12 diciembre 2020

Gangkhar Puensum - Bután

Gangkhar Puensum, cuyo nombre significa Pico Blanco de los Tres Hermanos de Espíritu, es la montaña más alta jamás escalada. No se trata de un pico cualquiera, con sus 7.570 metros de altura, es la cumbre más alta de Bután y ocupa el puesto nº 40 en la lista de las montañas más altas del mundo. Pero, si hay tremendas colas para llegar a lo más alto del Everest… ¿Cómo es posible que esta remota cima aun permanezca virgen? 

Gangkhar Puensum se encuentra en medio de la conflictiva y difusa frontera entre Bután (un país en el que el 98,8 % de su superficie es montaña) y el Tíbet (es decir China). Desde hace años, existen una disputa entre las autoridades butanesas y chinas sobre la localización exacta de la montaña: Bután reclama que le pertenece íntegramente mientras que China alega que la frontera entre ambos países pasa por este macizo. En todo caso, es una región de acceso complicado y no exenta de refriegas fronterizas, un lugar poco recomendable para el viajero por muchas razones, una de ellas la política tradicional de este estado asiático, muy reacio a recibir visitantes extranjeros con sus perniciosas influencias. 

Su gran altura y su magnífica prominencia de 2.995 metros (similar al Manaslu o al Annapurna y mayor que la de otros ochomiles) la convierten en todo un desafío para el alpinismo. Gangkhar Puensum es a día de hoy el pico virgen más alto del mundo, seguido por Labuche Kang Este, Karjiang y Nangpai Gosum II (recientemente coronado por el alemán Jost Kobusch)

Sin embargo no son muchas las expediciones que se han atrevido con esta montaña. El Gangkhar Puensum fue medido por primera vez en 1922, pero los mapas de la región no son del todo exactos y la montaña aparece en diferentes localizaciones y con alturas distintas dependiendo de la fuente. La exactitud de los mapas es tan pobre que el primer equipo que intentó la subida fue incapaz de ni tan siquiera encontrar la montaña.

En 1983 el gobierno de Bután tomó la decisión de abrir el país a los alpinistas esperando obtener unos jugosos ingresos gracias al turismo. Esta decisión causó un gran malestar entre los habitantes de este pequeño país en el corazón del Himalaya, muchos de ellos creen que en las cimas de las montañas es donde habitan los dioses, y que los humanos no deberían molestarles. 


De momento, los dioses pueden seguir tranquilos en su morada

Tal vez se tratara en realidad de una maldición divina pero lo cierto es que todas las expediciones de alpinismo desarrolladas entre 1985 y 1986 fracasaron estrepitosamente:

  • Una expedición estadounidense fue la primera en lanzarse a por la conquista del Gangkhar Puensum en 1985. Esta expedición era una especie de Dream Team con algunas de las figuras más respetadas del alpinismo; sin embargo, no fueron capaces de sortear la burocracia butanesa... Las autoridades les dieron permiso para intentar escalar la montaña por la arista este-sureste, accediendo a ella desde el valle del Chamkar Chu; desde esta cuenca hasta el pico hay unos 10-15 km y los alpinistas no lograron encontrar ningún paso por el que poder acceder a la base de la montaña. Finalmente, el gobierno se negó a modificar el permiso y la expedición tuvo que regresar sin siquiera intentar el ascenso.
  • En septiembre de ese mismo año, una expedición japonesa liderada por Michifumi Ohuchi lo volvió a intentar. Trataron de ascender por la arista sur, en donde encontraron numerosas dificultades y peligros. Se quedaron muy cerca de montar el campamento a 6.880 metros de altura, pero tuvieron que retirarse cuando uno de sus integrantes sufrió un edema pulmonar.
  • Otras dos expediciones lo intentaron en 1986. En agosto un equipo austriaco intentó completar la ruta japonesa, llegaron a los 6.600 metros de altura pero tuvieron que abandonar debido al riesgo de avalanchas. De los 21 días que pasaron en el campamento base, sólo hubo dos en los que dejó de nevar.
  • El último intento se produjo en octubre de 1986, cuando una expedición internacional liderada por Steve Berry tuvo que detenerse al llegar a los 6.850 metros de altura. En esta ocasión, fue el viento el que frenó su avance. La falta de provisiones (los yaks no podían llegar hasta la zona debido a la nieve profunda) les obligó a abandonar y finalmente fueron evacuados por un helicóptero del ejército indio.

En 1994, el gobierno prohibió la escalada de montañas de más de 6.000 metros por respeto a las creencias espirituales locales y finalmente en 2004 el montañismo fue prohibido por completo en todo el país. 
Quienes más cerca se han quedado de la cumbre fueron los miembros de una expedición japonesa, en 1999 escalaron desde el lado tibetano los 7.535 metros del Gangkhar Puensum Norte (o Liankang Kangri). Esa expedición llegó a conseguir el permiso de China para escalar la cima principal del Gangkhar Puensum en 1998, pero el permiso fue revocado a última hora debido a conflictos políticos con Bután.
En ese tiempo, por uno u otro motivo, nadie ha logrado coronar la cumbre nevada del Gangkhar Puensum, y hoy en día sigue siendo uno de los pocos lugares de este planeta donde jamás ha puesto su huella el ser humano.