12 diciembre 2020

Camino a los Yungas - Bolivia

En este camino resulta frecuente encontrarse con cruces en los puntos en los que ha muerto gente.

El antiguo camino a los Yungas, popularmente conocido como el "Camino de la Muerte", es una ruta montañosa de aproximadamente 80 km de extensión, que une la ciudad de La Paz y la región de Los Yungas. Esta carretera formó parte de la Ruta 3 de la red vial fundamental de Bolivia hasta que su uso quedó reducido al ciclismo. 

En la actualidad se trata de una vía ciclista muy apreciada entre los amantes de este deporte, sus descensos pronunciados y su recorrido entre cascadas y paisajes de gran belleza, hacen que merezca la pena el desafío. Debido al gran desnivel y a lo sinuoso de la ruta, es frecuente encontrar neblina o nieblas de circulación rápida (generadas por la elevada humedad); por otro lado, estas variaciones altitudinales nos permiten explorar distintos paisajes y escenarios obteniendo una muestra muy variada de la riqueza de flora y fauna del área protegida Cotapata.

Sin embargo esta vía no es famosa por su valor paisajístico, en 1995 el Banco Interamericano de Desarrollo la bautizó como el camino más peligroso del mundo. La carretera ya era tristemente célebre desde hace años por su peligro extremo y su elevado número de accidentes mortales (con un promedio de 209 accidentes y 96 personas muertas cada año).

El algunos puntos del trazado la caída puede llegar a los 800 metros

Durante muchos años, este camino formaba parte de una de las pocas rutas que conectan la selva amazónica del norte del país, con la ciudad de La Paz. Algunos tramos de la carretera fue construida por prisioneros paraguayos durante la guerra del Chaco, en la década de 1930.

El tramo más famoso es el que parte de La Paz, a 3660 metros de altura, asciende hasta el puerto de La Cumbre, en la Cordillera Oriental a unos 4650 metros de elevación, para después descender ininterrumpidamente casi 3650 metros de desnivel hasta llegar a Coroico. Sus más de 50 Km de descenso hacen de este tramo una de las bajadas más largas del mundo, ideal para los practicantes del downhill. 

A pesar de su relevancia, este camino siempre ha sido extremadamente peligroso. Debido a sus pendientes pronunciadas y sin asfaltar, su ancho de un solo carril (3 m en algunos lugares), y a la incomprensible ausencia de quitamiedos o guardarraíles, transitar esta ruta en condiciones normales ya era arriesgado.
Si a esto le sumamos el clima de la zona, con abundantes lluvias y presencia casi permanente de bancos de niebla, el resultado es nefasto. La visibilidad acostumbra a ser mala, el suelo es barro resbaladizo, habitualmente hay desprendimientos de tierra o cascadas y no es extraño que caigan rocas desde lo alto de la montaña debido a la tremenda pendiente.

La peligrosidad de la ruta, estaba además ligada a un alto tráfico de camiones y vehículos pesados que trasladaban productos agrícolas desde la región de los Yungas hasta La Paz, así como pasajeros llegados desde el extremo norte del país. En los primeros 31 kilómetros, el Camino a los Yungas está pavimentado, en algunos tramos la ruta está tan inclinada que los ciclistas pueden llegar a superar los 50 kilómetros por hora. El principal peligro son los camiones, quienes a pesar de las curvas cerradas, viajan a alta velocidad sin dejar mucho espacio a los otros usuarios del camino.
Más adelante, la carretera se convierte en una pista de tierra, este tramo sin pavimentar es el que hizo famoso a este camino como el más peligroso del mundo. Durante los años 90, un promedio de unas 300 personas morían aquí cada año.

El peor accidente ocurrió el 24 de julio de 1983, un autobús se salió del Camino a los Yungas precipitándose por un cañón. Si un vehículo sale de la carretera en este tramo, caerá irremisiblemente por un barranco casi vertical (con hasta 800 m. de caída en la sección más extrema), por lo que los pasajeros poco o nada pueden hacer por salvarse. En este caso murieron más de 100 personas, en lo que pasó a ser considerado el peor accidente vial de Bolivia.

Un providencial conductor de autobús pide a sus pasajeros que se bajen 
del autocar antes de cruzar un peligroso desprendimiento de tierra

Este era el único camino de Bolivia en el que se circulaba por la izquierda (al igual que en Reino Unido o Australia), de ese modo en caso de cruce, cosa que sucedía con frecuencia, el conductor podía ver por su ventanilla el borde del abismo. 
Por ley, el conductor que conducía cuesta arriba (en dirección a La Paz) tenía prioridad sobre los que bajaban (en dirección a Los Yungas). Los vehículos que descendían debían detenerse al divisar un vehículo en dirección contraria y dejarle pasar. 

La siniestra fama de este camino es anterior incluso a los accidentes de tráfico de las últimas décadas. Los mercaderes ya temían este trecho del camino en el siglo XIX; cuando transportaban bienes desde La Paz hasta la ciudad de Coroico, los bandoleros aprovechaban este sendero angosto para emboscar a estos comerciantes y robarles todos sus bienes, en algunos casos con víctimas mortales. El bandolero más famoso fue Salvador Sea, quien acabó capturado y fusilado en 1870. 

En 2006 concluyeron 20 años de trabajos en los que se han desdoblado carriles, se ha asfaltado gran parte del pavimento, se han añadido puentes, drenajes y quitamiedos en muchas zonas y se ha construido una nueva carretera entre Chusquipata y Yolosa para evitar las secciones más peligrosas del antiguo camino. En 2007 se inauguró un nuevo camino que une La Paz con Coroico. El nuevo trecho se usaba para los vehículos que suben, mientras que el viejo "camino de la muerte" era transitado por los que bajan. A pesar de estas medidas, en 2011 se produjeron 114 accidentes (la segunda ruta con más siniestros del país), con un saldo de 42 fallecidos.

Tras la construcción del tramo Cotapata-Santa Bárbara, esta sección de carretera dejó de ser imprescindible y quedó reconvertida en una apreciada ruta ciclista. El peligro y el mito que rodea este camino lo convirtió en un destino turístico bastante popular a partir de la década de 1990. Hoy en día constituye una de las principales atracciones turísticas de La Paz con casi 25000 turistas al año, muchas agencias proporcionan información, guía, transporte y equipamiento para descender en mountain bike los 3500 metros y casi 64 Km de largo que conforman la pista ciclista actual. Mientras tanto, la carretera de la muerte sigue cobrándose su tributo en vidas humanas: entre 1998 y 2010, unos 18 ciclistas perdieron la vida en un descenso que lleva los frenos de cualquier bici al límite.

+ info: RTVE - Wikipedia