29 diciembre 2021

Kavachi - Islas Salomón

Kavachi asoma tímidamente la cabeza

Kavachi podría ser uno de los terrenos más jóvenes de la Tierra, pero el Pacífico no se lo pone nada fácil.... Situado al sur de la isla Vangunu, en las Islas Salomón, este volcán submarino es uno de los más activos del sureste del océano Pacífico.

Su nombre proviene de un dios del mar de los nativos de Nueva Georgia, que también lo conocen como Rejo te Kavachi (el horno de Kavachi). Desde que se registró su primera erupción en 1939, Kavachi ha intentado emerger sin éxito unas 8 veces, pero siempre acaba igual... irremisiblemente erosionado por las olas del Pacífico.


Erupciones submarinas en Kavachi

En 2003 logró asomar la cabeza en un intento prometedor por perdurar, se formó una isla de 15 metros de altura sobre el nivel del mar (que ya es más que algunos países) pero una vez más el Pacífico volvió a borrarlo del mapa poco después a golpe de ola.

Desde entonces ha vuelto a intentarlo en marzo de 2004 y en abril de 2007 en una eterna guerra entre el mar y la tierra cuyo final posiblemente no llegaremos a presenciar... son las llamadas "islas efímeras"

Muchas de ellas no soportan la erosión del mar y con la misma rapidez con la que aparecen son de nuevo hechas trizas y engullidas por el mar. Unas pocas sin embargo (unas 5 desde que tenemos registros históricos) lograrán asentarse y perdurarán lo suficiente para ser consideradas "islas nuevas", son los territorios más jóvenes sobre la faz de la Tierra.

Explosión de Kavachi en Marzo de 2017

En 2015 un grupo de científicos de National Geographic decidieron grabar el interior del volcán usando robots y cámaras especiales (bucear en esta zona es muerte). La idea era estudiar la adaptación de la fauna y la flora en la periferia del volcán, en un principio el equipo pensaba que el calor y la acidez del agua harían que la zona fuese poco menos que inhabitable, pero tras una hora de inmersión las imágenes mostraron todo lo contrario; había una enorme comunidad de animales de muy diversos tamaños viviendo dentro del volcán.

Los videos del interior de la caldera mostraron medusas, pequeños peces, mantas y hasta tiburones martillo. En un alarde de humor nerd, la zona recibió el nombre de “Sharkano”, un juego de palabras con shark (tiburón) y volcano (volcán).

Se piensa que algunas de estas especies pudieron haber evolucionado para detectar cambios en el comportamiento del volcán y sobrevivir las condiciones hostiles del ambiente como pH ácido, altas cantidades de CO2, químicos y temperaturas elevadas. Al fin y al cabo viven dentro de uno de los volcanes más activos del Pacífico, por lo que su capacidad para predecir erupciones debe ser envidiable.

Por otro lado, también ha cambiado la precepción que teníamos de estos lugares, ya no son infiernos submarinos como pensábamos antaño, este tipo de volcanes activos suministrarían nutrientes al océano que pueden atraer grandes depredadores como los tiburones. Sobre todo en los tiempos actuales en los que los alimentos naturales dentro del Océano Pacífico escasean debido a factores como la sobrepesca.

Imagen satélite de la última erupción en 2020 (Agencia Espacial Europea)

+ info: Xataka


28 diciembre 2021

Nouadhibou - Mauritania

Pequeñas barcas de pesca se refugian en el puerto de Nouadhibou

Con una costa de 700 km en el Océano Atlántico, Mauritania cuenta con una gran tradición pesquera que hace que convivan la pesca tradicional con la exportación internacional a países como España, Rusia, Costa de Marfil, Japón, Turquía, Grecia y una cada vez más presente China. En 2019 se exportaron más de 248 toneladas de pescado y productos derivados, lo que generó ingresos por un valor de 638,6 millones de dólares. El reparto entre la pesca intensiva y tradicional no es equitativo, tan sólo el 5% del pescado que se extrae en la zona está en manos de la población local; todo esto explica en cierto modo la gran cantidad de barcos de todo el mundo que faenan en las costas mauritanas.

Una escala recurrente en esta región suele ser Ras Nouadhibou, una pequeña península compartida por Mauritania y el Sahara Occidental. El lado este de la península pertenece a Mauritania y es el hogar de Nouadhibou, una ciudad de casi 100.000 habitantes que ejerce de capital económica de toda esta zona. A comienzos de la década de los 80, muchos armadores comenzaron a abandonar los barcos que llegaban al final de su vida útil en las cercanías de este puerto; la mayoría de ellos sobornaban a las autoridades locales para no sufrir sanciones y evitarse los costes de desguace y descontaminación.

No se sabe a ciencia cierta cómo empezó esta absurda concentración de barcos en ruinas, pero parece ser que el cobro de seguros por un lado y los sobornos a las autoridades locales por otro, han sido el caldo de cultivo necesario para la proliferación de pecios en sus costas.

A diferencia de otras zonas, en este lugar los naufragios no eran accidentales. Nouadhibou es una región bastante pobre (más del 40% de la población está por debajo de la línea de pobreza) por lo que muchos de sus habitantes aprovecharon para vivir dentro de los barcos abandonados o para desguazarlos y venderlos como chatarra. Entre las dificultades financieras de las autoridades, que vieron en los sobornos una suculenta fuente de ingresos, y la indiferencia de los vecinos, que no se quejaron de la acumulación de barcos en descomposición a pesar de los peligros que implicaban, poco a poco esta bahía fue acumulando naufragios hasta llegar a tener más de 300 barcos varados junto a sus costas.

Durante más de 30 años el abandono de barcos pesqueros en Cabo Blanco fue tan frecuente que esta zona pasó a ser conocida como el mayor cementerio de barcos del mundo

Pero empecemos por el principio... Cabo Blanco (رأس نواذيبو‎) es un saliente terrestre de unos 65 kilómetros de longitud en la costa atlántica del norte de África, más concretamente en la frontera entre Mauritania y el Sáhara Occidental. Normalmente los cabos provocan grandes trastornos en la navegación al interrumpir las corrientes costeras, pero en este caso la península cumple un papel providencial al formar una barrera terrestre que resguarda una extensa franja costera conocida como bahía de Lévrier o de Nuadibú (Nouadhibou).

Descubierto en 1441, el nombre de "Cabo Blanco" se debe a unas rocas blancas que llamaron la atención de su descubridor, un navegante portugués. En 1885 España reclamó los territorios entre Cabo Bojador (al norte del Sahara) y Cabo Blanco, pero poco después Francia también reclamaría el Sahara Occidental. Finalmente ambos países acordarían los límites entre los territorios franceses y el Sáhara español en una convención franco-española celebrada en 1900.

Nouadhibou quedó en zona francesa y pasaría a denominarse Port-Étienne para los numerosos comerciantes franceses que decidieron establecerse aquí antes de la Primera Guerra Mundial. Los comerciantes valoraban las tranquilas aguas de esta bahía, en las que Cabo Blanco ofrecía cierta protección frente a las agitadas aguas del Océano Atlántico.

La ubicación de la península resultaba ideal para el comercio marítimo y pronto Nouadhibou comenzó a procesar y distribuir el mineral de hierro extraído en las profundidades de Mauritania; de hecho hoy en día conserva uno de los trenes más largos del mundo, más de un kilómetro de vagones que transportan toneladas de mineral a través de las arenas del Sahara:

En la actualidad la península del cabo Blanco es una región fronteriza dividida entre Mauritania al este y el Sáhara Occidental al oeste. No es una frontera cualquiera, es una triple confluencia entre la RASD (República Árabe Saharaui Democrática) representada por el Frente Polisario, Marruecos que ha ido expandiendo su ocupación hasta casi Cabo Blanco, y Mauritania que no se caracteriza por sus buenas relaciones con Marruecos.

En la parte occidental, bajo ocupación saharaui, a 15 kilómetros de la frontera encontramos la ciudad fantasma de La Güera, una ciudad saharaui actualmente abandonada tras varios intentos fallidos de controlarla por parte de Mauritania, Marruecos o el Frente Polisario...
Fundada por los españoles en 1920, esta ciudad siempre ha sido objeto de enfrentamientos y disputas hasta acabar devorada por el desierto.

En el lado oriental, a tan solo un kilómetro de la frontera, se encuentra Nuadibú o Nouadhibou. No es una ciudad sin ley pero si que guarda ciertas similitudes con el Salvaje Oeste... solo que en África.
Como en la mayoría de las zonas fronterizas, la anarquía y el dinero impulsaron el crecimiento inicial de toda esta región. En Nouadhibou, los empresarios podían hacer cualquier cosa imaginable si tenían el dinero necesario y muy pronto las compañías navieras descubrieron que la ciudad estaba dispuesta a pasar por alto cualquier normativa medioambiental a cambio de la tarifa adecuada.

El primer barco abandonado en la bahía fue un crucero de la Armada francesa, el Chasseloup-Laubat. Al principio todo eran risas, incluso se utilizó como escenario flotante en 1920.
Con el paso del tiempo, las dificultades financieras de la ciudad empeoraron mientras la comunidad naviera se iba modernizando, en muchos casos a base de declarar naufragios inexplicables y cobrar el seguro pertinente... 

Durante la década de 1980, la frecuencia con la que aparecían barcos abandonados en la bahía de Nouadhibou aumentó drásticamente. La ciudad ignoraba el riesgo ecológico de llenar su bahía con barcos en descomposición mientras las compañías navieras se ahorraban los costes de desmantelar como es debido su flota obsoleta.

Los mauritanos, fascinados por el flujo de dinero a su alrededor, comprarían algunos de los barcos más antiguos a transportistas internacionales, con la vana esperanza de gestionar su propio negocio de transportes marítimos y entrar a competir en este mercado internacional. 

Pero los barcos antiguos no eran rentables ni competitivos, los costes de mantenimiento y reparaciones eran demasiado altos y muchos patrones terminaron por arruinarse. Sus calamitosas embarcaciones también acabarían abandonadas en la bahía, junto a las viejas naves de transportistas de todo el mundo, que seguían enviando su flota anticuada en un último viaje a Mauritania.

Lo que sigue a continuación es perfectamente lógico y previsible, tras décadas de abandono, la acumulación de chatarra naval sin procesar empezó a dar problemas:

El cementerio de barcos constituía un excelente refugio para muchas comunidades de peces, esto que en principio es una buena noticia, no lo es tanto cuando su hábitat consiste en chatarra abandonada sin recibir ningún tipo de descontaminación de los materiales más tóxicos: aislantes, pinturas, baterías, aceites lubricantes e hidráulicos.

Esta contaminación se la comió literalmente la población local que consume el pescado capturado a pocas millas de la costa. Las concentraciones de hierro, cadmio y metales pesados aumentaron un 200% en almejas y un 300% en mejillones en la última década. Aunque más mitigada, la contaminación también afectaba a la pesca de altura y por lo que Mauritania dejó de ser un destino atractivo para las flotas pesqueras.

