23 diciembre 2020

Houtouwan, Isla Shengshan - China

La hidra es el último habitante de Houtouwan (CHINAFOTOPRESS/GETTY)

En demasiadas ocasiones, el hombre es capaz de transformar completamente su entorno sin reparar en las consecuencias, todo en aras de un progreso que pocas veces tiene reparos con la naturaleza. Por eso siempre es fascinante descubrir ciudades o pueblos fantasma que por diversas causas han sido abandonados, dejando que la naturaleza recupere sus dominios. 

Este es el caso de Shengshan, una de las muchas islas situadas al este de la provincia oriental de Zhejiang, en China. Las Islas Shengsi, en ocasiones mal traducidas como Archipiélago Shengsi, son un conjunto de 394 islas que forman parte del archipiélago de Zhoushan, situado en la bahía de Hangzhou, frente a la desembocadura del popular río Yangtsé, el más largo tanto de China como de Asia.

Esta pequeña isla fue una vez hogar de un atestado pueblo habitado por más de 2.000 pescadores y sus familias, alojados en más de 500 casas. Sin embargo, a comienzos de los años 90, muchas de estas islas vieron cómo su población, principalmente compuesta de pescadores, migraba hacia la bahía de Hangzhou en una búsqueda de mejores oportunidades laborales. Tradicionalmente, la gran mayoría de estas islas vivían de la pesca, aunque con el paso del tiempo la base económica de Zhoushan se ha diversificado mucho. Además, la lejanía y el difícil acceso de estas islas implicaban que la educación y la calidad de las entregas de alimentos se vieran afectadas; el desarrollo que se vivía a pocos kilómetros de allí en ciudades como Shanghái, jamás llegó a estas islas, por lo que muchos de estos poblados de pescadores terminaron siendo abandonados por sus moradores. Con el paso de los años, casi toda la población abandonó estas islas, dejando que la madre naturaleza se hiciera cargo de ellas. 


Foto aérea de Johannes Eisele, fotoperiodista de la Agencia France-Presse

En la isla de Shengshan se encuentra Houtouwan, un pueblo abandonado en el que, con el paso de los años, una exuberante vegetación se ha apoderado de los edificios, convirtiendo a la inhóspita isla en un popular destino turístico. Inicialmente, cientos de turistas curiosos paseaban por los peligrosos senderos de la isla atraídos por una aventura nostálgica y decadente, sin embargo desde 2017 las autoridades cobran una entrada de 50 yuanes y obligan a los visitantes a seguir un recorrido señalizado por su propia seguridad.

Ubicado en el norte de la isla de Shengshan, a 90 kilómetros de la costa de Shanghái, Houtuwan fue fundada en 1950 y se convirtió en una próspera comunidad de pescadores que llegó a hospedar a 3000 habitantes. Sin embargo, la dificultad para acceder a la isla (un fuerte oleaje golpea su costa complicando la llegada de pequeñas embarcaciones), unido a sus deficientes comunicaciones, fue el comienzo de su declive. Para el año 1994, casi toda la población de Shengshan había emigrado, hoy en día se pueden contar con los dedos de la mano sus residentes, algunos de ellos trabajan como guías turísticos o encargados de seguridad y dan fe de los problemas para vivir en esta isla:
"El negocio de la pesca era bueno, el problema era el transporte y la accesibilidad. Una vez que las personas tuvieron dinero, todas se mudaron a otros lugares. Para dar a luz, llevar los niños a la escuela o cuidar de ancianos enfermos, sólo había un pequeño camino para salir de aquí, y tomaba mucho esfuerzo tanto para subir como para bajar"
La isla lleva abandonada 25 años, y en ella sólo quedan las casas y algunas pequeñas construcciones como símbolo de que alguna vez fue un lugar que albergó familias y fue la cuna de varias generaciones de pescadores. Hoy en día el silencio domina lo que antaño fue una bulliciosa población pesquera, sin embargo, a diferencia de otros lugares abandonados, Houtuwan no está muerto, una exuberante vegetación se ha apoderado de los restos de nuestro progreso. La hiedra cubre la inmensa mayoría de los edificios, en los cuales podemos encontrar ventanas rotas por los efectos de la vegetación y terrazas desoladoras desde las que observar el mar tormentoso.

+ info: BBC - Xataka