Representación del Octavius en Assassin's Creed III El Octavius fue un barco fantasma del siglo XVIII. A día de hoy no se conserva ninguna prueba de su existencia, por lo que es difícil saber si su historia fue real o si se trata tan solo de una la leyenda, pero de ser cierta, el barco fantasma habría sido la primera nave en cruzar el temido Paso del Noreste, eso sí, nadie pudo celebrarlo, todos sus tripulantes llevaban años congelados. El Avistamiento: Según la leyenda, el 11 de octubre de 1775 el barco ballenero Herald, capitaneado Alex Warren, estaba cazando cetáceos al oeste de Groenlandia cuando de pronto vio aparecer una goleta de tres mástiles entre la densa niebla. Un barco de esta características resulta ciertamente extraño en unas gélidas aguas en las que apenas había rutas comerciales. Extrañado el capitán ordenó acercarse al barco y pronto pudieron constatar que se trataba de un barco fantasma, el casco presentaba numerosos daños, las velas colgaban hechas girones y no había señales de vida en cubierta. Una vez suficientemente cerca, vieron que el barco llevaba pintado en el casco el nombre "Octavius" y que la nave estaba completamente cubierta de una capa de hielo. No había ningún tripulante a la vista y todo el barco estaba sumido en un silencio espectral. Nadie respondía a sus llamadas por lo que el capitán ordenó a un grupo de cinco hombres que se preparasen para abordar el barco. Los marineros aterrados se resistieron a adentrarse en el barco fantasma, pero el capitán quería saber si aun transportaba algún cargamento valioso. Al descender a los camarotes, la avanzadilla pudo ver por fin a la tripulación, 28 personas yacían muertas bajo cubierta, todas ellas congeladas y en perfecto estado de conservación, como si la tragedia hubiese ocurrido pocos días antes. Algunos estaban en sus literas, otros reposaban sentados y algunos incluso estaban de pie. El capitán Warren se dirigió a las estancias de los oficiales para averiguar algo más sobre el barco y su tripulación y allí se encontró con una dantesca escena: el cadáver congelado del capitán estaba sentado frente a la mesa de su camarote, pluma en mano, con un cuaderno de bitácora delante suyo en el que por lo visto estaba realizando una última anotación. En su camarote también estaban los cadáveres de una mujer, un niño cubierto con una manta y un marinero con una pequeña lata de yesca. El grupo de abordaje huyó despavorido y solamente tomó el cuaderno de bitácora antes de abandonar el barco, el siniestro ambiente no invitaba en absoluto a seguir investigando. La última entrada del cuaderno de bitácora estaba fechada el 11 de noviembre de 1762, según esto, el barco habría estado perdido a la deriva en el Ártico durante 13 años. Todo el cuaderno de bitácora estaba congelado, por lo que las hojas se desprendieron de su encuadernación, quedando solamente la primera y unas cuantas de las últimas páginas. Grabado del relato "Gloriana" publicado en 1905 en The Blue Adventure Book El Paso del Noroeste: Históricamente, uno de los mayores retos de la navegación marítima, era encontrar el llamado “Paso del Noroeste”, una ruta por el norte de Canadá que permitiese pasar del Océano Atlántico al Océano Pacífico, sorteando las islas de la costa canadiense. Hasta la apertura del Canal de Panamá en 1914, la única manera para pasar de un océano al otro, era cruzar el temible Cabo de Hornos, una hazaña que los pocos marineros que lograban vivir para contarlo, celebraban añadiendo un pendiente de aro a sus orejas. Debido a la dificultad de la ruta convencional, muchos navegantes se plantearon el paso del noreste como una alternativa tan anhelada como traicionera. Esta vía marítima estaba bloqueada por un denso mar de hielo la mayor parte del año, por lo que la hazaña requería de un gran sentido de la oportunidad y de una actitud cuanto menos temeraria: Intentar cruzar este paso, implicaba adentrarse con un barco por el estrecho de Lancaster cuando las condiciones meteorológicas lo permitiesen (normalmente durante un breve periodo en verano), avanzar todo lo posible hacia el Oeste hasta que la nave quedase atrapada por el hielo, aguantar como malamente fuese posible durante el largo invierno y confiar en que durante el breve verano, el deshielo permitiese liberar la nave y continuar su rumbo hacia lo desconocido. Si, como era frecuente, el deshielo no permitía liberar el barco, la nave seguiría atrapada durante un año más y los tripulantes se expondrían a morir de hambre o de frío en cuanto se agotasen sus suministros. El primer intento de encontrar una ruta viable fue en 1497 y el responsable fue el navegante italiano Giovanni Caboto, quien trabajaba a las órdenes del rey británico Enrique VII. Desde entonces, numerosos intentos fracasaron de un modo estrepitoso. Uno de los fracasos más famosos fue la expedición Franklin de 1845, compuesta por los navíos HMS Terror y HMS Erebus, cuyos restos fueron localizados en 2016. Los británicos quedaron atascados sin poder avanzar hacia el oeste durante tres largos inviernos hasta que en 1848, desesperados, decidieron abandonar las naves en la isla King William para intentar alcanzar tierra firme canadiense, nunca más se supo de ellos. La primera navegación con éxito de la que se tiene constancia fue completada por Roald Amundsen en 1906, un explorador innegablemente pragmático que apostó por un barco pequeño de poco calado que logró adaptarse a las condiciones de la zona. Recientemente, a raíz del cambio climático, los hielos han empezado a retroceder permitiendo a barcos cargueros atravesar esta región durante determinados periodos del año, de hecho hasta 2009 esta ruta no se consideraba viable a efectos comerciales. El viaje del Octavius: Según el famoso cuaderno de bitácora, el Octavius zarpó en 1761 desde Inglaterra hacia el Lejano Oriente, llegando con éxito a su destino el año siguiente. El capitán apostó que volvería a través del traicionero y poco conocido Paso del Noroeste: partiendo de China, navegó hasta América cruzando el Pacífico Norte, atravesando el estrecho de Bering y bordeando el hielo que se forma en esta región; desafortunadamente, el barco quedó atrapado poco después en los bancos de hielo del norte de Alaska. La última posición registrada del barco mientras su tripulación estaba aun viva fue el 11 de Noviembre de 1762 y afirmaban encontrarse atrapados por el hielo en las coordenadas 75°N 160°O, unas 250 millas (400 Km) al norte de Barrow, el cabo más septentrional de Alaska, en pleno Océano Ártico. Trece años más tarde, el barco ballenero Herald avistó al Octavius cerca de Groenlandia, por lo que el barco habría cruzado el traicionero Paso del Noroeste de forma póstuma y sin tripulantes vivos. El barco nunca más fue visto de nuevo tras su encuentro con el Herald, siendo arrastrado por el viento y las corrientes la noche siguiente. De ser cierta esta leyenda, en alguno de los veranos entre 1762 y 1775, la ruta del Paso Noroeste quedó libre de hielo y las corrientes marinas arrastraron al barco fantasma junto con otros casquetes de hielo hasta que lentamente a lo largo de 13 años logró completar la travesía. ¿Pero cómo pudo quedar toda la tripulación congelada de ese modo? Pues la hipótesis más factible es una caída brusca de temperaturas, para hacernos una idea, la caída de temperatura más rápida de la que se tiene registro se produjo el 22 de Enero de 1943 en Spearfish, Dakota del Sur. A las 9 de la mañana, las temperaturas se desplomaron desde unos tolerables 12º C hasta los -20º C en apenas 27 minutos debido a un cambio repentino en la dirección de una corriente de aire cálido. No es descartable que en medio del Océano Ártico se pudiese producir una caída aun más brusca... cosas más raras se han visto. + info: Wikipedia - Paraloscuriosos - Col2 |
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23 diciembre 2020
Octavius
Houtouwan, Isla Shengshan - China
En demasiadas ocasiones, el hombre es capaz de transformar completamente su entorno sin reparar en las consecuencias, todo en aras de un progreso que pocas veces tiene reparos con la naturaleza. Por eso siempre es fascinante descubrir ciudades o pueblos fantasma que por diversas causas han sido abandonados, dejando que la naturaleza recupere sus dominios.
