Al norte de la ciudad de Chittagong, en la zona conocida como Fauzdarhat, una avenida recorre la bahía de Bengala paralela a la línea de costa. Esta avenida alberga alrededor de 80 empresas dedicadas al desguace de grandes barcos en una superficie no mayor de veinte kilómetros. Aceras, medianas, comercios a pie de calle e incluso los ríos que pasan por esta zona están rebosantes de materiales procedentes de los desguaces: placas de metal, sillones de oficiales, literas de marinería, lanchas salvavidas, farolillos de barco, largos tubos retorcidos, máquinas y motores o bidones oxidados con líquidos misteriosos en su interior… hasta los charcos de agua que deja el Monzón parecen extraterrestres debido a sus reflejos morados, verdosos y naranjas.
Los obreros empujan grandes bobinas metálicas, arrastran cadenas mugrientas y descomponen enormes naves cual hormigas atareadas. Aquí todos los desguaces se hacen a mano, con cargas de dinamita, sierras radiales, cinceles y martillos, sin calzado de seguridad (a veces sin calzado a secas), sumergidos en barro hasta las rodillas y ajenos al tétanos o las infecciones. Las condiciones de seguridad ni se plantean. Todo esto da como resultado un entorno post-apocalíptico en el que las playas se han convertido en una distopía.
El puerto de Chittagong es también conocido como “El Infierno en la Tierra”, un fantasmal cementerio en el que multitud de trabajadores desguazan pieza por pieza los grandes monstruos de acero que antaño surcaban los mares. Estos barcos llevan en su interior grandes cantidades de amianto o asbesto (cinco o seis toneladas de media por barco) así como pinturas con plomo y cadmio, que afectan gravemente a la salud de decenas de miles de trabajadores, principalmente de la India y Bangladésh.
Al puerto de Chittagong también se le conoce por ser uno de los lugares donde se concentra más contaminación de todo el mundo. Los trabajadores de los desguaces realizan uno de los trabajos más peligrosos del mundo mientras respiran sin ningún tipo de protección finísimas fibras de amianto que les producen cáncer y enfermedades respiratorias.
+ info: National Geographic