En 2018, el mundo esperaba expectante la caída de la estación espacial china Tiangong-1, a la deriva y descontrolada desde hacía años. Muchos se sorprendieron al descubrir que lo había hecho en medio de la nada, en un desconocido cementerio de naves espaciales. Este cementerio está ubicado en el océano Pacífico Sur, donde se buscó el lugar más alejado posible de la costa y de cualquier zona poblada: el Punto Nemo (48°52.6′S 123°23.6′O).
El Polo de Inaccesibilidad del Pacífico es el punto más alejado de cualquier tierra firme. Se encuentra en el sur del océano Pacífico, a 2.688 kilómetros de las tierras emergidas más cercanas. Es el punto más inaccesible desde tierra firme y coincide con el lugar más alejado de la línea de costa, ya que supera en distancia al polo de inaccesibilidad de Eurasia (EPIA). Se le conoce también como Punto Nemo (que en latín significa Nadie) en honor al capitán de "20000 leguas de viaje Submarino".
La ubicación de este punto fue resultado de un arduo trabajo del ingeniero Hrvoje Lukatela, quien en 1992 localizó un punto equidistante entre las costas de tres islas: la isla Ducie, la isla Maher y el islote Motu Nui.
Como cementerio reúne varios miles de piezas de naves espaciales que han ido cayendo allí durante los últimos 30 años, por lo que probablemente ya existan decenas (o cientos) de miles de toneladas de basura espacial en el fondo del océano. Un lugar donde nunca ha llegado el hombre (de hecho, estamos más cerca de llegar a Marte que de llegar a ese punto).
Biológicamente hablando, el punto Nemo es la región menos activa de todos los océanos del mundo. Prácticamente no hay materia orgánica ni alimentos, la carencia de nutrientes hace de este entorno un ecosistema extremo... un basurero que aglomera los desechos de plástico mediante sus corrientes giratorias.
Muy pocas rutas marítimas pasan por esta zona del Pacífico, de hecho, infunde un gran respeto en quienes pasan por obligación (regatas o competiciones). El lecho oceánico en esta zona se encuentra a unos 3.700 m de profundidad y las tierras emergidas más cercanas son: La Isla Ducie, perteneciente a las islas Pitcairn; Motu Nui, el islote de "Vaiana" en el archipiélago de la isla de Pascua y la isla Maher, en Tierra de Marie Byrd, en la Antártida, el último Terra Nullius del planeta.
Incluso los astronautas de la Estación Espacial Internacional (ISS), que están a 360 kilómetros de la superficie del mar, pasan más cerca de ese punto que cualquier otro humano. Está simplemente muy lejos de cualquier costa, y no hay nada en un radio de miles de kilómetros a la redonda.
Debido a la inaccesibilidad de este punto, hay muchos mitos en torno a el mismo. Durante el verano de 1997, la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de los Estados Unidos (NOAA), registró una frecuencia ultra-baja, un sonido mucho más grave y fuerte que el de una ballena azul. El "Bloop", que es como se denominó a este sonido de muy baja frecuencia, se pudo registrar en varias ocasiones, la mayoría a menos de 2000 metros del Punto Nemo. Todavía se desconoce el origen de este sonido, la versión oficial de la NOAA es que probablemente se debía al sonido de baja frecuencia que emiten las fracturas glaciares: hielo e icebergs rompiéndose; mientras que otros han preferido especular con mitológicos monstruos marinos...
En su novela "La llamada de Cthulhu", el autor estadounidense HP Lovecraft sitúa la ciudad ficticia de R'lyeh en las coordenadas 47°09′S 126°43′O, relativamente cerca del punto Nemo. R’lyeh es una ciudad hundida en las profundidades del Océano Pacífico donde Cthulhu espera el fin de los tiempos...