Este es el caso de Shengshan, una de las muchas islas situadas al este de la provincia oriental de Zhejiang, en China. Las Islas Shengsi, en ocasiones mal traducidas como Archipiélago Shengsi, son un conjunto de 394 islas que forman parte del archipiélago de Zhoushan, situado en la bahía de Hangzhou, frente a la desembocadura del popular río Yangtsé, el más largo tanto de China como de Asia.
Esta pequeña isla fue una vez hogar de un atestado pueblo habitado por más de 2.000 pescadores y sus familias, alojados en más de 500 casas. Sin embargo, a comienzos de los años 90, muchas de estas islas vieron cómo su población, principalmente compuesta de pescadores, migraba hacia la bahía de Hangzhou en una búsqueda de mejores oportunidades laborales. Tradicionalmente, la gran mayoría de estas islas vivían de la pesca, aunque con el paso del tiempo la base económica de Zhoushan se ha diversificado mucho. Además, la lejanía y el difícil acceso de estas islas implicaban que la educación y la calidad de las entregas de alimentos se vieran afectadas; el desarrollo que se vivía a pocos kilómetros de allí en ciudades como Shanghái, jamás llegó a estas islas, por lo que muchos de estos poblados de pescadores terminaron siendo abandonados por sus moradores. Con el paso de los años, casi toda la población abandonó estas islas, dejando que la madre naturaleza se hiciera cargo de ellas.
"El negocio de la pesca era bueno, el problema era el transporte y la accesibilidad. Una vez que las personas tuvieron dinero, todas se mudaron a otros lugares. Para dar a luz, llevar los niños a la escuela o cuidar de ancianos enfermos, sólo había un pequeño camino para salir de aquí, y tomaba mucho esfuerzo tanto para subir como para bajar"
20 diciembre 2020
Centralia, The Silent Hill - EEUU
Centralia es (o más bien era), un pequeño pueblo minero de Pensylvannia, EEUU. Fundado en una zona con la mayor concentración de antracita del planeta, la idea parecía ser muy buena: La antracita es la variedad más densa de carbón, más del 90% de su masa está compuesta por carbono puro, lo que la dota de un característico brillo metálico. Además es compacta, dura y lo más importante, su capacidad calorífica es muy elevada, casi un 50% mayor que la del carbón común.
En su momento de máximo esplendor (1890), Centralia llegó a tener 2761 habitantes; sin embargo, en la década de los 60, con la demanda de carbón menguando, la población descendió hasta los 1100 habitantes. Fue en esta época, un 7 de mayo de 1962, cuando el consejo del pueblo se preparaba para celebrar el Día de los Caídos por todo lo alto... Sin embargo, una sombra en el horizonte empañaba la celebración; cerca del cementerio donde se iban a celebrar la mayoría de los actos había un vertedero cuyos malos olores amenazaban con arruinar tan solemne día. Dicho "vertedero" en realidad era una profunda zanja en una antigua mina al aire libre abandonada... la regulación del Estado de Pennsylvania, conocedora de sus ciudadanos, prohibía tajantemente la quema de basura en minas de carbón.
El 27 de mayo de 1962, un día antes del día de los caídos, Centralia decidió que quería ver arder la basura. En un elegante ejercicio de cuñadismo, se prendió fuego al vertedero y por extensión, a todo un afloramiento de carbón que se ocultaba bajo la montaña de escombros. Inicialmente, el fuego hizo su trabajo, se apagó sin problemas y permitió a Centralia celebrar un día de los caídos sin olor a basura
Al día siguiente, el 29 de mayo, el fuego reapareció y fue rápidamente sofocado. Eso no estaba previsto, pero tampoco era para tanto, nada que los habitantes de Centralia no supieran resolver.
Cinco días después volvía a aparecer el fuego, esta vez se removió la basura con excavadoras para que los bomberos pudieran acceder a cualquier rastro que quedara del incendio. Ahora si que debería estar extinto...
Unos días más tarde se descubrió que un agujero había conectado el fuego con una red de túneles de antiguas minas de carbón. Oculto bajo la superficie, el incendio se había extendido lento pero imparable entre los depósitos subterráneos de carbón. Se intentó apagar el fuego de nuevo inundando el vertedero con agua, no tuvo éxito. Después se empleó arena y otros materiales no inflamables para ahogar las llamas, pero tampoco funcionó. Finalmente, se decidió cortar el avance del fuego cavando zanjas a modo de cortafuegos entre las zonas afectadas y los depósitos que aún no estaban ardiendo, pero la falta de recursos y el exceso de trabas burocráticas impidieron que los trabajos de extinción se anticiparan al incendio. A pesar del lento avance de las llamas, Centralia no fue capaz de parar una amenaza que terminó por llegar al pueblo.
El mayor inconveniente de vivir sobre un incendio es que puedes morir en cualquier momento envenenado por el monóxido de carbono resultante de la combustión del carbón. Otro problema que tenía en vilo a los habitantes eran los huecos que dejaba el carbón en el subsuelo tras quemarse. Estas grandes burbujas debilitaban la estructura del suelo causando derrumbes, socavones o el colapso de edificios enteros. El Gobierno consiguió mantenerse al margen hasta que en 1981, el caso saltó a la opinión pública tras el accidente de un niño que logró salvarse de milagro agarrándose a una raíz tras caer por un agujero de casi 50 m. que se había abierto bajo sus pies.
Incapaz de ignorarlo por más tiempo, el Gobierno organizó un programa de 42 millones de dólares para re-ubicar a la población y demoler las viviendas. Sin embargo, el pueblo se dividió en dos bandos: los que se querían marchar lo antes posible y los que preferían quedarse y dedicar todo el dinero a intentar apagar el incendio. Al final, el Gobierno optó por una decisión salomónica: compró todas las propiedades, dando liquidez para comprar otra casa a quienes quisieran marcharse, y permitiendo que se quedasen en el pueblo quienes así lo deseasen, eso sí en unas casas y unos terrenos que ahora pertenecían al estado.
Hoy en día, los incendios de Centralia están repartidos en un área de unos 15 kilómetros cuadrados y, al ritmo que está ardiendo, se calcula que puede durar otros 250 años más. En 2013, ya sólo quedaban 7 residentes.
Centralia es quizás el caso más mediático pero no es el único ejemplo de ciudades en lenta combustión. En la ciudad de Jharía, en el noroeste de India, cientos de personas mueren lentamente por culpa de trastornos respiratorios y enfermedades en la piel provocadas por el humo tóxico de un incendio centenario. Al igual que Centralia, el suelo de esta región es uno de los mayores y más ricos yacimientos de carbón del mundo; de las 74 minas de carbón que hay en la India, 70 se localizan en esta zona.
En 1916 los británicos produjeron un incendio en una de las minas al intentar extraer los abundantes recursos de la zona; al ser el carbón y la turba un material muy combustible, el fuego se propagó hacia el interior de la tierra extendiéndose lentamente entre las grietas, desde entonces no ha dejado de arder...
A pesar de los numerosos esfuerzos realizados, el incendio ya abarca 17 Km cuadrados con más de 70 focos identificados bajo el subsuelo. Se calcula que con el carbón existente en la zona, el incendio podría continuar activo otros 3600 años más.
En 1995, tras consumirse una beta de carbón, la tierra se abrió engullendo 250 casas; pero ni siquiera esto ha detenido el ritmo de vida en Jharía. Aquí no hay dinero para expropiaciones... la mayoría de sus habitantes han nacido y crecido en una tierra en llamas, un lugar inhóspito que escupe humo tóxico y que amenaza con envenenarles silenciosamente cualquier noche.
