fiordo de Lyse no es el único con miradores espectaculares, solamente en Noruega hay más de 1700 fiordos. Muchos de estos fiordos se extienden tierra adentro en la costa oeste de Noruega, en esta región están Nærøyfjord y Geirangerfjord, dos fiordos reconocidos como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

En algunas áreas, sobrevivieron glaciares tras la última edad de hielo. Algunos de estos glaciares continuaron creciendo hasta la década de los 80, sin embargo en la actualidad todos están reduciendo su extensión y espesor.
Una de las cosas que más suele llamar la atención de algunos fiordos es el color verde pálido de sus aguas. Esto suele significar que hay un glaciar cercano; las partículas de agua dulce del hielo derretido se mezclan con el agua salada del fiordo dotándolo de este característico color esmeralda. Ese es el caso de nuestro siguiente fiordo:

Trolltunga (la Lengua del Troll) es un saliente rocoso situado en el municipio de Ullensvang, en el condado de Vestland, Noruega. Esta plataforma sobresale 320 metros de la pared, suspendida a unos 700 metros de altura sobre el lago Ringedalsvatnet.​

El acantilado es un gneis, una roca metamórfica compuesta por los mismos minerales que el granito, que forma parte del lecho rocoso del Precámbrico. Al final de la última Edad de Hielo, hace unos 10.000 años, los bordes del glaciar todavía llegaban hasta estos acantilados. Durante el deshielo, el agua del glaciar se congeló en las grietas de la montaña y las dilató hasta desprender enormes bloques angulares de piedra, que posteriormente serían arrastrados por el glaciar. 

Para muchos Trolltunga es la ruta de senderismo más espectacular de Noruega. Se encuentra a 1100 metros de altura sobre el nivel del mar y a unos 17 kilómetros del pueblo de Odda; el aumento de su popularidad ha convertido a este destino en un icono nacional y en un importante reclamo turístico para la región. En el año 2010, unas 800 personas hacían senderismo en Trolltunga cada año; seis años más tarde, más de 80.000 personas realizaron esta larga excursión, convirtiéndola en una de las más populares de Noruega.

La Asociación Noruega de Senderismo clasifica la ruta como "desafiante". La caminata, desde el pueblo de Skjeggedal hasta Trolltunga, son un total de 27 kilómetros entre ida y vuelta, asciende hasta los 1100 metros de elevación y se tarda aproximadamente entre 10 y 12 horas. Los excursionistas que aspiren a realizar esta ruta deben salir muy pronto si quieren volver a casa antes de que oscurezca y haga frío. Además de buena resistencia, se necesita equipo de senderismo adecuado. La ruta atraviesa terrenos de alta montaña con arroyos, riachuelos, rocas angulares, charcos de barro y pantanos en varios puntos de la excursión.

Desde finales de septiembre hasta junio, el terreno está completamente cubierto de hielo y nieve; si el invierno ha sido duro, la nieve puede tardar más en derretirse y aguantar durante el verano. Normalmente, Trolltunga es accesible para excursionistas experimentados y grupos guiados desde mediados de junio hasta mediados de septiembre.

En estos tres meses, miles de turistas visitan Trolltunga, su número se ha multiplicado por más de cien en unos pocos años. De momento no se han construido medidas de seguridad en el acantilado que puedan dañar la belleza del paisaje; sin embargo, el 5 de septiembre de 2015 una joven australiana de 24 años cayó desde la roca y falleció al instante, reabriendo una vez más el debate sobre si debería adaptarse la naturaleza a los turistas.

+ info: Preikestolen - Kjeragbolten - Trolltunga

01 mayo 2021

Castillo de Bannerman - EEUU

Aunque a simple vista pueda parecer un castillo europeo abandonado, el Castillo de Bannerman está en la isla Pollepel, en el río Hudson, a tan solo 80 Km. de la ciudad de Nueva York. Este engendro de castillo en realidad era un depósito militar, un peculiar almacén construido por Francis Bannerman VI para guardar todo el material bélico excedente con el que comerciaba.

La excentricidad de Bannerman estaba a la altura de su riqueza, así que lo que iba a ser un polvorín acabó pareciendo un castillo escocés. Tanta vanidad y mal gusto no debió gustar a los espíritus hostiles que según los nativos americanos habitaban en esta isla; el caso es que durante su poco más de un siglo de historia, el castillo de la isla de Bannerman sufrió todo tipo de catástrofes hasta quedar arrasado.

Francis Bannerman era un inmigrante escocés que llegó a Estados Unidos en 1854; poco a poco había conseguido amasar una considerable fortuna mediante la venta de excedentes militares. La guerra hispanoamericana de 1898 fue particularmente buena para Bannerman ya que pudo adquirir el 90% del equipo militar español que quedó abandonado tras la retirada de Cuba.

Francis “Frank” Bannerman VI

Sin embargo, sus almacenes en el corazón de Nueva York no eran el mejor lugar para almacenar treinta millones de cartuchos españoles. Si explotaban, destruirían toda la manzana y las viviendas cercanas, por lo que Bannerman comenzó a buscar un emplazamiento menos peligroso para su nuevo almacén. La isla Pollepel era perfecta para sus planes, con sus 2,5 hectáreas de roca y alejada 300 metros de la costa del Hudson parecía reunir todos los requisitos. Bannerman compró la isla en 1900; su objetivo era construir un arsenal en el que almacenar toda la munición que después vendería por correo. 

Al año siguiente comenzó el proyecto: Bannerman diseñó los edificios (incluida una pequeña mansión para él y sus invitados) con un claro objetivo en mente: publicitarse. En aquella época dorada, los magnates eran celebridades y modelos a seguir, por lo que el propósito de Bannerman era usar su castillo como un enorme anuncio de ladrillo. El castillo era claramente visible desde la lejanía y Bannerman ordenó rotular "el Arsenal de la Isla de Bannerman" en las paredes del mismo, de modo que cualquier barco o persona pudiese verlo desde la orilla.

La muerte de Bannerman en 1918 supuso el comienzo del fin. La construcción se detuvo y dos años mas tarde explotarían varios kilos de proyectiles y pólvora destruyendo la mitad del edificio. Se cree que la explosión fue causada por un rayo que golpeó el hasta de una bandera.

En 1950, un carguero que pasaba por la zona, se quedó atrapado en mitad de una fuerte tormenta sobre el río Hudson. Finalmente, el barco se estrelló contra la isla, explotó tras el impacto y causó aún más daños en lo que quedaba del edificio. El barco naufragado se llamaba "Pollepel" y dio su nombre actual a la isla (aunque muchos la siguen llamando la "Isla de Bannerman").

Tras el último desastre, la isla quedó deshabitada y el Estado de Nueva York finalmente decidió comprar la isla en 1967. Pero se ve que los espíritus malvados de los que hablaban los nativos, aun no habían acabado de dar su merecido a este desafortunado edificio. Dos años después, se produjo un gran incendio y los techos y pisos colapsaron quedando todo el edificio completamente destruido; la estructura ya era demasiado insegura por lo que se decidió prohibir el acceso a la isla para evitar accidentes. 

A pesar de las restricciones, no faltaron vándalos, intrusos y turistas ataviados con cascos de obra que aportaron su granito de arena al deterioro; sin embargo, fueron los largos años de exposición a los elementos lo que supuso el golpe final. En 2009, colapsaba el 40% de la pared frontal y el 50% de la pared este. 

Hoy en día es implanteable reconstruir el castillo (tampoco parece que su valor artístico lo justifique) por lo que constituye un maravilloso monumento a lo efímero, un recordatorio de que quien juega con fuego, al final, se quema.