En la primera década de los años 2000 la situación llegó a un punto insostenible con el aumento de accidentes entre barcos que intentaban entrar a puerto. Muchos de los barcos de transporte tenían accidentes "de verdad" y hundían cargamentos "de verdad" al chocar con los barcos abandonados. Esto provocó que muchas empresas dejaran de usar este puerto con el consecuente impacto económico para la zona.

A día de hoy se pueden observar en Google Earth la enorme concentración de barcas de pesca en el Puerto de pesca tradicional de Nouadhibou. No, no son pateras como afirman algunos bulos en redes sociales.

A finales del año 2010 la Unión Europea aprobó un proyecto de 28,8 millones de euros para financiar la limpieza de la zona y quitar los restos de barcos de modo que la Bahía de Nouadhibou volviese a ser un lugar transitable para el tráfico marítimo.

Inicialmente la empresa holandesa Mammoet Salvage fue la encargada de eliminar hasta 70 barcos de la bahía de Nouadhibou. Posteriormente otros proyectos con capital chino también han contribuido a limpiar la bahía, aunque todavía se pueden encontrar algunas embarcaciones abandonadas.

A pesar de que aun queda camino por recorrer, la desaparición del mayor cementerio de barcos del mundo es sin duda una gran noticia. A modo de dramática curiosidad: la península de cabo Blanco es el último reducto de la foca monje del Mediterráneo (Monachus monachus), una especie en peligro de extinción de la que solo quedan unos 600 ejemplares. Prácticamente la mitad de la población de esta especie (unos 280 ejemplares) viven en esta última gran colonia de Cabo Blanco.

La Costa de los Esqueletos - Namibia

La Costa de los Esqueletos es un tramo de costa desértico en el norte de Namibia, esta región debe su macabro nombre a los numerosos restos de naufragios que pueden encontrarse en sus aguas e incluso tierra adentro, olvidados entre dunas de arena milenaria. Son unos 500 kilómetros de costa muy difíciles de navegar debido a sus fuertes corrientes y su relieve irregular, y que se han convertido en el lugar de descanso de numerosos barcos desde el siglo XV.

En esta franja costera, las frías aguas del Atlántico llegan empujadas por la corriente de Benguela hasta las costas de Namibia. Aquí se encuentran con las cálidas dunas del desierto de Namib y con unos vientos desérticos que crean las condiciones idóneas para:

  1. Naufragar
  2. Nadar hasta la orilla en busca de ayuda (spoil: es una de las zonas menos pobladas del planeta)
  3. Morirse de sed, hambre, insolación y asco en el desierto
  4. Convertirse en un bonito esqueleto de los que dan nombre a toda la región

Por un lado tenemos el desierto de Namib, el más antiguo del mundo, una extensa superficie arrasada por la erosión con un clima extremadamente árido y seco. Los vientos casi siempre soplan desde el interior del continente hacia el océano, rara vez llueve y el tiempo suele ser tan previsible como inhóspito.

En la otra esquina del ring tenemos el Océano Atlántico; en este caso la llegada de la corriente de Benguela con grandes masas de agua fría produce nieblas densas durante gran parte del año y un intenso oleaje en las playas. 

El relieve tampoco ayuda, en el interior los fuertes vientos desérticos llegan al mar sin barreras físicas que los frenen. En el océano, la costa es poco profunda y traicionera, con frecuentes bancos de grava. Todas estas variables unidas podrían explicar en gran medida los numerosos naufragios registrados en esta zona.

Esta región árida y hostil ha sido temida desde tiempos remotos; actualmente se la conoce como la "Costa de los Esqueletos", pero mucho antes  los portugueses la denominaban las "Puertas del Infierno", mientras que para los nativos, esta tierra era fruto de la ira de un dios. Una triste fama que no acaba de ser del todo inapropiada, en los últimos cinco siglos más mil barcos han naufragado frente a sus costas...

Antiguamente, cuando se desembarcaba en botes de remos, esta costa era una trampa mortal: En principio era sencillo atravesar la marea y llegar hasta la costa, pero al intentar regresar a su naves los viajeros comprobaban que no había modo humano de alejarse de la costa, irremisiblemente la corriente los traía de vuelta al desierto del que zarparon. La única forma de salir de aquel lugar era caminar cientos de kilómetros a través del brutal desierto...

Namibia es el país más seco del África subsahariana​ y ha estado habitado desde tiempos prehistóricos por los pueblos san, damara y nama. En 1884 el Imperio alemán colonizó la mayor parte del territorio, formando África del Sudoeste Alemana. Son los alemanes precisamente quienes empezarían a denominar toda esta región como la Costa de los Esqueletos (Skelettküste, en alemán).

Durante la Primera Guerra Mundial, las tropas sudafricanas reemplazaron a la administración alemana y en 1920 pasó a depender de la colonia de Sudáfrica, bajo dominio inglés. Hasta 1990, Namibia no lograría la independencia total de Sudáfrica. 

El nuevo país tomaría su nombre del desierto del Namib, una palabra que en la lengua nama significa "enorme". Efectivamente, este enorme desierto cubre la mayor parte del país con sus arenas inmemoriales. Se trata del desierto más antiguo del mundo, con una edad que superaría los 65 millones de años, la época en la que se extinguieron los dinosaurios. Desde 2013 está considerado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.

Las zonas comprendidas dentro de este imponente desierto están entre las regiones más secas y áridas de África, por lo que subsistir aquí puede llegar a ser ciertamente complicado. Esto explica su escasa población (poco más de 2,5 millones de habitantes), que a su vez se traduce en una de las densidades de población más bajas del mundo: apenas 2,5 hab./km² frente a los 43,7 hab./km² de media en África.

Lenguas de arena se adentran en el océano empujadas por los vientos del desierto (Wikipedia)

En 1971 se creó el parque nacional Costa de los Esqueletos en el noroeste de Namibia, una reserva de 16.845 km²​ que abarca 500 kilómetros de costa, desde el río Kunene que sirve de frontera con Angola en el norte, hasta la desembocadura del río Swakop en el sur, un tercio de toda la costa de Namibia. 

Se trata de una de las zonas menos accesibles de Namibia. La parte sur se puede recorrer por carretera y es famosa por sus desoladoras playas jalonadas con restos de naufragios. Cerca de la mitad del parque, el camino se interrumpe en la Puerta del río Ugab, aquí dos grandes calaveras decoran la entrada a la parte norte del parque nacional de la Costa de los Esqueletos.

No nos dan la bienvenida, esta zona solo es accesible para los safaris ya que la arena suelta puede ser una trampa mortal incluso para los todoterrenos más poderosos. A partir de aquí continua una estrecha pista situada entre las dunas y el mar, los días en que las mareas son muy altas el agua llega hasta las dunas, por lo que resulta fácil encontrar indistintamente vehículos abandonados, viejos barcos embarrancados o esqueletos de ballenas.

Un entorno difícil que sin embargo ha sido objeto de numerosos estudios y documentales sobre la adaptación de la flora y la fauna autóctonas a las condiciones de aridez extrema: muchas plantas (como la longeva Welwitschia Mirabilis) dependen de la humedad de las espesas nieblas oceánicas. En pájaros también se ha analizado su capacidad de termorregulación, las estrategias de cría, el nomadismo y su adaptación cromática.

Hasta finales de los años 70, esta región era considerada el mayor cementerio de barcos del mundo; de hecho, hoy en día siguen encallando barcos a pesar de contar con una tecnología de navegación mucho más avanzada. Otras zonas tradicionalmente peligrosas para los barcos como puedan ser el triángulo de las Bermudas, el Cabo de Hornos o la Costa da Morte gallega (probablemente el lugar con más naufragios del mundo) no suelen dejar ni rastro de los pecios en sus costas por lo que no pueden ser consideradas cementerios.

Sin embargo, a principios de los años 80 se empezaron a abandonar barcos pesqueros de forma ilegal  en las costas de Mauritania, más concretamente en el puerto pesquero de Nouadhibou, la segunda ciudad más grande del país... 30 años después, esta bahía arrebataría a la Costa de los Esqueletos el título de "el mayor cementerio de barcos del mundo".

07 diciembre 2021

Piscina de Hipopótamos de Katavi - Tanzania


La Piscina de Hipopótamos del Parque Nacional Katavi es una charca de barro en la que se junta la mayor concentración de hipopótamos salvajes del mundo. Este popular sitio de baño está bajo la protección de la reserva de Katavi, al oeste de Tanzania y cerca de la frontera con Zambia. Este parque tiene una superficie de 2.250 Km², siendo el tercero más grande del país, y sin embargo, uno de los menos conocidos. 

Imagen tomada con un dron de hipopótamos en Tanzania

Este espacio se creó en 1951 como coto de caza; su nombre rinde homenaje al legendario cazador Katabi, cuyo espíritu se cree que reside en los árboles de tamarindo, en los que la población local deja ofrendas para pedir sus bendiciones. Esta sabana boscosa fue declarada Parque Nacional en 1974 y está repleta de elefantes, leones, leopardos, una de las mayores concentraciones de hipopótamos y cocodrilos del mundo y más de 400 especies de aves.

La concentración de hipopótamos es tan alta que se puede apreciar a simple vista en Google Earth

Estadísticamente hablando, los hipopótamos son los animales vertebrados que más muertes causan en el continente africano. Aunque el cocodrilo es muy temido, una hipopótamo joven puede alcanzar los 45 km/h. Durante la cría, una mamá hipopótamo es considerada el animal más peligroso y agresivo del mundo. Los machos tampoco se quedan cortos, una pelea entre ellos suele acabar con uno de los dos muerto en muchas ocasiones; sus colmillos inferiores pueden medir más de medio metro y sus heridas pueden ser letales.

Volcán Sinabung - Indonesia


Indonesia está situada en el Anillo de Fuego del Pacífico, una zona de intensa actividad sísmica y volcánica, lo que la convierte en el país del planeta con mayor número de volcanes dinámicos (129).

El monte Sinabung (Gunung Sinabung, en indonesio) es un estratovolcán​ de casi 2500 metros de altura situado al norte de la isla de Sumatra, en una zona agrícola en la que existen otros dos peligrosos volcanes, el Sibayak y el Brastaggi. Se encuentra en el Arco de Sonda, un arco volcánico asociado con las islas de Sumatra y Java, el estrecho de Sonda y las Islas Sunda Menores. Esta cadena volcánica une el cinturón alpino-himalayo con el Cinturón de Fuego del Pacífico.

A lo largo del arco de Sonda, las placas de India y Australia son subducidas bajo las placas de Sonda y Birmania. La deformación tectónica a lo largo de esta zona de subducción en la Fosa de Java (o fosa de Sonda) causó el Terremoto del Océano Índico del 26 de Diciembre de 2004 y su posterior Tsunami.