19 diciembre 2020
Los Relámpagos del Catatumbo - Venezuela
En la localidad de Ologá (estado de Zulia, al oeste de Venezuela), es raro ver una noche en todo su oscuro esplendor… Entre abril y noviembre, los relámpagos iluminan constante en el cielo, un fenómeno que ha sido bautizado como "El Relámpago del Catatumbo" ya que en un principio se asociaba al delta del río Catatumbo, una extensa zona pantanosa situada al suroeste del lago de Maracaibo, el más grande de Sudamérica.
Durante el año, este tormentoso enclave en la desembocadura del río Catatumbo sufre un promedio 297 tormentas eléctricas; en ocasiones, la actividad eléctrica de las tormentas es incesante, el cielo nocturno se ilumina debido a los continuos fogonazos de los rayos.
Durante muchos años se consideraba que la mayor concentración de relámpagos del mundo se originaba en la cuenca del río Congo, en África Central. Kifuka, una localidad de la República Democrática del Congo, produce la impresionante cifra de 158 relámpagos por kilómetro cuadrado por año.
Sin embargo, un estudio de la agencia espacial estadounidense (NASA) y de las universidades de Maryland, Alabama (EE.UU.) y Sao Paulo (Brasil), analizó los datos recolectados por un sensor de rayos llamado Lightning Imaging Sensor (LIS). Este sensor está integrado en el satélite Tropical Rainfall Measuring Mission (TRMM) de la NASA, y ha permitido recolectar una ingente información sobre las lluvias tropicales durante los últimos 17 años.
El estudio, publicado en el boletín de la Asociación Estadounidense de Meteorología (AMS), otorga al lago de Maracaibo el estatus de "capital de los relámpagos en la Tierra”. Según las conclusiones de dicho estudio, Catatumbo es, seguramente, el lugar con mayor actividad tormentosa de toda la Tierra, y no sólo por el número de días de tormenta (unas 160 noches al año con una duración que oscila entre las 7 y las 10 horas) sino también por las 50-60 descargas eléctricas por minuto que llegan a producirse en cada tormenta.
Catatumbo destruye todos los récords, con casi 250 rayos por kilómetro cuadrado y un promedio de 1,6 millones de relámpagos por año, algunos años se han llegado a registrar hasta 260 tormentas. Este raro fenómeno meteorológico recibe el nombre de “relámpago del Catatumbo” o también “Faro de Maracaibo”, y además de mantener los cielos prácticamente iluminados cada noche, genera una enorme cantidad de ozono, aproximadamente el 10% del que se produce en toda la Tierra.
El estatus de Catatumbo como capital de las tormentas eléctricas del mundo fue reconocido oficialmente en enero de 2014, cuando el Libro Guiness de los Récords lo incluyó como el lugar con "más alta concentración de rayos en el mundo", la capital de los relámpagos en la Tierra.
En las imágenes de satélite de la NASA se pueden identificar dos epicentros de: uno sobre el río Catatumbo, que generalmente comienza al atardecer, y otro aún más grande sobre la costa suroccidental del Lago de Maracaibo, que comienza más avanzada la noche y que produciría los brillantes relámpagos blanco azulado cerca del Campo Catatumbo. El resultado es un resplandor que ilumina la noche en una vasta región, llegándose a observar a varios cientos de kilómetros de distancia y permitiendo, en tiempos de los barcos a vela, la navegación nocturna en aguas del Maracaibo.
Los meteorólogos todavía no han identificado las razones por las que en Catatumbo se producen las tormentas eléctricas más persistentes del planeta, pero la teoría más aceptada dice que masas de aire cálido y húmedo procedentes del Caribe llegan empujadas por los vientos alisios, una vez aquí atraviesan las aguas salobres del Lago de Maracaibo antes de quedar canalizadas por la orografía de la zona, entonces estas masas de aire ascienden produciendo grandes nubes de desarrollo vertical que chocan con el aire frío de los Andes.
También se ha especulado con el papel que podría desempeñar en este proceso el metano que abunda en las ciénagas de la zona. En los últimos años se han detectado algunos períodos prolongados de tiempo en los que el fenómeno prácticamente desapareció, esto se ha relacionado con la incidencia de distintas sequías en la zona y la consecuente degradación de las ciénagas por la falta de agua. Esta circunstancia hace que disminuyan los aportes de ozono a la atmósfera con implicaciones a escala global debido al gran protagonismo que tiene el relámpago perpetuo del Catatumbo en la producción de este gas.
Las referencias más antiguas al fenómeno proceden de las tribus indígenas que desde tiempos remotos habitan la región: la etnia Wari, identifica el fenómeno con “una concentración de millones de cocuyos (luciérnagas) que se reúnen en el Catatumbo cada noche para rendirle tributo a los padres de la creación”. Otras tribus como los Yucpas y los Wayúu lo atribuyen a la presencia de espíritus de guajiros caídos que resplandecen como una especie de mensaje, refiriéndose al fenómeno como el "terno resplandor en las alturas".
El primer escrito donde se menciona al Relámpago del Catatumbo fue el poema épico “La Dragontea” de Lope de Vega, publicado en 1597. La Dragontea narra la derrota del pirata inglés Francis Drake por el alcalde Diego Suárez de Amaya. De hecho, son numerosas las batallas navales en las que la victoria se atribuye a la iluminación del “Faro de Maracaibo”
La primera descripción científica se la debemos al naturalista y explorador prusiano Alexander Von Humboldt, quien describe el fenómeno como “explosiones eléctricas que son como fulgores fosforescentes…”.
El relámpago del Catatumbo es admirado por la sociedad venezolana, en especial en el estado noroccidental del Zulia, el cual incluye un rayo en su escudo oficial para simbolizar dicho fenómeno. También la letra del himno del Estado Zulia incluye una estrofa que hace referencia a este fenómeno: "La luz con que el relámpago / tenaz del Catatumbo / del nauta fija el rumbo / cual límpido farol"
Hoy en día cumple un importante papel turístico en una región en la que prosperan las cabañas junto al lago para observar el espectáculo.
12 diciembre 2020
Bir Tawil - Sudán del Norte
Jeremiah Heaton sosteniendo la bandera de su nuevo reino
Bir Tawil ("pozo de agua", en árabe) es un territorio desértico de 2.000 kilómetros cuadrados en la frontera entre Egipto y Sudán que no pertenece a ninguno de los dos países. Este páramo es tan yermo e inútil que ambos países se niegan a reconocerlo como parte de su territorio y es quizá el último territorio continental considerado Terra Nullius en todo el mundo.
En Bir Tawil solo hay arena y rocas, es un árido pedregal donde no crecen ni los cactus, sin habitantes ni infraestructura de ningún tipo, desde hace más de 100 años ha estado todo este tiempo en un limbo. Permanece sin reclamar debido a que, tanto Egipto como Sudán, lo consideran parte del territorio del vecino. Pero, ¿como es esto posible? ¿por qué un país rechazaría un terreno con el que expandir sus fronteras? Esto es debido a los tratados internacionales de delimitación de fronteras que los británicos aplicaron entre 1899 y 1902: estos tratados delimitaban las fronteras de Egipto y Sudán, hasta entonces bajo soberanía británica, si estos dos países tienen un conflicto fronterizo en regiones distintas, reclamar uno de los territorios implica automáticamente considerar al otro lugar en disputa como parte del país vecino. En este caso, tanto Egipto como Sudán llevan años peleando por el Triángulo de Hala'ib una zona en la que se están descubriendo numerosos yacimientos petrolíferos, esto implica que para hacer más legítima su reclamación, ambos países cedan "generosamente" Bir Tawil a su vecino.
