Geirangerfjord, también conocido como la “Joya de los fiordos”, es la imagen más clásica de los fiordos noruegos. Fue incluido en la lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO debido a su combinación de desfiladeros y granjas, aguas azul turquesa y prados verde brillante |
Los fiordos son valles estrechos y hundidos por debajo del nivel del mar que se forman por el peso y la erosión de los glaciares durante miles de millones de años. A lo largo de sucesivas edades de hielo, los glaciares penetran en los valles existentes, y el agua y el hielo desgastan gradualmente las masas montañosas. Frecuentemente tienen forma de U y solo aparecen en regiones por encima de cierta latitud (50 en el hemisferio norte, 40 en el hemisferio sur).
Las lenguas glaciares van modelando el paisaje de muy distintas maneras: ya sea erosionando y cavando profundos surcos en su camino hacia la costa, o bien desprendiendo grandes rocas angulares de los acantilados por procesos de gelifracción. Debajo de la lengua glaciar, un conglomerado de agua, hielo, grava y piedras ejerce fricción sobre la superficie del terreno de modo similar a una lija. A diferencia de las corrientes superficiales, los glaciares pueden provocar erosión por debajo del nivel del mar. Sin límite a su actividad erosiva, estas masas de hielo terminan excavando valles muy profundos y encajados que en algunos casos, como el de Sognefjord, pueden llegar hasta los 1308 metros de profundidad.
Posteriormente, el glaciar retrocede arrastrando restos de sedimentos y rocas desprendidas por los efectos del hielo, estos restos se mezclan con la nieve y se depositan en el fondo del fiordo disimulando su verdadera profundidad. Los fiordos noruegos se formaron cuando el nivel del mar era mucho más bajo de lo que es en la actualidad, tras el deshielo, el agua del mar se elevó en más de 100 metros inundando muchos de estos los valles glaciares.
El término fiordo procede de la palabra ‘fjord’ (fjǫrðr), una palabra escandinava que significa “cuerpo de agua navegable" o "lugar que cruzas para ir más lejos”; para los vikingos, estas entradas de mar conectaban sus aldeas con el resto del mundo y les permitían navegar en busca de nuevas tierras.
Preikestolen ofrece una vista privilegiada del Fiordo de Lyse, en Noruega. |
El fiordo de Lyse o Lysefjord es un fiordo del Mar del Norte que se extiende más de 40 km. en el distrito de Ryfylke, en el condado de Rogaland, al suroeste de Noruega. Su nombre significaría "fiordo claro", probablemente debido al tono claro de las rocas de granito que lo rodean.
Lysefjord fue tallado por la acción de los glaciares durante la última Edad del Hielo; en cuanto los últimos glaciares se retiraron gran parte del terreno quedó inundado por el mar. De extremo a extremo, el fiordo mide 42 km. de los que gran parte son imponentes paredes verticales que se elevan hasta 1000 metros sobre el nivel del mar.
Debido a lo inhóspito del terreno, esta zona está muy poco poblada y sólo existen dos pueblos (Forsand y Lysebotn), situados en extremos opuestos del fiordo. La poca gente que vive o ha vivido aquí, debe trasladarse en barco como único medio de transporte, las colinas son demasiado inclinadas para hacer viable una carretera.
Por otro lado, debido a la indudable belleza del terreno, Lysefjord es una atracción turística extremadamente popular. La práctica del Salto BASE es legal en esta región, por lo que se ha convertido en un destino recurrente para los amantes del wingsuit. Desde Stavangery salen continuos cruceros que recorren el fiordo. Dos puntos son especialmente populares en su recorrido:
- La roca de Preikestolen, un mirador de fácil acceso con impresionantes vistas del fiordo y una caída vertical de 600 metros.