Muchos de los volcanes más peligrosos y explosivos del mundo están incluídos en este  Arco de Sonda. Si analizamos el Índice de Explosividad Volcánica (IEV) que clasifica la violencia de un volcán del 1 al 8, encontramos que algunos de los ejemplos más extremos sucedieron en esta región:

  • La erupción de Tambora en la isla de Sumbawa en 1815, es probablemente la mayor erupción registrada en la historia (VEI 7). 
  • En esta zona de subducción encontramos también el lago Toba, que con sus 100 Km de largo sería el mayor de Indonesia y el lago de cráter más grande del mundo. Como es lógico, este superlago se formó por una supererupción volcánica masiva de un supervolcán, posiblemente el más grande del mundo. Esta erupción volcánica se produjo hace 69.000 a 77.000 años y es la mayor que han sufrido los humanos: alcanzó el rango máximo del Índice de Explosividad (VEI 8), expulsó más de 2800 km³ de magma provocando un invierno volcánico que bajo la temperatura entre 5 y 15º C dependiendo de la latitud y según algunos autores produjo un cuello de botella poblacional que puso a la humanidad al borde de la extinción reduciendo nuestro número a tan solo unos pocos miles de individuos.
  • En esta misma zona se registró el ruido más fuerte de la historia, la explosión del Krakatoa en 1883 (VEI 6), que se pudo oír a 5.000 Km de distancia.
  • A lo largo de la historia, cientos de miles de personas han muerto por culpa de estos y otros volcanes en esta región como el Papandayan, el Galunggung o el Kelut.

El Volcán Sinabung es un digno sucesor de esta dinastía de terribles volcanes. Tras 400 años sin mostrar ninguna actividad este volcán despertó en 2010. Desde entonces este peligrosísimo volcán de Sumatra se encuentra casi siempre activo, suele tener erupciones de forma frecuente y las nubes inmensas de ceniza, piedra y lava son el flujo piroclástico de cada día. La suma de sus víctimas se cuenta en miles de personas, entre muertos, heridos, y damnificados.

El volcán tiene cuatro cráteres de los que solo uno está activo. La última fumarola registrada había sido en 1912, pero pasada la medianoche del 29 de agosto de 2010, Sinabung expulsó una nube de humo y ceniza que alcanzó los 1500 metros de altura sobre su cima. No hubo informes de víctimas ni se interrumpió el tráfico aéreo pero cerca de 12.000 personas tuvieron que ser evacuadas.

Antes de la erupción Sinabung ya había pasado varios días rugiendo y vomitando lava, tras la erupción la actividad comenzó a decrecer, hubo una segunda erupción al día siguiente y pequeñas réplicas los primeros días de Septiembre. Desde entonces las ciudades y pueblos cercanos han tenido que acostumbrarse a vivir cubiertos de lava, piedra y cenizas; el volcán siguió con erupciones recurrentes prácticamente cada año: en 2013, 2014, 2015.... 

Los flujos piroclásticos engullen una iglesia

La siguiente explosión ocurrió el 27 de febrero de 2016. El sábado por la noche Sinabung expulsó una nube mortal de flujos piroclásticos, gas volcánico, piedras y cenizas a una altura de 2.500 metros. Hasta 30.000 personas fueron evacuadas del área de influencia; de todos modos, a pesar de que la zona estaba restringida solo a especialistas, varias personas decidieron entraron a escondidas para tomar fotografías. Las emanaciones convirtieron la zona en un cataclismo profetizado, con cuerpos dispersos entre los restos candentes. Por lo menos 15 personas murieron en las primeras emanaciones... Todos los campos quedaron pulverizados, varias casas colapsaron y las que permanecieron en pie quedaron cubiertas por una gruesa capa de escoria.

A la mañana siguiente, cientos de socorristas buscaban sin éxito supervivientes bajo una gruesa capa de 30 cm. de cenizas calientes. La ciudad de Sukameriah, a 2,5 Km del volcán, había quedado sepultada por completo.

El 18 de febrero de 2018, el volcán volvió a hacer erupción; una enorme columna de humo de más de 7 kilómetros de altura obligó a evacuar la zona y a cerrar el cercano aeropuerto de Kutakane. La violentísima sacudida volatilizó el pico del Monte Sinabung, antaño conocido como "la cúpula de lava". No hubo heridos en la primera erupción, pero si que hubo terremotos, flujos piroclásticos y una lluvia de piedras volcánicas y cenizas que volvió a devastar las aldeas cercanas.

Desde entonces el Sinabung sigue activo y cada cierto tiempo nos recuerda que jamás habrá paz en esta zona del Anillo de Fuego. La última erupción fue hace unos pocos meses, el 28 de Julio de 2021...

+ info: EcuRed

06 diciembre 2021

Cueva de Utroba - Bulgaria

La Cueva de Utroba, en Bulgaria, es un santuario tracio tallado alrededor del siglo IX o X A.C. Situado cerca de la ciudad de Kardzhali, en las montañas de Rhodope, en Bulgaria, esta cueva fue descubierta y documentada por primera vez en Abril de 2001.

También conocida como la "Cueva de la Matríz" este antiguo santuario está excavado en lo alto de una montaña en una zona agreste y rocosa cerca de Kardzhali, no muy lejos de los grandes complejos rocosos de nichos tracios de Rhodope oriental. Hay otras cuevas con esta peculiar forma en Bulgaria, pero ninguna es tan espectacular. 

Entrada a la cueva (Foto: nikolay100.com)

Esta asombrosa estructura parece estar relacionada con antiguos ritos de fertilidad y fecundidad estrechamente vinculados a los ciclos de la Naturaleza. Según las teorías de autores como Maria Gimbutas, la entrada de la cueva representaría la vagina de una Gran Diosa Madre neolítica. La matriz de esta diosa Madre-Tierra sería una fuente de gran poder y de renovación cíclica para las culturas de esta época. Según estas mismas teorías los cultos de fertilidad y las ceremonias de iniciación sexual se llevarían a cabo en estos santuarios especiales, en los que cada primavera hombres y mujeres llevarían a cabo ritos de renovación y de fertilidad bajo la protección de la Gran Diosa Madre.

La cueva tiene unos 20 metros de profundidad, y en el fondo de la misma hay un altar excavado en la roca que simbolizaría el útero de la Diosa Madre. Según los expertos, los primeros 15 metros de la cueva son fruto de la acción natural del agua que erosionó este relieve cárstico durante miles de años. El resto de la cueva en cambio habría sido tallado por los habitantes de esta región hace más de 3000 años.

Vista desde el interior de la cueva (Foto: nikolay100.com)

Todo esto puede parecer una hipótesis altamente especulativa, pero si esperamos al mediodía, la luz entrará por el techo de la cueva a través de una abertura con forma de ¿falo? proyectando un pene de luz en el suelo de la cueva. Al comienzo de la primavera, entre los meses de Febrero y Marzo, el sol se sitúa justo encima de la apertura en el techo de la cueva; durante estas fechas, el falo de luz proyectado sobre el suelo de la cueva se extiende hasta el altar (o cuello uterino) en un acto cargado de simbolismos en el que el Sol fertiliza a la madre Tierra antes de la siembra primaveral.

Géiser Fly - EEUU

El Géiser Fly, en Nevada, podría parecer una maravilla de la naturaleza, pero técnicamente no lo es... Este espectacular géiser de agua fue creado por un error humano al abandonar un pozo de petróleo mal cerrado. El agua fue depositando restos minerales disueltos en el suelo, hasta formar el géiser que se ve en la imagen. Es pequeño (sobre los 1,5 m. de altura) pero sigue creciendo hoy en día.

Sus llamativos colores se deben al óxido y a las algas termófilas presentes en el agua. Se trata de un géiser permanentemente activo; durante todo el año, el agua emana de las tres bocas formando charcos de fango. El calcio presente en el agua se solidifica, formando las chimeneas cónicas y las coladas que las rodean. El agua junto al géiser está demasiado caliente, pero en las pozas cercanas es posible bañarse.

+ info: NationalGeographic

The Poison Garden - Reino Unido

El Castillo de Alnwick es una imponente fortaleza junto al río Aln, en el condado de Northumberland al norte de Inglaterra. Propiedad de la familia Percy, se trata del segundo castillo habitado más grande de Reino Unido, tan solo por detrás de Windsor y es mundialmente célebre por ser el escenario empleado para recrear Hogwarts en varias películas de Harry Potter.

Sin embargo, lo más tétrico de este castillo no es su interior... En 1997, Jane Percy, la Duquesa de Northumberland, heredó un jardín en mal estado y decidió que quería darle un enfoque distinto...

Así surgió el "Poison Garden", el jardín en el que todas las plantas te quieren matar. El jardín solo se puede recorrer con visitas guiadas, no se puede oler, tocar ni mucho menos comer nada...

La inmensa colección de plantas mortíferas de la condesa incluye especies de todo el mundo como Digitalis Purpurea, Atropa Belladona, Cicuta (parálisis respiratoria), Trompeta del Ángel (delirios y "efectos afrodisiacos"), Adelfas (vómitos y arritmias), Rosa de Navidad (paro cardiaco), Peonia (abortos), Hortensias (cardio tóxicas), Flor de Pascua (látex irritante), Ricino, Lirios de los Valles así como plantas coca y cannabis o amapolas de opio que se usan con fines educativos.


Mil formas de morir sin salir de un mismo jardín.

+ info: AlnwickGarden



05 diciembre 2021

Autopista James Dalton - EEUU

Caravana de convoyes (Alaska Department of Transport)

La Alaska Route 11, también conocida como James W. Dalton Highway, es una carretera estatal de Alaska (EEUU) muy conocida por ser una de las rutas más peligrosas que existen.

La autopista tiene una longitud de 666 km en los que atraviesa de norte a sur una de las zonas más aisladas e inhóspitas de Estados Unidos, muy cerca del ártico. El trazado comienza en el círculo polar ártico, en North Slope cerca de Deadhorse, y recorre la tundra entre placas de hielo, temperaturas extremas y ventiscas, hasta conectar en el sur con la autopista Elliott, en Livengood. Otro ramal secundario comunica la Bahía Prudhoe con este eje.

Inicialmente, la autopista James Dalton se construyó para dar apoyo al oleoducto de Trans-Alaska, en consecuencia, la carretera tiene un trazado paralelo al del conducto. Esta enorme red de oleoductos atraviesa toda esta región de Alaska desde la bahía Prudhoe (junto a Deadhorse) hasta Valdez, un antiguo puesto comercial español del siglo XVIII. Cerca de Valdez se encuentra Cordova, otro asentamiento español también del siglo XVIII; estas dos poblaciones serían los topónimos españoles más septentrionales del mundo…


Uno de los puntos más representativos de esta ruta es el Atigun Pass, un puerto de montaña que permanece nevado prácticamente todo el año

La autopista es un horror para la conducción y un deleite para la vista, sobre todo durante los meses de deshielo (Junio y Julio) en los que el río Yukón (el más grande y caudaloso de Alaska) está en su máximo esplendor. El enorme puente que atraviesa este río se ha convertido en uno de los puntos más emblemáticos de una ruta muy valorada por su espectacularidad y sus paisajes salvajes.

Por lo demás, la carretera es apta solo para los conductores más habilidosos o inconscientes: el frío es extremo, la oscuridad omnipresente, el pavimento permanece cubierto de placas de hielo la mayoría del año (hasta 10 meses). Por otro lado, las tormentas de nieve y las ventiscas son muy frecuentes, incluso en pleno Agosto, reduciendo la ya de por si escasa visibilidad. En todo el recorrido tan solo existen 3 pequeñas poblaciones, por lo que quedarse tirado a medio camino puede suponer la muerte por hipotermia.

