30 enero 2021

Ciudad amurallada de Kowloon - China

La ciudad amurallada de Kowloon fue un oscuro, anárquico y superpoblado enclave en la ciudad de Hong Kong. Durante la ocupación japonesa en la Segunda Guerra Mundial, este antiguo fuerte militar chino comenzó a crecer de forma abrupta convirtiendo el pequeño enclave en una distópica ciudad sin ley con la mayor densidad de población del planeta: hasta 2 millones de habitantes por Km cuadrado. 

La historia de la ciudad amurallada se remonta a la dinastía Song (960-1279), cuando se estableció un puesto avanzado para administrar el comercio de sal. Durante los siglos siguientes apenas hubo cambios hasta que en 1810 se estableció un pequeño fuerte costero. En 1898, la Convención para la Extensión del Territorio de Hong Kong decidió alquilar a Gran Bretaña varias zonas adicionales de Hong Kong (los Nuevos Territorios) durante los próximos 99 años, sin embargo, no se incluyó la ciudad amurallada, que en ese momento era un fuerte militar chino con una población de unos 700 habitantes. Así fue como Kowloon pasó a ser una rara anomalía geopolítica, un enclave chino dentro de un enclave británico a su vez rodeado por China.

China pudo mantener a sus oficiales destinados allí mientras no interfirieran en la defensa del Hong Kong Británico, sin embargo, este acuerdo duró poco. Al año siguiente, el gobernador, Sir Henry Blake, sospechaba que el virrey de Cantón estaba utilizando sus tropas para ayudar a la resistencia. El 16 de mayo de 1899, las fuerzas británicas atacaron la ciudad amurallada, una vez consiguieron tomarla, descubrieron que los soldados del virrey habían desaparecido, solo quedaban los mandarines y 150 residentes. Aunque los británicos reclamaron la propiedad de la fortificación, en la práctica no se preocuparon de ejercer un control efectivo. 

La ciudad pasaría a llamarse “ciudad china” en los mapas turísticos hasta que estalló la Segunda Guerra Mundial. Japón invadió Hong Kong con lo que muchos chinos comenzaron a refugiarse dentro de la relativa seguridad que les daban los muros de Kowloon. Esta seguridad duró poco, ya que los japoneses demolieron la muralla de la ciudad y utilizaron la piedra para expandir el cercano Aeropuerto Kai Tak. La ciudad ya nunca más volvería a estar amurallada.

Después de la rendición de Japón en 1945, China anunció su intención de reclamar sus derechos sobre la ciudad amurallada. Sin embargo, numerosos refugiados de la Guerra Civil China acudieron atraídos por la protección británica, como resultado, en 1947, llegaron 2000 okupas que se instalaron en el antiguo fuerte. Tras un intento fallido de expulsarlos en 1948, los británicos adoptaron una política de «no intervención» en cualquier asunto relacionado con la ciudad amurallada, creando el caldo de cultivo ideal para el desarrollo del crimen organizado.

Kowloon había alcanzado una población superior a los 50.000 habitantes viviendo en sus escasos 0,026 Km², la mayor densidad de población del planeta: 1.923.076,92 habitantes/Km²

La total ausencia de normas permitió un crecimiento descontrolado durante las décadas posteriores. En un terreno de unos 210 x 120 metros, enormes edificios de hormigón surgían de forma imparable por toda la ciudad. La imposibilidad de extender sus límites hizo que el suelo fuese un bien cada vez más escaso. No existía ningún tipo de planificación, los edificios nuevos se sustentaban en los ya existentes, ningún espacio se desaprovechaba y con el tiempo, hasta las calles terminaron siendo un lujo insostenible. Una laberíntica red de pasos estrechos y provisionales se extendía por toda la ciudad atravesando viviendas particulares en muchos casos. Debido a la tremenda presión sobre el suelo edificable, muchas de estas vías estaban en altura conectando distintos bloques de edificios por pasarelas, agujeros o puentes improvisados; una red de pasillos tan extensa que permitía cruzar toda la ciudad sin tocar tierra firme. 

Algunos de estos edificios optaron por crecer en altura llegando a tener más de 14 pisos, sin embargo, el crecimiento vertical de estas construcciones también tenía un límite debido a la cercanía del aeropuerto. El hecho de tener unos edificios tan altos sin separación ni espacios abiertos tenía consecuencias deprimentes en toda la ciudad. En las calles de Kowloon no llegaba la luz del sol, era una ciudad sumida en la oscuridad permanente. A pesar de todo, en 1990 la ciudad alcanzaba la increíble cifra de 50000 residentes dentro de sus tan solo 2,6 hectáreas, la densidad más alta de la historia.

City of Anarchy [Adolfo Arranz]

Ante la ausencia de cualquier forma de autoridad por parte de chinos o británicos, la ciudad terminó por convertirse en un refugio para los delincuentes más peligrosos de toda Asia, una ciudad del pecado dominada por el crimen organizado y las drogas. La policía colonial no se aventuraba a entrar, solo la policía de Hong Kong fue capaz de realizar algunas redadas puntuales no sin grandes refuerzos.

A partir de la década de 1950, grupos de tríadas (los sindicatos del crimen organizado chino) como 14K o Sun Yee On ejercieron un dominio absoluto en los numerosos burdeles, salas de juego y fumaderos de opio de la ciudad amurallada.

No fue hasta los años 70s, cuando una campaña con más de 3500 redadas, 2500 detenciones y más de 1800 kilogramos de drogas incautadas, empezó a mermar el tremendo poder de las tríadas. El gobierno, con el apoyo de la población más jóven, comenzó a cambiar la imagen de la ciudad tratando de erradicar gradualmente el uso de drogas y los crímenes violentos. 

En los años 80s la ciudad dejó atrás su pasado más violento, pero todavía era conocida en toda Asia por sus numerosos doctores y dentistas sin licencia, quienes podían ejercer en Kowloon sin ningún tipo de traba legal. La ciudad pasó a ser famosa por ser el lugar donde se podía comprar cualquier cosa que uno quisiera, incluidos órganos humanos. A pesar de los bienintencionados esfuerzos, artículos de contrabando, laboratorios de drogas, prostitución, apuestas ilegales, talleres de trabajo esclavo donde se falsificaba cualquier cosa, mafias, clínicas ilegales y su enorme densidad de población seguían siendo el sello distintivo de Kowloon.

A finales de la década, las condiciones en las que vivían los ciudadanos de Kowloon se volvieron intolerables. Los gobiernos de China y Gran Bretaña llegaron a un acuerdo para acabar de forma definitiva con la situación de Kowloon. En enero de 1987, el gobierno de Hong Kong anunciaba un plan para demoler la ciudad amurallada. 

Se distribuyeron unos 350 millones de $ en compensaciones a los 33 000 residentes y propietarios de negocios. Muchos no quedaron satisfechos con la indemnización por lo que trataron de resistir, pero después de un arduo proceso de desalojo, fueron evacuados por la fuerza y la ciudad quedó desierta en 1992. La demolición comenzó en marzo de 1993 y se completó en poco más de un año. En diciembre de 1995 se inauguraba un bonito parque de estilo tradicional chino, el Kowloon Walled City Park, que trata de olvidar el recuerdo de la oscura y sórdida ciudad del pecado que una vez ocupó su lugar. Paradójicamente, hoy solo quedan jardines y espacios abiertos en lo que una vez fue el lugar más superpoblado que jamás ha existido.

+ info: Wikipedia - Sopitas