El Géiser Fly, en Nevada, podría parecer una maravilla de la naturaleza, pero técnicamente no lo es... Este espectacular géiser de agua fue creado por un error humano al abandonar un pozo de petróleo mal cerrado. El agua fue depositando restos minerales disueltos en el suelo, hasta formar el géiser que se ve en la imagen. Es pequeño (sobre los 1,5 m. de altura) pero sigue creciendo hoy en día.
Sus llamativos colores se deben al óxido y a las algas termófilas presentes en el agua. Se trata de un géiser permanentemente activo; durante todo el año, el agua emana de las tres bocas formando charcos de fango. El calcio presente en el agua se solidifica, formando las chimeneas cónicas y las coladas que las rodean. El agua junto al géiser está demasiado caliente, pero en las pozas cercanas es posible bañarse.
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