La difusa línea entre la autopista y la nada (Patrick J Endres)

La autopista James Dalton es administrada y mantenida por el Departamento de Transporte y Servicios Públicos de Alaska, y a pesar de todas las dificultades que plantea, entre 100 y 200 camiones transitan por ella cada día durante el verano. Paradójicamente, el tráfico se puede llegar a duplicar en invierno, rondando los 200-300 camiones diarios.

La fascinación por estos intrépidos camioneros dio lugar a una serie de documentales en la TV estadounidense (Ice Road Truckers) en la que se narraban sus aventuras a lo largo de esta infernal ruta de hielo y nieve.

04 diciembre 2021

Holy Land USA - EEUU

Siempre resulta fascinante ver la historia de monumentos e instalaciones abandonados, el modo lento pero imparable en el que la naturaleza recupera su espacio nos recuerda lo efímero de nuestra existencia. De entre todas las ruinas posibles, quizás las más siniestras y tristes sean los parques de atracciones; como un sirviente romano, estos parques parecen susurrarnos "memento mori" en el oído. El recuerdo de sus periodos de bonanza, los ecos de sus risas, ruidos y alegría, hacen más triste aun si cabe su declive.

Una vez se echa el cierre de un parque de atracciones, los años pasan en silencio, todos los elementos se deterioran lenta e inexorablemente sometidos a la intemperie y el vandalismo. Los muñecos y carteles que antaño invitaban al recreo y diversión, cobran un nuevo cariz entre siniestro y melancólico. Los turistas son reemplazados por homeless o toxicómanos. Parece que el tiempo se esmera en ridiculizar el fracaso.

Hay muchos parques de atracciones abandonados, prácticamente todos los países desarrollados tienen uno o varios proyectos fallidos, la pandemia nos dejará muchos más ejemplos... en sucesivas publicaciones iremos viendo algunos de los parques menos atractivos de Estados Unidos, Alemania o Japón. Pero queremos empezar muy fuerte, con una apuesta que quizás era mala idea ya desde sus inicios... 

Holy Land USA era un parque temático de una 7,3 Has. basado pasajes de la Biblia. Su dueño y fundador, John Baptist Greco, pensó que las escrituras sagradas y el ocio más insustancial podían ser una combinación ganadora. Y lo cierto es que mientras pudo liderar su proyecto, el experimento no fue mal...

Ubicado en el condado de Waterbury (Connecticut), Holy Land USA fue íntegramente diseñado y concebido por John Baptist Greco, un abogado católico romano muy creyente que buscaba "un lugar para que todas las personas, independientemente de su raza, credo o color, se sentaran y estuvieran en paz". 

Con este objetivo en mente, Greco fundó una organización de voluntarios llamada Compañeros de Cristo, y en 1955 empezaron la construcción de una atracción que replicara el Belén y el Jerusalén de la era bíblica. 

El parque temático abrió sus puertas en 1958, entre sus atracciones se encontraban replicas de aldeas hebreas construidas con cemento, bañeras y otros desechos (supuestamente Belén y Jerusalén), una recreación del Jardín del Edén, un diorama que representa a Daniel en el foso de los leones, bien de catacumbas (sin catacumbas no hay diversión posible), una capilla, varias escenas de la vida de Jesús, esculturas de yeso y una decoración poco amiga de florituras basada, casi exclusivamente, en versos bíblicos.

Como ya habréis deducido de su ejercito de voluntarios, Greco tenía mucha motivación, pero poco dinero; la mayoría de las atracciones fueron construidas canibalizando otros edificios que Greco adquirió como chatarra. Entre las decoraciones más emblemáticas del lugar se encontraba una inmensa cruz de 17 metros de alto y un cartel luminoso que rezaba “Holy Land USA”.

En sus inicios, el parque cosechó un relativo éxito; la cúspide de su popularidad llegó entre la década de los sesenta y los setenta, cuando el parque atraía cerca de 40,000 visitantes por año. A pesar del éxito, el parque se fue quedando anticuado y en 1984, Greco decidió cerrarlo temporalmente para llevar a cabo un proceso de mejora y renovación.

Dos años después el dueño moriría sin acabar la reforma. En su testamento dejaría la propiedad del parque a unas monjas, las Hermanas Filippini, quienes lo recibieron a regañadientes y nunca supieron muy bien que hacer con él.

Incapaces de continuar la obra de Greco, las monjas tuvieron que cerrar el lugar de forma definitiva. El parque quedó abandonado a su suerte y a merced del vandalismo, que durante años se esmeró en convertir este lugar en un escenario digno de las peores pesadillas.


A pesar del estado de abandono, se llevaron a cabo algunos proyectos de renovación mientras el parque estaba cerrado: En 1997, un grupo de Boy Scouts reparó la señal luminosa "Holy Land USA" como parte de un proyecto de servicio comunitario. Hubo numerosos intentos fallidos de restaurar el parque, incluido uno que involucró a los Caballeros de Colón en el año 2000, pero a pesar de las buenas intenciones, Holy Land continuó su deterioro.

Aunque no estaba abierto al público, el sitio seguía atrayendo cierto turismo morboso. En 2002, la Oficina de Visitantes y Convenciones de la Región de Waterbury recibió más de 150 llamadas pidiendo indicaciones para llegar al sitio. El sitio web Roadside America lo incluyó en su lista de "atracciones poco convencionales", aunque con la advertencia clara de que los visitantes debían con una vacuna contra el tétanos actualizada.

En 2008 la cruz original de 17 metros se sustituyó por una un poco menor (15 m) de acero inoxidable. No gustó, hubo protestas... De nuevo se abrió un debate sobre el futuro del parque, unos proponían conservarlo como arte popular, otros preferían restaurarlo. Las Hermanas Religiosas de Filippi fueron acusadas de rechazar voluntarios y detener los esfuerzos de restauración por miedo a la responsabilidad y por el temor de ser demandadas si reabrían. Hasta esa fecha, las hermanas celebraban reuniones semanales de oración en el lugar con especial dedicación a la Virgen de la Revelación.

En 2010 se acabó la tontería, Holy Land fue el escenario de la violación y posterior asesinato de una joven de 16 años, con lo que cualquier esperanza de volver a recuperar este lugar para el ocio se acabó de disipar. Inmediatamente, las monjas decidieron quitarse el problema de encima.

Esta propiedad con hermosa vegetación seca, lúgubres construcciones de fibra de vidrio, hierros oxidados por doquier y madera en descomposición salió a la venta por 775.000 dólares en 2011. Nadie quiso saber nada... Al año siguiente, se rebajó a medio millón de dólares; el nuevo precio era una ganga a la que muy pocos se podrían resistir, según rezaba el anuncio, por sólo 350.000 dólares, podías hacerte con “17 hectáreas que incluyen 5 edificios grandes, una capilla, 14 cuartos, 5 baños y dos estacionamientos... y las ruinas de una réplica semi-exacta del pueblo de Belén".

El 20 de junio de 2013, el alcalde Neil O'Leary y el concesionario de automóviles Fred "Fritz" Blasius compraron Holy Land a las Filippini Sisters por 350.000$, anunciando un ambicioso plan para limpiar y revitalizar el sitio como parte de un esfuerzo comunitario. El plan consistía, básicamente, en la instalación de una cruz más grande, más nueva, más iluminada... La nueva cruz, financiada con donaciones de la comunidad y con la ayuda de empresas constructoras locales, es una estructura de acero que mide casi 20 metros de alto y 8 de ancho. Un sistema de iluminación LED de última generación permite que la cruz cambie de color según los colores de la liturgia. El solar se limpió de árboles y maleza y se pusieron en marcha proyectos más pequeños para renovar pequeñas áreas de la propiedad. El 14 de septiembre de 2014, el sitio reabrió al público por primera vez en 30 años con una misa inaugural y acceso a los terrenos al público en general (pero solamente durante el día).

+ info: holylandwaterbury

Monte Thor - Canadá

El Valle del Río Weasel, con el Pico Breidablik en la parte izquierda y el monte Thor en el centro de la imagen.

El Monte Thor (Thor Peak) es un pico vertical de granito en las montañas de Baffin, dentro del Parque Nacional de Auyuittuq ("La Tierra que nunca se derrite" en inuit), en la Isla de Baffin, Nunavut, Canadá. Su nombre no es casualidad, es un homenaje al dios del trueno de la mitología nórdica, algo que parece ser común en esta región de la Cordillera Ártica. A pesar de no ser particularmente alta, tan solo 1.675 metros, se trata de la montaña con la mayor caída vertical del mundo (1.250 metros). Su ángulo promedio es de 105 grados, 15 grados por encima de lo que correspondería a un muro completamente vertical. 

Este peculiar relieve ha convertido al Monte Thor en una de las montañas más famosas de Canadá y un desafío muy popular entre montañeros y escaladores, que cada año acuden hasta este remoto rincón dispuestos a poner a prueba sus habilidades:

El monte fue coronado por primera vez por Donald Morton y Lyman Spitzer en 1965. Tras 33 días de escalada y numerosos intentos fallidos, la expedición del Alpine Club of Canada dirigida por Pat Baird lograba su objetivo. El mismo Pat Baird había dirigido una expedición geofísica doce años antes en la que subieron por primera vez al cercano Monte Asgard.

El cercano Monte de Asgard es famoso por sus dos torres gemelas con cúspide plana

El primer ascenso de la cara oeste (la más vertical) fue logrado por Earl Redfern, John Bagley, Eric Brand y Tom Bepler en 1985. El primer ascenso en solitario de la cara oeste sería completado por Jason 'Singer' Smith en 1998. En 2012, Bill Borger y John Furneaux subieron la cara suroeste mediante escalada libre, sin cuerdas ni arneses.

Los amantes del rápel también encuentran en el Monte Thor un desafío legendario; el 23 de julio de 2006 un equipo estadounidense formado por Chuck Constable, Dirk Siron, Ben Holley, Kenneth Waite, Gordon Rosser, Donny Opperman, Deldon Barfuss y Tim Hudson, lograba coronar la cima. Dos años antes otra expedición tuvo que desistir debido a las peligrosas condiciones climáticas, mientras que un guardabosques canadiense (Philip Robinson) perdió la vida al caer de la montaña mientras hacía rápel debido a un fallo en su equipo.

El primer descenso en rápel de la cara oeste en julio de 1982 fue dirigido por Steve Holmes y empleó una cuerda de una milla de largo, es probablemente la escalada con cuerda más larga hasta la fecha.

La cúspide el Monte Thor sobresale en un mar de nubes (Andrew Robertson Photography)

A pesar de ser un entorno inhóspito y bastante incomunicado, lo cierto es que se ha convertido en un referente para los amantes de la escalada.  El único sitio oficial donde poder alojarse es un camping en la entrada del Valle cerca de Overlord Peak.

Si planea visitar la zona, se puede acceder recorriendo el Mt. Whitney Trail, pasando Mirror Lake, hasta llegar al Monte Thor. No obstante, para acceder a la ruta de Mt. Whitney Trail hay que obtener un permiso que puede ser realmente difícil de obtener. La mayoría de los escaladores los solicitan con meses de anticipación sobre todo si pretenden acceder de noche o en fin de semana donde suele haber más demanda; todos los permisos concedidos desde el 1 de mayo hasta el 1 de noviembre se otorgan por sorteo.