Ubicación de Bir Tawil y el Triángulo de Hala'ib
Pero vamos con la parte más maravillosa de esta historia... Jeremiah Heaton, era un anónimo policía de Virginia de 38 años, padre de tres hijos. Un buen día, en una de esas típicas charlas inspiradoras entre padres e hijos, le comentó a su hija Emily (entonces con 6 años) que si se lo proponía, podía llegar a ser cualquier cosa que quisiera en la vida:
- E: ¿Cualquier cosa?
- J: ¡Cualquiera!
- E: Entonces... ¿Puedo ser una princesa?
- J: Por supuesto!!
Jeremiah asintió convencido, pero en lugar de olvidarse inmediatamente de la intrascendente conversación y seguir leyendo su periódico, éste padre se lo tomó en serio, muy en serio... Durante una temporada se informó de las condiciones geopolíticas necesarias para encontrar un pedazo de tierra aun sin reclamar, buscó en Google y encontró las dos únicas Terra Nullis que quedaban: Marie Byrd en la Antártida y Bir Tawil.
Inasequible al desaliento, Jeremiah le pidió a Emily y a sus otros dos hijos que diseñaran una bandera para su nuevo reino (que resultó ser sospechosamente parecida a la de Virginia, su estado natal), reservó un vuelo hasta Egipto, no paró hasta que las autoridades le dieron permiso para adentrarse unas horas en Bir Tawil, se unió a una caravana de mercaderes y tras catorce horas de tortuoso viaje por el desierto, el 16 de junio de 2014 (el día del séptimo cumpleaños de Emily) procedió a tomar posesión del desértico enclave: llegó a la zona con la ayuda del GPS, plantó el estandarte familiar en lo alto de una colina y se autoproclamó rey del nuevo país, convirtiendo así a Emily en la primera princesa de "Sudán del Norte".
Emily, princesa de Sudán del Norte, junto a la bandera nacional
- El territorio no debe ser reclamado por ningún estado, ésta es la parte más sencilla.
- La familia real debe ocupar efectivamente el territorio, una mudanza que ahora mismo es inviable para la familia Healton
- El nuevo territorio debe ser reconocido por sus vecinos y por la ONU
Suyash I muestra su bandera para Bir Tawil
Por si la historia no fuese suficientemente peculiar, en 2017, dio un giro argumental propio de "Juego de Tronos". Suyash Dixit, un informático indio viajó hasta Bir Tawil y reclamó el territorio mediante una declaración pública:
"Yo, Suyash Dixit, el primero de mi nombre y el protector del reino, me declaro monarca del reino de Dixit. Desde hoy me llamaré Rey Suyash I y declaro esta tierra no reclamada de Bir Tawil como mi país hasta la eternidad."
Islas Trobriand - Papúa Nueva Guinea
El archipiélago de las islas Trobriand (llamadas oficialmente islas Kiriwina) es un grupo de atolones de coral en el Mar de Salomón, pertenecen a la provincia de Milne Bay (Papúa Nueva Guinea). La mayor parte de sus 12.000 habitantes viven en la isla de Kiriwina, donde se encuentra el poblado de Losuia, la cabecera del gobierno local.
Al comienzo de la primera guerra mundial, el antropólogo austrohúngaro Bronisław Malinowski llegó a Papúa y se dirigió a las islas Trobriand para realizar un estudio antropológico sobre sus habitantes. Sus descripciones del sistema de intercambio kula, la religión, la magia, la agricultura y las prácticas sexuales de los trobriandeses, plasmadas en su libro "Los argonautas del Pacífico Occidental", se convirtieron en el paradigma de la etnografía moderna. Fascinado por las costumbres de este pueblo, Malinowski publicaría en 1929 el libro "La vida sexual de los salvajes del noroeste de la Melanesia", en donde describe las islas Trobriand como un paraíso con gran libertad sexual. Este relato sería mitificado y exagerado por publicaciones como Playboy o National Geographic, haciendo que el archipiélago pasase a ser conocido como “las Islas del Amor”.
Debemos ser cautos con este relato, muy influenciado por la sorpresa del autor al conocer las insólitas tradiciones de la isla. Las mujeres de un puñado de aldeas de la isla tenían como costumbre asaltar a los hombres de otros poblados cuando se ponían al alcance de su vista. Según el relato de un perplejo Malinowski:
"El hombre se convierte entonces en juguete de las mujeres, que se entregan con él a toda clase de violencias sexuales y crueldades obscenas, cubriéndole de inmundicias y maltratándole de mil maneras... Algunas mujeres cubren el cuerpo del hombre con sus excrementos y orina, atacando con preferencia el rostro, que mancillan cuanto pueden”.
Teniendo en cuenta que muchas de estas tradiciones se exageraron y que muchas de las que fueron verdad en su día, se han perdido o diluido con el paso del tiempo, veamos algunos de los rasgos más llamativos de estas peculiares islas:
- Las Islas Trobriand tienen una estructura social matrilineal, es decir, dan un papel preponderante al predominio de la línea materna. El parentesco sigue únicamente la linea materna; de ella depende la adscripción al grupo familiar y la sucesión de los bienes y propiedades. Suegras y madres son la cabeza de la familia y la figura principal de autoridad. El padre de los niños queda relegado a un segundo plano y el hermano de la esposa es el que hace muchas veces de guía para los niños. En la mayoría de los casos, el padre no llega a conocer a su hijo hasta pasadas seis semanas después del parto, en las que la madre se recupera resguardada en la choza. A partir de entonces, el padre se encargará del pequeño tanto como la madre, pero nunca será reconocida su paternidad.
- Todavía hoy en día, los trobriandeses no creen que exista una relación entre sexo y embarazos, y sostienen que la mujer es fecundada por espíritus de la isla vecina de Tuma, donde viven los espíritus de las personas muertas. Cuando una mujer queda embarazada, se considera que su esposo o pareja fue sólo una especie de conducto por el que el verdadero padre, un baloma o espíritu, la preñó. Y es que los trobiandeses niegan al semen cualquier papel en la procreación: la mujer se queda embarazada cuando un niño-espíritu se introduce, trepando, en su vagina; el padre tan sólo ensancha el camino.
- Las parejas pueden tener tantas relaciones sexuales como se deseen antes del matrimonio. Sin embargo, no les está permitido compartir comida. Eso es algo reservado para después de la boda.
- Las relaciones extramaritales son situaciones toleradas entre los isleños. Incluso existen chozas llamadas bukumatula, donde los amantes pueden quedar para tener encuentros discretos.
- Al contrario de lo que pasa en Occidente, las parejas no ponen cuidado alguno en sus relaciones sexuales: si sus hijos pequeños los observan, no tienen problema ni pudor alguno, tampoco hacen nada por evitar este tipo de situaciones.
- Tanto hombres como mujeres tienen una visión del sexo muy amplia y libre. Las chicas demandan sexo tanto como los hombres. En esta sociedad existe una regla que sería la envidia de toda mujer: el hombre no termina (es decir, no eyacula) hasta que su pareja ha quedado por completo satisfecha. Es casi un acto de honor.
- Los niños comienzan a tener relaciones sexuales a una edad muy temprana: entre los 6 y 8 años de edad las niñas, y de 10 a 12 años los chicos, todo ello sin ningún tipo estigma social. Desde temprana edad, los cortejos no se hacen esperar, los pequeños varones hacen regalos a las niñas (animales, insectos y flores raras) para comenzar un juego de seducción con el que crecen acostumbrados. A causa de ello, las niñas conocen los métodos anticonceptivos tan pronto como puedan entender las instrucciones de sus madres. Esto no quita que de vez en cuando se presenten casos de embarazos a temprana edad. Esto no supone problema alguno; las familias se hacen responsables del bebé y no hay reproches hacia la joven madre.
