12 diciembre 2020

El Pueblo Sambia - Papúa Nueva Guinea

 

El pueblo de Sambia (también conocido como Simbari Anga) es una tribu de habitantes de la montaña, cazadores y hortícolas que habitan en la periferia de la provincia de las Tierras Altas Orientales, en Papua Nueva Guinea. Con una población de unos 2500 habitantes, se repartían a lo largo de un extenso territorio de selva.

Son famosos entre los antropólogos culturales por sus actos de "homosexualidad ritualizada" y sus prácticas de ingestión de semen con niños pubescentes. En estas tribus, como en otras sociedades de Melanesia, el semen es un elemento escaso y vital para todos sus individuos. En la cultura Sambia, con el semen, se transmiten los espíritus de los antepasados, se crea la vida, se desarrolla el cuerpo y se fortalece. 
La creencia de que la fuerza vital reside en el semen es relativamente común en otros pueblos y tribus de Papúa con ritos muy parecidos, como los Etoro o los Marind (también conocidos por sus prácticas caníbales)


Miembros de la tribu Marind

La edad de los individuos define una peculiar jerarquía social con marcadas diferencias entre hombres y mujeres. Las mujeres maduran de forma natural porque sus cuerpos contienen un órgano de sangre menstrual que acelera su desarrollo. Los niños en cambio no pueden madurar por sí solos, por lo que deben ingerir todo el semen posible para poder producirlo en el futuro. El resultado es que las mujeres quedan relegadas a un segundo plano al considerarse que desgastan el semen de los hombres. 

Para que los niños se conviertan en hombres en esta primitiva tribu, son separados de las mujeres a la edad de siete años y viven junto a otros hombres durante los próximos diez años. Durante estos diez años, se les perfora la piel para eliminar cualquier contaminación que les pueda haber sido transmitida por las mujeres. Por la misma razón, se les hace sangrar por la nariz regularmente y se les provocan vómitos mediante el consumo de grandes cantidades de caña de azúcar. Por si todo esto fuera poco, están obligados a ingerir el esperma de sus mayores, firmemente convencidos de que les ayudará en su crecimiento y les proporcionará fuerza. Cuando finalmente son llevados de vuelta a la tribu, se les sigue practicando el sangrado por la nariz coincidiendo con los ciclos menstruales de sus esposas.

Todo este circuito seminal se produce mediante prácticas que nosotros denominaríamos homosexuales además de pederastas (porque los niños varones son iniciados por los adultos a partir de los 7 u 8 años), y que para estas tribus constituyen un ritual de masculinización de extrema importancia, en el que el semen pasa de unos individuos a otros mediante el amamantamiento (equiparando la lactancia con las felaciones realizadas a los adultos), la cópula anal, y la cópula genital con fines procreativos. La masturbación, tal y como la entendemos nosotros, ni se plantea... implica un desperdicio de semen.

El único objetivo del sexo o del orgasmo, es extraer el semen con distintos fines: 

  • Procreación: relaciones heterosexuales para generar descendencia y felaciones que preparan el cuerpo de la mujer para poder dar leche materna. El padre debe alimentar a su esposa que tiene una capacidad natural para almacenar el fluido y convertirlo en alimento de pecho que fortalece y madura al niño. 
  • Crecimiento: el crecimiento humano se debe a la ingesta de semen, leche materna, y algunas plantas. El crecimiento masculino es debido a las inseminaciones durante su infancia. Este semen se distribuirá por el cuerpo y hará madurar la piel, los huesos y el cráneo. El semen también se acumulará en los genitales del joven y desarrollará el vello corporal y el pene, y así podrá tener contactos sexuales posteriores. 
  • Espiritualidad: los espíritus familiares más importantes y el alma son heredados del padre mediante el semen.

El antropólogo estadounidense Gilbert Herdt los describe ampliamente en sus estudios, de hecho "Sambia" es un seudónimo creado por el propio Herdt:

El ciclo iniciático de Sambia comienza cuando el niño tiene entre 6 y 10 años, y continúa en 6 etapas hasta que se convierte en padre, unos 10 a 15 años después. El enfoque principal del ritual de iniciación es transformar a los niños, considerados personas "femeninas", en feroces y fuertes guerreros "masculinos". Mediante el rito, los iniciados son "asesinados" como niños y "renacen" como hombres. Este proceso de tranformación del niño en hombre o "masculinización", les permitirá aprender muchas cosas importantes, como los riesgos de las mujeres, peligrosas y castradoras.
Los jóvenes son considerados víctimas fáciles de las mujeres, quienes los intentarán utilizar para satisfacer sus deseos sexuales; en consecuencia, a todos los niños se les advierte sobre los peligros de las mujeres, sobre todo a los adolescentes quienes podrían incluso morir si mantienen relaciones heterosexuales. El aislamiento al que les someten, impide que los jóvenes tengan relaciones sexuales con mujeres y evita que seduzcan o sean seducidos por mujeres casadas, lo cual crearía el caos y fortalecería a sus enemigos. Básicamente se les enseña a los niños que pueden vivir sin sus madres y sin mujeres a su alrededor. Lo que los niños necesitan para madurar es semen...

