La escalera de Jacob es una estructura mencionada en la Biblia (Génesis 28,12) por la que los ángeles ascendían al cielo y descendían a la Tierra. Aparece mencionada muy brevemente durante un sueño del patriarca Jacob: 12 Y tuvo un sueño; soñó con una escalera apoyada en tierra, y cuya cima tocaba los cielos, y he aquí que los ángeles de Dios subían y bajaban por ella. ...pero esta sola referencia ha dado pie a numerosos simbolismos e interpretaciones.
Construida tras el ataque de Pearl Harbor, durante la Segunda Guerra Mundial, esta escalera se ideó para dar acceso a una estación de radio de la marina de EEUU, sin embargo desde los años 90 está cerrada al público debido a su avanzado estado de deterioro.
La falta de mantenimiento hacía cada vez más peligrosa esta escalera, así que en 1987 se instalaron las primeras señales de “prohibido el paso” y se trató de disuadir a sus visitantes. No lo consiguieron... Entonces el gobierno local optó por las multas de hasta 1000 dólares, pero Instangram es un rival terrible y la fama de las escaleras no paraba de crecer. En 2016 se "instaló" un columpio ilegal que aumentó aun más las visitas, la peligrosidad de todo el conjunto y la presión sobre el entorno natural; actualmente se calcula que unas 4000 personas visitan las escaleras "prohibidas" cada año.
Mientras tanto el Ayuntamiento de Honolulu es el responsable legal de las escaleras, y de los accidentes que allí acontezcan. A pesar de haber cerrado las escaleras al público, en 2002 tuvo que gastar 875.000 $ en mantener y arreglar un espacio que se supone nadie debería transitar. El año pasado se agotó la paciencia y el ayuntamiento aprobó por mayoría absoluta la demolición y la eliminación de todo rastro de la escalera, una tarea que irónicamente costará un millón de dólares, un poco más que su mantenimiento.
No obstante, el hartazgo del alcalde parece firme y sincero: “Reconocemos el interés que tienen las escaleras para ciertos grupos comunitarios; sin embargo, no se pueden ignorar cuestiones como el allanamiento de morada, las lesiones personales, las especies invasoras y la seguridad general del público que las visita”. Según la resolución que se aprobó el pasado mes de Septiembre, la idea es “eliminar las escaleras Haiku y sus estructuras accesorias para detener la entrada ilegal, reducir los disturbios en los vecindarios locales, aumentar la seguridad pública, eliminar la responsabilidad potencial de la ciudad y proteger el medio ambiente"...resumiendo, que las escaleras tienen la culpa de todos los males que asolan la isla.
Sin embargo, esta medida que tanto parece agradar a las arca públicas no acaba de convencer a todos. Desde hace unos años, la Asociación de Amigos de las Escaleras Haiku trabaja para poder reabrir la escalera al cielo. Su propuesta es entregar el control de la escalera a una empresa privada que gestionaría la seguridad y el mantenimiento de la escalera cobrando entrada a los visitantes. Según esta misma asociación, unas 80 personas podrían subir las escaleras diariamente sin generar aglomeraciones ni destrozos, esto supondría unos 20.000 visitantes anuales con los consecuentes ingresos.
+info: Traveler