- Una vez que los hijos alcanzan los 12 o 14 años de edad, son separados de sus hogares para instalarse en una casa de solteros o viudos en la que podrán vivir su sexualidad de manera libre y autónoma.
- Un hombre blanco no tendría suerte con las lugareñas, ya que para ellas la piel banca es sinónimo de fealdad. Desgraciadamente, en los últimos años se han disparado los índices de VIH (supuestamente, el virus fue introducido por turistas australianos).
- En estas islas no existe el dinero, las transacciones comerciales se hacen con yams (una especie de tubérculo) y hojas de plátano.
- Las guerras interétnicas fueron prohibidas por las autoridades coloniales, por lo que los trobriandeses desarrollaron una modalidad de críquet caracterizada por su extrema violencia. Toda disputa política suele arreglarse con un partido de esta agresiva variante del críquet.
- En las Islas Trobiand podemos encontrar el kula, un sistema de intercambio ceremonial en que los participantes viajan kilómetros en sus canoas para intercambiar objetos previamente acordados con otros pobladores de otras islas. Los objetos intercambiados suelen ser el soulawa (un collar de conchas roja) y el mwalli (brazaletes con pequeñas conchas blancas). El circuito del Kula era muy amplio e implicaba a individuos de hasta dieciocho comunidades isleñas del archipiélago que forjaban alianzas y vínculos mediante estos trueques sin trasfondo económico.
Mas allá del mito, en los últimos años las islas Trobriand se han vuelto un campo de estudio fascinante en el campo de la psicología. Un reciente estudio de la Universidad Autónoma de Madrid ha demostrado que en Trobriand, solo el 58% de los habitantes asocian la sonrisa a la alegría, un 46% reconoce la tristeza, solo un 31% el miedo, el 25% el asco y tan solo el 7% de los lugareños consigue vincular un rostro ceñudo con el enfado. Según esto, las emociones no son universales; serían un rasgo cultural, no biológico como se venía pensando hasta hace poco. El descubrimiento es mayúsculo en su campo, durante años el psicólogo estadounidense Paul Ekman (asesor científico de la película Inside Out) ha sido unos de los principales impulsores de la llamada Tesis de la Universalidad, según la cual, existen cinco emociones (alegría, tristeza, enfado, miedo y asco) cuyos gestos serían reconocibles por cualquiera de los habitantes de la Tierra.
La Calzada del Gigante - Irlanda del Norte
Irlanda es un país rebosante de misticismo y leyendas, sin embargo, hay un lugar que destaca sobre todos los demás… la Calzada de los Gigantes es la joya del patrimonio natural y el lugar más visitado de Irlanda del Norte. El contraste entre estas negras formaciones de basalto, el violento mar, el verde de la isla y la atmósfera plomiza propia del clima irlandés, han hecho de este paraje un lugar recurrente en los mitos y cuentos celtas, y un destino imprescindible para quienes visitan Irlanda del Norte.
Situada en la costa nororiental de Irlanda, en el condado de Antrim, fue descubierta en 1693 y declarada Patrimonio de la Humanidad en 1986. Se trata de una formación compuesta por unas 40.000 columnas hexagonales de basalto que probablemente se formó por el enfriamiento rápido de la lava procedente de una cráter o una caldera volcánica.
Cuenta la leyenda que hace muuucho tiempo, en esta región vivían dos gigantes en eterna disputa; por un lado estaba el héroe Finn, también conocido como Fionn Mac Cumhail en otros relatos, que habitaba el condado norirlandés de Antrim, y por otro lado su archienemigo, el aun más gigante Benandonner que vivía en la isla escocesa de Staffa.
Ambos seres tenían una enorme rivalidad, 150 Km. de gélido mar los separaban, pero eso no les impedía pasarse el día tirándose grandes rocas el uno al otro. Tal era su empecinamiento, que finalmente lograron formar una larga calzada de piedras que unía la costa de Irlanda con el lejano archipiélago escocés de las Hébridas Interiores.
Un buen día, Benandonner se cansó de tirar proyectiles y decidió cruzar el mar para romperle la cara a Finn en persona. Decidido, el gigante se encaminó hacia el sur caminando sobre la calzada que ambos habían formado con su correspondencia de piedras. Finn era valiente, pero no era tan estúpido como para pegarse con un gigante escocés mucho mayor que él, así que hizo lo que haría cualquier héroe sensato, correr a esconderse en su casa y pedir ayuda a su mujer.
Finn y Benandonner intercambian correspondencia
La buena mujer, llamada Oonagh, decidió poner un poco de cordura en la disputa y acabar con tanta tontería. Mientras abroncaba a su marido por meterse en líos innecesarios, lo disfrazó de bebé con ropas de su talla. Tumbado en una gigantesca cuna, Finn observaba como su mujer preparaba numerosos pasteles, una parte los dejó junto a la cuna, mientras que el resto los sirvió en una bandeja y los rellenó con hierro.
Cuando Benandonner llegó clamando venganza se encontró con que no había rastro de Finn. "Ha salido un momento, te presento a su hijo" le dijo Oonagh mientras señalaba a un bebé descomunal que tragaba pastelitos en su cuna. Benandonner miraba preocupado el tamaño del bebé cuando la amable mujer le ofreció unos pastelitos para amenizar la espera. Al masticar el primer pastelito, Benandonner tuvo que escupir varios dientes... en su cabeza empezaban a surgir muchas dudas: "a lo mejor no es tan buena idea pegarme con un rival cuyo hijo recién nacido es de este tamaño y come pasteles más duros que una piedra sin necesidad dientes". Sin perder un instante, Benandonner salió de la casa con la primera escusa que se le ocurrió y huyó despavorido por el mismo camino por el que había llegado.
En su huída, Benandonner trató de destruir la calzada a base de pisotones, por si a Finn se le ocurría hacerle una visita, pero hubo un tramo en la costa que no pudo destruir con las prisas, ese tramo es lo que hoy conocemos como la Calzada de los Gigantes.
Cuenta la ciencia que hace muuucho tiempo (unos 60 millones de años), en esta región existía un gran volcán del que hoy no queda ni rastro. Dicho volcán entró en erupción en un momento dado y una gran lengua de lava y roca fundida descendió hacia el mar. Sin embargo, la erupción cesó de repente y la lava se enfrió rápidamente formando unas 40.000 columnas hexagonales de basalto. Este proceso geológico permite que al enfriarse rápidamente la lava procedente de una colada o una chimenea volcánica, ésta cristalice sin la presión propia de otras rocas ígneas, formando cristales muy pequeños de basalto. Estos peculiares adoquines desaparecen bajo el mar para reaparecer de nuevo varios kilómetros al norte, en la isla de Staffa.
Mina de diamantes Mir - Rusia
La mina Mir (“Paz” en español), también conocida como mina Mirny, es una antigua explotación a cielo abierto de diamantes en Rusia, actualmente inactiva, está ubicada junto a la ciudad de Mirny, en la república de Sajá, Siberia Oriental.
Se trata de un yacimiento de kimberlita con 525 metros de profundidad y 1.200 de diámetro, unas dimensiones que la convierten en el segundo mayor agujero excavado del mundo y la mayor mina de diamantes de Rusia. Está prohibido volar sobre la mina, el espacio aéreo sobre el agujero está cerrado a los helicópteros debido a accidentes previos en los que los fueron succionados hacia el fondo por el flujo de aire.
Al llegar a la ciudad Mirny lo que más llama la atención es su mina a cielo abierto, con más de un kilómetro de diámetro, da nombre a la ciudad y articula toda la actividad de esta región siberiana situada al oeste de la República de Sajá (Yakutia), también conocida como la “capital de los diamantes” en Rusia.