  • Primera etapa:

La primera etapa comienza cuando los niños son separados de sus madres para ingresar en el culto de los hombres. Esta ceremonia dura siete días, 18 rituales en los que se endurecen, se someten a pruebas y crean vínculos en el grupo de líderes... es el comienzo de un largo camino para convertirse en guerreros feroces poco después de llegar a la pubertad. El primer día caminan durante horas hasta llegar al lugar del ritual, un estanque situado en la remota "aldea pequeña". Estos chicos están a punto de pasar por arduos y dolorosos rituales:

Una multitud de hombres acorrala a los muchachos junto al estanque, el líder de guerra toma un bastón afilado y lo clava profundamente en las fosas nasales del niño hasta que sangra profusamente en el agua de la charca, un acto que es recibido por fuertes gritos de guerra. (Herdt, pág.85)

Los hombres repiten el cántico de guerra para cada niño. Si un iniciado intenta escapar será tratado todavía peor que los demás; la brutalidad es abrumadora y sorprendente. Los hombres mayores les indican a los muchachos que a continuación, los solteros copularán oralmente con ellos para hacerlos crecer. Una vez terminan las ceremonias formales, los solteros les hacen insinuaciones eróticas a los niños para tener relaciones fuera del recinto del ritual, en la oscuridad. El origen del rito, según el testimonio de los ancianos de la tribu, es que los niños no pueden madurar y convertirse en hombres a menos que ingieran semen, y concluyen con: "todos los hombres se comieron el pene"

No todos los iniciados participarán en esta actividad homosexual ceremonial, pero a lo largo de 5 días, la mayoría practicará varias felaciones. (Herdt, págs. 87-91)

  • Segunda etapa:

La segunda etapa no cambia en absoluto el estado del niño, en cierto modo es una continuación de la primera etapa. Los niños continúan absorbiendo la mayor cantidad de semen posible, lo que luego los convertirá en guerreros y líderes fuertes y feroces. 

La segunda etapa no tiene una gran diferencia significativa con la primera salvo en la recompensa alimentaria que se les da a los niños. Todos los alimentos que se suponía que debían comer los iniciados ahora no se restringen, dando lugar a un festín maravilloso, en el que los muchachos se reúnen para comer. Este es un momento para recompensar a los niños por sus esfuerzos para convertirse en hombres.

Ciertamente están empezando a entender lo que les va a pasar en el futuro y, con suerte, podrán continuar el proceso y aguantar este loco viaje de niño a hombre. (Herdt, pág.96)

Es bastante asombroso ver a hombres conocidos por su mojigatería, participar en actividades homosexuales de manera tan abierta. Los niños incluso buscan a sus solteros favoritos estimulando sus genitales. No hay duda de que los iniciados de la primera y segunda etapa acaban desarrollado cierta atracción erótica por sus inseminadores.

  • Tercera etapa:

La tercera etapa, en cambio, supone un cambio muy importante. Es un rito de la pubertad que marca el inicio de la adolescencia. Los niños se vuelven solteros y pasan de ser inseminados a convertirse en inseminadores.

Pero antes, los adolescentes son llevados a ciertos árboles donde son azotados y purificados de cualquier contaminación femenina que pudiera haber ocurrido con anterioridad.

Tras ser brutalmente golpeados, de un modo violento y sorpresivo, los jóvenes son sometidos a otra hemorragia nasal... el siguiente paso en esta iniciación es capturar a una mujer enemiga en su aldea y matar a un guerrero enemigo al que darás tu semen, en él se transmite el espíritu masculino, fortaleciendo al moribundo. (Herdt, págs. 97-98)

  • Cuarta etapa:

La cuarta etapa comienza con el matrimonio, generalmente con una novia concertada por su padre o por sus hermanos mayores. El joven no comenzará a vivir con la novia hasta la fecha aproximada de su menarca, el primer período menstrual, que ocurre normalmente durante la pubertad.

