El Lago Natron es un lago salado endorreico situado en el Gran Valle del Rift, al norte de Tanzania junto a su frontera con Kenia. Su superficie oscila entre los 600 y los 800 km², pudiendo llegar hasta los 1040 km² en las temporadas de lluvias y sin duda se trata de uno de los lagos más extraños y sorprendentes de la tierra. Sus aguas son rojas y muy salinas, pudiendo alcanzar temperaturas de hasta 60ºC.
Está situado 25 Km. al norte del estratovolcán Ol Doinyo Lengai (o Oldonyo Lengai) lo que explica muchas de sus peculiaridades. Debido a la cercanía del volcán, sus aguas presentan numerosos compuestos químicos que atraen algas y microorganismos como las cianobacterias, que desarrollan y producen el pigmento rojo que colorea el agua.
Otros compuestos comunes en este lago son el carbonato sódico que surge desde las profundidades de la tierra a través de los géiseres formando espirales blancas que decoran la superficie del lago; así como la sosa, que se acumula en las orillas formando una espuma blanca.
Además, el lago tiene un altísimo contenido en sales; para la mayoría de los animales esta sal es mortal, muchos se calcifican y algunos acaban “convirtiéndose en piedra” tras entrar en contacto con el agua. Los únicos capaces de sobrevivir en este ambiente son los peces Alcolapia alcalica, adaptados a sus duras condiciones, y los flamencos, que consumen sus algas filtrando las aguas alcalinas con su pico.
El baño en este lago es letal, no solo por su concentración de sal, si no también debido a su elevada temperatura y su PH alcalino de entre 9 y 10,5. Por motivos obvios, está terminantemente prohibido bañarse en el lago, pero incluso si nos mantenemos a una distancia prudente, el fuerte olor a sulfuro de hidrógeno puede terminar de ahuyentarnos.
Recientemente, el lago Natrón ha ganado cierta fama como destino turístico gracias al controvertido trabajo del fotógrafo inglés Nick Brandt. El autor consiguió retratar algunos de los animales petrificados que murieron en las inmediaciones del lago, colocándolos en distintas poses con el fin de añadir cierto dramatismo a sus imágenes.
Aun con todo esto, el paisaje del lago Natrón uno de los más sorprendentes, originales y vírgenes de África, aquí podemos encontrar a los masai viviendo según sus costumbres tradicionales, extrayendo sales de cloro, sodio y magnesio del lago y aprovechando la escasa vida que puebla la zona, ajenos a la influencia de las culturas modernas.
Se trata de un lugar inhóspito en el corazón de Tanzania alejado de toda civilización, que siglos ha sido foco de numerosas leyendas y supersticiones, de hecho, su nombre "natron" es el de la sustancia que se usaba para secar las momias en el antiguo Egipto
El acceso al lago puede ser muy complicado ya que las pistas que lo comunican son muy precarias y pantanosas, sin embargo, merece la pena visitarlo. Es un ambiente único para la observación de aves (sobre todo flamencos) y en la misma zona se pueden visitar las cascadas de Ngaresero o subir al volcán Ol Doinyo Lengai ("La Montaña de Dios" en la lengua masai)