Se la considera una ciudad progresista y tolerante, en Mirny da igual tu origen o etnia, solo importa que hagas bien tu trabajo. Todos los años llegan jóvenes procedentes de todas partes del mundo que buscan enriquecerse en la “capital de los diamantes”. Quienes adoren trabajar duro es probable que logren un nivel de vida relativamente alto para la media rusa, sin embargo el exceso puede llevar a fatales accidentes; como dice los yakuzos “a los diamantes les gusta trabajar, pero no les gusta la avaricia”. En 2017, una inundación en las galerías subterraneas (desde hace años ya no se explota a cielo abierto) causó la desaparición de 9 mineros.
Gran parte de Mirny vive asomada al abismo
Mirny se construyó en la década de los 50, cuando se encontraron en Yakutia grandes yacimientos de diamantes y comenzó su explotación industrial. Es la típica ciudad de crecimiento rápido enfocada en una sola industria, Casi todos sus ciudadanos trabajan en las minas de la empresa ALROSA, una de las empresas extractoras de diamantes más grandes del mundo y que en breve será privatizada, según un reciente anuncio del gobierno.
ALROSA produce más diamantes en bruto que cualquier otra compañía del mundo, sin embargo, esto no acaba de repercutir en sus trabajadores... todos los diamantes son propiedad del Estado y su producción está muy bien controlada, es prácticamente imposible llevarse a casa diamantes extraídos en la mina. Existe una fuerte estratificación social en la empresa, los salarios no son muy elevados, es muy difícil progresar profesionalmente y continuamente se recortan las prestaciones sociales de los empleados para ahorrar gastos, si te quejas te despiden.
Al tratarse de uno de los lugares de trabajo más remotos del mundo, los precios de los alimentos son elevados y su calidad muy mejorable. El transporte público es muy caro también, es una región muy aislada en la que cuesta mucho tiempo y dinero desplazarse hasta Moscú. Hay un gran déficit de especialistas que no sean de la industria minera, fuera de la minería los salarios son bajos, especialmente en funcionarios, por lo que apenas hay buenos doctores o profesores. Un profesor suele ganar unos 19.000 rublos al mes (unos 300 dólares), claramente insuficiente para los elevados precios de la ciudad, esto obliga a muchas familias de aparentemente clase media, a vivir en barracones de madera y quedarse sin vacaciones o sin poder salir de la ciudad durante años.
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SS Baychimo
El SS Baychimo, también conocido como "El barco fantasma del Ártico", era un carguero británico de 1.300 toneladas y 70 metros de eslora que tenía su base en la ciudad canadiense de Vancouver. Estaba revestido de acero para evitar accidentes durante sus viajes a través del hielo polar, este revestimiento le ha permitido convertirse en el barco fantasma más longevo o por lo menos, el que más tiempo ha permanecido a flote. Desde 1931, ya sin marineros a bordo, el barco se mantuvo a flote los siguientes 38 años. Esquimales y otras embarcaciones han avistado el barco en numerosas ocasiones, siempre vagando sin rumbo, la última ocasión, en 1969, apareció atrapado en las heladas masas de Alaska. El SS Baychimo fue botado en 1914, en Gotemburgo, Suecia, para la flota de Hamburgo. Fue utilizado en el comercio de las rutas entre Hamburgo y Suecia hasta la Primera Guerra Mundial. Al finalizar el conflicto, fue transferido a Gran Bretaña como parte de las reparaciones de guerra de Alemania por los daños ocasionados, y posteriormente vendido a la "Compañía de la Bahía de Hudson" en 1921. Se le dio el nombre de SS Baychimo, completando nueve viajes a lo largo de la costa norte de Canadá, su cometido principal era la recolección de pieles en las poblaciones inuits locales (Isla Victoria) para su posterior comercio en Escocia. El 1 de octubre de 1931, al final de una travesía de comercio y cargado de pieles, el SS Baychimo quedó atrapado en el hielo de Alaska. La tripulación abandonó brevemente la nave por motivos de seguridad, refugiándose durante dos días en la ciudad de Barrow, a un kilómetro del lugar. Sin embargo, cuando la tripulación regresó el barco, éste se había liberado de los hielos y flotaba a la deriva sin rumbo ni tripulación.El barco fue avistado de nuevo el 8 de octubre, se había adentrado en el hielo quedando encallado de nuevo. El 15 de octubre, la «Compañía de la Bahía de Hudson» envió aviones para recuperar a la tripulación del SS Baychimo, pero el capitán y otros 15 marineros decidieron quedarse junto al barco con la intención de esperar a que pasase el invierno. Construyeron un refugio de madera a poca distancia del barco y esperaron a que el tiempo mejorase, pero no mejoró... El 24 de noviembre, amaneció con una gran tormenta de nieve, cuando la ventisca amainó, no había rastro alguno del SS Baychimo. El capitán supuso que el buque se había hundido durante la tormenta; sin embargo, días más tarde un cazador de focas inuit reportó haber visto al carguero a unos 72 kilómetros de allí. Los tripulantes viajaron hasta el lugar y efectivamente encontraron la nave en el lugar indicado, pero pensaron que era poco probable que sobreviviera al invierno, así que se llevaron las pieles más valiosas de la bodega para su transporte por vía aérea y finalmente la abandonaron a su suerte. Inesperadamente, el SS Baychimo no se hundió, y en las siguientes décadas fue avistado en numerosas ocasiones:
La última foto que se conserva del SS Baychimo, tomada en 1969 por un rompehielos A pesar de que todo apunta a que el barco ya debería estar hundido, en 2006 el gobierno de Alaska comenzó una investigación para determinar si seguía a flote (los barcos a la deriva suponen un gran peligro para la navegación), si se había vuelto a quedar atrapado en el hielo o si definitivamente se había hundido. A día de hoy seguimos sin respuestas, pero el caso del SS Baychimo es un gran ejemplo de lo que puede llegar a aguantar un barco no tan moderno (ha cumplido 100 años) si su revestimiento está adaptado al hielo. + info: Wikipedia - Col2 - Narcolepticos |
La Isla de las muñecas - México
La Isla de las Muñecas, es una pequeña chinampa (un tipo de cultivo mesoamericano consistente en balsas cubiertas por tierra) situada en la Laguna de Teshuilo, en los canales de Xochimilco, a unos 20 kilómetros al sur de la Ciudad de México. La isla fue decorada durante años con muñecas rotas que cuelgan de las ramas de los árboles, construcciones cubiertas de telarañas e insectos y numerosos fetiches desfigurados. Esta siniestra decoración, que el dueño usaba para protegerse de los malos espiritus, hizo que el lugar empezase a ser conocido como "la isla de las muñecas" ya desde la década de los 50.
Esta peculiar isla era originalmente propiedad de don Julián Santana Barrera, quien vivió aquí durante más de 20 años. Julián siempre fue un tipo humilde y retraído; todos los días bajaba al Barrio de la Asunción con su carretilla para vender lo que plantaba en su pequeña isla. Tras vender sus hortalizas, bebía pulque en alguna de las cantinas del pueblo y regresaba a su isla sin llamar la atención; apenas hablaba con nadie y nunca permanecía mucho tiempo fuera de la chinampa.
Un buen día algo cambió, Julián preocupado por las supersticiones comenzó a predicar la Biblia y a pregonar la palabra de Jesús por las esquinas del pueblo. Esto no fue bien recibido por los vecinos, que veían como una blasfemia que alguien pregonara sin ser sacerdote; después de propinarle varias palizas sin éxito, los vecinos optaron por abordar el problema con otro enfoque y expulsaron a Julián del sector.