+ info: LaBrujulaVerde







Santuario de Tofet - Túnez


El Santuario de Tofet es un yacimiento arqueológico descubierto hace exactamente un siglo entre las ruinas de la colonia fenicia de Cartago (actualmente Túnez). Se trata de un cementerio inusual en el mundo antiguo: grandes bloques de piedra con inscripciones marcan la ubicación de miles de urnas funerarias. Todas ellas tienen algo en común, contienen los restos incinerados de bebés, corderos, cabritos lechales... no hay ni un solo adulto, ni humano ni animal.
Según las fuentes históricas más antiguas, las cenizas corresponderían a animales recién nacidos y bebés de menos de dos meses, sacrificados por sus padres para cumplir una promesa a los dioses Baal-Amón y Tanit. Ademas, según la mitología, durante los sacrificios estaba prohibido llorar, ya que cada lagrima restaba valor al sacrificio de la víctima.

Todo empezó en 1921, cuando un saqueador de tumbas árabe ofreció a Paul Gielly, un funcionario francés, una rara estela grabada con símbolos de la diosa Tanit. Gielly informó al jefe de policía de Túnez quien a su vez era un experto coleccionista y un gran conocedor del mercado negro de antigüedades. Icard, el jefe de policía, interrogó al ladrón de tumbas hasta que le indicó donde había encontrado la pieza. Tras excavar en el lugar señalado no encontraron nada por lo que decidieron probar otra estrategia: Icard puso bajo vigilancia al ladrón y una noche lo descubrieron sacando estelas votivas de un pozo junto al antiguo puerto... era el santuario de Tanit o Tofet.

Icard y Gielly adquirieron la parcela y comenzaron unos sondeos arqueológicos que continuarían con el polémico Byron Khun, conde de Prorok, dandi y aventurero... Byron aplicaría las metodologías más punteras de la época para sacar a la luz un antiguo santuario al aire libre repleto de bloques de piedra cuadrada que formaban capillas y altares rodeados de numerosas estelas. 

Muchas de estas estelas tenían dedicatorias a los patrones de Cartago: Tanit (diosa de la fertilidad) y Baal-Amón (dios del cielo). Las estelas se habrían colocado en la necrópolis durante al menos seiscientos años, desde el siglo VIII AC. hasta la tercera guerra púnica. Junto a las estelas se concentraban los enterramientos de urnas cinerarias formando tres estratos diferenciados en función de su antigüedad. Los investigadores estaban emocionados con la importancia de este yacimiento para comprender las creencias religiosas cartaginesas; lo que no se esperaban era que el análisis de los restos óseos y de los dientes encontrados dentro de las urnas revelase que en esa necrópolis solo había restos de niños con pocos meses de edad, incluso algún recién nacido. También había corderos, carneros o aves, pero siempre animales de corta edad.

Esto parecía confirmar las acusaciones de algunos autores grecorromanos, quienes afirmaban que los cartagineses practicaban sangrientos sacrificios de niños a sus crueles divinidades. En esa misma línea, Gustave Flaubert había recreado la inmolación de infantes en las llamas ante la estatua del dios Moloch en su novela Salammbô (1862). El conde de Prorok no dudó en recurrir al clickbait y comenzó a hablar de "un holocausto de los primogénitos en honor a la Venus vampiro de Cartago y al insaciable dios Moloch-Baal". Estas declaraciones tuvieron su eco en la prensa norteamericana en una época en la que la palabra hebrea escrita en muchas de las estelas "mlk" se traducía como el nombre del dios Moloch.

"Ofrenda a Moloch" de Charles Foster para Bible Pictures and What They Teach Us (1897)

Hoy en día todavía sabemos si el Tofet de Cartago fue un cementerio infantil o un templo en el que se sacrificaban niños y animales recién nacidos como muestra de agradecimiento a Baal-Amón y Tanit. Lo cierto es que la hipótesis del sacrificio es perfectamente factible. Los epígrafes grabados en las estelas no son funerarios como sería de esperar en un cementerio, son ofrendas votivas, es decir muestras de agradecimiento a una deidad para obtener su favor o en cumplimiento de una promesa. Además hay urnas en las que coexisten restos de ovejas y cabras con restos humanos lo cual sería impensable en un rito funerario convencional.

+ info: NationalGeographic

Cascada de Baatara Gorge - Líbano

 

Líbano esconde numerosas joyas paisajísticas en su peculiar relieve, una de las más famosas es una peculiar cascada en la garganta de Baatara, cerca de la ciudad de Tannourine y no muy lejos de la reserva natural de Cedros.

La cascada de Baatara Gorge fue descubierta en 1952 por el bio-espeleólogo francés Henri Coiffait. También conocida como la "Cascada de los tres puentes" por los lugareños, este salto de agua tiene una imponente caída de 255 metros antes de perderse en una enorme cueva caliza del Jurásico. La forma tubular de la cascada hace que se magnifique el estruendo del agua que resuena en todas las galerías interiores. 

Su mayor particularidad es que el agua atraviesa la montaña creando tres puentes naturales de piedra caliza, antes de perderse en las profundidades. En los 80, un equipo científico tiñó el agua para demostrar que el río emerge de nuevo a la superficie en la cercana aldea de Mgharet Ghaouaghir, abasteciendo de agua dulce a toda la región.

Los visitantes deben extremar el cuidado al cruzar estos resbalosos y peligrosos puentes de formación natural ya que no cuentan con ninguna medida de seguridad que empañe la belleza del lugar. Actualmente el puente central se ha cerrado por el riesgo de derrumbe, por lo que solo se puede visitar uno de los arcos; sin embargo su impresionante altura de 100 metros, la fotogenia del entorno y el estruendo de la cascada dejan sin palabras a quienes visitan este lugar.

El escalador David Lama consiguió escalar la cascada en 2015 (Crédito: Red Bull)

Dependiendo de la época del año el flujo de agua puede variar mucho por lo que es conveniente informarse antes de visitarla. El viaje desde Beirut lleva unas dos horas que compensa realizar en taxi, el transporte público en Líbano no es nada fiable ni seguro.

+ info: LíbanoIncreible

21 noviembre 2021

Ciudades Fantasma Vol. II - Desastres Tecnológicos y Antropogénicos

A pesar de años de sucesivos saqueos, Pripyat (Ucrania) sigue siendo una de las ciudades fantasmas más emblemáticas y mejor conservadas

En la anterior entrada vimos como los desastres naturales pueden convertir en inhabitable un sitio o una ciudad de la noche a la mañana. No obstante, no es lo más habitual y muchas veces los habitantes logran sobreponerse a las dificultades y reconstruir su vida; de hecho muchas de las ciudades actuales han sufrido cataclismos terribles a lo largo de su historia.

En esta ocasión veremos otro tipo de desastres, los provocados por la acción humana. Con una capacidad destructiva igual o mayor que la de la naturaleza, desde hace siglos el hombre lleva provocando guerras, incendios, colapsos ecológicos o crisis humanitarias que en ocasiones desembocan en el abandono de una ciudad. Otras veces es la concentración de personas en una misma región la que favorece la aparición de epidemias (algo que hemos podido comprobar durante 2020) o hambrunas.

CAPÍTULO II: DESASTRES ANTROPOGÉNICOS

Los humanos somos buenos generando desastres, no en vano parte de la comunidad científica ha propuesto cambiar el Holoceno por el Antropoceno al considerar la acción del hombre como el mayor factor de cambio en la actualidad. En los próximos años uno de los mayores retos de la humanidad será evitar que toda la Tierra se convierta en un planeta fantasma; pero aquí no veremos fenómenos globales como agotamiento de recursos o la emisión de gases de efecto invernadero... tan solo repasaremos varios ejemplos locales en los que provocamos activamente la destrucción de nuestro propio hogar.

Inundaciones:

No es el más habitual de los motivos, pero la tendencia a establecernos en valles, la necesidad de un suministro de agua cercano y lo imprevisible de algunos regímenes hídricos hacen que todos los años se inunden casas situadas junto a ramblas y que de vez en cuando todo un asentamiento quede sumergido bajo las aguas como vimos en Villa Epecuén o como pasó en 1996 en el camping de Biescas.

Algunas inundaciones son intencionadas, aunque sus resultados no siempre son los previstos.... La inundación del río Amarillo de 1938 fue una inundación provocada por el Gobierno nacionalista de China central durante las primeras etapas de la segunda guerra sino-japonesa. La intención era frenar el rápido avance de las fuerzas japonesas, el resultado fue "el mayor acto bélico medioambiental de la historia"

Así es una apertura controlada de la presa del Río Amarillo

En junio de 1938, los japoneses tenían el control de toda la China del Norte y amenazaban con tomar Zhengzhou, un importante nudo ferroviario. Para detener mayores avances japoneses, Chiang Kai-shek decidió abrir los diques del río Amarillo cerca de Zhengzhou. El valor estratégico de esta inundación ha sido muy cuestionado, no así su impacto ambiental: Las aguas fluyeron hacia Henan, Anhui y Jiangsu, inundando y destruyendo a su paso miles de kilómetros cuadrados de tierra cultivable. La desembocadura del río Amarillo se desplazó cientos de kilómetros hacia el sur. Miles de pueblos fueron inundados o destruidos, millones de habitantes se quedaron sin hogar convirtiéndose en refugiados y más de 800.000 personas murieron ahogadas según las estimaciones más optimistas.

La construcción de presas o embalses también es frecuente que obligue a la evacuación e inundación de numerosas poblaciones, algunas con gran valor cultural o histórico. Numerosas poblaciones en China tuvieron que ser abandonadas durante la construcción de la presa de las Tres Gargantas, esto a su vez provocó que muchos de los habitantes abandonasen el medio rural para irse a vivir a las ciudades. 

La construcción de la presa de Asuán, en el río Nilo, también sumergió sitios arqueológicos y antiguos asentamientos como Buhen bajo el lago Nasser. A pesar de que algunos templos como Kalabsha, Philae o Abu Simbel se salvaron, inundar 5.248 km2 de un territorio con 5.000 años de historia siempre tiene consecuencias, 50.000 nubios tuvieron que ser evacuados y reubicados en otras regiones. 

Cuando se hizo público el (polémico) proyecto, egiptólogos de todo el mundo se llevaron las manos a la cabeza, algunos de los monumentos más antiguos de la humanidad quedarían sumergidos bajo el agua… Durante los meses previos, numerosos arqueólogos se afanaron en salvar todos los monumentos posibles; mientras otros equipos buscaban (y encontraban) nuevos yacimientos, al fin y al cabo, la mayor parte de los tesoros egipcios estaban aun sin descubrir. En una mudanza faraónica, el gobierno egipcio troceó edificios, estatuas, templos y en el caso de Abu Simbel, hasta la montaña en la que se asentaba… y se llevó todas las estructuras que pudo fuera del alcance del agua.

