12 diciembre 2020

La Isla de las muñecas - México

 

La Isla de las Muñecas, es una pequeña chinampa (un tipo de cultivo mesoamericano consistente en balsas cubiertas por tierra) situada en la Laguna de Teshuilo, en los canales de Xochimilco, a unos 20 kilómetros al sur de la Ciudad de México. La isla fue decorada durante años con muñecas rotas que cuelgan de las ramas de los árboles, construcciones cubiertas de telarañas e insectos y numerosos fetiches desfigurados. Esta siniestra decoración, que el dueño usaba para protegerse de los malos espiritus, hizo que el lugar empezase a ser conocido como "la isla de las muñecas" ya desde la década de los 50.

Esta peculiar isla era originalmente propiedad de don Julián Santana Barrera, quien vivió aquí durante más de 20 años. Julián siempre fue un tipo humilde y retraído; todos los días bajaba al Barrio de la Asunción con su carretilla para vender lo que plantaba en su pequeña isla. Tras vender sus hortalizas, bebía pulque en alguna de las cantinas del pueblo y regresaba a su isla sin llamar la atención; apenas hablaba con nadie y nunca permanecía mucho tiempo fuera de la chinampa. 

Un buen día algo cambió, Julián preocupado por las supersticiones comenzó a predicar la Biblia y a pregonar la palabra de Jesús por las esquinas del pueblo. Esto no fue bien recibido por los vecinos, que veían como una blasfemia que alguien pregonara sin ser sacerdote; después de propinarle varias palizas sin éxito, los vecinos optaron por abordar el problema con otro enfoque y expulsaron a Julián del sector.

Con el tiempo dejaron de ver a Julián, en ocasiones aparecía rebuscando en las basuras de la ciudad, hasta que al final terminó por desaparecer completamente de la vida pública. Su sobrino Anastasio le vendía las hortalizas en el mercado; según su relato, una joven falleció ahogada enredada entre los lirios del canal y su cuerpo fue encontrado por su tío Julián a la orilla de sus terrenos. Desde entonces, Don Julián comenzó a experimentar situaciones inexplicables, oía voces, pasos y lamentos de mujer... aterrorizado, decidió llenar la isla de muñecas  para “espantar a los espantos”. Durante años, Don Julián fue recogiendo todas las muñecas que encontraba en la basura o flotando por los canales de Cuemanco, con la esperanza de que este ejercito de muñecas ahuyentase el alma de la joven. 

A pesar de todos sus esfuerzos por protegerse, Don Julián terminó muriendo en el mismo lugar donde encontró a la joven ahogada años antes... Fue a principios de Abril de 2001, ese día el anciano se acercó al canal para pescar como acostumbraba; antes de salir le comentó a su sobrino Anastasio que una sirena se lo quería llevar, le tranquilizó diciéndole que tenía un truco para evitarlo, por lo visto Julián cantaba en su barca para evitar que el espíritu lograse su objetivo.  El sobrino, probablemente acostumbrado a las historias de su tío, se fue a cuidar las vacas; cuando regresó, ya no había nada qué hacer: Julián había muerto de un infarto y había caído al canal.  a pesar de su extraña vida, Julián pasó a ser recordado  en los canales de Cuemanco durante mucho tiempo. 

Aun con Julián en vida, su costumbre de  recolectar muñecas y colgarlas en los árboles, llamó la curiosidad de un número creciente de  visitantes que pasaban por la chinampa. Julián permitía el acceso a cualquiera que se acercase, sobre todo a los más jovenes; como agradecimiento los visitantes le obsequiaban nuevas muñecas y su colección aumentó cada vez más. Sin llegar a ser todavía un lugar turístico, la isla comenzó a ser considerada un amuleto para algunas personas, cada vez más visitantes pedían protección a las muñecas contra los malos espíritus o las rezaban para que mejorasen sus cosechas. 

En 1943, el cineasta mexicano Emilio el Indio Fernández filmó ahí la película María Candelaria, desde entonces numerosos canales internacionales y locales han informado sobre la isla. En 1987 se realizó un rescate eco turístico y se recuperó la isla, en gran parte invadida por el lirio acuático. Desde entonces y muy especialmente tras la muerte de Don Julián, la chinampa se convirtió en un lugar de gran afluencia turística. 

La isla de las Muñecas se encuentra a hora y media del Embarcadero Cuemanco. La única manera de llegar a ella es mediante trajinera. La mayoría de remeros están dispuestos a transportar personas a la isla, pero también hay quienes se niegan por las supersticiones.

Actualmente, además de centenares de muñecas colocadas por todas partes, la isla contiene, también, un pequeño museo con algunos artículos de diarios locales sobre Don Julián y la isla. Hay una tienda y tres habitaciones, una de las cuales parece haber sido utilizada como dormitorio. En dicha habitación se encuentra la primera muñeca que Julián recogió, así como Agustinita, su muñeca favorita. 

Algunos de los visitantes colocan ofrendas alrededor de esta muñeca a cambio de milagros y bendiciones, algunos otros le cambian la ropa y la mantienen a modo de adoración. 

+ info: Wikipedia