Con el tiempo dejaron de ver a Julián, en ocasiones aparecía rebuscando en las basuras de la ciudad, hasta que al final terminó por desaparecer completamente de la vida pública. Su sobrino Anastasio le vendía las hortalizas en el mercado; según su relato, una joven falleció ahogada enredada entre los lirios del canal y su cuerpo fue encontrado por su tío Julián a la orilla de sus terrenos. Desde entonces, Don Julián comenzó a experimentar situaciones inexplicables, oía voces, pasos y lamentos de mujer... aterrorizado, decidió llenar la isla de muñecas para “espantar a los espantos”. Durante años, Don Julián fue recogiendo todas las muñecas que encontraba en la basura o flotando por los canales de Cuemanco, con la esperanza de que este ejercito de muñecas ahuyentase el alma de la joven.
A pesar de todos sus esfuerzos por protegerse, Don Julián terminó muriendo en el mismo lugar donde encontró a la joven ahogada años antes... Fue a principios de Abril de 2001, ese día el anciano se acercó al canal para pescar como acostumbraba; antes de salir le comentó a su sobrino Anastasio que una sirena se lo quería llevar, le tranquilizó diciéndole que tenía un truco para evitarlo, por lo visto Julián cantaba en su barca para evitar que el espíritu lograse su objetivo. El sobrino, probablemente acostumbrado a las historias de su tío, se fue a cuidar las vacas; cuando regresó, ya no había nada qué hacer: Julián había muerto de un infarto y había caído al canal. a pesar de su extraña vida, Julián pasó a ser recordado en los canales de Cuemanco durante mucho tiempo.
Aun con Julián en vida, su costumbre de recolectar muñecas y colgarlas en los árboles, llamó la curiosidad de un número creciente de visitantes que pasaban por la chinampa. Julián permitía el acceso a cualquiera que se acercase, sobre todo a los más jovenes; como agradecimiento los visitantes le obsequiaban nuevas muñecas y su colección aumentó cada vez más. Sin llegar a ser todavía un lugar turístico, la isla comenzó a ser considerada un amuleto para algunas personas, cada vez más visitantes pedían protección a las muñecas contra los malos espíritus o las rezaban para que mejorasen sus cosechas.
En 1943, el cineasta mexicano Emilio el Indio Fernández filmó ahí la película María Candelaria, desde entonces numerosos canales internacionales y locales han informado sobre la isla. En 1987 se realizó un rescate eco turístico y se recuperó la isla, en gran parte invadida por el lirio acuático. Desde entonces y muy especialmente tras la muerte de Don Julián, la chinampa se convirtió en un lugar de gran afluencia turística.
La isla de las Muñecas se encuentra a hora y media del Embarcadero Cuemanco. La única manera de llegar a ella es mediante trajinera. La mayoría de remeros están dispuestos a transportar personas a la isla, pero también hay quienes se niegan por las supersticiones.
Actualmente, además de centenares de muñecas colocadas por todas partes, la isla contiene, también, un pequeño museo con algunos artículos de diarios locales sobre Don Julián y la isla. Hay una tienda y tres habitaciones, una de las cuales parece haber sido utilizada como dormitorio. En dicha habitación se encuentra la primera muñeca que Julián recogió, así como Agustinita, su muñeca favorita.
Algunos de los visitantes colocan ofrendas alrededor de esta muñeca a cambio de milagros y bendiciones, algunos otros le cambian la ropa y la mantienen a modo de adoración.
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Gangkhar Puensum - Bután
Gangkhar Puensum, cuyo nombre significa Pico Blanco de los Tres Hermanos de Espíritu, es la montaña más alta jamás escalada. No se trata de un pico cualquiera, con sus 7.570 metros de altura, es la cumbre más alta de Bután y ocupa el puesto nº 40 en la lista de las montañas más altas del mundo. Pero, si hay tremendas colas para llegar a lo más alto del Everest… ¿Cómo es posible que esta remota cima aun permanezca virgen?
Gangkhar Puensum se encuentra en medio de la conflictiva y difusa frontera entre Bután (un país en el que el 98,8 % de su superficie es montaña) y el Tíbet (es decir China). Desde hace años, existen una disputa entre las autoridades butanesas y chinas sobre la localización exacta de la montaña: Bután reclama que le pertenece íntegramente mientras que China alega que la frontera entre ambos países pasa por este macizo. En todo caso, es una región de acceso complicado y no exenta de refriegas fronterizas, un lugar poco recomendable para el viajero por muchas razones, una de ellas la política tradicional de este estado asiático, muy reacio a recibir visitantes extranjeros con sus perniciosas influencias.
Su gran altura y su magnífica prominencia de 2.995 metros (similar al Manaslu o al Annapurna y mayor que la de otros ochomiles) la convierten en todo un desafío para el alpinismo. Gangkhar Puensum es a día de hoy el pico virgen más alto del mundo, seguido por Labuche Kang Este, Karjiang y Nangpai Gosum II (recientemente coronado por el alemán Jost Kobusch)
Sin embargo no son muchas las expediciones que se han atrevido con esta montaña. El Gangkhar Puensum fue medido por primera vez en 1922, pero los mapas de la región no son del todo exactos y la montaña aparece en diferentes localizaciones y con alturas distintas dependiendo de la fuente. La exactitud de los mapas es tan pobre que el primer equipo que intentó la subida fue incapaz de ni tan siquiera encontrar la montaña.
En 1983 el gobierno de Bután tomó la decisión de abrir el país a los alpinistas esperando obtener unos jugosos ingresos gracias al turismo. Esta decisión causó un gran malestar entre los habitantes de este pequeño país en el corazón del Himalaya, muchos de ellos creen que en las cimas de las montañas es donde habitan los dioses, y que los humanos no deberían molestarles.
- Una expedición estadounidense fue la primera en lanzarse a por la conquista del Gangkhar Puensum en 1985. Esta expedición era una especie de Dream Team con algunas de las figuras más respetadas del alpinismo; sin embargo, no fueron capaces de sortear la burocracia butanesa... Las autoridades les dieron permiso para intentar escalar la montaña por la arista este-sureste, accediendo a ella desde el valle del Chamkar Chu; desde esta cuenca hasta el pico hay unos 10-15 km y los alpinistas no lograron encontrar ningún paso por el que poder acceder a la base de la montaña. Finalmente, el gobierno se negó a modificar el permiso y la expedición tuvo que regresar sin siquiera intentar el ascenso.
- En septiembre de ese mismo año, una expedición japonesa liderada por Michifumi Ohuchi lo volvió a intentar. Trataron de ascender por la arista sur, en donde encontraron numerosas dificultades y peligros. Se quedaron muy cerca de montar el campamento a 6.880 metros de altura, pero tuvieron que retirarse cuando uno de sus integrantes sufrió un edema pulmonar.
- Otras dos expediciones lo intentaron en 1986. En agosto un equipo austriaco intentó completar la ruta japonesa, llegaron a los 6.600 metros de altura pero tuvieron que abandonar debido al riesgo de avalanchas. De los 21 días que pasaron en el campamento base, sólo hubo dos en los que dejó de nevar.
- El último intento se produjo en octubre de 1986, cuando una expedición internacional liderada por Steve Berry tuvo que detenerse al llegar a los 6.850 metros de altura. En esta ocasión, fue el viento el que frenó su avance. La falta de provisiones (los yaks no podían llegar hasta la zona debido a la nieve profunda) les obligó a abandonar y finalmente fueron evacuados por un helicóptero del ejército indio.
Puerto de Moynaq, Mar de Aral - Uzbekistán
Moynaq era una animada ciudad portuaria en la república autónoma de Karakalpakia, al noroeste de Uzbekistán. Se trata de el único puerto de un país sin litoral, por lo que tradicionalmente siempre ha gozado de una próspera industria basada en gran medida en la pesca, las conservas y los astilleros. Esta industria llegó a dar empleo y sustento a unas 60000 personas, sin embargo, a partir de la década de los 80s, la ciudad comenzó un lento e imparable declive que continua hoy en día ¿por qué cayó en desgracia toda esta región?