Traslado de Abu Simbel en 1966

Inicialmente la intención era mover 23 templos, pero finalmente solo se pudieron reubicar los tres mayores y desmontar algunos pequeños; numerosos templos y monumentos siguen hoy en día sumergidos esperando su rescate. Aun rebajando las expectativas, se trataba de una empresa que sobrepasaba al gobierno egipcio, afortunadamente la cooperación internacional se volcó en la tarea, hasta 52 países se implicaron en distinto grado en la gesta de salvar todo este patrimonio de las aguas del Nilo.  El gobierno de Egipto, en agradecimiento, obsequió algunos de los monumentos pequeños que había logrado desmontar a los países que le habían ayudado; eso explica porqué hay un monumento a Debod junto a la madrileña Plaza de España.

Existen numerosos ejemplos en prácticamente todos los países del mundo en los que ciudades o pueblos quedan sumergidos bajo las aguas: Loyston, en Tennessee, se inundó como resultado de la creación del Lago Norris; los Pueblos Perdidos de Ontario se inundaron tras la creación de la vía marítima del San Lorenzo en 1958. En Argentina, la ciudad de Federación fue reorganizada y reconstruida en un terreno más elevado para poder construir la Represa de Salto Grande; otros pueblos no tuvieron tanta suerte, como Río Hondo, en la provincia de Tucumán, que quedó sumergido por el embalse del Río Hondo. 

En España, los ejemplos de pueblos sumergidos son numerosos: Oliegos (en el embalse de Villameca), el municipio de Vegamián (en el embalse del Porma), las aldeas del valle de Riaño Lacort (en Aragón) que fue expropiada para construir el embalse de Jánovas, un proyecto que nunca se llegó a materializar.

Fabbriche di Careggine la última vez que reapareció en 1994

En Italia, la pequeña ciudad industrial de Fabbriche di Careggine quedó sumergida en las aguas del lago Vagli tras la construcción de un embalse, sin embargo en este caso el asentamiento se resiste a desaparecer y periódicamente reaparece para recordarnos su existencia, lo que viene siendo un pueblo fantasma modélico.

Este pequeño pueblo de la Toscana tiene sus orígenes en el siglo XII y llegó a ser la morada de unos 150 habitantes; con una elegante iglesia de piedra, la aldea llegó a tener cierto renombre gracias a sus herreros artesanales. En 1946 la compañía energética Enel construyó una presa hidroeléctrica que inundaría todo el valle, incluidas la treintena de casas del pueblo.
Fabbriche di Careggine no desapareció, tan solo se quedó en letargo bajo el agua esperando su momento, como Cthulhu. Cada 10-15 años, hay que realizar tareas de mantenimiento en la presa que implican drenar todo el lago Vagli. Así fue como en 1958, 1974, 1983 y 1994 Fabbriche reapareció de entre las aguas y numerosos curiosos aprovecharon para recorrer sus calles, hasta un millón de personas en el último año. Este 2021 Fabbriche di Careggine volvía a reaparecer, un evento que aguardaban con expectación los políticos locales y el turismo de la zona, pero finalmente el drenado del lago ha tenido que ser pospuesto a 2022.

Incendios:

Obviamente, no vale un incendio cualquiera para despoblar una ciudad, prácticamente todas las ciudades con historia han ardido, una o muchas veces. Sin embargo hay casos (como el pozo Darvaza en Turkmenistán) en los que la estupidez humana logra el incendio definitivo, un fuego que nunca se desmotiva... La ciudad de Centralia, en Pensilvania, tuvo que ser abandonada tras una irresponsable quema de basuras en 1962 que acabó propagándose por las galerías subterráneas de carbón. El subsuelo de la ciudad lleva ardiendo desde entonces, sumiendo a toda la localidad en una siniestra niebla, o humo más bien, que le ha valido el sobrenombre de Silent Hill (una conocida saga de videojuegos de miedo). 

Centralia antes y después de cometer el mayor error de su historia

Más allá del aspecto siniestro de la ciudad, el riesgo a morir por intoxicación de gases mientras duermes no es trivial, por lo que el gobierno decidió expropiar toda la población en 1982. A pesar de que la idea era desalojar toda la zona y de que gran parte de la población ya había abandonado la ciudad, algunos residentes se resistieron a abandonar sus casas por lo que Centralia nunca llegó a estar completamente abandonada. Con el tiempo el fuego se ha extendido hasta la cercana ciudad de Byrnesville, también con minas subterráneas y también evacuada. Aquí podéis encontrar más detalles sobre Centralia.

Epidemias:

Toda concentración humana (o de cualquier especie animal o vegetal) implica ciertos riesgos epidemiológicos, la propagación es mucho más sencilla cuando existen grupos enorme de individuos conviviendo en un espacio muy reducido. Aunque nosotros lo hayamos recordado recientemente a raíz del coronavirus (COVID‑19), no es un fenómeno nuevo en absoluto; en Reino Unido, miles de aldeas fueron abandonadas durante la Edad Media, como resultado de la Peste Negra, las revueltas, la hambruna o la privatización de grandes cantidades de tierras agrícolas. Rara vez se conservan restos visibles de estos asentamientos, por lo que generalmente no se los considera pueblos fantasmas, el término correcto sería "pueblos medievales desiertos".

Algunas poblaciones del este de Arkansas fueron abandonadas después de que 7,000 habitantes murieran durante la epidemia de gripe española de 1918 y 1919. En el oeste de Irlanda, varias comunidades fueron aniquiladas debido a la Gran Hambruna de la segunda mitad del siglo XIX y los años de declive posteriores.

Un caso bien distinto es el de Dargavs, en Rusia. Este pueblo fantasma está escondido entre las montañas del Cáucaso; también conocida como la "Ciudad de los Muertos", durante años ha sido un lugar temido por los lugareños y repleto de supersticiones.

En este caso, aun tenemos los restos de la ciudad, una antigua necrópolis llena de tumbas y criptas abandonadas, pero no sabemos su historia o el motivo por el qué sus habitantes decidieron enterrar aquí a sus seres queridos. Hoy se cree que fue deshabitada por una plaga que acabó con la mayor parte de su población. Los supervivientes tuvieron que huir para no perder la vida, dejando atrás su pasado y a sus ancestros.

Contaminación: 

Es sin duda, una de las maneras más efectivas e irrevocables de arruinar una ciudad. El caso más común suele consistir en una industria o explotación minera que causa un daño ambiental catastrófico debido a su prolongada actividad, la falta de controles o accidentes involuntarios. Treece y Picher son dos ciudades en la frontera entre Kansas y Oklahoma, antiguamente fueron una de las mayores fuentes de zinc y plomo de los Estados Unidos, tras un siglo de vertidos incontrolados las explotaciones mineras terminaron por contaminar los acuíferos y aguas subterráneas de la zona causando el envenenamiento por plomo en muchos niños de la región. Finalmente, la Agencia de Protección Ambiental compró todas las propiedades y obligó a evacuar la zona. En Times Beach, en Missouri, los residentes tuvieron que mudarse tras verse expuestos niveles muy elevados de dioxinas. Wittenoom, en el oeste de Australia, era una de las mayores fuentes de asbesto azul... La mina (y toda la ciudad) fueron precintadas en 1966 debido a los problemas de salud que generaban.

Uno de los lugares más emblemáticos del Urbex: el parque de atracciones “Luna Park” en Pripyat. Cada día numerosos turistas pasean por este "campo de minas radioactivo" en el que la radiación sube a niveles insospechados en muchos puntos.

El 26 de Abril de 1986, el reactor nº4 de Chernobyl explotaba tras saltarse todos los protocolos de seguridad del reglamento nuclear de la URSS durante una prueba de seguridad. Tras la explosión, el núcleo del reactor quedaba al aire lanzando fragmentos de combustible radioactivo al exterior, las sustancias radioactivas llegaron hasta 1500 metros de altura formando una nube radioactiva que se paseó por toda Europa. Las partículas en suspensión de la zona colindante quedaron irradiadas y el viento las dispersó en la dirección que tocaba en ese instante (inicialmente, la cercana cudad de Pripyat para posteriormente dirigirse a los bosques bielorrusos); poco a poco, las partículas fueron depositándose contaminando todo a su paso: vegetación, ríos, suelo, ganado... con una especie de lluvia radioactiva más conocida como "Fallout" entre los amantes del género post-apocalíptico.

Pero empecemos por el principio... La central eléctrica nuclear memorial Vladímir Ilich Lenin era una planta de energía atómica situada en Ucrania. Cuando se construyó, pasó a ser conocida con el nombre de la cercana ciudad de Chernobíl, a 18 kilómetros de distancia. Cerca de la central se construyó la ciudad de Pripyat para hospedar a los trabajadores de la planta de energía, esta ciudad tenía una población de casi 50.000 personas a mediados de los 80s.

El 26 de abril de 1986, la central sufrió el peor accidente nuclear de la historia y el tiempo se detuvo en toda la región. No era su primera vez, el 9 de septiembre de 1982 ya tuvo lugar una fusión parcial en el reactor n.º 1 que no llegó a transcender debido a la política de hermetismo de la Unión Soviética.

Ese nefasto 26 de Abril, se estaban realizando una prueba en la que se simulaba un corte en el suministro eléctrico. Las primeras sensaciones ya eran malas, sin entrar a un análisis detallado del accidente, basta con decir que en las pruebas previas, prácticamente todo salió mal. Anatoli Stepánovich Diátlov, el ingeniero jefe responsable en ese momento, decidió seguir adelante a pesar de todo preocupado en parte por una inminente visita de varios altos cargos del gobierno soviético.

Los principales acusados del accidente de Chernóbil durante el juicio posterior; de izquierda a derecha: Víctor Briujánov, el director de la central (condenado a 10 años de reclusión en un campo de trabajos forzados), Anatoli Diátlov, el ingeniero jefe adjunto (encarcelado hasta su muerte 5 años después como consecuencia de la radiación) y Nikolái Fomín, el sub ingeniero jefe. 

Hoy en día todavía no existen trabajos concluyentes sobre la incidencia real de este accidente en la mortalidad de la población, casi todos los estudios deben utilizar modelos teóricos sobre los efectos de la radiación en el cuerpo humano. Lo que si sabemos es que dos trabajadores de la central murieron en la explosión mientras que otros 29 fallecieron durante los tres meses siguientes como consecuencia de la radiación. Al día siguiente, cerca de 1000 personas estuvieron expuestas a dosis muy altas de radiación (más de 500 microSierverts), 20.000 a niveles elevados (entre 250 mSv y 500 mSv) y casi 200.000 recibieron alrededor de 100 mSv. Durante los años siguientes, 600.000 personas recibirían distintas dosis de radiación durante los trabajos de descontaminación, 5.000.000 de personas seguirían viviendo en áreas contaminadas y hasta 400.000 en áreas gravemente contaminadas.

El accidente en el reactor provocó una fuga de radiación que obligaría a evacuar 24 horas después Pripyat y otros 200 pueblos cercanos en Ucrania y Bielorrusia. Mujeres y niños primero, todos los habitantes en varios kilómetros a la redonda debían salir "con solo lo imprescindible para pasar 3 días fuera"... La cruda realidad era que jamás podrían volver, pero no había vehículos ni medios suficientes para evacuar rápidamente a 53.000 personas con todos sus enseres. A pesar de los esfuerzos por escalar la evacuación, una evacuación de esta escala nunca es sencilla, autobuses venidos de toda Ucrania formarían una caravana de 120 Km de largo.