Preikestolen, más conocida como "El Púlpito", es un saliente con una caída de 604 metros situado en el Fiordo de Lyse, en Noruega. Los turistas que visitan el Púlpito, suelen mantenerse a cierta distancia del borde y algunos, los más atrevidos, optan por asomarse al abismo avanzando sentados o reptando por el suelo, hasta llegar al borde del precipicio. Las vistas realmente son espectaculares, pero no están exentas de riesgo... no hay ninguna medida de protección como vallas o redes, el viento en este punto es muy fuerte y un mal paso o una tontería de más, pueden resultar fatales. A pesar del riesgo latente, no son frecuentes los accidentes
En 2013 un turista español se convirtió en la primera víctima mortal de este monumento. Diego, estaba visitando el mirador y se disponía ya a abandonarlo. Se había detenido un momento para tomar algunas fotos más, cuando de repente desapareció en el vacío de los más de 600 metros de caída. Este suceso reabrió el debate sobre la necesidad de instalar algún tipo de barrera de seguridad en este monumento natural.
- Al final del fiordo se encuentra otro popular destino de senderismo, el monte Kjerag con caídas todavía más espectaculares.
Kjeragbolten cuelga a 984 metros de altura sobre el fiordo de Lyse |
Kjeragbolten "el Tornillo de Kjerag" es una roca que se encuentra al sur de Lysefjord encajada en una grieta de la montaña Kjerag, el pico más alto del fiordo. La roca se encuentra al suroeste de la localidad de Lysebotn, en el municipio de Sandnes, condado de Rogaland, Noruega. Se trata de un till glacial de 5 metros cúbicos que quedó suspendido a 1084 metros de altura sobre el nivel del mar, tras el último deshielo.
Durante las numerosas edades de hielo que se conocen en los países escandinavos (entre 20 y 40), Noruega siempre estuvo completamente cubierta de glaciares. En cada una de estas edades, el hielo, el agua de deshielo y la grava han desgastado la roca de las montañas. El resultado tras cada edad de hielo son valles cada vez más profundos. Después de la última edad de hielo, el calentamiento global fundió el hielo y causó un aumento en el nivel del mar. La famosa roca de Kjerag se depositó durante el período glacial, en torno al 50.000 A.C, antes de que el nivel del mar subiese inundando los fiordos. El derretimiento de este glaciar noruego fue acompañado por un repunte de las formaciones de roca a medida que el hielo se retiraba. En el caso de Kjeragbolten, el repunte fue más rápido que el aumento del nivel del mar, encajando la roca en su posición actual.
Encajada entre dos paredes totalmente verticales, la Kjeragbolten, o Roca de Kjerag, se ha convertido en un destino turístico muy popular, sobre todo entre senderistas y aficionados al salto base o al Wingsuit. La roca es accesible sin equipo de escalar y la caminata hasta Kjeragbolten es una de las más espectaculares del mundo según cuentan los expertos en senderismo.
Sin embargo, antes de hacer las maletas es bueno saber un par de cosas: el sendero hasta Kjeragbolten solo está abierto entre mediados de mayo y octubre o noviembre, la mayoría recomienda hacerlo en septiembre. Se trata de una caminata exigente, tiene algunos tramos complicados que requieren escalar y el terreno puede ser peligroso o resbaladizo, sobre todo si acaba de llover, algo relativamente frecuente. Si hay lluvia o niebla en la cima es aconsejable no subir, por lo tanto no está demás reservar dos días para esta excursión por si el primero falla. La población más cercana es Lysebotn, a unos 15 minutos en coche. El sendero tiene unos 11 kilómetros de longitud, y suele llevar entre 6 y 10 horas para ir y volver. Una vez arriba te sentirás en la cima del mundo... rodeado de gente que hace cola para sacarse una foto.
A pesar de que el camino para llegar hasta aquí es bastante complicado, la Roca de Kjerag se ha convertido en un suerte de "photocall" muy demandado en las rutas de senderismo. Cada vez es más fácil encontrar colas de hasta una hora con excursionistas esperando para hacerse una foto sobre la roca: saltando, bailando, besándose o haciendo el idiota en pelotas sobre un abismo de 984 metros de altura.
