19 diciembre 2020

Los Relámpagos del Catatumbo - Venezuela

En la localidad de Ologá (estado de Zulia, al oeste de Venezuela), es raro ver una noche en todo su oscuro esplendor… Entre abril y noviembre, los relámpagos iluminan constante en el cielo, un fenómeno que ha sido bautizado como "El Relámpago del Catatumbo" ya que en un principio se asociaba al delta del río Catatumbo, una extensa zona pantanosa situada al suroeste del lago de Maracaibo, el más grande de Sudamérica.

Durante el año, este tormentoso enclave en la desembocadura del río Catatumbo sufre un promedio 297 tormentas eléctricas; en ocasiones, la actividad eléctrica de las tormentas es incesante, el cielo nocturno se ilumina debido a los continuos fogonazos de los rayos.

Durante muchos años se consideraba que la mayor concentración de relámpagos del mundo se originaba en la cuenca del río Congo, en África Central. Kifuka, una localidad de la República Democrática del Congo, produce la impresionante cifra de 158 relámpagos por kilómetro cuadrado por año.

Sin embargo, un estudio de la agencia espacial estadounidense (NASA) y de las universidades de Maryland, Alabama (EE.UU.) y Sao Paulo (Brasil), analizó los datos recolectados por un sensor de rayos llamado Lightning Imaging Sensor (LIS). Este sensor está integrado en el satélite Tropical Rainfall Measuring Mission (TRMM) de la NASA, y ha permitido recolectar una ingente información sobre las lluvias tropicales durante los últimos 17 años.

El estudio, publicado en el boletín de la Asociación Estadounidense de Meteorología (AMS), otorga al lago de Maracaibo el estatus de "capital de los relámpagos en la Tierra”. Según las conclusiones de dicho estudio, Catatumbo es, seguramente, el lugar con mayor actividad tormentosa de toda la Tierra, y no sólo por el número de días de tormenta (unas 160 noches al año con una duración que oscila entre las 7 y las 10 horas) sino también por las 50-60 descargas eléctricas por minuto que llegan a producirse en cada tormenta.

Catatumbo destruye todos los récords, con casi 250 rayos por kilómetro cuadrado y un promedio de 1,6 millones de relámpagos por año, algunos años se han llegado a registrar hasta 260 tormentas. Este raro fenómeno meteorológico recibe el nombre de “relámpago del Catatumbo” o también “Faro de Maracaibo”, y además de mantener los cielos prácticamente iluminados cada noche, genera una enorme cantidad de ozono, aproximadamente el 10% del que se produce en toda la Tierra.

El estatus de Catatumbo como capital de las tormentas eléctricas del mundo fue reconocido oficialmente en enero de 2014, cuando el Libro Guiness de los Récords lo incluyó como el lugar con "más alta concentración de rayos en el mundo", la capital de los relámpagos en la Tierra.

En las imágenes de satélite de la NASA se pueden identificar dos epicentros de: uno sobre el río Catatumbo, que generalmente comienza al atardecer, y otro aún más grande sobre la costa suroccidental del Lago de Maracaibo, que comienza más avanzada la noche y que produciría los brillantes relámpagos blanco azulado cerca del Campo Catatumbo. El resultado es un resplandor que ilumina la noche en una vasta región, llegándose a observar a varios cientos de kilómetros de distancia y permitiendo, en tiempos de los barcos a vela, la navegación nocturna en aguas del Maracaibo.

Los meteorólogos todavía no han identificado las razones por las que en Catatumbo se producen las tormentas eléctricas más persistentes del planeta, pero la teoría más aceptada dice que masas de aire cálido y húmedo procedentes del Caribe llegan empujadas por los vientos alisios, una vez aquí atraviesan las aguas salobres del Lago de Maracaibo antes de quedar canalizadas por la orografía de la zona, entonces estas masas de aire ascienden produciendo grandes nubes de desarrollo vertical que chocan con el aire frío de los Andes.

También se ha especulado con el papel que podría desempeñar en este proceso el metano que abunda en las ciénagas de la zona. En los últimos años se han detectado algunos períodos prolongados de tiempo en los que el fenómeno prácticamente desapareció, esto se ha relacionado con la incidencia de distintas sequías en la zona y la consecuente degradación de las ciénagas por la falta de agua. Esta circunstancia hace que disminuyan los aportes de ozono a la atmósfera con implicaciones a escala global debido al gran protagonismo que tiene el relámpago perpetuo del Catatumbo en la producción de este gas.

Las referencias más antiguas al fenómeno proceden de las tribus indígenas que desde tiempos remotos habitan la región: la etnia Wari, identifica el fenómeno con “una concentración de millones de cocuyos (luciérnagas) que se reúnen en el Catatumbo cada noche para rendirle tributo a los padres de la creación”. Otras tribus como los Yucpas y los Wayúu lo atribuyen a la presencia de espíritus de guajiros caídos que resplandecen como una especie de mensaje, refiriéndose al fenómeno como el "terno resplandor en las alturas".

El primer escrito donde se menciona al Relámpago del Catatumbo fue el poema épico “La Dragontea” de Lope de Vega, publicado en 1597. La Dragontea narra la derrota del pirata inglés Francis Drake por el alcalde Diego Suárez de Amaya. De hecho, son numerosas las batallas navales en las que la victoria se atribuye a la iluminación del “Faro de Maracaibo”

La primera descripción científica se la debemos al naturalista y explorador prusiano Alexander Von Humboldt, quien describe el fenómeno como “explosiones eléctricas que son como fulgores fosforescentes…”.

El relámpago del Catatumbo es admirado por la sociedad venezolana, en especial en el estado noroccidental del Zulia, el cual incluye un rayo en su escudo oficial para simbolizar dicho fenómeno. También la letra del himno del Estado Zulia incluye una estrofa que hace referencia a este fenómeno: "La luz con que el relámpago / tenaz del Catatumbo / del nauta fija el rumbo / cual límpido farol"

Hoy en día cumple un importante papel turístico en una región en la que prosperan las cabañas junto al lago para observar el espectáculo.

+ Info: Wikipedia - BBC