El 2 de Mayo de 1986, las autoridades soviéticas declaran una zona de exclusión de 30 km controlada por el ejército a la que inicialmente nadie podía acceder a excepción del personal autorizado. Entre este personal autorizado estaban los "liquidadores" que acudieron poco después a realizar los primeros trabajos de contención y limpieza. Ataviados con un mono de plástico, una máscara de gas y una placa de plomo en la nuca, muchos de ellos desconocían los peligros de exponerse a la radiación.

Liquidadores recogen escombros del tejado de la planta, solo podían permanecer 40 segundos antes de absorber la radiación máxima. La neblina en la parte inferior de la fotografía es la radiación velando la película.

Destaca el papel de tres operarios de la central: Alexei Ananenko, Valeriy Bezpalov y Boris Baranov, más conocidos como el "escuadrón suicida". Estos tres hombres si que conocían perfectamente los efectos de la radiación y sin embargo decidieron encargarse de la tarea más peligrosa posible: controlar la inundación de las piscinas de "burbujas" que estaban bajo el núcleo en descomposición.

La situación era extremadamente grave, el núcleo estaba formando una especie de lava radioactiva llamada corio a más de 1.600 ºC. Si la estructura cedía y el reactor caía en las cámaras inundadas, se porduciría una gigantesca explosión de vapor radioactivo cuyas consecuencias iban desde "destruir Kiev", "contaminar el abastecimiento de agua de más de 30 millones de personas" o "dejar inhabitable Ucrania y parte de Rusia durante más medio millón de años" hasta "exterminar media Europa". En resumen, la situación era muy jodida; el contacto entre el corio y el agua podía generar una explosión 230 veces mayor que la de Nagasaki, un evento capaz de comprometer la viabilidad de toda la especie humana.
Durante los primeros días, los equipos de bomberos trabajaron para vaciar parte del agua, logrando reducir la inundación a la altura de la rodilla. Muchos de los integrantes de este primer grupo murieron a los pocos días de la forma más horrible posible, sangrando por todo su cuerpo, con sus órganos internos deshaciéndose y agonizando entre terribles dolores.

Una vez que las piscinas eran transitables llegaba el turno de Ananenko, Bezpalov y Baranov, quienes se enfrentarían a dosis radioactivas de más de 5.000 roentgens/hora, estos niveles de radiación son capaces de broncear la piel en pocos segundos y causan la sensación de tener miles de agujas clavándose por todo tu cuerpo. Los tres eran trabajadores rasos, se presentaron voluntariamente "porque era su deber" y porque conocían a la perfección un sótano con niveles de radiación tan altos que muy probablemente les causarían una muerte agónica allí mismo.
Nuestros héroes suicidas bajaron a las piscinas y a la carrera fueron cerrando las válvulas que controlaban el agua mientras masticaban el sabor metálico de la radiación en su boca, afortunadamente el agua sirvió de escudo contra la radiación y los tres lograron salir vivos para contarlo. Sin embargo no lo contaron, todos ellos eran muy discretos y prefirieron seguir en el anonimato lo cual alimentó numerosas leyendas en las que se habían sacrificado cerrando el viaje del héroe. En realidad, dos de ellos siguen vivos y el tercero murió de un infarto hace poco.

Detalle de la medalla de los liquidadores: una gota de sangre con tres tipos de radiación: alpha, gamma y beta

No todos tuvieron tanta "suerte", hasta 600.000 liquidadores participaron en las tareas de descontaminación según las cifras oficiales; muchos de ellos fueron forzados a realizar la limpieza, otros llegaron atraídos por falsas promesas (dinero, reducción del servicio militar...), incluso hubo voluntarios de buena fe que o bien desconocían por completo los riesgos o bien consideraban que era su deber hacer todo lo posible por paliar la catástrofe.

Los primeros grupos se dedicaron a localizar los restos radioactivos (o galletas), recogerlos con mimo y posteriormente arrojar todos estos escombros de vuelta al núcleo descubierto cual anillo único. No existen cifras oficiales pero hay censos, que estiman que de 600.000 “liquidadores” reconocidos, a la larga murieron 60.000 y otros 165.000 quedaron con graves secuelas que arrastrarían el resto de sus vidas.

Máscaras de gas abandonadas en una escuela de Pripyat

Así como hay ciudades gradualmente despobladas, Prypiat fue abandonada a la carrera, sin mirar atrás, dejando una instantánea perfecta de cómo era la rutina de sus habitantes en aquella época: sus electrodomésticos, sus enseres personales, todos sus recuerdos...

Una ciudad moderna y plenamente equipada era abandonada precipitadamente, dejando atrás todos sus edificios e infraestructuras intactos. Aparentemente uno esperaría encontrar una ciudad congelada en 1986, con sus coches, sus hogares llenos de muebles, electrodomésticos, ropa o juguetes de la época... una especie de cápsula del tiempo a gran escala; por desgracia, al igual que en muchas distopías post-apocalípticas, este escenario también resultaba atractivo para sucesivas hordas de saqueadores a los que les importaba un carajo la radiación y que se dedicaron a descomponer el interior de la ciudad dejando tan solo un caparazón vacío. Hoy en día Pripyat no es una ciudad-museo de los 80, más bien parece el escenario de una fantasía post-soviet-punk.

Todos los 26 de Abril se celebra el Día Internacional en Recuerdo del Desastre de Chernóbyl

El saqueo de Pripyat comenzó pocos días despues de la explosión. En un primer momento, el ejército soviético patrullaba la región y numerosos edificios contaban con alarmas para impedir el acceso, pero paulatinamente las tropas se fueron retirando y empezó el expolio. 

Todos, absolutamente todos, los apartamentos, pisos, casas y negocios de Pripyat fueron saqueados uno por uno. Los saqueadores burlaban los controles del ejército usando pistas forestales y caminos de tierra; llegaban vestidos con buzos de limpiadores y se dedicaban a llenar camiones con cualquier elemento transportable que encontrasen: muebles, electrodomésticos, inodoros, grifería, cocinas, puertas, ventanas, tuberías, hasta los enchufes de las paredes... Por eso todos los interiores de viviendas y edificios de Pripyat suelen aparecer vacíos en las fotografías actuales.

El ejército soviético era incapaz de controlar el acceso en toda la zona de exclusión, mientras los saqueadores esparcían materiales radioactivos por toda la Unión Soviética mediante sus redes de compra-venta. Hoy en día quedan casas en Ucrania donde es posible beber agua de un grifo de Chernóbil o sentarse en un retrete de Pripyat. Sobrepasadas, las autoridades decidieron poner fin al desmadre:

  • En primer lugar mataron cualquier animal, ganado o mascota, que quedase vivo en la región. En muchos casos, sus restos serían incinerados para que nadie aprovechase las pieles contaminadas. Después enterraron casi todos los pueblos y granjas de la zona, hasta 231.
  • En Pripyat, al ejército recibió ordenes de retirar de las calles cualquier material que pudiese tener interés como chatarra para los saqueadores: vehículos, farolas, vallas, mobiliario urbano, tendidos eléctricos... Por eso todas las calles y los exteriores de Pripyat suelen aparecer vacíos en las fotografías actuales.

Uno de los lugares más creepy de esta crisis fue Rassokha, el cementerio de vehículos militares. Todos los automóviles, camiones, helicópteros.. utilizados durante las labores de limpieza acabaron con dosis altísimas de radiación, por lo que el ejercito los dio sepultura una vez terminaron las labores. 

Tras la caída de la Unión Soviética en 1991, se disuelven las estructuras del antiguo ejército y la zona de exclusión queda sin control. Esto es aprovechado por los saqueadores, que vuelven para llevarse todos los materiales que no habían podido sacar de la ciudad. En 1997 cierra "Jupiter", una fábrica de equipos militares que también sería minuciosamente saqueada. 

El saqueo ha seguido siendo una constante a pesar del endurecimiento de las sanciones, en el año 2000 se observó cierta recuperación de la fauna local en especies como el caballo de Przewalski, sin embargo cinco años más tarde la población había descendido de nuevo debido a la caza furtiva. Los bosques cercanos están llenos de calvas debido a las talas ilegales.

Estado actual de la fábrica de equipamiento militar Jupiter

Paradójicamente, el pueblo de Chernóbil estaba situado casi 15 kilómetros de la  central nuclear (frente a los 3 de Pripyat), por lo que no sufriría un abandono tan drástico. Si bien es cierto que estaba dentro de la zona de exclusión y tuvo que ser evacuada, esta ciudad acabaría siendo el hogar de los vigilantes y el personal administrativo de la zona de exclusión. Antes del accidente, vivían  unas 14.000 personas en la ciudad; actualmente quedan menos de mil que marcan sus hogares con signos y símbolos de la jerga saqueadora para indicar que «el dueño de la casa aun vive en ella».
En las zonas rurales también hubo familias, y muchos ancianos, que decidieron regresar a sus antiguas casas bajo su propia responsabilidad. Se les conoce como "los retornados" y serán unos 700.

Contrariamente a lo que cabría esperar la central nuclear no cerró tras el accidente; hasta su cierre definitivo catorce años después, cerca de 3000 operarios siguieron trabajando en ella. Parte de la plantilla se dedicó a clausurar el reactor Nº 4 encofrándolo en hormigón y drenando el combustible radioactivo, otros siguieron operando los reactores 1, 2 y 3, mientras que otros muchos se centraron en descontaminar la ciudad, reemplazar la tierra y enterrar los objetos contaminados. Cada cierto tiempo se mandaba a estos operarios a sus casas para que fuesen capaces de asimilar toda la radiación absorbida. En 1991 un incendio provocó el cierre del reactor Nº 2. En Noviembre de 1996 se clausuró el reactor Nº 1 que ya había sufrido una fusión parcial del núcleo en 1982. Tras prolongadas negociaciones con el Gobierno ucraniano, la comunidad internacional financió los costes del cierre definitivo de la central que se llevó a cabo el 15 de diciembre de 2000.

La célebre "Piscina Azur" de Pripyat siguió abierta para las liquidadores hasta 1998; a pesar de su deterioro, es uno de los puntos menos contaminados de la ciudad

Técnicamente, Pripyat nunca llegó a estar completamente deshabitada. En la actualidad muchos de los operarios que actualmente están precintando y descontaminando los restos de la central viven en pisos cuidados de Pripyat o Chernóbil. En las calles es fácil encontrarse con militares que patrullan la zona, habitantes retornados, trabajadores de la central, ocupas, turistas... Algunos pisos abandonados están ocupados temporalmente por turistas ilegales que deciden pasar aquí unos días sin tener que obtener un permiso de entrada, son los denominados "stalker", gente que entra ilegalmente en la zona de exclusión.