Situada estratégicamente a orillas del Mar de Aral, toda la actividad económica de esta ciudad giraba en torno a una línea de costa que hoy se encuentra a 150 Km. de distancia. En las afueras de la ciudad, los cascos oxidados de los barcos pesqueros dan testimonio de que en este desierto, hubo una vez un mar.
La ciudad de Moynaq (Мўйноқ) comparte muchas similitudes con su vecina Aral, en Kazajstán, ambas eran ciudades portuarias junto a las costas del mar de Aral, un mar que en realidad era un lago interior, el cuarto lago más grande del mundo en su momento.
Las dos ciudades se encontraban bajo el auspicio de la Unión Soviética en la década de 1960, cuando los dos principales afluentes del Mar de Aral, los ríos Amu Daria y Sir Daria, fueron desviados para tratar de convertir Asia Central en una zona productora de algodón y cereales. Los proyectos de irrigación soviéticos optaron por drenar los ríos que alimentaban el Mar de Aral para apoyar la creciente industria de algodón; sin embargo, en un mundo con recursos finitos, el ascenso de una región suele implicar el deterioro de otras zonas, en este caso la caída de todos los pueblos que rodeaban el Mar de Aral. Cuanta menos agua llegaba al lago, más fácil resultaba que el sol la evaporase. Esto provocó un imparable descenso del nivel del mar que llegó a ocupar tan solo un 10% de su tamaño original.
La línea de costa comenzó a bajar, alejándose a pasos agigantados cada año. Al igual que Aral, en el lado kazajo del mar, la población de Moynaq comenzó a descender, y sus habitantes comenzaron a sufrir diversas enfermedades. La ciudad, que siempre se había apoyado en la pesca para sostener su economía, y que incluso llegó a tener cierto renombre como centro de procesado de pesca y conservas, veía impasible como su sustento se evaporaba, hasta que un buen día, el mar dejó de verse en el horizonte.
A medida que el mar se redujo, la pesca excesiva y sin control se volvió la práctica habitual agravando aun más el problema. Además, el agua que quedaba tenía una gran salinidad debido a una mayor concentración de sustancias solubles por la elevada tasa de evaporación, la salinidad del mar aumentó desde los 10 g/l hasta unos insostenibles 45 g/l con lo que el hábitat de numerosas especies colapsó causando su progresiva desaparición. Entonces la gente comenzó a morir...
Las autoridades soviéticas, que expandieron la industria de algodón de Uzbekistán y Kazajstán, no contaban con que los herbicidas y pesticidas empleados en las nuevas plantaciones se verterían en los ríos aledaños y terminarían por desembocar en el mar de Aral. A medida que el mar se secó, los químicos tóxicos de la industria del algodón quedaron expuestos sobre el lecho marítimo. Estas sustancias fueron propagadas a la atmósfera por las frecuentes tormentas de arena y acabaron siendo inhaladas por los habitantes de una vasta región.
Ante la perspectiva del desempleo y una esperanza de vida desalentadora, muchos optaron por irse. Algunos pocos resisten, como la gente de Karakalpak, que ha vivido en la zona durante más de mil años; de hecho el gobierno uzbeko jamás reconoció un descenso en la población, hoy en día ya no se hacen censos y la zona ha sido calificada como "arrasada por un desastre ecológico" por el propio gobierno uzbeko.
Quienes aun habitan esta región se enfrentan a un ambiente hostil sin incentivos: los veranos son más calurosos y los inviernos más fríos (el mar ya no modera el clima continental), las tormentas de polvo tóxico del lecho marino envenenan los pulmones de sus habitantes mientras los niños persiguen a los turistas (el último sustento de la ciudad) sin ser conscientes de que probablemente sean la última generación que vive en este lugar estéril que una vez sostuvo a decenas de miles de personas.
El Mar de Aral, situado en Asia Central, entre Uzbekistán y Kazajistán, llegó a tener una superficie de unos 67.300 kilómetros y sus poblaciones pesqueras suministraba una sexta parte de todo el pescado que se consumía en la Unión Soviética. El mar fue perdiendo flujo a medida que los ingenieros de la URSS desviaban los ríos que lo alimentaban para nutrir las secas estepas, con el objetivo de crear enormes campos de arroz, algodón y otros cultivos. Con el auge de la producción de algodón llegaron los problemas, problemas que el Kremlin se negó a reconocer. La población local se quejó durante años, pero las autoridades no escucharon sus llamadas de alerta. Los pescadores optaron entonces por colocar varas con marcas en el lago para demostrar que la costa estaba desapareciendo, tampoco sirvió de nada...
Hoy en día, donde antes había agua, solo queda arena. Lo que una vez fue el cuarto lago más grande del mundo ha quedado reducido a un 10% de su superficie original, en el camino se ha perdido una superficie hídrica del tamaño de Irlanda. El llamado Mar de Aral, en Asia Central, está prácticamente seco y en su lugar ha quedado un gran desierto llamado Aralkum (Orol choʻli) jalonado por pequeños lagos con mayores o menores posibilidades de subsistir. El ecosistema original del mar de Aral se considera actualmente colapsado según los criterios de la Lista Roja de Ecosistemas de la UICN
No ha sido algo repentino, ni imprevisto, organizaciones defensoras del medioambiente y expertos llevan años alertando del que quizás sea el mayor desastre natural producido por la mano del hombre. El colapso del mar de Aral ya fue anticipado por un informe del departamento de Medio Ambiente de Naciones Unidas, en el que se alertaba no sólo del desastre medioambiental, si no también del impacto social. Como resultado de la desertificación de las últimas décadas, millones de peces murieron y las ciudades costeras así como su prolífica industria pesquera, languidecieron hasta casi desaparecer. Esto derivó en un gran éxodo migratorio hacia zonas más prósperas.
Los ciudadanos que optaron por quedarse, viven expuestos a numerosos agentes tóxicos, a los problemas de salud derivados de un agua escasa, salada y contaminada hay que sumarle las tormentas de polvo tóxico que llegan hasta lugares tan remotos como Pakistán o el Ártico. Los habitantes de estas regiones muestran una mayor propensión a problemas pulmonares y cardiacos, reducción de la fertilidad y retraso del crecimiento. Otros estudios sobre el terreno del Instituto de Física de Uzbekistán también han mostrado un aumento significativo de ciertas formas de cáncer así como otras patologías probablemente vinculadas a cambios en el ADN.
¿Qué más podríamos añadir a este infierno? Un laboratorio de armas biológicas!! En 1948 la agencia soviética de guerra biológica (Biopreparat) decidió construir uno de sus 18 laboratorios secretos en la isla Vozrozhdeniya (Renacimiento), en el medio del Mar de Aral. Por lo visto esta gente no había recibido suficiente castigo, con el descenso del nivel del mar, la isla se convirtió en una península que rápidamente se convirtió en motivo de disputa entre Kazajistán y Uzbekistán. Todavía no se conocen los detalles concretos sobre la historia, funciones y situación actual de las instalaciones; solo sabemos que la base fue abandonada en 1992 tras la desintegración del ejército soviético y que distintas expediciones científicas han demostrado que este lugar se había utilizado para la producción, pruebas y desecho de armas biológicas. De hecho, un proyecto de cooperación internacional intentó limpiar los vertederos de carbunco.
Hace ya una década que un proyecto financiado con ayuda internacional trata de devolver la vida al Mar de Aral, sin embargo se trata de una tarea casi imposible, se requiere la cooperación de todos los países por donde transcurren los ríos que lo alimentan (en algunos casos enfrentados o con mala relación entre ellos).
En 1987 la disminución progresiva del nivel de las aguas acabó dividiendo el lago en dos volúmenes de agua separados, el mar de Aral Norte y el mar de Aral Sur, este último dividido a su vez en distintas porciones.