Por lo que comentan quienes han estado, la superficie de la roca es mayor de lo que aparenta en las fotos, sin embargo hay quien tras subir no se atreve a posar en la roca, un vistazo a los casi 1000 metros de caída puede derretir al más valiente. Aunque no nos saquemos la foto de rigor, la subida merece la pena, las vistas son incomparables y desde la cima se pueden apreciar cascadas cercanas difíciles de creer.
El fiordo de Lyse no es el único con miradores espectaculares, solamente en Noruega hay más de 1700 fiordos. Muchos de estos fiordos se extienden tierra adentro en la costa oeste de Noruega, en esta región están Nærøyfjord y Geirangerfjord, dos fiordos reconocidos como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
En algunas áreas, sobrevivieron glaciares tras la última edad de hielo. Algunos de estos glaciares continuaron creciendo hasta la década de los 80, sin embargo en la actualidad todos están reduciendo su extensión y espesor.
Una de las cosas que más suele llamar la atención de algunos fiordos es el color verde pálido de sus aguas. Esto suele significar que hay un glaciar cercano; las partículas de agua dulce del hielo derretido se mezclan con el agua salada del fiordo dotándolo de este característico color esmeralda. Ese es el caso de nuestro siguiente fiordo:
Trolltunga (la Lengua del Troll) es un saliente rocoso situado en el municipio de Ullensvang, en el condado de Vestland, Noruega. Esta plataforma sobresale 320 metros de la pared, suspendida a unos 700 metros de altura sobre el lago Ringedalsvatnet.
El acantilado es un gneis, una roca metamórfica compuesta por los mismos minerales que el granito, que forma parte del lecho rocoso del Precámbrico. Al final de la última Edad de Hielo, hace unos 10.000 años, los bordes del glaciar todavía llegaban hasta estos acantilados. Durante el deshielo, el agua del glaciar se congeló en las grietas de la montaña y las dilató hasta desprender enormes bloques angulares de piedra, que posteriormente serían arrastrados por el glaciar.
Para muchos Trolltunga es la ruta de senderismo más espectacular de Noruega. Se encuentra a 1100 metros de altura sobre el nivel del mar y a unos 17 kilómetros del pueblo de Odda; el aumento de su popularidad ha convertido a este destino en un icono nacional y en un importante reclamo turístico para la región. En el año 2010, unas 800 personas hacían senderismo en Trolltunga cada año; seis años más tarde, más de 80.000 personas realizaron esta larga excursión, convirtiéndola en una de las más populares de Noruega.
La Asociación Noruega de Senderismo clasifica la ruta como "desafiante". La caminata, desde el pueblo de Skjeggedal hasta Trolltunga, son un total de 27 kilómetros entre ida y vuelta, asciende hasta los 1100 metros de elevación y se tarda aproximadamente entre 10 y 12 horas. Los excursionistas que aspiren a realizar esta ruta deben salir muy pronto si quieren volver a casa antes de que oscurezca y haga frío. Además de buena resistencia, se necesita equipo de senderismo adecuado. La ruta atraviesa terrenos de alta montaña con arroyos, riachuelos, rocas angulares, charcos de barro y pantanos en varios puntos de la excursión.
Desde finales de septiembre hasta junio, el terreno está completamente cubierto de hielo y nieve; si el invierno ha sido duro, la nieve puede tardar más en derretirse y aguantar durante el verano. Normalmente, Trolltunga es accesible para excursionistas experimentados y grupos guiados desde mediados de junio hasta mediados de septiembre.
En estos tres meses, miles de turistas visitan Trolltunga, su número se ha multiplicado por más de cien en unos pocos años. De momento no se han construido medidas de seguridad en el acantilado que puedan dañar la belleza del paisaje; sin embargo, el 5 de septiembre de 2015 una joven australiana de 24 años cayó desde la roca y falleció al instante, reabriendo una vez más el debate sobre si debería adaptarse la naturaleza a los turistas.
+ info: Preikestolen - Kjeragbolten - Trolltunga