Actualmente Pripyat es una morbosa atracción turística, una especie de Meca del urbex (turismo basado en la exploración urbana de sitios abandonados). Cada año cerca de 10.000 habitantes visitan Pripyat; cada uno paga religiosamente algo más de 100 euros por el permiso de entrada más el guía turístico y el alojamiento. En total supone casi un millón de euros al año por visitar un cementerio radioactivo con hotel (unos 10 euros la noche), supermercado (el antiguo cine) y hasta una iglesia ortodoxa que celebra misas.

Inmediatamente después del accidente se construyó un «sarcófago» que rápidamente se vio degradado debido a fenómenos naturales y a los errores de construcción lógicos al construir una obra de este calibre con prisas y en un ambiente de alta radiación. En 2004, se inició la construcción de un nuevo sarcófago para el reactor ante el riesgo de nuevas fugas. En noviembre de 2016 se inauguraría el "nuevo sarcófago seguro" (NSC), una estructura móvil con forma de arco de más de 30.000 toneladas de peso, la mayor construida hasta la fecha en el mundo. El coste final de la estructura fue de 1.500 millones de euros financiados por el Banco Europeo para la Reconstrucción y el Desarrollo (BERD), junto a la colaboración de 28 países que aportaron la mayor parte del capital (1.417 millones de euros)

Si bien es cierto que la radiación ha decaído bastante en la zona (dos días en Pripyat puede ser similar a hacerse una radiografía), todavía no se puede considerar un lugar seguro. Afortunadamente, la mayoría del Yodo-131 liberado en la explosión inicial se ha descompuesto por lo que actualmente la mayoría de los isótopos radioactivos que quedan son Estroncio y Cesio, con ciclos de vida más largos que rondan los 30 años. Otros isótopos como el Plutonio o el Americio tienen menor repercusión en la salud humana pero puede llegar a durar miles de años, probablemente Pripyat no volverá a ser plenamente habitable hasta que pasen 20.000 años.

El sótano del siniestro Hospital 126 es uno de los lugares más contaminados de Pripyat y del mundo entero.

Mientras tanto, los esfuerzos por renovar la tierra y limpiar las fachadas han propiciado que la vegetación rebrote ocupando espacios antaño urbanos. A esto se le suman osos, ciervos, alces, bisontes, lobos y un sinfín de fauna radioactiva que puede llegar a complicar la vida de los residentes.

Estudios sobre la fauna local han demostrado un leve repunte del número de ejemplares de algunas especies una vez libres de la presión humana. En cambio los efectos de la radioactividad también han provocado una disminución de la variedad de especies así como mutaciones en la pigmentación o alteraciones en su conducta (las arañas construyen telas similares a las que tejen bajo los efectos del LSD)

Bisontes radioactivos en la zona de exclusión de Chernóbil.

¿Y Fukushima?... El 11 de marzo de 2011 un terremoto en Onagawa causaba un consecuente tsunami que arrasaría las costas de Ōkuma. Entre las zonas dañadas estaba la central nuclear Fukushima I operada por Tokyo Electric Power Company (TEPCO), una de las más grandes del mundo. Una ola de 15 metros destruyó cuatro de los seis reactores de la central, obligando a las autoridades japonesas a tomar medidas muy similares a las adoptadas por el gobierno soviético 25 años atrás durante el desastre de Chernóbil.

El gobierno japonés estableció un perímetro de seguridad de 20-30 kilómetros en los que más de 200.000 personas fueron evacuadas (además se las suministró yodo, para proteger la glándula tiroides de la radioactividad). Gran parte de la prefectura de Fukushima quedaría abandonada durante años, arrasada por los efectos del tsunami (a diferencia de Chernóbil, aquí se juntaron dos desastres), contaminada por cesio y plutonio y habitada por miles de jabalíes radioactivos que las autoridades locales a duras penas intenta exterminar.

La naturaleza borra con rapidez la huella humana en la región de Fukushima

Y así permaneció durante más de un lustro. Sin embargo, en los últimos años el gobierno japonés ha rehabilitado y reabierto gran parte de los asentamientos afectados por la catástrofe. En 2021 Japón celebraba sus pospuestos juegos olímpicos por lo que se esforzó al máximo para dar sensación de control de la situación y vuelta a la normalidad. La última ciudad que faltaba por reabrir tras la catástrofe, Futuba, a apenas 4 Km de la central y con una población antaño de 7000 habitantes, fue parcialmente desprecintada hace unos meses (tan solo el 4% del pueblo). 

Existen notables diferencias entre el accidente de Chernóbil, donde se liberaron grandes cantidades de plutonio y americio, con vidas medias de más de 20.000 años y Fukushima, donde tan solo se han liberado pequeñas cantidades de plutonio y cesio-137, con una vida media de 30 años. Mientras la población de Chernóbil ha renunciado a volver asumiendo que el lugar estará contaminado para siempre, la población japonesa no acaba de tenerlo claro. En otras áreas ya rehabilitadas el porcentaje de vecinos que han regresado no supera el 23%. En Futuba, a pesar de los esfuerzos del gobierno por descontaminar la región que rodea la central, apenas un 10% de los antiguos vecinos quieren volver a un lugar contaminado, donde han perdido sus hogares, su sustento económico (la pesca es irremediablemente tóxica) y existen graves carencias energéticas como resultado del cierre de las centrales nucleares.

Aspecto de las calles de Futuba en la actualidad, se espera que esté repoblada a partir de 2022

La guerra, de la cual hablaremos en el próximo capítulo, es otra fuente considerable de contaminación. Todos conocemos los casos de Hiroshima y Nagasaki, estas dos ciudades fueron reconstruidas y hoy en día están muy lejos de ser fantasmas. Pero a veces, el peligro no está en lejanos frentes de guerra, si no en tu propio hogar...

Corría el año 1945 y la empresa de material fotográfico Kodak tenía un disgusto, algunas de sus películas estaban saliendo defectuosas sin motivo aparente. Julian H. Webb, un físico del departamento de investigación de Kodak se encargó de investigar el asunto y pronto se dio cuenta de que la película estaba contaminada por "un nuevo tipo de radiación" a la que no estaban acostumbrados: Cerio 141, un material inestable en condiciones naturales y que difícilmente podía tener un origen natural.

Webb decidió buscar la fuente de la radiación y descubrió que se debía a unos envases construidos con maíz de los campos de Indiana. La vida media de aquel isótopo artificial era de aproximadamente 30 días, teniendo esto en cuenta, las mazorcas no podían ser las culpables. Todo el maíz se almacenaban en lotes protegidos de la intemperie el tiempo suficiente para que cualquier contaminación ambiental se hubiese degradado, era muy difícil que todos los lotes contaminasen todos los envases. Descartando otras fuentes, Webb llegó a la conclusión de que el cerio había llegado a través de los ríos cercanos que suministraban agua al almacen. Además, observó que los días lluviosos implicaban una mayor radiación poco después, el contaminante parecía estar lloviendo del cielo. Finalmente, Webb publicó su acertada hipótesis: el cerio 141 que contaminaba sus películas procedía de la lluvia radioactiva causada por una detonación nuclear en Nuevo México el 16 de julio de 1945 (la prueba Trinity).

Era la Segunda Guerra Mundial, no se conocían bien las consecuencias, etc... El caso es que Kodac guardó silencio hasta que unos años más tarde volvió a encontrar contaminación por radiación en sus películas. Esta vez la contaminación procedía del Nevada National Security Site, un campo de pruebas en el que se detonaron numerosas bombas nucleares desde 1951 hasta 1992. Pocos días después de las primeras pruebas, Kodak detectó un pico de radiactividad 25 veces mayor de lo normal en una nevada en Rochester, Nueva York; era la lluvia radioactiva fruto de estos ensayos a más de 2500 kilómetros de distancia... 

El Nevada National Security Site hoy es un paisaje lunar, radiado y permanentemente patrullado por un dron que vigila que no entren intrusos 

El caso es que era la guerra Fría, no se conocían bien las consecuencias, etc... y Kodac volvió a guardar silencio a cambio de que el gobierno le mantuviese al tanto de su calendario de pruebas para poder poner a salvo sus películas. A los estadounidenses en cambio, nadie los puso a salvo: 

  • la radioactividad producida por las pruebas nucleares de Nevada entre 1951 y 1962, fue diez veces superior a la ocasionada por el accidente de la central nuclear de Chernóbil. 
  • las emisiones pudieron provocar entre 25.000 y 50.000 casos de cáncer de tiroides, hoy en día existen asociaciones de lucha contra el cáncer que siguen notificando afectados.
  • los habitantes del oeste de EEUU han recibido niveles de radiación que activarían el protocolo de emergencia de una central nuclear. Los niños menores de cinco años en esa época, hasta 10 veces más (entre 150 y 160 rad)
  • los habitantes del este de EEUU han recibido gran parte de las nubes radioactivas de estas pruebas. Con el tiempo, las nubes han pasado a ser lluvias radioactivas regando todo el país, sus alimentos y productos, sus gentes... Hoy en día la mayor parte de los estadounidenses tienen un isótopo radioactivo (Yodo-131) que provoca hasta 11.000 muertes al año. En algunos casos incluso, se puede datar la fecha de la muerte de un norteamericano usando el tiempo de descomposición del isótopo y calculando el tiempo que ha pasado desde que la víctima añadió nuevo yodo a su organismo.

EEUU optó por una mala decisión (explotar bombas atómicas en su propio territorio) que aplicó de un modo democrático; hoy en día existe la plena certeza de que los últimos presidentes de Estados Unidos estaban radiados como cualquier otro ciudadano. Pero... ¿Qué hacían mientras tanto al otro lado del muro? 

Semipalátinsk, en Kazajistán, es probablemente la zona más radiada del mundo. Inhabitable durante los próximos siglos o milenios

Si algo le sobraba a la Unión Soviética eran lugares despoblados como el archipiélago de Nueva Zembla, donde se lanzó la bomba del Zar, la mayor (y más irresponsable) prueba atómica de la historia de la humanidad. Sin embargo, la mayoría de las pruebas atómicas soviéticas se concentrarían en otro lugar, un área del tamaño de Bélgica en la estepa kazaja que la URSS castigaría hasta el hartazgo. El Sitio de Pruebas de Semipalátinsk, más conocido como "El Polígono", era una apacible trozo de estepa en Kazajistán, prácticamente deshabitado, que se llevó la friolera de 456 bombazos nucleares. Los pastores que vivían en la zona se negaron a abandonar su hogar; totalmente inconscientes del peligro, solían reunirse para ver el resplandor de las pruebas en el horizonte... como quien ve una puesta de sol. Desde entonces sus hijos nacen sin piernas ni brazos.

La ciudad de Rerik West, en Alemania, es un área restringida desde 1992 debido a la contaminación causada por la munición de un cuartel soviético abandonado. Tyneham, situada en Dorset, al sur de Inglaterra, fue requisada para su uso en ejercicios militares durante la Segunda Guerra Mundial, a día de hoy continua despoblado y lleno de munición sin detonar debido a los constantes bombardeos durante años. Muchas otras ciudades perdieron su población como consecuencia de la guerra o de algún conflicto bélico, pero eso ya es tema para el siguiente post...

Tyneham, una aldea minada y fantasma al sur de Inglaterra