La carretera del Atlántico (Atlanterhavsveien) es un tramo de 8,3 kilómetros de longitud en la Carretera Nacional 64 (VD 64) que conecta un archipiélago de islas al norte de Hustadvika. La carretera conecta las poblaciones de Averøy y Eide, situadas en el condado de Møre og Romsdal, y tiene fama de ser una de las carreteras más bellas y espectaculares del planeta.
La carretera está construida sobre varias islas pequeñas e islotes, conectados por varias calzadas, viaductos y ocho puentes, siendo el más destacado de ellos el Puente Storseisundet. Gran parte del recorrido tiene una vista directa al mar abierto, algo que no es común en las carreteras de la costa noruega. A lo largo de sus 8,274 kilómetros, este recorrido permite disfrutar de unas magníficas vistas de los fiordos occidentales y de las montañas cercanas a la carretera. En determinadas épocas del año pueden llegar a avistarse focas e incluso ballenas.
Esta espectacular ruta se convirtió rápidamente en una atracción turística (el segundo destino turístico más visitado en Noruega), y fue elegida como “la construcción noruega del siglo XX” por los propios noruegos. El diario inglés The Guardian la seleccionó como "el mejor viaje por carretera del mundo".
La idea de crear esta vía de comunicación terrestre data del siglo XIX; inicialmente se pensó en construir un ferrocarril, pero esta idea perdió fuerza y pasó a convertirse en una carretera convencional a partir de 1970. Su construcción empezó en 1983 y supuso una lucha continua contra los elementos; durante los seis años que duraron las obras se registraron hasta 12 tormentas con categoría de huracán. Finalmente, el 7 de julio de 1989 pudo ser inaugurada. Al principio era una carretera de peaje, pero en junio de 1999 pasó a ser de uso gratuito.
Desde entonces, la carretera del Atlántico salta de isla en isla hasta llegar a Averøy, un recorrido que se retuerce sobre el océano con giros imposibles y que incluye hasta ocho puentes en poco más de ocho kilómetros. El punto más emblemático de toda la ruta es, precisamente, un puente:
El puente Storseisundet tiene un mal día |
El puente Storseisundet (Storseisundetbrua en noruego) es el mayor de los ocho puentes que conforman la carretera del Atlántico. Permite la conexión vía terrestre entre la península de Romsdal y la isla de Averøya, en el condado de Møre og Romsdal, Noruega. Mide unos 260 metros y tiene un gálibo de navegación de 23 metros con respecto al mar lo cual permite que los barcos puedan hacerse a la mar independientemente del nivel de la marea.
La característica más distintiva del puente es su curvatura y su pronunciada pendiente que hacen que parezca un salto al vacío. Cuando hace buen tiempo, el puente ofrece unas vistas impresionantes y la conducción es muy cómoda y segura. Cuando hay tormentas en cambio, los coches son azotados por fuertes ráfagas de viento mientras enormes olas golpean el puente amenazadoramente. También son muy conocidas las fotos de coches que parecen engullidos por la tempestad en este tramo. Sin embargo, aunque parezca muy peligroso, si se mantienen las precauciones y la velocidad correcta, se trata de un puente muy seguro. La pesca es uno de los mayores atractivos de esta zona por lo que el mayor riesgo suele ser encontrarse de golpe con algún lugareño que está pescando en lo alto del puente.
Esta magnífica obra de arte/ingeniería desafía a los elementos en una región en la que eso es mucho decir; durante años, el puente ha afrontado tormentas implacables, huracanes, vientos gélidos... sin inmutarse, por lo que su fiabilidad parece fuera de toda duda.
El puente de Storseisundet fue construido en 1989 y durante 10 años fue de pago. En 2011,The Daily Mail describió al puente como la "carretera a ninguna parte", aunque los lugareños prefieren llamarlo "el puente borracho". Si nos ponemos estrictos, el puente no conduce a "ninguna parte"; más bien al contrario, conecta los municipios de Eide y Averøy dentro de una de las rutas turísticas más transitadas y visitadas del país.
El puente Storseisundet tiene un buen día |
La Carretera Atlántica (Atlanterhavsveien) surgió inicialmente para conectar Noruega continental con la isla de Averøy, en el condado de Møre og Romsdal, sin embargo desde 2009 la carretera prosigue más allá de Averøy. Actualmente la carretera Nacional 64 continua hacia el norte hasta conectar con Kristiansund mediante un túnel de peaje bautizado como Atlanterhavstunnelen (Túnel del Atlántico). Esta obra es otro prodigio de la ingeniería; un recorrido de 5.727 metros bajo el mar por uno de los túneles más profundos del planeta (hasta 250 metros por debajo del nivel del mar).
Atlanterhavsveien no es la única carretera famosa e impronunciable de Noruega. En un país eminentemente montañoso y costero es lógico esperar otras carreteras espectaculares. Una de las más famosas y visitadas es la escalera del Troll:
Trollstigen (la Escalera del Troll) es un conocido tramo de carretera en un puerto de montaña de Rauma, Noruega. Esta pequeña carretera de montaña forma parte de la Nacional 63 que conecta Åndalsnes (Rauma) con Valldal (Norddal), una de las carreteras de montaña más altas del mundo.
Esta sección de carretera se ha hecho bastante popular entre los amantes del motor debido a su aspecto desafiante y entre los amantes del wingsuit, por ser un valle encajado que permite sobrevolar la carretera. En lo más alto del puerto hay un gran aparcamiento desde donde se llega a un mirador con estupendas vistas de la carretera y de la cascada Stigfossen, con una caída de unos 320 metros.
La carretera de Trollstigen se inauguró el 31 de julio de 1936 tras ocho años de construcción. Como es lógico para su época y relevancia, se trata de una carretera de montaña estrecha y con pocos lugares en los que dos coches se pueden cruzar. Parte de la calzada se ha ido ensanchado durante los últimos años. En verano del 2005 se reparó la mayor parte del trazado y se destinaron 1,4 millones de euros a distintas medidas de protección contra los desprendimientos de rocas.
A pesar de todas estas mejoras las escaleras de Troll son para el verano. La carretera permanece cerrada por la nieve durante los meses de otoño y de invierno para volver a abrir tras el deshielo. Un año normal suele reabrir desde mediados de mayo hasta octubre, pero esto puede variar mucho dependiendo de las condiciones meteorológicas.
+ info: Diario del viajero - Trollstigen