Durante esta etapa el joven aprende cómo protegerse del olor genital femenino, considerado una fuente de contaminación. Una de las medidas consiste en colocar hojas de menta en las fosas nasales y masticar un tipo de rama mientras tengan relaciones sexuales con su esposa. También les explican que durante el coito, no debe penetrar demasiado profundo, ya que si entran en su uretra podrían enfermar.

Finalmente, una ceremonia vincula el crecimiento y la fuerza de la juventud, a un árbol específico. A partir de aquí, el joven está expuesto a las mujeres, una vez ya instruido sobre cada cosa peligrosa que una mujer le pueda deparar. (Herdt, pág.98)

  • Quinta etapa

La quinta etapa de la iniciación comienza con la menarquia de su esposa. El iniciado ha estado aislado de las mujeres durante 12 años, ha practicado numerosas felaciones homosexuales y ha aprendido los peligros de las relaciones sexuales vaginales. A partir de hora deberá provocarse las hemorragias por sí mismo y aprender con mayor detalle cómo protegerse para que su mujer no ponga en riesgo su vida. 

En lo sucesivo, el marido deberá bañarse en un charco de barro y hacerse sangrar la nariz cada vez que su esposa menstrúe para que no lo contamine, por lo que es común que con el tiempo se desarrolle una actitud hostil.

Mientras tanto, a su joven esposa la han enseñado a practicar felaciones mucho antes de comenzar a tener relaciones sexuales vaginales. Debe ingerir todo el semen que pueda de su esposo para poder proporcionar leche materna a su futuro hijo y propiciar que tenga huesos fuertes. Se cree que la leche materna se produce a partir del semen, por lo que son los hombres quienes indirectamente nutren al bebé. (Herdt, págs. 98-99)

  • Sexta etapa

La sexta etapa otorga todos los derechos de la virilidad y tiene lugar una vez que el hombre ha demostrado su masculinidad teniendo un hijo, preferiblemente dos.

El padre debe abstenerse de mantener relaciones sexuales con la madre y mantenerse alejado de su hijo hasta que éste sea destetado. Ya no necesita sangrar por la nariz a menos que tenga una nueva esposa a la que atender. (Herdt, pág. 100)

En adelante, deberá guardar todos los secretos del culto masculino y prometer no contárselo a nadie, ni siquiera a su esposa; si tal cosa sucediera, sería castrado y asesinado.

Es sin duda, un proceso de iniciación muy largo y duro. La mayor parte del tiempo de vida de un hombre, se desarrolla durante este ritual de masculinización en el que muere el niño y renace el hombre. Desafortunadamente, muchos niños han pasado por esto, algunos incluso, no han podido sobrevivir a esta iniciación. Aquellos que lo logran, son considerados grandes guerreros y en el futuro serán los guías de la próxima generación de iniciados.

En 2006, Gilbert Herdt actualizó sus estudios sobre los Sambia con la publicación de "Sambia: Ritual, Sexuality, and Change in Papua New Guinea". Aquí señalaba que una revolución sexual había llegado a Sambia durante la década anterior: 

"Pasar de la segregación de género absoluta y los matrimonios arreglados con una iniciación ritual que controlaba el desarrollo sexual y de género y que imponía la inseminación de los niños, a ver a los niños y niñas adolescentes besarse y tomarse de las manos en público, organizando sus propios los matrimonios y la construcción de casas cuadradas con una cama para los recién casados, como ha hecho Sambia, es revolucionario" 

En la década de 1970, el sistema de iniciaciones colectivas conocido como mokeiyu se redujo. A fines de la década de 1980, el ritual de inseminación infantil había sido abandonado (aunque algunas otras enseñanzas tradicionales, como los rituales de hemorragia nasal, aún continuaban). A partir de la década de 1990, apareció una nueva forma de sexualidad social, conocida como la matrimonio "amoroso", donde el amor romántico se convirtió en la base para elegir pareja.

Varios factores contribuyeron al lento declive y posterior abandono de los rituales tradicionales; en la década de 1960, el fin de la guerra perpetua entre tribus en Papúa Nueva Guinea (forzado del gobierno australiano) condujo a una alteración significativa de la identidad masculina y de la cultura guerrera que durante tanto tiempo había transmitido sus rituales de iniciación. La inmigración, que comenzó a fines de la década de 1960, también contribuyó al cambio, ya que los miembros de las tribus comenzaron a abandonar las tierras altas para trabajar en las plantaciones costeras de cacao, copra y caucho. Esto expuso a Sambia al mundo exterior, con su comida rápida, alcohol, sexo con prostitutas, bienes occidentales y dinero...